lunes, mayo 01, 2017

LECTURAS DEL MIÉRCOLES 31 DE MAYO DEL 2017.


PRIMERA LECTURA. Sofonías 3,14-18 o Romanos 12,9-16.

SOFONÍAS.

14¡Grita, ciudad de Sión; lanza vítores, Israel!;
festéjalo exultante, Jerusalén capital!
15Que el Señor ha expulsado a los tiranos, 
ha echado a tus enemigos;
el Señor dentro de ti es el rey de Israel
y ya no temerás nada malo.
16Aquel día dirán a Jerusalén:
No temas, Sión, no te acobardes;
17el Señor, tu Dios, es dentro de t
un soldado victorioso
que goza y se alegra contigo, renovando su amor,
18se llena de júbilo por ti,
como en día de fiesta.
Apártate de ti la desgracia
y el oprobio que pesa sobre ti;

Explicación.

 3,14-18a. La voz profética se dirige con cariño a la doncella-matrona Jerusalén, en unos versos que hacen pareja con Os 2; Is 49; 54; 62. Los sinónimos de gozo y alegría se acumulan, algunos se duplican. La alegría no brota de bienes materiales, sno de la relación personal del amor. Si el Señor se alegra con ella (Is 62,5), ella no tiene que temer, ha de estar alegre. El Señor elimina a unos rivales para quedarse él solo como rey, como soldado, como marido amante. Vuelve el amor antiguo y el gozo de un matrimonio renovado, y se celebra la fiesta. Todo lo hará el Señor: expulsará, echará, renovará; a ella la invitan sól a alegrarse y no temer.

3,15. "Tiranos": pueden ser extranjeros o internos (cfr. Is 1,21-26). No piensa en un descendiente de David.

3,17. El rey es soldado que sale a defender a su pueblo: Sal 45; Is 9,5; 10,21.

ROMANOS.

9El amor, sin ficciones: aborreced lo malo y apegaos a lo bueno. 10Como buenos hermanos, sed cariñosos unos con otros, rivalizando en la estima mutua. 11En la actividad no os echéis atrás; en el espíritu manteneos fervientes, siempre al servicio del Señor. 12Que la esperanza os tenga alegres, sed enteros en las dificultades y asiduos a la oración; 13haceos solidarios de las necesidades de los consagrados; esmeraos en la hospitalidad.
             14Bendecid a los que os persiguen; bendecir, sí, no maldigáis. 15Con los que están alegres, alegraos; 16con los que lloran, llorad. Andad de acuerdo unos con otros; no penséis en grandezas, que os itre lo humilde; no mostréis suficiencia.

Explicación.
  
El amor, principio de moral social (9,21). Consiste en el don de sí mismo y es característico de Dios; el cristiano lo cnoce por experiencia (3-5). El amor es solidario (15) y modesto (16);

SALMO. Isaías 12,2-6.

Himno (Sal 98).

2Siendo Dios mi salvador, confío y no temo
porque mi fuerza y poder es el Señor,
él fue mi salvación.
3Sacarás agua con gozo
del manantial de la salvación.
4Aquel día, recitaréis: Dad gracias al Señor,
invocad su nombre,
contad a los pueblos sus hazañas,
proclamad que su nombre es excelso.
5Tañed para el Señor, que hizo proezas,
que las conozca toda la tierra;
6grita jubilosa, Sión, la princesa,
que es grande en medio de ti el Santo de Israel.

Explicación.

12,2. Confiar y no temer: 7,1-9; 8,12. Con una cita de Éx 15,2.

12,3. La salvación es como una fuente inagotable. Puede evocar las fuentes milagroas del desierto (Éx 17,6), enlaza con la fuente de Siloé (8,6), y es en último término Dios como fuente siempre manante (Jr 2,13).

12,4-5. Nombre y renombre: nombre revelado para la invocación (Éx 3,15), renombre ganado con sus proezas y que el pueblo escogido debe difundir a todo el mundo.

12,6. Sión representa tradicionalmente a la comunidad, como capital del reino. El título Santo: 6,3; 8,13.

EVANGELIO. Lucas 1,39-56.

39 Por aquellos días María se puso en camino y fue a toda prisa a la sierra, a un pueblo de Judá;
40 entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel.
41 Al oír Isabel el saludo de María, la criatura dio un salto en su vientre e Isabel se llenó de Espíritu Santo.
42 Y dijo a voz en grito:
-¡Bendita tú entre las mujeres y bendio el fruto de tu vientre!
43 Y ¿quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor?
44 Mira, en cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre.
45 ¡Y dichosa tú por haber creído que llegará a cumplirse lo que te han dicho por parte del Señor!
46 Entonces dijo María:
-Proclama mi alma la grandeza del Señor
47 y se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador,
48 porque se ha fijado en la humillación de su sierva.
Pues mira, desde ahora me llamarán dichosa todas las generaciones,
49 porque el Potente ha hecho grandes cosas en mi
favor: Santo es su nombre
50 y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
51 Su brazo ha intervenido con fuerza,
ha desbaratado los planes de los arrogantes:
52 derriba del trono a los podersos
y encumbra a los humildes;
53 a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide de vacío.
54 Ha auxiliado a Israel, su servidor,
acordándose, como lo había prometido a nuestros padres,
55 de la misericordia en favor de Abrahán y su descendencia,
por siempre.
56 María se quedó con ella cuatro meses y se volvió a su casa.

EXPLICACIÓN.

Prontitud para el servicio (39): el Israel fiel (María), que vive fuera el influjo de la capital (Nazaret de Galilea), va en ayuda del judaísmo oficial (Isabel; Judá, nombre de la tribu en cuyo territorio estaba Jerusalén). El saludo de María comunica el Espíritu a Isabel y al niño (44). Isabel habla como profetisa (41s). La bendición, por la maternidad de María. El fruto del vientre (42: cf. Dt 7,13; 28,4). Por haber creído (45), a diferencia de Zacarías.

Por boca de María pronuncia su cántico el Israel fiel a Dios y a su alianza (46-48), el que ha creído en las promesas. Alaba a Dios por su cumplimiento, que ve inminente por el hecho de la concepción del Mesías. Dios mi salvador (47; cf. Sal 24,1; 25,5; Miq 7,7, etc), título clave del cántico, cuyo tema va a ser la salvación que Dios realiza en Israel; la humillación (48): en el AT, estado de opresión de que Dios libra a su pueblo (Dt 26,7; Sal 136,23; Neh 9,9); grandes cosas (49): se decía en particular de la salida de Egipto (Dt 10,21) y de la liberación de Babilonia (Jr 33,3, segundo éxodo); sus fieles (50), representados por María, "la sierva" (Éx 20,6).

Ha intervenido (51: aoristo profético): Se ve el futuro como realización efectuada e infalible de una decisión divina ya tomada. Se explica la salvación que Dios va a realizar. Su brazo (Éx 6,6; Dt 4,34); los arrogantes (cf. Is 13,11), explicitados a continuación como los poderosos y los ricos (52s). La acción liberadora va a consistir en una subversión del orden social: exaltación de los humildes (1 Sm 2,5.7s; 2 Sm 22,28; Sal 72,1-4.12s; 75,5; 107,9.40s; 147,6; Eclo 10,14, etc), caída de los opresores (cf. 6,21; 11,13; Job 15,29; Jr 17,11). Destinatario de la salvación: Israel su servidor (54) (Is 41,8s; 42,1; 44,1.2.21; 45,4) = "sus fieles" (50) = "su sierva" (48). Dios no ha olvidado su misericordia/amor (Sal 98,3), como podía haber sospechado Israel ante los numerosos desastres históricos que ha sufrido. Amor prometido a los padres/patriarcas (55) (Gn 12,2ss; 15,4sss; 17,7; 22,17); fidelidad de Dios (54s). Lc menciona por adelantado la vuelta de María (56).

LECTURAS DEL MARTES 30 DE MAYO DEL 2017.


PRIMERA LECTURA. Hechos 20,17-27.

17  Desde Mileto mandó recado a Éfeso y llamó a los responsables de la comunidad.
18 Cuando se presentaron, les dijo:
                   - Vosotros sabéis cómo me he portado con vosotros todo este tiempo, desde el día que por primera vez puse el pie en Asia:
19 he servido al Señor con toda humildad entre las penas y pruebas que me han procurado las conjuras de los judíos.
20 Sabéis que en nada que fuera útil me he retraído de predicaros y enseñaros en público y en privado,
21 instando lo mismo a judíos que a griegos al arrepentimiento que lleva a Dios y a dar la adhesión a nuestro Señor Jesús.
                  22 Y ahora, mirad, atado yo por mi propia decisión voy camino de Jerusalén, sin saber lo que allí me espera.
23 Sólo que el Espíritu Santo, de ciudad en ciudad, me declara que me aguardan prisiones y conflictos.
24 Pero la vida para mí no cuenta, al lado de dar remate a mi carrera y al servicio que me confío el Señor Jesús: dar testimonio de la buena noticia del favor de Dios.
                 25 Y ahora, mirad , yo sé que ninguno de vosotros, entre quienes he pasado predicando el reino, volverá a verme.
26 Por eso os declaro en el día de hoy que no soy responsable de la suerte de nadie,
27 porque no me he retraído de anunciaros enteramente el plan de Dios.

Explicación.

  El discurso de Pablo, restringido a los responsables de la comunidad efesina que ha mandado llamar a Mileto (17), tiene cuatro partes. En la primera (18-21) describe su labor en la provincia de Asia, abierta a judíos y paganos (cf. 19,9-10).

                   En la segunda parte (22-24) pasa del memorial a la parenesis con la descripción de la nueva situación que se ha creado: les revela que va a Jerusalén (en sentido sacral) "atado yo por mi propia decisión" (21, lit. "por el espíritu"=, remitiendo a la decisión tomada en 19,21; ese "espíritu" no calificado es el de Pablo, por eso no sabe lo que le espera (22), y se contrapone al "Espíritu Santo", que aparece inmediatamente después y que lo informa repetidamente de las consecuencias del viaje (23): es la primera advertencia del Espíritu (cf. Lc 9,22). Pablo, sin embargo, no renuncia a su propósito. Quiere cumplir el encargo de Jesús, difundiendo la buena noticia; ahora bien, según el mismo encargo, habría de anunciarla en Roma, representación del paganismo (cf. 19,21), y hasta el confín del mundo (13,47, cf. 1,8), abandonando la idea de ir a Jerusalén (24).

                 En la tercera parte (25-31) predice que ésta será su última visita a Asia (25). Proclama su inocencia (26s).

SALMO. 68,10-11.20-21.


10Una lluvia generosa derramaste, Dios, 
tú aliviaste tu heredad extenuada.
11Tu rebaño habitó en ella,
la que bondadosamente, Dios,
habías preparado para el desgraciado.  

20 Bendito el Señor cada día:
Dios carga con nuestra salvación.
21Dios es para nosotros el Dios Salvador,
al Señor mío toca librar de la muerte.
Explicación.
68,9-10 Menciona dos lluvias. La primera, mansa, acompañada de un terremoto: cielo y tierra testigos de la teofanía, en el páramo, al salir el Señor. La segunda, generosa, riega la tierra de cultivo, la heredad prevista para el pueblo; "derramaste" subraya la acción divina. El título "del Sinaí" o sinaítico es común al salmo y a Jue 5,5. 

68,11 El "desgraciado" es el grupo mencionado en w. 6s.  
 68,20 La bendición cotidiana indica que el culto ha comenzado su ritmo. 

68,21 Dios de actos salvadores, que controla la salida por donde se escapa de la muerte; no la controla un dios infernal. Hay un enemigo que incurre en rebeldía: es ejecutado o triturado en la batalla. Una cabeza melenuda que exhibe quizá la melena como señal de fuerza y valentía: Jue 5,2; Dt 32,42. 

Transposición cristiana.
  

Dado el carácter heroico del poema, su amplitud, su entronque con hechos fundamentales de la historia de Israel, se comprende el éxito y riqueza de su lectura cristológica. El v. 18 se cita en Ef 4,8; de ahí saltan los Padres a una traslación sistemática de los símbolos. Preparar el camino y misión de Juan; rescatar a los cautivos y bajada a los infiernos; resurrección y ascensión en la subida a la cumbre, al santuario celeste; los pregoneros y los predicadores del evangelio; la tribu de Benjamín y Pablo.

Aunque algunas interpretaciones estén basadas en traducciones erróneas, y algunas correspondencias son más ingeniosas que acertadas, el conjunto muestra la riqueza de símbolos, al menos potenciales, del salmo, y la raigrambre simbólica de muchos temas del NT.


EVANGELIO. Juan 17,1-11.

III. LA ORACIÓN DE JESÚS. (17,1-26)

 1. Así habló Jesús y, levantando los ojos al cielo, dijo:
- Padre, ha llegado la hora; manifiesta la gloria de tu Hijo, para que el Hijo manifieste la tuya:
2. ya que le has dado esa capacidad para con todo hombre, que les dé a ellos vida definitiva, a todo lo que le has entregado;
3. y ésta es la vida definitiva, que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, conociendo a tu enviado, Jesús Mesías.
4. Yo he manifestado tu gloria en la tierra dando remate a la obra que me encargaste realizar;
5. ahora, Padre, manifiesta tú mi gloria a tu lado, la gloria que tenía antes que el mundo existiera en tu presencia.
6. He manifestado tu persona a los hombres que me entregaste sacándolos del mundo; tuyos eran, a mí me los entregaste y vienen cumpliendo tu mensaje.
7. Ahora ya conocen que todo lo que me has dado procede de ti;
8. porque las exigencias que tú me entregaste se las he entregado a ellos y ellos las han aceptado, y así han conocido de veras que de ti procedo y han creído que tú me enviaste.
9. Yo te ruego por ellos; no te ruego por el mundo, sino por los que me has entregado, porque son tuyos
10. (como todo lo mío es tuyo, también lo tuyo es mío); en ellos dejo manifiesta mi gloria
11. y no voy a estar más en el mundo; mientras ellos van a estar en el mundo, yo me voy contigo.
Padre santo, guárdalos unidos a tu persona – eso que me has entregado -, para que sean uno como lo somos nosotros.

Explicación.

I. Prefacio de la oración (1-5). Sin usar verbos que signifiquen ruego, Jesús pide al Padre que su muerte manifieste su propia gloria/amor y el del Padre por la comunicación del Espíritu a los que creen (cf. 13,31s). Esa obra será el tema central de la eucaristía en las comunidades posteriores.

Padre (1) es el apelativo de Dios que muestra la relación que el que lo pronuncia tiene con él, y caracteriza a Dios como el que por amor comunica su propia vida. Ha llegado la hora anunciada en Caná (2,4) y que había provocado la crisis de Jesús (12,27). Sabe que ella significa su victoria (16,33). Vuelve a pedir al Padre que se realice el acontecimiento salvador, la manifestación de su gloria/amor (12,27): manifestando su amor, quiere dar a conocer el Padre a los hombres. El Padre manifestará su gloria dando vida/Espíritu por medio de Jesús.

De Jesús depende la realización de la obra creadora de Dios. Él tiene la capacidad de hacer que el hombre nazca de Dios (1,13), dándole así vida definitiva y la capacidad de hacerse hijo (1,12). Lo que le has entregado (6,37.39; 10,29), expresión neutra, en relación con el que sean uno (22). El Padre ha entregado a Jesús el grupo de los que responden a la llamada de la vida; son los que escuchan y aprenden del Padre (6,45).

El conocimiento del Padre solamente se obtiene conociendo a Jesús Mesías (3). Pero este conocimiento es relacional, no meramente intelectual. Sólo puede conocer a Dios como Padre quien respecto a él es hijo; la vida definitiva implica, pues, ser hijo del Padre. Sólo puede conocer a Jesús como Mesías el que experimenta la liberación y salvación que él trae (14,20). Una y otra experiencia se identifica con la del Espíritu. El Padre es el único Dios verdadero; el dios que establece con el hombre una relación señor-siervo es falso.
Jesús da remate a la obra del Padre (4) en primer lugar en sí mismo (19,30) y, por la comunicación del Espíritu/vida definitiva (19,30.34; 20,22), en los que le han dado su adhesión.

Pide que su muerte manifieste el amor solidario del Padre y suyo al hombre (5), que sea la prueba indiscutible de que su propia obra y amor son los del Padre. A tu lado indica el carácter definitivo de esta manifestación; la acogida del Padre será el final del itinerario de Jesús (13,3; 16,10) y manifestará permanentemente la gloria del Hijo. Jesús realiza el proyecto divino sobre el hombre. Este proyecto, anterior a la creación, era el Hombre-Dios (1,1), lleno de la gloria del Padre (1,14), el Hijo único, Dios (1,18). Pide ahora al Padre que el proyecto llegue a su realización perfecta con la demostración plena de su capacidad de amar y de comunicar vida.

II. Oración de Jesús por la comunidad presente (6-19). Presupone la fe y la praxis de la comunidad por obra de la actividad de Jesús (6-8). Jesús es la manifestación del Padre (6); lo que la comunidad contempla en él es la gloria del Padre que lo llena (1,14) y que es su propia gloria (2,11). El Padre, actuando a través de Jesús, se manifestará a los hombres (9,3). Ver a Jesús es ver al Padre (12,45; 14,9). La llamada del Padre hace romper con el mundo, el sistema de injusticia y muerte, y asociarse al éxodo de Jesús (8,12). Los discípulos van cumpliendo el mensaje del Padre, que es el de Jesús (14,24).

El punto central de 7-8 es las exigencias… las han aceptado. Hay una decisión de la voluntad que precede al conocimiento y es condición para él. Repite Jesús un principio enunciado dos veces en el templo (7,17; 8,31). No hay conocimiento sin previa decisión de la voluntad; no se sale de la duda sin comprometerse con el bien del hombre. El pasaje está también en relación con 3,33s: al aceptar las exigencias y llevarlas a la práctica, los discípulos experimentan la acción del Espíritu en ellos; esto los convence de la misión divina de Jesús y de que lo que tiene procede del Padre. La certeza de la fe no se basa, por tanto, en un testimonio externo, sino en la experiencia de vida (el Espíritu) que comunica la práctica del mensaje de Jesús, creando la comunión con él. Esta fe descubre el origen divino de su persona y misión (que de ti procedo… que tú me enviaste).

Considera Jesús la circunstancia en que pronuncia esta oración por los suyos; es la de su marcha con el Padre (9-11a). En las necesidades concretas, la comunidad pide en unión con Jesús (16,16). Ahora, sin embargo (9), el ruego de Jesús no se refiere a necesidades particulares, sino al futuro de su comunidad en medio del mundo. Esta oración precede a la existencia de su comunidad y la funda.

Jesús no ruega por el mundo, el orden injusto. Respecto a él, sólo puede pedirse que se destruya y desaparezca. Subraya Jesús su incompatibilidad con el sistema de opresión y de muerte. Los discípulos son del Padre y de Jesús (10); son miembros de la misma familia, viven en el hogar del Padre (14,2s). El distintivo del grupo cristiano es que en él brilla la gloria/amor de Jesús (13,35); perpetúa así su presencia entre los hombres. El grupo va a quedar en medio del mundo, ambiente hostil y seductor al mismo tiempo, sin el soporte de su presencia física (11). 

SÍNTESIS.

El acontecimiento salvador es la muerte de Jesús, en la que el Hombre queda terminado (19,30) al actualizar plenamente su capacidad de amar, y que revela lo que es Dios mismo: amor total y gratuito al hombre (Padre).

Desde su plenitud, Jesús el Hombre-Dios, igual y uno con el Padre, puede comunicar la vida/amor que posee. El efecto de esa comunicación será doble: la unidad de los que participan de él, y su entrega a la difusión de ese amor/vida en el resto de la humanidad.
El amor produce en los hombres una calidad de vida que puede llamarse definitiva, pues no está sujeta a muerte. Esa vida se identifica con la condición de hijos de Dios, que nace de la experiencia del amor de Dios como Padre al experimentar en la propia persona la acción salvadora de Jesús.

El amor, que es don de sí, establece la relación interpersonal, que no se crea dando “cosas”, sino dándose uno mismo. En cualquier donación se ofrece la propia persona. De hecho, el bien del hombre no está en poseer “algo” sino a “alguien”, en poseer a Dios y a los demás. Pero esta posesión no se adquiere por conquista o compra, se recibe como don gratuito. Cada uno regala su vida a los otros, como el Padre, que es Espíritu/vida (4,24), da su Espíritu a Jesús (1,32), y Jesús se entrega y da su Espíritu a los hombres (10,11; 19,30). Cada uno es dueño de su vida, su máxima riqueza, para entregarla; de esa manera, todos tienen en común la riqueza de todos (17,10).

Se ve así el sentido del “servicio”. Es el don personal de todos a todos. No basta un servicio “objetivo” al hombre, sino uno que en lo objetivo lleve dentro el ofrecimiento de la persona. La existencia de la comunidad una es al mismo tiempo el origen y el término de la misión.

LECTURAS DEL LUNES 29 DE MAYO DEL 2017.


PRIMERA LECTURA. Hechos 19,1-8.

1 Mientras Apolo estaba en Corinto, Pablo, después de atravesar la meseta interior, llegó a Éfeso; dio con algunos discípulos
2 y les preguntó:
                       - ¿Recibisteis Espíritu Santo cuando creísteis?
                      Contestaron:
                      - Ni siquiera nos hemos enterado de que se dé Espíritu Santo.
                     3 Él volvió a preguntarles:
                     - Entonces, ¿qué clase de bautismo habéis recibido?
                     Respondieron:
                     - El bautismo de Juan.
                     4 Pablo les dijo:
                     - El bautismo de Juan era un bautismo en señal de enmienda, pero diciendo al pueblo que diesen su adhesión al que llegaba detrás de él, es decir, a Jesús.
                     5 Al oír esto, se bautizaron, vinculándose al Señor Jesús,
6 y al imponerles Pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo y empezaron a hablar en otras lenguas y a profetizar.
7 Eran en total como doce hombres.
8 Pablo fue a la sinagoga y, durante tres meses, habló con valentía, discutiendo sobre el reino de Dios e intentando persuadirlos.

EXPLICACIÓN.

1 - 7.              Llegada de Pablo a Éfeso (1). La variante occ. es digna de ser tenida en cuenta: "Queriendo Pablo por propia iniciativa ir a la ciudad de Jerusalén, le dijo el Espíritu que volviera a la provincia de Asia; después de atravesar la meseta interior etc.". La misión de Pablo en Asia, desaconsejada hasta ahora (cf. 16,6; 18,20s), obedecería según esta recensión a la iniciativa tomada por el Espíritu Santo.

                    Como era de esperar, tras el paso de Áquila y Priscila y de Apolo (cf. 18,19a.24-26), los discípulos que Pablo encuentran en Éfeso son simplemente discípulos del Bautista, sin que hayan oído hablar siquiera, como aclara la rec. occ. "de que algunos reciban Espiritu Santo" (2-4, cf. 1,5). Bautismo, don del Espíritu y manifestación (5s). La mención del número "doce" (7: "como/en cuanto doce hombres", cf. 2,15: "como/en cuanto ciento veinte"), típico de Israel, insinúa que la nueva comunidad está fundada sobre una base judaizante.

Pablo sigue sin dirigirse directamente a los paganos; al igual que Apolo (18,26), "habla con valentía" discutiendo con los judíos e intentando persuadirlos sobre la llegada del reinado de Dios (8).  

SALMO. 68,2-7.


2Se levanta Dios, se dispersan sus enemigos, 
huyen sus rivales.
3Como se disipa el humo, se disipan, 
como se derrite la cera ante el fuego, 
perecen los malvados ante Dios.
4Los honrados se alegran, se alborozan ante Dios, 
lo festejan con alegría.
5-Cantad a Dios, tañed en su honor,
apisonad un camino al que cabalga en la estepa; 
en nombre del Señor regocijaos ante él. 
6Padre de huérfanos, protector de viudas
es Dios en su santa morada.
7Dios da un hogar a los que están solos, 
saca de la prisión a los cautivos;

solos los rebeldes se quedan en el yermo. 

Explicación.


68,2-7 La primera sección anticipa temas y presenta personajes. Dios "se levanta": ¿de dónde? -El contexto y la alusión a Nm 10 nos dicen que de un alojamiento provisorio. Hay unos "malvados enemigos" que huyen derrotados; hay unos "rebeldes" que "se quedan" y no avanzan; hay unos "honrados" que parecen identificarse con las clases sociales marginadas: "viudas, huérfanos, solitarios, cautivos". Por ahora los grupos no se identifican con pueblos determinados.  



68,2 El "alzarse" puede ser genérico, judicial (Is 33,10; Sal S2,2) o bélico (Is 14,22; Sal 35,2).  



68,3 El fuego es elemento de la divinidad (Is 33,14; Sal 50,2); de él brotan las imágenes de cera (Sal 22,15; 97,5) Y humo (Sal 37,20; 102,4).  



68,5 "Apisonad" o allanad, porque en el desierto no hay caminos hechos: Is 57,14; 62,10. "Cabalga" o marcha en carroza: compárese con Sal 104,3. Se pronuncia por primera vez el nombre del Dios en la forma apocopada Yh.  



68,7 "Solos": la palabra en singular designa al único: Gn 22; Jue 11,34; Zac 12, 10. Es extraño encontrarlo en plural: ¿quiere sugerir que todos son hijos únicos? "Prisión": 
palabra de significado discutido. "Rebeldes" o insubordinados: Sal 7S,S. Son israelitas que se quedan en el terreno inhabitable como explica Nm 14. 


EVANGELIO. Juan 16,29-33.

29. Sus discípulos le dijeron:
- Ahora sí que hablas claro, sin usar comparaciones.
30. Ahora sabemos que lo sabes todo y que no necesitas que nadie te haga preguntas. Por eso creemos que procedes de Dios.
31. Jesús le replicó:
- ¿Qué ahora creéis?
32. Mirad, se acerca la hora, y ya está aquí, de que os disperséis cada uno por vuestro lado y a mí me dejéis solo; aunque yo no estoy solo, porque el Padre está conmigo.

Colofón. La victoria sobre el mundo.
(Jn 16,33)

16, 33. Os voy a decir esto para que, unidos a mí, tengáis paz: en medio del mundo tendréis apreturas; pero, ánimo, que yo he vencido al mundo.

EXPLICACIÓN.

Los discípulos se figuran entender ya del todo (cf. 25) (29). Interpretan mal las palabras de Jesús (30). Creen que ha contestado a su pregunta no formulada (16,19) y se admiran de su saber; por eso creen que procede de Dios. Su fe no se apoya en el único argumento que Jesús ha dado: sus obras (5,36; 10,38; 14,11), sino en una pretendida ciencia que le atribuyen.

Jesús se muestra escéptico (31). La fe verdadera tiene por objeto a Jesús en la cruz (19,35) como manifestación suprema del amor de Dios (3,16) y su fuerza salvadora (3,14s). Jesús los conoce mejor que ellos mismos (32). La inadecuación de su fe se va a mostrar cuando se enfrenten con la realidad de la muerte de Jesús. Evoca la imagen del rebaño disperso: ante su detención y muerte, que van a destruir toda esperanza de triunfo terreno, todos desertarán.


SÍNTESIS.

En medio de las dificultades futuras, experimentarán el amor y la ayuda del Padre, que está presente en la comunidad como amigo, lo mismo que para cada miembro es compañero de vida (14,23).

La adhesión a Jesús es incompleta mientras no se acepte su muerte, abandonando toda esperanza de triunfo terreno. Al comprender que la victoria consiste en superar el odio con el amor encuentra la fe su verdadero fundamento.  

16,33. Este versículo termina el desarrollo sobre la persecución, comenzado en 15,18. Jesús quiere tranquilizar a los suyos (cf. 14,1.27). La paz que les deseaba como despedida (14,27) debe ser una realidad en ellos gracias a la unión con él. Esta paz está cercada por la presión del orden injusto en medio del cual se encuentran (12,25; 13,1). La persecución es inevitable (tendréis apreturas), pero no es señal de derrota; cada vez que el mundo cree vencer, confirma su fracaso.

LECTURAS DEL DOMINGO 28 DE MAYO DEL 2017.


PRIMERA LECTURA. Hechos 1,1-11.

1 En mi primer libro, querido Teófilo, traté de todo lo que hizo y enseñó Jesús desde el principio
2 hasta el día en que, después de dar instrucciones a los apóstoles que había escogido movido por el Espíritu Santo, se lo llevaron a lo alto.
3 Fue a ellos a quienes se presentó después de su pasión, dándoles numerosas pruebas de que estaba vivo y, dejándose ver de ellos durante cuarenta días, les habló acerca del reino de Dios.
4 Mientras comía con ellos les mandó:
- No os alejéis de la ciudad de Jerusalén; al contrario, aguardad a que se cumpla la Promesa del Padre, de la que yo os he hablado;
5 porque Juan bautizó con agua; vosotros, en cambio, de aquí a pocos días seréis bautizados con Espíritu Santo.
6 Ellos, por su parte, se reunieron para preguntarle:
- Señor, ¿es en esta ocasión cuando vas a restaurar el reino para Israel?
7 Pero él les repuso:
- No es cosa vuestra conocer ocasiones o momentos que el Padre ha reservado a su propia autoridad;
8 al contrario, recibiréis fuerza, cuando el Espíritu Santo venga sobre vosotros, y así seréis testigos míos en Jerusalén y también en toda Judea y Samaría, y hasta los confines de la tierra.
9 Dicho esto, lo vieron subir, hasta que una nube lo ocultó a sus ojos.
10 Mientras miraban fijos al cielo cuando se marchaba, dos hombres vestidos de blanco que se habían presentado a su lado
11 les dijeron:
- Galileos, ¿qué hacéis ahí plantados mirando al cielo? El mismo Jesús que se han llevado a lo alto de entre vosotros vendrá tal como lo habéis visto marcharse al cielo.

EXPLICACIÓN.

Segunda parte de la obra lucana: después de exponer en el primer libro el nuevo modelo a imitar, Jesús, Lc se propone ahora seguir paso a paso las diversas vicisitudes que tanto las comunidades creyentes como los personajes más representativos tuvieron que afrontar hasta lograr la plena asimilación del mensaje de Jesús. Se trata de un género literario único entre los escritos del NT, de corte muy parecido al género "evangelio".

Excepcionalmente el libro de los Hechos se presenta en dos versiones ligeramente distintas: el texto ordinario, común a la mayoría de ediciones y base de todas las traducciones modernas, y el llamado "texto occidental" (en adelante, rec. occ), atestiguado en la época prenicena por la mayoría de traducciones antiguas y relegado hoy a unos pocos códices. Tanto en la traducción como en las notas se parte del texto ordinario, si bien incidentalmente se dan en nota las lecturas más significativas del segundo.

Prólogo (1,1,s): Obviamente el segundo libro, por formar parte de la misma obra, ha sido dedicado también a Teófilo. Las obras de Jesús prevalecen sobre su enseñanza. La alusión al Espíritu Santo, que muchos traductores unen con la frase "después de las instrucciones" (2), debe ser referida a la elección de los apóstoles por parte de Jesús (Lc 6,13); tiene como función prevenir al lector para que pueda enjuiciar la elección de Matías que realizarán los discípulos sin discernimiento del Espíritu. 

Perícopa puente (3-14): A modo de bisagra entre el primero y el segundo libro, Lc repite unos mismos temas al final del Ev. (24,36-53) y al principio de Hch. "Cuarenta días" en Lc 24,1.13.29.33.36 se habla de un único día que engloba las apariciones y la ascensión. Se trata de un período simbólico. Alude a la prueba de Israel en el desierto y al tiempo de las tentaciones de Jesús (Lc 4,1-13); en paralelo con este último caso (cf. Lc 22,28), representa todo el tiempo de la actividad de los discípulos, en que se va a poner a prueba su fidelidad al encargo de Jesús (3).

Recomendación de permanecer en "la ciudad de Jerusalén" (gr. Hierosolyma, en sentido meramente geográfico; el simple "Jerusalén", gr. Ierousalêm, tiene sentido teológico, designando la institución judía) hasta que reciban el Espíritu, personificación de la Promesa hecha por Dios a los padres (4, cf. Lc 24,49a). El tiempo de espera e inactividad será muy breve: de ahí la insistencia en que no emprendan acción alguna (cf. Lc 24,49b: lit. "quedaos sentados") (5).

Los discípulos, sin embargo, no han renunciado a los ideales de grandeza de Israel (6). En su respuesta, Jesús distingue dos aspectos: 1) preguntado por su intención, se remite al designio del Padre, pasando del horizonte inmediato ("ahora") al del futuro ilimitado: cuándo y cómo va a intervenir Dios en la historia, es cosa suya, nadie puede manipular sus planes; y él respeta y secunda la libertad de los hombres (7);    2) les expone la misión de Israel en el mundo, que no es la restauración de la gloria nacional, sino el servicio a la humanidad; son los hombres los que han de hacer la historia, y en ella se insertará la acción de Dios. Les promete el Espíritu, que les dará fuerzas para realizar su encargo: la misión universal a partir de "Jerusalén" (la institución judía), pasando por judea y Samaría (los dos reinos de Israel), hasta alcanzar los confines de la tierra (simbolizados por Roma, al final de Hch) (8).

Ascensión (cf. Lc 24,50s). "Dos hombres" (10), cf. Lc 9,30s (Moisés y Elías) y 24,4. La vuelta de Jesús, como la ascensión, se verificará sin manifestación de gloria ni poder (11), y se realizará en la efusión del Espíritu.

SALMO. 47,2-3.6-9.

2 Pueblos todos, batid palmas,
aclamad a Dios con gritos de júbilo
3 porque el Señor es altísimo y terrible,
emperador de toda la tierra.
6 Ascendió Dios entre aclamaciones,
el Señor a toque de trompeta.
7 Tañed para Dios, tañed,
tañed para nuestro rey, tañed,
8 porque Dios es rey de toda la tierra:
tañed con maestría.
9 Dios reina sobre las naciones,
Dios se sienta en su santo trono. 

Explicación,

47,2 En un invitatorio clásico figuran como destinatarios todos los pueblos. Si debieran aclamar solo a ´elohim= Dios, no sería extraño; pero el verso inmediato individualiza. La invitación suena como hipérbole, quizá como utopía.

47,3 Nombre y títulos. Se llama Yhwh, es el "Altísimo": cfr. Gn 14,18-22, y 21 veces en el salterio. Es "terrible", impresionante, temible por su poder, respetable por su majestad. Es "emperador" universal: para el título humano, is 36,4.13.

47,6 El verbo está en perfecto; es uno de los verbos clásicos de la salida de Egipto hacia Canaán. Sueja a paradoja que el Dios "Altísmo" ascienda.

47,9 El trono está en el cielo (Sal 93,2; 103,19; Is 66,1), en Jerusalén o SIón (Jr 17,12), en el templo (Is 6,1; Ez 43,7).

TRANSPOSICIÓN CRISTIANA

El tema de la realeza, de Dios Padre y de Jesucristo, atraviesa el NT y culmina en el Apocalipsis. El tema de la ascensión, sin perder su carácter de símbolo, adquiere un realismo nuevo aplicado a Cristo. Es el gran principio narrativo unificador de Lc 9,51 en adelante. También suena en Ef 4,9; Flp 2,5-11. La liturgia canta este salmo en la fiesta de la Ascensión.   

SEGUNDA LECTURA. Efesios 1,17-23 



17Que el Dios de nuestro Señor Jesús Mesías, el Padre que posee la gloria, os dé un saber y una revelación interior con profundo conocimiento de él; 18que tenga iluminados los ojos de vuestra alma, para que comprendáis qué esperanza abre su llamamiento, qué tesoro es la gloriosa herencia destinada a sus consagrados 19y qué extraordinaria su potencia en favor de los que creemos, conforme a la eficacia de su poderosa fuerza.
20Desplegó esa eficacia con el Mesías, resucitándolo y sentándolo a su derecha en el cielo, 21por encima de toda soberanía y autoridad y poder y dominio, y de todo título reconocido no sólo en esta edad, sino también en la futura. 22Sí, todo lo sometió bajo sus pies (Sal 8,7), y a él lo hizo, por encima de todo, cabeza de la Iglesia, 23que es su cuerpo, el complemento del que llena totalmente el universo.

EXPLICACIÓN.

Añade una petición o bendición (17-19): El Dios de Jesús es el Padre, es decir, el que por amor comunica su propia vida (el Espíritu); gloria, riqueza que puede conceder toda clase de dones; saber/sabiduría que nace de la revelación interior; ésta se identifica con la experiencia viva del Espíritu, que pone en comunión con el Padre. La experiencia de su amor y su fuerza hará comprender su proyecto sobre el hombre y dará la seguridad de su realización. Tenga iluminados los ojos de vuestra alma, lit. "de vuestro corazón" (cf. Sal 13,4; 19,19), término que, en la antropología semítica, designa la interioridad del hombre (alma). 

La potencia de Dios se ha manifestado en la exaltación de Jesús Mesías. Alude el autor a Sal 110,1: "Dice el Señor a mi Señor: Siéntate a mi derecha, mientras hago de tus enemigos estrado de tus pies", y a Sal 8,7: "Todo lo sometiste bajo sus pies". Los términossoberanía, autoridad, etc. designaban potencias supramundanas; pero en los escritos del NT, también a los poderes de este mundo, concreción de las potencias que dominan al hombre; ésos son los enemigos que dieron muerte al Mesías y que Dios somete debajo de sus pies. La exaltación del Mesías no lo separa de la humanidad; al contrario, está conectado a ella por medio de la iglesia/comunidad, que es su cuerpo (1,20-23).Complemento, gr. plêrôma, "plenitud", interpretada en sentido activo: "lo que llena/completa".


Evangelio: Mateo 28,16-20.

(Mc 16,14-18; Lc 24,36-39; Jn 20,19-23; Hch 1,9-11)

16Los once discípulos fueron a Galilea al monte donde Jesús los había citado. 17 Al verlo se postraron ante él, los mismos que habían dudado. 18Jesús se acercó y les habló así:
-Se me ha dado plena autoridad en el cielo y en la tierra. 19Id y haced discípulos de todas las naciones bautizadlos rara vincularlos al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo 20 y ensenadles a guardar todo lo que os mandé; mirad que yo estoy con vosotros cada día, hasta el fin de esta edad.

EXPLICACIÓN.

16-20. Los once discípulos (cf. 10,1); falta uno, judas el traidor, representante del Israel histórico que ha pedido la muerte de Jesús. El Israel mesiánico se forma sin integrar al antiguo pueblo como tal. Habían dudado (16), como Pedro (cf. 14,21), el escándalo de la cruz. En su vida mortal, «el Hombre» tenía autoridad «en la tierra» (9,6); ahora (cf. 26,64) su autoridad es la del Padre mismo (18): plena condición divina. Misión universal (19), va a cumplirse la promesa hecha a Abrahán (Gn 17,4s; 22,18). Jerusalén, capital de Israel, queda atrás y no va a ser objeto de nueva misión (10,6; 15,24); Galilea abre el camino hacia los paganos. Primer medio para hacer discípulos: el bautismo, que vincula al Padre, fuente del Espíritu, al Hijo, de quien se recibe, y al Espíritu mismo, que potencia al hombre, completa su ser y lo pone en la línea del "Hombre» (cf. 3,16). Segundo medio, la instrucción o enseñanza sobre la práctica del mensaje. Cuanto os mandé, alusión a los «mandamientos mínimos» (5,19), las bienaventuranzas. Los que enseñan esto han de practicarlo (5,19). Promesa para la misión (20b). Así se cumplirá el contenido de su nombre, ¡ Emmanuel!: «Dios con nosotros».

LECTURAS DEL SÁBADO 27 DE MAYO DEL 2017.


PRIMERA LECTURA. Hechos 18,23-28.

23 Pasado algún tiempo, salió de allí y fue recorriendo por etapas la región de Galacia y Frigia, afianzando a todos los discípulos.
24 Llegó a Éfeso cierto judío, de nombre Apolo, natural de Alejandría; era hombre elocuente y muy versado en la Escritura.
25 Éste había sido instruido en el Camino del Señor, hablaba con mucho entusiasmo y enseñaba con exactitud lo relativo a Jesús, aunque no conocía más bautismo que el de Juan.
26 Apolo se puso a hablar con valentía en la sinagoga; cuando lo oyeron Priscila y Áquila, lo tomaron por su cuenta y le explicaron con más exactitud el Camino de Dios.
27 Teniendo él intención de pasar a Grecia, los hermanos lo animaron y escribieron a los discípulos de allí que lo recibieran bien. Su presencia, con el favor de Dios, contribuyó mucho al proyecto de los creyentes, 
28 pues rebatía vigorosamente en público a los judíos, demostrando con la Escritura que el Mesías es Jesús.

EXPLICACIÓN.

 La segunda fase termina enumerando a la inversa las regiones que conformaban el nuevo ámbito de la misión (23, comp. con 16,5s).

Tercera fase de la misión: Asia (18,24-19,20): Comprende los orígenes de la iglesia de Éfeso (18,24-28), su constitución (19,1-7) y su expansión por la provincia de Asia (19,8-10); termina con un epílogo sobre la impotencia de la apologética judía (19, 11-19), seguido de una colofón (19,20).

24 - 28.       La tercera fase empieza con la presentación de un nuevo personaje representativo (24: "Cierto judío"), de nombre Apolo, según la rec. ord. / Apolonio, según la rec. occ. (Apeles, según la egipcia): se trata de un judío alejandrino, muy versado en la Escritura (AT) y conocedor de la figura histórica de Jesús, conocimientos éstos que, según la rec. occ. había recibido en su patria, Alejandría, centro del pensamiento judío helenístico (24s).

                 Nótese que las tres fases de la misión dan comienzo con la presentación de un personaje representativo: Barjesús, la primera, en representación de los judeocreyentes que se oponen a la entrada de los paganos (13,6); Timoteo, la segunda, encarnación de los cristianos que vuelven, a los usos judíos (16,1); Apolo, la tercera, en representación de los discípulos de Juan conocedores de la figura de Jesús.

               La pareja judía, constituida por Priscila y Áquila, de los que no se han dicho que fuesen creyentes (cf. 18,2.18b.19a), lo instruye en la calidad mesiánica de Jesús, sin que tampoco de él se diga en lo sucesivo que se haya hecho creyente (26-28). La descripción de este personaje y de su actividad en Éfeso y en Corinto sirve de elemento de contraste para enjuiciar tanto la actividad precedente de Pablo en Grecia como la subsiguiente en Asia. Se puede hablar de Jesús y de su mesianismo sin necesidad de hacerse cristiano.  

SALMO. 47,2-3.8-10.

2 Pueblos todos, batid palmas,
aclamad a Dios con gritos de júbilo
3 porque el Señor es altísimo y terrible,
emperador de toda la tierra.
8 porque Dios es rey de toda la tierra:
tañed con maestría.
9 Dios reina sobre las naciones,
Dios se sienta en su santo trono.
10 Príncipes paganos se reúnen
con el pueblo del Dios de Abrahán,
porque de Dios son los escudos de la tierra
y él es sublime.

Explicación.

47,2 En un invitatorio clásico figuran como destinatarios todos los pueblos. Si debieran aclamar solo a ´elohim= Dios, no sería extraño; pero el verso inmediato individualiza. La invitación suena como hipérbole, quizá como utopía.

47,3 Nombre y títulos. Se llama Yhwh, es el "Altísimo": cfr. Gn 14,18-22, y 21 veces en el salterio. Es "terrible", impresionante, temible por su poder, respetable por su majestad. Es "emperador" universal: para el título humano, is 36,4.13.

47,9 El trono está en el cielo (Sal 93,2; 103,19; Is 66,1), en Jerusalén o SIón (Jr 17,12), en el templo (Is 6,1; Ez 43,7).

47,10a Acepto la lectura enmndada ´im ´am (haplografía). Los llama "príncipes" quizá para no llamarlos reyes (cfr. Sal 83,12). "Dios de Abrahán" abarca un horizonte universal, según Gn 17,5s.

47,10b. Los "escudos" pueden ser emblema de poder: 1 Re 10,17; 14,26s.

TRANSPOSICIÓN CRISTIANA

El tema de la realeza, de Dios Padre y de Jesucristo, atraviesa el NT y culmina en el Apocalipsis. El tema de la ascensión, sin perder su carácter de símbolo, adquiere un realismo nuevo aplicado a Cristo. Es el gran principio narrativo unificador de Lc 9,51 en adelante. También suena en Ef 4,9; Flp 2,5-11. La liturgia canta este salmo en la fiesta de la Ascensión.  

EVANGELIO. Juan 16,23-28.

 El amor del Padre. (Jn 16,23b-32)

16 23b. Sí, os lo aseguro: Si le pedís algo al Padre en unión conmigo, os lo dará.
24. Hasta el presente no habéis pedido nada en unión conmigo; pedid y recibiréis, así estaréis colmados de alegría.
25. Hasta aquí os he hablado en comparaciones. Se acerca la hora en que ya no os hablaré en comparaciones, sino que os informaré sobre el Padre claramente.
26. Ese día pediréis en unión conmigo; y no os digo que yo rogaré al Padre por vosotros,
27. porque el Padre mismo os quiere, ya que vosotros me queréis de verdad y creéis firmemente que yo salí de Dios.
28. Salí del Padre y he venido al mundo; ahora dejo el mundo y voy con el Padre.

Explicación.


Declaración solemne (23b): Los discípulos tienen pleno acceso al Padre, cuya paternidad los abraza a ellos. El acceso existe en unión con Jesús. No es Jesús un mediador que distancie del Padre; al contrario, lleva a los discípulos hasta él. Subraya la eficacia de la petición (os lo dará). Al poner como única condición que sea hecha en unión con él, su objeto ha de estar incluido en el ámbito de la obra de Jesús (10,10: yo he venido para que tengan vida y les rebose). Todo lo que contribuye a la vida individual o comunitaria, o a la comunicación de vida a otros, puede ser objeto de petición.

Exhorta a pedir con la seguridad de recibir (24). La experiencia del Padre asequible y generoso llena de alegría. Se refiere a la hora de su vuelta (25). Su información sobre el Padre no serán explicaciones de palabra, sino la que procura la experiencia del Espíritu. Éste hará superflua toda comparación, el conocimiento del Padre les será connatural.

No existe un Dios severo y un Jesús mediador (27: el Padre mismo os quiere), sino un Dios Padre que ama a los hombres y que hace presente su amor en Jesús. El amor del Padre a los discípulos tiene por fundamento la adhesión de éstos a Jesús, su cariño a él como amigos y su fe en su procedencia. Como Jesús (15,15), también el Padre quiere a los discípulos como a amigos (querer, no “amar”). Ni uno ni otro dominan al hombre; están a su favor y se ponen a su servicio (6,11: 13,4ss).

 SÍNTESIS.

En medio de las dificultades futuras, experimentarán el amor y la ayuda del Padre, que está presente en la comunidad como amigo, lo mismo que para cada miembro es compañero de vida (14,23).

La adhesión a Jesús es incompleta mientras no se acepte su muerte, abandonando toda esperanza de triunfo terreno. Al comprender que la victoria consiste en superar el odio con el amor encuentra la fe su verdadero fundamento. 

LECTURAS DEL VIERNES 26 DE MAYO DEL 2017.

PRIMERA LECTURA. Hechos 18,9-18 o Filipenses 4,4-9.


Hechos 18,9-18



9 De noche, dijo el Señor a Pablo en una visión:
                   - No temas; al contrario, sigue hablando y no te calles,
10 que yo estoy contigo, y nadie que te ataque podrá hacerte daño, pues tengo un pueblo numeroso en esta ciudad.
                    11 Se quedó allí año y medio enseñando entre ellos y el mensaje de Dios.
                    12 Siendo Galión procónsul de Grecia, los judíos arremetieron a una contra Pablo, lo condujeron al tribunal
13 y lo acusaron:
                    - Éste persuade a la gente a dar a Dios un culto ilegal.
                   14 Iba Pablo a tomar la palabra, cuando Galión dijo a los judíos:
                   - Judíios, si se tratara de un crimen o de una fechoría grave, sería razón aceptar la querella;
15 pero si son cuestiones de doctrina, de títulos y de esa Ley vuestra, vosotros veréis. Yo no quiero ser juez en esos asuntos.
                   16 Y ordenó despejar el tribunal.
17 Entonces agarraron todos a Sóstenes, el jefe de la sinagoga, y le dieron una paliza delante del tribunal. Galión no se dio por aludido.
18 Pablo se quedó todavía en Corinto bastantes días; luego se despidió de los hermanos y se embarcó para Siria, acompañado de Priscila y Áquila, después de afeitarse la cabeza en Cencreas, porque había hecho un voto.
 
EXPLICACIÓN.


Durante la "noche" de Pablo, el Señor lo anima a permanecer en Corinto, puesto que los paganos son tan "pueblo" suyo los judíos (9s), a diferencia de la tesis de Santiago, según la cual los paganos debían asimilarse al pueblo judío (cf. 15,14). Larga permanencia de Pablo en Corinto (11).

               Se recrudece la ofensiva de los judíos (cf. 14,19). El proselitismo de Pablo es contrario a las leyes y no está, por tanto, amparado por el privilegio de que gozaba la religión judía (12s). Galión se inhibe en el asunto por considerarlo una cuestión puramente religiosa (14-16). Las represalias de los paganos ("todos" sólo puede referirse obviamente a "los griegos", como muy bien precisa la rec. occ.) contra el máximo representante judío, el nuevo jefe de la sinagoga tras la conversión de Crispo, no lograrán hacer cambiar de opinión a Galión (17). Pablo y la comunidad cristiana han salido indemnes del episodio, como le había prometido el Señor (v.10).

Pablo se lleva consigo a la pareja judía (18,2), sin que se mencione la pareja judeocreyente compuesta por Timoteo (reaparecerá en 19,22; 20,4) y Silas. Voto a la manera judía (cf. 21,23) (18).


Filipenses 4,4-9.

4Estad siempre alegres con el Señor; os lo repito, estad alegres. 5Que todo el mundo note lo comprensivos que sois. El Señor está cerca, 6no os agobiéis por nada; en lo que sea, presentad ante Dios vuestras peticiones con esa oración y esa súplica que incluyen acción de gracias; 7así la paz de Dios, que supera todo razonar, custodiará vuestra mente y vuestros pensamientos mediante el Mesías Jesús.
8Por último, hermanos, todo lo que sea verdadero, todo lo respetable, todo lo justo, todo lo limpio, todo lo estimable, todo lo de buena fama, cualquier virtud o mérito que haya, eso tenedlo por vuestro; 9y lo que aprendisteis, y recibisteis, y oísteis, y visteis de mí o en mí, eso llevadlo a la práctica; así el Dios de la paz estará con vosotros.

Explicación.

Exhortaciones finales. Alegría (Rom 14,17; Gál 5,22). Actitud ante los de fuera. Oración confiada: su resultado será la paz que Dios comunica reavivando en el hombre la experiencia de su amor (4-7).

Ámbito de interés para los cristianos: todo lo que es bueno dondequiera se encuentre. Nada de comunidad cerrada ni aislada de su ambiente cultural. Para que la alusión sea más clara, usa el término estoico virtud, que nunca se encuentra en los evangelios ni en los escritos de Pablo referido a cristianos (en el NT, sólo en escritos tardíos como 2 Pe 1,3). Para la práctica, los remite a su enseñanza y a su ejemplo (8-9).


SALMO. 47,2-7.

2 Pueblos todos, batid palmas,
aclamad a Dios con gritos de júbilo
3 porque el Señor es altísimo y terrible,
emperador de toda la tierra.
4 El nos somete pueblos,
nos sojuzga naciones.
5 Nos escoge nuestra heredad,
el orgullo de Jacob, su amado.
6 Ascendió Dios entre aclamaciones,
el Señor a toque de trompeta.
7 Tañed para Dios, tañed,
tañed para nuestro rey, tañed,

Explicación.

47,2 En un invitatorio clásico figuran como destinatarios todos los pueblos. Si debieran aclamar solo a ´elohim= Dios, no sería extraño; pero el verso inmediato individualiza. La invitación suena como hipérbole, quizá como utopía.

47,3 Nombre y títulos. Se llama Yhwh, es el "Altísimo": cfr. Gn 14,18-22, y 21 veces en el salterio. Es "terrible", impresionante, temible por su poder, respetable por su majestad. Es "emperador" universal: para el título humano, is 36,4.13.

47,4-6 Sigue una motivación nacional, nacionalista, que se puede leer como estilización de la historia. En efecto: pueblos sometidos = victoria sobre reyes cananeos con expulsión o sujeción, entrega de una heredad = territorio entregado al pueblo, entronización de Yhwh = instalación del arca en Jerusalén.

Con desplazamiento de sentido se cantaría a la vuelta del destierro. Pero esta motivación nacional ¿puede convencer a otros pueblos?

47,4 "Bajo los pies" se humilla el cuello del vencido: Jos 10,24; Is 51,23; Bar 4,25.

47,5 La sintaxis es ambigua. Interpreto: la heredad escogida y entregada es nuestro orgullo, de Jacob, el patriarca amado o predilecto.

47,6 El verbo está en perfecto; es uno de los verbos clásicos de la salida de Egipto hacia Canaán. Sueja a paradoja que el Dios "Altísmo" ascienda.

TRANSPOSICIÓN CRISTIANA

El tema de la realeza, de Dios Padre y de Jesucristo, atraviesa el NT y culmina en el Apocalipsis. El tema de la ascensión, sin perder su carácter de símbolo, adquiere un realismo nuevo aplicado a Cristo. Es el gran principio narrativo unificador de Lc 9,51 en adelante. También suena en Ef 4,9; Flp 2,5-11. La liturgia canta este salmo en la fiesta de la Ascensión.  

EVANGELIO. Juan 16,20-23.

20. Pues sí, os aseguro que vosotros lloraréis y os lamentaréis; el mundo, en cambio, se alegrará. Vosotros os entristeceréis, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría.
21. Cuando la mujer va a dar a luz se siente triste, porque le ha llegado su hora; pero, cuando nace el niño, ya no se acuerda del apuro, por la alegría de que ha nacido un hombre para el mundo.
22. Así, también vosotros ahora sentís tristeza, pero cuando aparezca entre vosotros os alegraréis, y vuestra alegría no os la quitará nadie.
23a. Ese día no tendréis que preguntarme nada.

EXPLICACIÓN.

 Para describir el dolor de los discípulos y la violencia de la prueba usa Jesús los dos verbos clásicos para expresar el luto por un muerto (20: lloraréis y os lamentaréis).

 Contraste con el mundo, cuya alegría refleja la satisfacción por su aparente victoria. Inmediatamente, sin embargo, anuncia el cambio de situación (vuestra tristeza se convertirá en alegría), gracias a su nueva presencia (16).

La mujer, determinada (21), es tipo de la humanidad, como la embarazada de Is 26,17 es imagen del pueblo y en Is 66,8 es la ciudad de Sión la que da a luz a sus hijos. Se alude al nacimiento de una nueva humanidad; también a Is 26,14ss: “Como la embarazada, cuando le llega el parto, etc.”, que usa la imagen en relación con una resurrección de muertos. En boca de Jesús no sólo señala su propia resurrección, sino también la que el hombre experimenta al salir de la opresión, que es muerte (5,21). La imagen del parto se sitúa en la misma doble perspectiva: la muerte-resurrección de Jesús y la tristeza-alegría de los suyos.

 La persecución y muerte son prenda de alegría y vida. La imagen del parto precisa en qué consiste el fruto (15,2): es el hombre nuevo, el que posee la vida definitiva. Nace como fruto de un desgarro, expresado en términos de muerte o dolor. Jesús va a dar su vida para crear el hombre nuevo; también los sufrimientos de los suyos, perseguidos por el orden injusto, son dolores de parto de la nueva humanidad.

Aplica Jesús claramente el tema de la tristeza-alegría a los acontecimientos de su muerte-resurrección (22). Los pone así en paralelo con la imagen que había usado: su muerte representa los dolores de parto; su resurrección, el nacimiento del Hombre. La condición de Jesús resucitado no deja, por tanto, de ser humana; es la plenitud de existencia que Dios ha destinado al hombre.

Una vez que los discípulos hayan visto el triunfo de la vida sobre la muerte, la alegría será permanente. El gozo de la comunidad estriba en la presencia de Jesús resucitado, signo de la vida invencible. Cuando llegue aquel día, comprenderán (23a). La experiencia del Espíritu responderá a todas las preguntas.

SÍNTESIS.

En el discurso de Jesús aparecen dos planos superpuestos en relación con el tema muerte-fecundidad. En primer lugar, se refiere a su propia muerte, que producirá tristeza, pero no duradera; su fruto será el nacimiento del hombre nuevo a su estado definitivo. En segundo lugar, lo que sucede con Jesús es ley para todos. La comunidad tiene que ser fecunda y, por tanto, conocerá sus momentos de dolor/muerte, tanto a nivel individual como de grupo. Así seguirá naciendo el Hombre. No se interrumpe, sin embargo, la alegría, que nace de la presencia de Jesús y del fruto que nace.