Primera Lectura: Isaías 50, 5-9a
Tercer cántico del siervo: sufrimiento y
confianza (Is 42,1-9; 49,1-13; 53)
5El Señor me abrió el oído,
yo no me resistí ni me eché atrás:
6ofrecí la espalda
a los que me apaleaban, las mejillas
a los que me mesaban la barba;
no me tapé el rostro ante ultrajes y salivazos.
7El Señor me ayuda, por eso no me acobardaba;
por eso endurecí el rostro como pedernal,
sabiendo que no quedaría defraudado.
8Tengo cerca a mi defensor,
¿quién pleitará contra mí?
Comparezcamos juntos.
¿Quién tiene algo contra mí?
Que se me acerque.
9Mirad, el Señor me ayuda, ¿quién me condenará?
EXPLICACIÓN.
50,4-9. Un personaje anónimo
toma la palabra: ¿es, quizá, el siervo del cap. 49? No lleva ese título, pero
se asemeja a él; no se llama profeta: pero narra su vocación como la de un
profeta: para la palabra (cfr. Jr 1,2.7.9; 15,16.19; 17,15; 20,8s);
sufrimientos 18,18; 20,7-10); confianza en el Señor (Jr 15,20s; 20,11-13).
50,5El Señor modela enteramente
a su profeta: oído y lengua. Y éste no opone resistencia: tal es su
justificación. Tampoco resiste a las injurias humanas. Es su segunda
justificación.
50,8. La no resistencia
podía tomarse como confesión de culpa, dando razón al contrario. El profeta,
fiándose de Dios, acude tranquilo al juicio humano. Dios demostrará la
inocencia del acusado, logrará su absolución. Cfr. Jn 16,8-11; Rom 8,33s.
Salmo
Responsorial: 116 (115)
(Sal 30)
1iYo amo!, porque el Señor escucha
mi voz suplicante.
mi voz suplicante.
2porque inclina el oído hacia mí
cuando lo llamo.
cuando lo llamo.
3Me envolvían redes mortales,
me alcanzaban los lazos del Abismo,
caí en tristeza y angustia.
caí en tristeza y angustia.
4Invoqué el nombre del Señor:
¡por favor, Señor, pon a salvo mi vida!
5EI Señor es clemente y justo,
5EI Señor es clemente y justo,
nuestro Dios es compasivo.
6EI Señor guarda a los incautos:
estando yo sin fuerzas me salvó.
8Arrancó mi vida de la muerte,
mis ojos de las lágrimas,
mis pies del empellón.
9Caminaré en presencia del Señor
en el país de la vida.
9Caminaré en presencia del Señor
en el país de la vida.
EXPLICACIÓN.
116,1 El comienzo con un verbo en forma absoluta es único; algunos lo
corrigen adelantandoYhwh como complemento. Suena como respuesta al
mandato de Dt 6,5; 11,1. El verbo "amar" no es raro en el salterio; Sal 18 comienza con
un sinónimo.
116,3 La primera frase procede del Sal 18,5. Según Gn 42,38 y 44,31,
la "pena" puede llevar a la "tumba".
116,4 La petición es personal, encarecida: Gn 50,17; Ex 32,31; Is
38,3; Jon 1,14; 4,2.
116,5 Cita libre de una fórmula litúrgica que se apoya en Ex 34,6.
116,6 Los "incautos" son típicos de Proverbios (14,15; 1,4;
8,5): son inexpertos, víctimas fáciles de astutos y arteros, pero capaces de
aprender.
116,7-9 Como consecuencia inmediata de la liberación otorgada,
esperábamos la expresión del agradecimiento. En cambio de ello, el orante mira
dentro de sí y se dirige la palabra. El desdoblamiento psicológico, muestra que
no es una doctrina aprendida, sino experiencia personal.
116,8 El tríptico cincelado responde formalmente al tríptico trágico
del v. 3. El "empellón" es metáfora: busca la caída mortal.
116,9 "Caminar en presencia": o proceder de acuerdo. La
"tierra de la vida" es esta tierra superior superior, a la luz del
sol: Sal 56,12.
Trasposición cristiana.
Rom 3,4 cita 11b desplazando ligeramente el sentido. 2 Cor 4,13 cita
10a adaptando el sentido. Sobre el precio de la vida, Rom 8,20. Sobre la copa,
1 Cor 10,16.
Segunda Lectura: Santiago 2, 14-18
14Hermanos míos, ¿de
qué le sirve a uno decir que tiene fe si no tiene obras? ¿Es que esa fe podrá
salvarlo? 15Supongamos que un hermano o una hermana no tiene qué ponerse y
andan faltos de alimento diario, 16y que uno de vosotros le dice: "Andad
con Dios, calentaos y buen provecho", pero sin darle lo necesario para el
cuerpo; ¿de qué sirve eso? 17Pues lo mismo la fe: si no tiene obras, ella sola
es un cadáver.
18Y si alguno dijera que tú tienes fe y yo tengo obras, muéstrame esa fe tuya sin obras, que yo te mostraré la fe con mis obras.
18Y si alguno dijera que tú tienes fe y yo tengo obras, muéstrame esa fe tuya sin obras, que yo te mostraré la fe con mis obras.
EXPLICACIÓN.
El autor sigue la doctrina
judía de la necesidad de las buenas obras como elemento esencial de la fe y la
aplica a la fe cristiana. Pablo funda la necesidad de las buenas obras en la
solidaridad de los miembros dentro del mismo cuerpo del Mesías (1 Cor 12);
Juan, en la experiencia del amor de Dios, que exige como respuesta el amor a
los demás (Jn 1,16; 13,33).
El autor propone un ejemplo de palabras vacías y de falta de misericordia (cf. 1 Jn 3,17) (14-17).
El autor propone un ejemplo de palabras vacías y de falta de misericordia (cf. 1 Jn 3,17) (14-17).
Evangelio: Mateo 8, 27-34
27
Aquellos hombres se preguntaban admirados:
- ¿Quién es éste, que hasta el viento y el mar le obedecen?
- ¿Quién es éste, que hasta el viento y el mar le obedecen?
28
Llegó él a otra orilla, a la región de los gadarenos. Desde el cementerio dos
endemoniados salieron a su encuentro; eran tan peligrosos que nadie se atrevía
a transitar por aquel camino.
29 De pronto empezaron a gritar:
- ¿Qué tienes tú contra nosotros, Hijo de Dios? ¿Has venido aquí antes de tiempo para someternos al suplicio?
30 Una gran piara de cerdos estaba hozando a distancia.
31 Los demonios le rogaron:
- Si nos echas, mándanos a la piara.
32 Jesús les dijo:
- Id.
Salieron y se fueron a los cerdos. De pronto la piara entera se precipitó al mar, acantilado abajo, y murió ahogada en el agua.
33 Los porquerizos salieron huyendo, llegaron a la ciudad y lo contaron todo, incluyendo lo de los endemoniados.
34 Entonces la ciudad entera salió adonde estaba Jesús y, al verlo, le rogaron que abandonase su territorio.
29 De pronto empezaron a gritar:
- ¿Qué tienes tú contra nosotros, Hijo de Dios? ¿Has venido aquí antes de tiempo para someternos al suplicio?
30 Una gran piara de cerdos estaba hozando a distancia.
31 Los demonios le rogaron:
- Si nos echas, mándanos a la piara.
32 Jesús les dijo:
- Id.
Salieron y se fueron a los cerdos. De pronto la piara entera se precipitó al mar, acantilado abajo, y murió ahogada en el agua.
33 Los porquerizos salieron huyendo, llegaron a la ciudad y lo contaron todo, incluyendo lo de los endemoniados.
34 Entonces la ciudad entera salió adonde estaba Jesús y, al verlo, le rogaron que abandonase su territorio.
EXPLICACIÓN.
No
comprenden aún la calidad del Hombre-Dios (27).
Los
endemoniados viven en el cementerio, como muertos en vida. Representan una
clase marginada en condición inhumana y en rebelión respecto a la sociedad. Se
resisten a la acción de Jesús (29). Los demonios, el espíritu de violencia; no
quieren ser liberados, sino continuar en su rebeldía. Los cerdos (30), animales
impuros como los demonios. Piara numerosa, capital considerable. El cerdo,
símbolo del poder pagano opresor (cf. Sal 80,14), poder político, poseedor de
la riqueza (piara numerosa). La violencia de los oprimidos procede de la del
sistema opresor (van a los cerdos). Los habitantes se oponen también a la
actividad de Jesús (34). Resistencia del paganismo, expresada antes en la
tempestad (8,24).
No hay comentarios:
Publicar un comentario