Primera Lectura: Génesis 6, 1-11
Pecado: diluvio (Eclo 44,17s)
1Cuando los hombres se fueron multiplicando sobre
la tierra y engendraron hijas, 2los hijos de Dios vieron que las hijas del
hombre eran bella, escogieron algunas como esposas y se las llevaron. 3Pero el
Señor se dijo:
-Mi aliento no durará por siempre en el hombre;
puesto que es de carne, no vivirá más que ciento veinte años.
4En aquel tiempo –es decir, cuando los hijos de
Dios se unieron a las hijas del hombre y engendraron hijos- habitaban la tierra
los gigantes (se trata de los famosos héroes de antaño).
5Al ver el Señor que en la tierra crecía la
maldad del hombre y que toda su actitud era siempre perversa, 6se arrepintió de
haber creado al hombre en la tierra, y le pesó de corazón. 7Y dijo:
-Borraré de la superficie de la tierra al hombre que he creado; al hombre con los
cuadrúpedos, reptiles y aves, pues me arrepiento de haberlos hecho.
8Pero Noé alcanzó el favor del Señor.
Noé y el arca.
9Descendientes de Noé: Noé fue en su época un
hombre recto y honrado, y trataba con Dios, 10y engendró tres hijos: Sem, Cam y Jafet.
11La tierra estaba corrompida ante Dios y llena
de crímenes.
EXPLICACIÓN.
6,1. Sal 29,1; Job 1,6.
6-9 El diluvio. Imaginemos que uno toma dos cuerdas de dos colores y
las trenza irregularmente: el color de cada una irá asomando y retirándose.
Algo así el autor final de este relato: ha manejado dos tradiciones paralelas,
uniéndolas en relato continuado, sin uniformarlas. La comparación es sólo
aproximada, porque el autor ha cortado segmentos de una o de otra, ha recogido
o añadido glosas que explican o amplifican. El autor adapta a su visión relatos
de diluvio de otras culturas: Guilgamés, Ziusudra. En la traducción seguimos la
forma actual del texto bíblico. Si el lector quiere seguir por separado los dos
relatos, aquí va una división probable, admitida por muchos. En la teoría de
las fuentes las versiones pertenecen al Yavista (J) y al Sacerdotal (P):
J 6,5-8 / 7,1-5 / 7 (8-9)
10 / 12/ 16b/ 17b/ 22-23.
P 6,9-22/ 7,6/ 11/ 13-16ª/
17ª/ 18-21/ 24.
J 8,2b-3ª/ 6 (7) 8-12/ 13b/
20-22/ 9,18-27.
P 8,1-2a/
3b-5/ 13a/ 14-19/ 9,1-17/ 28-29.
El llamado Yahvista escribe
un verdadero relato, con un protagonista humano y un dios antropomórfico.
Discurre con sencillez lineal: prólogo celeste, ira de Dios, mandato de entrar
en el arca y ejecución, diluvio, exploración de la paloma, sacrificio y
reconciliación. El llamado sacerdotal estiliza la narración, usa
clasificaciones y números, mezcla el esquematismo con el afán por el detalle
técnico; sólo al describir el diluvio logra cierta plasticidad.
6,1-4. Estos versos siguen
siendo un enigma. “Hijos de Dios” son las divinidades subordinadas, seres
divinos, ángeles, seres sobrehumanos (Sal 29; Job 1,6); se contraponen a las
muchachas simplemente humanas. Por lo que conocemos de otras culturas,
semejante cruce sería el origen de los semidioses o héroes de antaño (cfr. Ez
32,27). En un contexto de mitología griega, pongamos por caso, la noticia no
nos extrañaría; pero aquí… ¿De dónde procede esta tradición?. ¿por qué la ha
recogido el autor?, ¿qué pretende decir con ella? El enigma ha suscitado
interpretaciones variadas, deseosas de hacer aceptable la noticia: nobles con
plebeyas, hijos de Set con hijas de Caín… Por ahora es mejor confesar nuestra
ignorancia.
6,3 Sal 104,29.
6,4 Bar 3,26s.
6,5 Sal 14,2s.
6,5-8. Lo que Dios ve y
siente y dice es la clave teológica de todo el relato: una visión pesimista de
toda la humanidad, una crisis fatal que hay que superar con una intervención
extraordinaria. Dios penetra el corazón del hombre (Prov 15,11) y descubre allí
la raíz viciada de pecados que se multiplican: “toda, siempre”. Como si descubriera
un defecto de fabricación, de “modelado” (etimología de la palabra hebrea para
actitud, mentalidad).
Con el antropomorfismo el
autor nos presenta un Dios que no es indiferente ni neutral, que siente y
participa como persona, que sufre contemplando su creación buena perturbada por
el hombre malo. “Borrar” es lo contrario de crear: sin hombres, ¿el mundo
volverá a ser bueno? (Sal 104,35).
6,6 1 Sm 15,35.
6,7 Sof 1,2s.
6,8 El monosílabo hebreo
para “favor”, inversión fonética de las consonantes de “Noé”, encierra toda la
salvación, y la concentra por ahora en un hombre con su familia, porque Noé
preserva toda la honradez (7,1).
6,11-13. Corrupción y
castigo –el mismo verbo en hebreo- se extiende a los animales y a la tierra
(cfr. Sof 1,2-3).
Salmo Responsorial: 149
1¡Aleluya! Cantad al Señor un cántico nuevo,
resuene su alabanza
resuene su alabanza
en la asamblea de los leales;
2festeje Israel a su Creador,
2festeje Israel a su Creador,
los Hijos de Sión a su Rey.
3Alabad su nombre con danzas,
tañendo para él panderos y cítaras;
3Alabad su nombre con danzas,
tañendo para él panderos y cítaras;
4porque el Señor ama a su pueblo
y corona con su victoria a los oprimidos.
5Que los leales celebren su gloria
y canten jubilosos desde sus lechos:
6a en las gargantas vítores a Dios,
6a en las gargantas vítores a Dios,
9b es un honor para todos
sus leales. ¡Aleluya!
EXPLICACIÓN.
149 Género y situación. Himno: fiel a las reglas en la primera
estrofa, algo libre en la segunda. Después de todos los himnos que hemos
encontrado en el salterio, éste tiene un perfil propio, inconfundible.
"Cántico nuevo" es fórmula oída, que aquí resulta convincente. La originalidad
proviene de la situación: razones fuertes nos persuaden que es el tiempo de las
luchas macabaicas. Voy a concentrarlo en el tema de los "Leales".
Los Leales. Ocupan un puesto importante: al principio
del salmo, al final, al comenzar la segunda estrofa; caso único. Son una
"asamblea": conocemos asambleas de la comunidad, de Santos celestes
(Sal 89,6), de Ánimas en el seol (Prov 21,16); de los leales sólo
aparece aquí y en 1 Mac 2,42. Son "su pueblo": título que se arrogan
los del partido macabaico.
Son devotos y combativos: una especie de
orden militar por adelantado. Devotos: ejercen su devoción de modo rumoroso y
expresivo. Reconocen a Yhwh como su Hacedor y su rey: no
aceptan reyes extranjeros ni cuentan con un rey davídico. Combativos: oponen
armas a armas, violencia justa a violencia injusta: muy lejos de Is 30,5. Tan
justa es su acción militar, que en ella ejecutan la "sentencia
dictada" por Dios, y gozan ejecutándola.
149,2 "Creador" o hacedor de la
nación. “Hijos de Sión": tiene un solo antecedente, JI 2,23. Creo que aquí
denota a cuantos aman la causa de la ciudad: cfr. Is 66,8.10.
149,3 "Danzas": algunos imaginan
una danza sacra de espadas (Ez 21,14-22), una pantomima cuyo texto, que va
explicando la acción, es el salmo. Unos hacen de enemigos vencidos, otros
fingen la ejecución; concluyen cantando la victoria.
149,4 Estos "oprimidos" quizá
procedan de Sof 2,3.
149,5 "Celebren su gloria":
semejante a Is 13,3. Creo que es enfático, "incluso en el lecho";
inspirado en Dt 6,7.
149,6 Recuerda Neh 4,11. El fervor religioso
de la lucha se expresa en las arengas de los Macabeos: 1 Mac 1, 18s; 4,9-13;
9,44-47.
149,9 La ejecución del culpable puede ser
competencia honorífica, como muestra Jue 8,20s.
Trasposición cristiana.
Leyendo el aviso de Jesús a Pedro, Mt 26,52-54,
vemos que las batallas del salmo tienen que transponerse a otro orden, p. ej.
como lo propone Ef 6,12.
Evangelio: Lucas 6, 12-19
12
Por aquel entonces salió Jesús, fue al monte a orar y se pasó la noche orando a
Dios.
13 Cuando se hizo de día llamó a sus discípulos, eligió a doce de ellos y los nombró apóstoles;
14 a Simón, al que además dio el nombre de Pedro, y Andrés su hermano, a Santiago y Juan, Felipe y Bartolomé,
15 Mateo y Tomás, Santiago de Alfeo y Simón el llamado Fanático,
16 Judas de Santiago y Judas Iscariote, que llegó a ser un traidor.
17a Bajó con ellos y se detuvo en un llano, con gran número de discípulos suyos.
17b Una gran muchedumbre del pueblo, procedente de todo el país judío, incluida Jerusalén, y de la costa de Tiro y Sidón,
18 que habían ido a oírlo y a quedar sanos de sus enfermedades, y también los atormentados por espíritus inmundos, se curaban;
y toda la multitud trataba de tocarlo, porque salía de él una fuerza que los sanaba a todos.
13 Cuando se hizo de día llamó a sus discípulos, eligió a doce de ellos y los nombró apóstoles;
14 a Simón, al que además dio el nombre de Pedro, y Andrés su hermano, a Santiago y Juan, Felipe y Bartolomé,
15 Mateo y Tomás, Santiago de Alfeo y Simón el llamado Fanático,
16 Judas de Santiago y Judas Iscariote, que llegó a ser un traidor.
17a Bajó con ellos y se detuvo en un llano, con gran número de discípulos suyos.
17b Una gran muchedumbre del pueblo, procedente de todo el país judío, incluida Jerusalén, y de la costa de Tiro y Sidón,
18 que habían ido a oírlo y a quedar sanos de sus enfermedades, y también los atormentados por espíritus inmundos, se curaban;
y toda la multitud trataba de tocarlo, porque salía de él una fuerza que los sanaba a todos.
EXPLICACIÓN.
Cuarta sección del Evangelio (6,12-9,50). En vista de la oposición del Israel oficial, Jesús constituye el nuevo Israel o Israel mesiánico (los Doce), que llegará a reconocerlo por Mesías (9,18-20), aunque de manera equivocada. La sección ofrece una estructura paralela (A-F: 6,12-7,50 // A'-F': 8,1-9,17) que concentra la atención en la pregunta crucial sobre la identidad de Jesús y sus secuelas (9,18-50).
A. Los "Doce" y los otros discípulos. 12-17a. El monte, no localizado, lugar de la presencia y actividad divinas, en contacto con la historia humana (Mc 3,13; Mt 5,1). Oración prolongada (cf. 3,21; 5,16): importancia de la decisión que va a tomar; al constituir el Israel mesiánico dará por caducado el antiguo Israel y sus instituciones.
Discípulos (12), todos los que le han dado su adhesión, procedentes o no de la institución judía (diferencia con Mc). Elección del nuevo Israel (13), en paralelo con la del antiguo; no se funda en la descendencia de Abrahán o en la aceptación de la antigua alianza, sino en la adhesión y seguimiento de Jesús. Doce (alusión a las doce tribus): el Israel mesiánico o definitivo, que engloba a todos los discípulos procedentes del judaísmo; apóstoles o enviados: nueva vocación de Israel, ponerse al servicio de la humanidad (cf. 5,10).
Pedro/Piedra, sobrenombre (cf.22,31; Hch 10,5.18.32; 11,13) que refleja la obstinación de Simón (cf. Lc 22,34; Hch 10,13; 11,7). Dos llevan el nombre de Judas (cf. Jn 14,22; no en Mt y Mc): una parte de Israel (Judas / judío) va a ser fiel a Jesús; otra va a traicionarlo. Leví y "los pecadores", no incluidos en los Doce; constituyen el otro grupo de discípulos (17a). "El monte" (esfera divina) sólo es accesible a los que han dado la adhesión a Jesús; baja al llano, accesible a la multitud. Los seguidores son muchos.
B. Presentación
del programa del Reino. 17b-18. Gran muchedumbre, cf. Ez
47,10 LXX (la gran muchedumbre de peces que los pescadores han de pescar, cf.
5,10; Mc 3,7b-8);pueblo, término técnico para designar al Israel
histórico, el antiguo pueblo elegido; llegan de toda Palestina, de la capital,
centro de la institución, y de la diáspora (Tiro, Sidón).
Como Jesús ha roto con la institución judía y ha creado un Israel paralelo (los Doce), esperan la restauración de Israel. Lo aceptan como maestro (18: a oírlo), en lugar de los maestros oficiales; buscan la integridad humana (curaciones); espíritus inmundos, ideología destructoras. Fuerza (19) del Espíritu (4,14.36; 5,17). Antes de hablar, quita los obstáculos al mensaje (espíritus inmundos) y capacita físicamente al hombre para responder a él (curaciones), cf. 6,6-11.
Como Jesús ha roto con la institución judía y ha creado un Israel paralelo (los Doce), esperan la restauración de Israel. Lo aceptan como maestro (18: a oírlo), en lugar de los maestros oficiales; buscan la integridad humana (curaciones); espíritus inmundos, ideología destructoras. Fuerza (19) del Espíritu (4,14.36; 5,17). Antes de hablar, quita los obstáculos al mensaje (espíritus inmundos) y capacita físicamente al hombre para responder a él (curaciones), cf. 6,6-11.
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