sábado, septiembre 29, 2012

LUNES 1 DE OCTUBRE DEL 2012.


Primera Lectura: Job 1,6-22

Prólogo en el cielo (1 Re 22).

6Un día fueron los ángeles y se presentaron al Señor; entre ellos llegó también Satán. 7El Señor le preguntó:
-¿De dónde vienes?
El respondió:
-De dar vueltas por la tierra.
El Señor le dijo:
-¿Te has fijado en mi siervo Job? En la tierra no hay otro como él: es un hombre justo y honrado, religioso y apartado del mal.
9Satán le respondió:
10-¿Y crees tú que su religión es desinteresada? ¡Si tú mismo lo has cercado y protegido, a él, a su hogar y todo lo suyo! Has bendecido sus trabajos, y sus rebaños se ensanchan por el país. 11Pero tócalo, daña sus posesiones, y te apuesto que te maldice en tu cara.
12El Señor le dijo:
-Haz lo que quieras con sus cosas, pero a él no lo toques.
Y Satán se marchó.

Las pruebas de Job.

13Un día que sus hijos e hijas comían y bebían en casa del hermano mayor, 14llegó un mensajero a casa de Job y le dijo:
-Estaban los bueyes arando y las burras pastando a su lado, cuando cayeron sobre ellos unos sabeos, apuñalaron a los mozos y se llevaron el ganado. Sólo yo pude escapar para contártelo.
16No había acabado de hablar, cuando llegó otro y dijo:
-Ha caído un rayo del cielo que ha quemado y consumido tus ovejas y pastores. Sólo yo pude escapar para contártelo.
17No había acabado de hablar, cuando llegó otro y dijo:
-Una banda de caldeos, dividiéndose en tres grupos, se echó sobre los camellos y se los llevó y apuñaló a los mozos. Sólo yo pude escapar para contártelo.
18No había acabado de hablar, cuando llegó otro y dijo:
-Estaban tus hijos y tus hijas comiendo y bebiendo en casa del hermano mayor, 19cuando un huracán cruzó el desierto y embistió por los cuatro costados la casa, que se derrumbó y los mató. Sólo yo pude escapar para contártelo.
20Entonces Job se levantó, se rasgó el manto, se rapó la cabeza, se echó por tierra 21y dijo:
-Desnudo salí del vientre de mi madre y desnudo volveré a él-
El Señor me lo dio, el Señor me lo quitó: -bendito sea el nombre del Señor!
22A pesar de todo, Job no pecó ni acusó a Dios de destino.

EXPLICACIÓN.

1,6-12. Dios tiene su asamblea celeste, de dioses inferiores o ángeles, 37,7; Sal 29,1; 82,1; 89,7, con los que celebra reuniones periódicas, quizá para decidir la suerte de los mortales. Entres estos cortesanos, mensajeros o ministros, hay uno que representa una especie de oposición, que goza criticando y aun procura que los sucesos justifiquen su crítica; como un policía, da vueltas inspeccionando, para poder informar de los desmanes cometidos allá abajo en la tierra. Ese personaje es “el Satán” (con artículo); da vueltas (verbo shuf) y se opone (sustantivo saatan). Estas ideas, extendidas en las religiones del antiguo Oriente, han sido parcialmente recogidas en la Escritura, y el autor las incorpora libre y audazmente a su ficción narrativa. Puede haber encontrado inspiración próxima en el episodio del profeta Mica ben Yimla, 1 Re 22; ello no disminuye la genialidad de este comienzo.

No confundamos el Satán de esta narración con nuestra imagen o concepción del demonio, del ángel caído que odia a Dios y sus obras. Aunque algunos puntos de contacto nos empujen a la confusión, debemos defendernos para contemplar rigurosamente la función del personaje. Hasta ahora Dios está satisfecho de su siervo Job, y no pasa nada; hace falta un antagonista que ponga en movimiento la acción criticando, incitando. El Satán no es una afirmación teológica, sino un personaje funcional en el relato. Y si seguimos preguntando a qué corresponde en la realidad, el autor del libro no nos contesta, nos abandona a nuestras suposiciones.

Nuestras suposiciones no pasan de preguntas dirigidas al libro o a nosotros mismos. ¿Es el Satán una especie de desdoblamiento de Dios, que desarrolla en términos de dialéctica su dirección del hombre? ¿O es más bien el Satán un principio humano opuesto a Dios? No podemos responder a estas preguntas ni confirmar estas suposiciones. Quizá la ambigüedad inexplicada del Satán sea parte integrante de la obra, fuente de sugestión y al mismo tiempo confesión implícita de que una doctrina teórica no puede con la realidad vida del hombre frente a Dios y a sí mismo.

1,7. Sobre esta actividad, recuérdese el texto de 1 Pe 5,8 y también de los vigilantes celestes de Dn 4,13.17.23; uno de los verbos hebreos se aplica en Prov 24,34 a la pobreza que ronda y se echa encima del holgazán, como para arrestarlo.

1,9-10. La intervención crítica de Satán hará emerger la dimensión que falta. Esa descripción de un hombre bueno, rico y feliz es demasiado ingenua e irreal; una religiosidad que produce semejantes criaturas es sospechosa. Por la prueba, la vida humana es drama, y el drama es el ser auténtico del hombre en el tiempo. Hasta ahora todo es bueno, de una bondad falsa que no es bondad; hasta ahora la religión es un diálogo monótono de un hombre que bendice al Dios que le bendice; véase Dt 2,7; 14,29; 15,10; 16,15.

1,11-12. Suceda la tentación y se verá. Y el Señor acepta. Notemos la diferencia: Satán introduce la tentación desconfiando del hombre, seguro de su deslealtad, gozando por adelantado en la caída (escuchamos su risa burlona reprimida). Dios permite la tentación como prueba del hombre, confiando en él, esperando preocupado el desenlace. Satán tienta a Dios en el hombre, su mejor criatura, en el hombre mejor y más dichoso; Dios tienta al hombre dejándolo a su libertad: pruebas de amor. Así se plantea la gran apuesta entre Satán y Dios, entre lo divino y lo antidivino: ¿es el hombre vícitima inocente e ignorante de tal apuesta, prenda que Dios se juega en un juego peligroso? No, porque la apuesta del hombre es su libertad.

El Dios de este prólogo es más manejable que el Dios con el que Job habrá de luchar a oscuras.

Las pruebas de Job. En la primera serie están contadas de modo muy estilizado. Son cuatro desgracias, número clásico de la totalidad de los desastres; p- ej. Ez 14; la repetición de fórmulas crea un ritmo regular, irresistible. La caía libre de Job responde con humildad y aceptación a las desgracias que le han caído encima.

1,15. La fórmula original “fuego de Dios” indica el carácter numinoso o teofánico del rayo; véase p. ej. La historia de Elías en 2 Re 1,12; de modo paralelo, el trueno es la “voz de Dios”, p. ej. Sal 29.

1,16. También el huracán del desierto puede tener carácter numinoso, como en Jr 18,17, sobre todo si embiste simultáneamente por los cuatro costados.

1,21. El vientre materno y el vientre de la tierra están en claro paralelismo, según creencias comunes, que encuentran eco en Sal 139,13 y en Is 26,19; véase también Gn 3,19; Ecl 5,14; 12,7; Eclo 40,1. Sobre la pobreza total de la muerte Sal 49,18. El tema de la apuesta era que Job maldeciría al Señor: sus palabras concluyen con una bendición formal, en fórmula litúrgica. Dios gana la apuesta.


Salmo Responsorial: Salmo 17,1-3.6-7

1 Escucha, Señor, mi causa,
atiende a mi clamor,
presta oído a mi súplica;
que en mis labios no hay engaño.
2 Emane de ti la sentencia,
miren tus ojos la rectitud.
3 Aunque sondees mi corazón
y la inspecciones de noche
y lo pruebes a fuego,
no me hallarás malicia.
Mi boca no ha faltado.
6 Yo te llamo porque me respondes,
inclina tu oído y escucha mi palabra.
7 Haz prodigios de lealtad,
tú que salvas de los levantiscos
a quienes se refugian a tu diestra.

EXPLICACIÓN.

17,1 "No hay engaño": aunque defensor y testigo de sí, merece fe.

17,2 El juez debe corresponder con la "rectitud" de miras. Para la "sentencia" véanse Os 5,1; Hab 1,4.7; Is 42,1.3.

17,3 Dios se acerca a la intimidad del hombre en el silencio de la noche, porque el hombre se abre o porque Dios lo abre: cfr. Sal 4,5; 16,7.

17,3b-5 Cabe otra distribución de las sentencias con el consiguiente cambio de sentido: haciendo complemento "las palabras" o "las sendas tiránicas". En conjunto menciona labios y pisadas, lenguaje y conducta.

17,6 Es clásica la correlación "llamar - responder"

17,7 "Levantiscos"; la forma hebrea es única, formada de la raiz qwm = levantarse; ¿contra Dios o contra la autoridad humana? Más bien lo segundo, porque Dios es invocado como instancia superior.

TRANSPOSICIÓN CRISTIANA.

Los comentaristas antiguos dicen: voz de Jesucristo en la pasión, de la Iglesia en la persecución. Y el verso final lo aplican a la resurrección.

Evangelio: Lucas 9,46-50

46 Pero les entró la idea de cuál de ellos sería el más grande.
47 Jesús, adivinando sus intenciones, cogió a un criadito, lo puso a su lado
48 y les dijo:
- El que acoge a este chiquillo como si fuera a mí mismo, me acoge a mí, y el que me acoge a mí, acoge al que me ha enviado; es decir, el que es de hecho más pequeño entre vosotros, éste es grande.
49 Intervino Juan y dijo:
- Jefe, hemos visto a uno que echaba demonios en tu nombre y hemos intentado impedírselo, porque no te sigue junto con nosotros.
50 Jesús le repuso:
- Nada de impedir, pues el que no está contra vosotros está a favor vuestro.


EXPLICACIÓN.

46-48. Ambición en el grupo, que subraya la incomprensión anterior (46). Para el criadito(47), vse. Mc 9,35-37. En la misión, sólo los que se presentan con el espíritu de servicio humilde propio de un "chiquillo/ criadito" (figura de los discípulos que realmente siguen a Jesús y manifiestan esa actitud, que es la suya: como si fuera a mí mismo) llevan consigo la presencia de Jesús y la del Padre. Verdadera grandeza: ausencia de ambición y dedicación al servicio (cf. 9,23: "que se niegue a sí mismo") (48).

49s. Juan, uno de los Doce, representa al grupo/Israel mesiánico (49: Jefe, cf. 8,24; 9,33;hemos visto, etc.). No tolera la actividad de quienes no aceptan las categorías del judaísmo, de hecho contrarias al mensaje de Jesús (9,20.33.45.46). Contrasta la eficacia de la misión de este discípulo (en tu nombre) anónimo con el fracaso de los que proceden del judaísmo (9,40). Jesús intenta abrir su mentalidad: hay una empresa común, liberar a los hombres del fanatismo de las ideologías destructoras (demonios): todo el que colabora con ello, es un aliado (50). Este episodio y el anterior reflejan tensiones existentes en tiempo de Lucas entre varias tendencias dentro de la comunidad primitiva.

sábado, septiembre 01, 2012

LECTURAS DEL DOMINGO 30 DE SEPTIEMBRE DEL 2012.


Primera Lectura: Números 11, 25-29

25El Señor bajó en la nube, habló con él, y apartando parte del espíritu que poseía, se lo pasó a los setenta dirigentes del pueblo. Al posarse sobre ellos el espíritu, se pusieron a profetizar, una sola vez.
26Habían quedado en el campamento dos del grupo, llamados Eldad y Medad. Aunque estaban en la lista, no habían acudido a la tienda. Pero el espíritu se posó sobre ellos, y se pusieron a profetizar en el campamento. 27Un muchacho corrió a contárselo a Moisés:
-Eldad y Medad están profetizando en el campamento.
28Josué, hijo de Nun, ayudante de Moisés desde joven, intervino:
-Prohíbeselo tú, Moisés.
29Moisés le respondió:
-¿Estás celoso de mí? ¡Ojalá todo el pueblo del Señor fuera profeta y recibiera el espíritu del Señor!

EXPLICACIÓN.

11,24-25 El primer efecto del espíritu sobre los ancianos es provocar en ellos un estado de entusiasmo o frenesí religioso, con manifestaciones externas que atestiguan la presencia activa del espíritu (cfr. 1 Sm 19,20-24). La manifestación es inicial y única; después viene la tarea cotidiana de gobierno. Con esto termina el tema.

11,26-30 Pero sucede un epílogo inesperado. Probablemente un relato autónomo de vocación, que el autor ha introducido aquí por el tema común. Precisamente por los inesperado, nos enseña una lección importante. Eldad y Medad, en la mente del autor, estarían en la lista total de ancianos hábiles, pero no en la lista de los setenta escogidos. El espíritu los invade fuera de la liturgia, fuera de la tienda, fuera de la forma colegial; el espíritu se salta las reglas prescritas. El espíritu es libre, soberano; está por encima de Moisés y de la palabra. Josué siente celos por el prestigio de su maestro; piensa que Moisés tiene que imponer su autoridad y prohibir absolutamente tales manifestaciones, para que el espíritu quede circunscrito al grupo que el mismo Moisés ha convocado y consagrado. Moisés responde con talante magnánimo. Su petición se vuelve anuncio en Jl 3,1-2 y cumplimiento en Hch 2.

Salmo Responsorial: 19 (18) 8. 10. 12-13. 14

8 La ley del Señor es perfecta:
devuelve el respiro;
el precepto del Señor es fiable:
instruye al ignorante;
10 el respeto del Señor es puro:
dura para siempre;
los mandamientos del Señor son genuinos;
justos sin excepción;
12 Aunque tu siervo se alumbra con ellos
y guardarlos trae gran recompensa,
13 las inadvertencias ¿quíén las percibe?
Absuélvame de culpas ocultas;
14 de la arrogancia preserva a tu siervo,
para que no me domine.
Entonces quedaré íntegro
e inocente de grave pecado.

EXPLICACIÓN.

19,8-11 Tercera sección. Sin transición ni introducción entre un tema nuevo. Entra la ley abriendo paso a seis sentencias de una regularidad exasperante, como materializando en lenguaje el orden que intenta establecer. Sólo sies: falta una para la perfección.
Los predicados son en gran parte corpóreos: respiración, corazón, ojos; es límpida y pura, es estable y ofrece apoyo. Es razonable, no teme dar razones y así educa al inexperto sin dejarlo en su ignorancia. Es lúcida, no exige obediencia ciega, sino que ilumina los ojos. Da alegría interna, no es carga insoportable.
El último verso propone dos coparaciones: oro, símbolo y medida de valor; miel, manjar el más sabroso (Prov 16,24). El autor piensa en el contenido más que en la formalidad de la ley.

19,12-15a Cuarta sección. Con una partícula concesiva introduce una paradoja inesperada: la ley es perfecta, yo no; ilumina, pero muchas cosas se me ocultan; la saboreo y no logro cumplirla. Tres cosas humillan o amenazan al orante.
Inadvertencias. Al faltar el pleno conocimiento falta el pleno consentimiento, el reato formal. La ley desarrolla una serie de normas de trascendencia para afinar la conciencia, para alertar la advertencia: Lv 4*5; Nm 15.
Faltas ocultas. Podemos amplificar: malas inclinaciones, tendencias, motivos reprimidos, actitudes; cuanto el hombre se empeña en no ver: Sal 90,8.
Arrogancia. Es lo más grave: el delito a sabiendas y a conciencia: Nm 15,30; Dt 17,12. Es acción personal y es potencia que intenta someter al hombre: cfr. Gn 4,7. Pero el "siervo" de Dios no debe ser esclavo del pecado. Al sentirse impotente, el hombre apela a la gracia de Dios. Implora la absolución para salir "inocente"; con la ayuda de Dios será "íntegro" o perfecto.

19,13 Lv 5,17s; Nm 15,30.

TRANSPOSICIÓN CRISTIANA.

Rom 10,18 aplica el v.4 a la predicación del evangelio. El cristiano contempla la creación restaurada en Cristo. Los antiguos explotaron el símbolo del sol como esposo; su salida del tálamo de María en el nacimiento, su carrera "desde el Padre hasta el Padre"; su calor es el Espíritu. La reflexión sobre ley y gracia anticipa la enseñanza de Pablo.

Segunda Lectura: Santiago 5, 1-6

 1Vamos ahora con los ricos: llorad a gritos por las desgracias que se os vienen encima. 2Vuestra riqueza se ha podrido, vuestros trajes se han apolillado, 3vuestro oro y vuestra plata se han oxidado, su roña será testigo en contra vuestra y se comerá vuestras carnes como fuego; atesorasteis... para los últimos días. 4Mirad, el jornad de los braceros que segaron vuestros campos, defraudado por vosotros, está clamando, y los gritos de los segadores han llegado a los oídos del Señor de los ejércitos. 5Con lujo vivisteis en la tierra y os disteis la gran vida, cebando vuestros apetitos... para el día de la matanza. 6Condenasteis y asesinasteis al inocente: ¿no se os va a enfrentar Dios?

EXPLICACIÓN.

1-5.          Ejemplo de injusticia: el rico explotador. La riqueza es precaria y pasajera (cf. Mt 6,19s). La injusticia contra el obrero indefenso, condenada insistentemente por el AT, reclama castigo. Los últimos días -los de la matanza- ya han llegado. En el v.6, el sujeto Dios se deduce del texto citado en 4,6. En este pasaje, el autor habla más en todo de profeta que de moralista.

Evangelio: Marcos 9, 38-43. 45. 47-48

Exclusivismo de los Doce (Lc 9,49-50)

38Juan le dijo:
-Maestro, hemos visto a uno que echaba demonios en tu nombre y hemos intentado impedírselo, porque no nos seguía.
39Pero Jesús le replicó:
-No se lo impidáis, pues nadie que actúa con fuerza como si fuera yo mismo puede al momento renegar de mí.
40  O sea, que quien no está contra nosotros está a favor nuestro. 41 Además, quien os dé a beber un vaso de agua por razón de que sois del Mesías, no quedará sin recompensa, os lo aseguro.

Aviso contra la ambición (Mt 18,6-9; Lc 17,1-2)

42Pero al que escandalice a uno de estos pequeños que creen en mí, más le valdría que le encajaran en el cuello una piedra de molino y lo arrojasen al mar.
43 Si tu mano te pone en peligro, córtatela; más te vale entrar manco en la vida que no ir con las dos manos al quemadero, al fuego inextinguible. 45y si tu pie te pone en peligro, córtatelo; más te vale entrar cojo en la vida que no con los dos pies ser arrojado al quemadero. 47y si tu ojo te pone en peligro, sácatelo;  más te vale entrar tuerto en el reino de Dios que no ser arrojado con los dos ojos al quemadero, 48donde su gusano no muere y el fuego no se apaga. 49Es decir, cada cual ha de salarse con un fuego.

EXPLICACIÓN.

(9,38-41): Juan, el autoritario (3,17: «el Trueno»), habla en nombre del grupo, que comparte su actitud (hemos intentado). No toleran que ejerzan la misión quienes no aceptan las categorías del judaísmo (no nos seguía) (38). Como «el chiquillo", también el individuo anónimo representa a los seguidores no israelitas, pero ahora en la actividad, que, fundada sobre el verdadero seguimiento, es liberadora como la de Jesús (d. 3,14-15; 6,7), mientras los discípulos, por su falta de seguimiento, fracasan (9,18.28). Jesús reprueba el intento. Quien libera como si fuera él tiene una adhesión estable a su persona y es un aliado (39-40). Si los Doce, en la misión, reflejan la figura de Jesús Mesías, llevarán también ellos la presencia de Jesús y del Padre (recompensa) (cf. 9,37) (41).

(9,42-49): La ambición, en cambio, pondría en peligro la adhesión de los seguidores no israelitas (estos pequeños = 9,36s: «el/los chiquillos-); «pequeño» se opone a «más grande» (9,34), e indica al que no tiene ambición de honor o preeminencia. Alternativa entre vida y muerte: en la actividad (43: mano), en la conducta (45: pie), en el deseo (47: ojo),  renunciar a todo lo que signifique ambición y hace ser infiel al mensaje (te pone en peligro). Sólo éste lleva a la vida, lo contrario lleva a. la muerte (42-48). Para tener la sal (principio de incorrupción), es decir, la fidelidad al mensaje, el seguidor de Jesús necesita esa autodisciplina (juego que sala y conserva, opuesto al fuego que destruye, v. (49). Algunos mss. intercalan los vv. 44 y 45, idénticos al v. 48.

LECTURAS DEL SÁBADO 29 DE SEPTIEMBRE DEL 2012.


Primera Lectura: Daniel 7,9-10.13-14

9Durante la visión vi que colocaban unos tronos, y un anciano se sentó:
Su vestido era blanco como la nieve,
su cabellera como lana limpísima;
su trono, llamas de fuego;
sus ruedas, llamaradas.
10Un río impetuoso de fuego
brotaba delante de él.
Miles y miles le servían,
millones estaban a sus órdenes.
Comenzó la sesión y se abrieron los libros.
13Seguí mirando, y en la visión nocturna vi venir en las nubes del cielo una figura humana, que se acercó al anciano y fue presentada ante él. 14Le dieron poder real y dominio: todos los pueblos, naciones y lenguas lo respetarán. Su dominio es eterno y no pasa, su reino no tendrá fin.

EXPLICACIÓN.

7,9 Ya en las escatologías proféticas se celebra un juicio universal, antes de que Dios instaure su reinado (Jl 4,12-1; Is 24,21-23; 66,5s).
Los “tronos” son los asientos del tribunal, formado por Dios con su corte. El anciano es Dios mismo: anterior a todo (Isaías II), que “reina desde siempre” (Sal 55,20) Se sienta tranquilamente, por encima de la tempestad terrestre de los imperios (cfr. Sal 65,8). Venerable por su cabellera, vestido en el blanco de la majestad celeste. El fuego que lo rodea lo hace inaccesible y radiante.

7,10 Con el fuego que brota delante de él ejecuta la sentencia (Is 30,27-33). Fuego con flexibilidad de río de lava para llegar adonde lo manden. Los servidores son innumerables (Dt 33,2; Sal 68,18). Se abren los libros en que están registradas las acciones de los hombres (Is 65,6; Mal 3,16; Sal 56,9). No olvidemos que para nuestro autor se trata de una visión.

7,13 En la visión todo era figura, “como”; también en este punto aparece una “figura humana” o “figura de un hombre”. Sustituir la expresión aramea por “hijo de hombre” es calcar, no traducir. Compárese con el hebreo de Sal 8,5; Is 56,2; JR 49,18.33; 50,40; 51,43; Job 35, con el arameo de Dn 4,22 equivalente de 5,21 y 7,8.13. Es una figura humana, contrapuesta a las cuatro fieras; no es un ser misterioso y celeste. No desciende, asciende; aunque, desde el punto de vista del evidente, “viene”.

7,14 El personaje recibe el poder antes concedido a Nabucodonosor (4,33; 5,18), sólo que eterno (como la piedra de 2,44).

Salmo Responsorial: 138 (137) 1-2a. 2b-3. 4-5. 7c-8

1Te doy gracias de todo corazón;
frente a los dioses tañeré para ti.
2Me postraré hacia tu santuario,
dando gracias a tu nombre,
por tu lealtad y tu fidelidad;
porque has exaltado hasta el cielo tu promesa.
3Cuando te llamé me respondiste,
has removido el vigor de mi aliento.  
4Que te den gracias, Señor, los reyes del mundo
cuando escuchen tus discursos.
5Que canten los caminos del Señor:
¡qué grande es la gloria del Señor!
7c y tu diestra me salva.
8EI Señor me completará sus favores.
Tu lealtad, Señor, es eterna,
no abandones la obra de tus manos.  

EXPLICACIÓN.

138 Género situaciónAcción de gracias que concluye con un acto de confianza y una petición. Consiste en gran parte en un zurcido de reminiscencias y expresiones convencionales; pero el final es magnífico. Siendo los datos bastante genéricos, es fácil encajarlos en la situación a la vuelta del destierro; también encaja en otras circunstancias parecidas. En el salmo alternan lo personal y lo colectivo, el tú y el él referidos al Señor.

138,1 "De todo corazón": la frase convencional suena sincera en una situación de liberación reciente. "Frente a los dioses": no la corte celeste, sino los extranjeros, quizá los de Babilonia: véase Ex 20,3 con otra formulación.

138,2 La primera frase procede del Sal 5,8. El "templo" es centro de orientación y define la posición del orante: 1 Re 8,31. 33.38.44.48. La última frase es dudosa: corrijo como otros "nombre" en "cielos".

138,3 Manteniendo el texto hebreo, Dios incita al hombre internamente y le da fuerza: compárese con Esd 1,5.

138,4 Supone el orante que los oráculos del Señor se escuchan en todo el mundo.

138,5 Correlativa de la palabra es la acción, en la cual se manifiesta la gloria del Señor.

138,8 Este verso es lo mejor del salmo y una de las jaculatorias más bellas del salterio. El primer verbo hebreo significa "completar', llevar a término, y su sinónimo es "no abandonar', no dejar a medio hacer. Entre ambos sinónimos, sustentándolos, se establece la "misericordia eterna" del Señor. Si es eterna, no puede fallar, hará su tarea hasta el final. Lo ya hecho es garantía de lo que falta.

Trasposición cristiana.

El último verso tiene una aplicación egregia a la vida cristiana: tensa entre una salvación otorgada y una salvación por culminar. Muy semejante suena Flp 1,6.

 Evangelio: Juan 1,47-51

47. Jesús vio a Natanael, que se le acercaba, y comentó:
- Mirad un israelita de veras, en quien no hay falsedad.
48. Natanael le preguntó:
-¿De qué me conoces?
Jesús le contestó:
-Antes que te llamara Felipe, estando tú bajo la higuera, me fijé en ti.
49. Natanael le respondió:
- Maestro, tú eres el Hijo de Dios, tú eres rey de Israel.
50. Jesús le contestó:
-¿Es porque te he dicho que me fijé en ti debajo de la higuera por lo que crees? Pues cosas más grandes verás.
51. Y le dijo:
- Sí, os lo aseguro: Veréis el cielo quedar abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar por el Hombre.

EXPLICACIÓN.

Jesús describe a Natanael como a modelo de israelita. La mención de la higuera alude a Os 9,10 (LXX): “Como racimo en el desierto encontré a Israel, como en breva en la higuera me fijé en sus padres”. El profeta describía la elección del pueblo; Natanael representa precisamente al Israel elegido que ha conservado la fidelidad a Dios; Jesús renueva la elección (47-48). Reacción entusiasta de Natanael: Rabbí: maestro fiel a la tradición (cf. V.45: Moisés en la Ley); Hijo de Dios: Mesías, el rey mesiánico (v.45: los profetas), interpretando como rey de Israel, el prometido sucesor de David (Sal 2,2.6s; 2 Sm 7.14; Sal 89,4s.27), que restauraría la grandeza del pueblo, no como en boca de Juan Bautista (1,33-34; el Hijo de Dios_ el portador del Espíritu).

La obra del Mesías no se limita a la elección de Israel (higuera). Primera declaración de Jesús sobre sí mismo. Alude a la visión de Jacob en Betel (Gn 28,11-27). Promesa (51: Veréis): la comunicación permanente con Dios en Jesús (el cielo quedar abierto). El Hombre (el portador del Espíritu): el proyecto salvador de Dios no se basa en la realeza davídica (49, de Natanael), sino en la plenitud humana (51). La promesa se realizará en la cruz, cuando vean al que traspasaron (19,37), en quien brilla la gloria/amor (cf. 19,34: sangre y agua).

LECTURAS DEL VIERNES 28 DE SEPTIEMBRE DEL 2012.


Primera Lectura: Eclesiastés 3, 1-11

1Todo tiene su tiempo y sazón, 
todas las tareas bajo el sol:
2tiempo de nacer, 
tiempo de morir; 
tiempo de plantar, 
tiempo de arrancar; 
3tiempo de matar, 
tiempo de sanar; 
tiempo de derruir, 
tiempo de construir;
4tiempo de llorar, tiempo de reír; 
tiempo de hacer duelo,
tiempo de bailar;
5tiempo de arrojar piedras, 
tiempo de recoger piedras; 
tiempo de abrazar, 
tiempo de desprenderse; 
6tiempo de buscar,
tiempo de perder; 
tiempo de guardar, 
tiempo de desechar; 
7tiempo de rasgar,
tiempo de coser;
tiempo de callar,
tiempo de hablar; 
8tiempo de amar, 
tiempo de odiar; 
tiempo de guerra, 
tiempo de paz.
9¿Qué saca el obrero de sus fatigas? 10Observé todas las tareas que Dios encomendó a los hombres para afligirlos: 11todo lo hizo hermoso en su sazón y dio al hombre el mundo para que pensara; pero el hombre no abarca las obras que hizo Dios desde el principio hasta el fin.

EXPLICACIÓN.

3,1-15 Y así viene la prueba del tiempo. Desaparece la ficción salomónica y ocupa la escena una visión universal. No se presenta en forma de experimento ni en tono personal (hasta el v. 10). Como si por el escenario pasara un desfile mudo. En eso estriba la fuerza de esa procesión implacable: catorce binas, cada pareja bien trabada, la serie heterogénea. Las hay individuales y colectivas, de sentimiento y de acción, el hombre las realiza o las sufre. Toda esa variedad tiene algo en común: el carácter polar, de extremos y oposiciones, su desarrollo en el tiempo. Desde el nacimiento a la muerte -primera bina- el hombre está colocado en el tiempo, que lo recibe, lo empuja, lo arrolla v lo expulsa, para recomenzar con otra generación (según decía 1,3). (En su soneto Gaita galaica recoge Rubén Darío seis de estas binas).

3,2 Son los límites de la existencia de los que el hombre normalmente no puede disponer.

3,3 "Matar" o dejar morir. Se puede referir a la guerra y a sentencias de muerte dentro de la ley. Como el autor no precisa, resulta terrible pensar que los asesinatos tienen su tiempo asignado.

3,5 El sentido de la primera bina es dudoso. Sabemos que los antiguos empleaban piedras para contar y para echar suertes; en tiempo de guerra podían asolar un campo cubriéndolo de piedras (2 Re 3,19.25). La tradición rabínica piensa que se trata de relaciones sexuales.

3,7 Véase Eclo 20,6.

3,9-15 El autor se fija ahora en los dos temas consabidos: la acción y la reflexión. Frente al ineludible vaivén de los opuestos, ¿qué actitud puede tomar el hombre? ¿Actuar para dominar el curso de los sucesos, para alterarlo?, ¿o tratar de abarcarlos y comprenderlos con el pensamiento?
Inútil lo primero, pues el hombre no puede añadir ni restar ni cambiar lo que Dios ha determinado. Fatal lo segundo, pues el hombre, impulsado a desbordar los límites de su propio tiempo, descubre que no puede abarcar la totalidad del tiempo, y así se desgarra entre el afán ilimitado de conocer y los límites de su conocimiento.
Único remedio, abandonar la ambición de actuar y conocer, contentarse con los bienes de la vida sencilla, que Dios otorga. Dios domina esta sección con su presencia y no se repite el veredicto de vanidad.

3,10 Véanse Ecl 1,13 Y 2,26.

3,11 Parece un comentario a Gn 1,31: con la precisión de Eclo 39,16.34. Dios ha dado a las cosas su sazón, a la mente humana el tiempo sin límites; como el hombre se asoma a él sin poder dominarlo, el pensamiento lo aflige y tortura. Otros traducen "eternidad" o "mundo" .

Salmo Responsorial: 144 (143) 1a y 2abc. 3-4

1Bendito el Señor, mi Roca,
2Mi aliado, mi alcázar,
mi baluarte donde me pongo a salvo,
mi escudo y mi refugio,
3Señor, ¿qué es el hombre
para que te fijes en él,
el ser humano
para que lo tengas en cuenta?
4EI hombre se asemeja a un soplo,
sus días, como una sombra que pasa.

EXPLICACIÓN.

144,1-2 En estos versos se unen los recursos defensivos a los combativos. El v. 1 combina 18,3 con 18,35. "Mi pueblo": en singular: cfr. 2 Sm 22,44.

144,3 Cita del Sal 8,5, puesta en boca del supuesto David, aplicándose lo que vale para cualquier hombre.

144,4 Combina Sal 39,6 con Job 14,2, que también tienen valor universal. En el salmo se
 mezclan el estupor con la motivación: aunque yo sea un soplo, porque yo soy un soplo ...

Trasposición cristiana.

Por referirse el salmo a David, los antiguos lo leyeron en clave cristológica. El Mesías davídico es también el "hombre" de quien se ocupa Dios Padre.

Evangelio: Lucas 9, 18-22

18 Una vez que estaba orando él solo, se encontraban con él los discípulos y les hizo esta pregunta:
- ¿Quién dice la gente que soy yo?
19 Contestaron ellos:
- Juan Bautista; otros, en cambio, Elías, y otros, un profeta de los antiguos que ha vuelto a la vida.
20 Entonces él les preguntó:
- Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?
Pedro tomó la palabra y dijo:
- El Mesías de Dios.
21 Pero él les conminó que no lo dijeran absolutamente a nadie.
22 Y añadió:
- El Hombre tiene que padecer mucho, tiene que ser rechazado por los senadores, sumos sacerdotes y letrados, sufrir la muerte y, al tercer día, resucitar.

EXPLICACIÓN.

Falso y verdadero concepto del Mesías. 18-27. Oración de Jesús antes de la pregunta decisiva. Opinión de la gente (cf. 9,7s). Opinión del grupo, expuesta por Pedro: el Mesías de Dios (= el Ungido o Consagrado por Dios, cf. 4,41; 23,35). La declaración identifica a Jesús con el Mesías nacionalista y violento de la expectación popular (4,34: "el Consagrado por Dios"). Prohibición de divulgarlo (21); conminó, como al endemoniado.

Jesús integra el concepto de Mesías en el más universal de el Hombre, que, además, incluye a los que reciban el Espíritu y lo sigan (cf. 5,24; 6,5). Su destino no es el triunfo terreno; oposición de los dirigentes (cf. 6,22s); la muerte no es la última palabra (resucitar) (2).

LECTURAS DEL JUEVES 27 DE SEPTIEMBRE DEL 2012.


Primera Lectura: Eclesiastés 1, 2-11

2¡Vanidad de vanidades -dice Qohelet-; vanidad de vanidades, todo es vanidad!

Nada hay nuevo bajo el sol

3¿Qué saca el hombre de todas las fatigas que lo fatigan bajo el sol?
4Una generación se va, otra generación viene, mientras la tierra siempre está quieta. 5Sale el sol, se pone el sol, jadea por llegar a su puesto y de allí vuelve a salir. 6Camina al sur, gira al norte, gira y gira y camina el  viento. 7Todos los ríos caminan al mar y el mar no se llena; llegados al sitio adonde caminan, desde allí vuelven a caminar.
8Todas las cosas cansan y nadie es capaz de explicarlas. No se sacian los ojos de ver ni se hartan los oídos de oír. 9Lo que pasó, eso pasará; lo que sucedió, eso sucederá: nada hay nuevo bajo el sol. 10Si de algo se dice: «Mira, esto es nuevo», ya sucedió en otros tiempos mucho antes de nosotros. 11Nadie se acuerda de los antiguos y lo mismo pasará con los que vengan: no se acordarán de ellos sus sucesores.

EXPLICACIÓN.

1,2 La frase, casi a la letra, se lee al final del libro (12,8); por tanto, enmarca la serie entera de reflexiones dispares. La fórmula ha entrado en nuestra literatura y había que respetarla: "vanidad de vanidades". El vocablo hebel significa soplo, y por traslación, lo que no tiene sustancia, lo vacío, huero, nada. La construcción es una especie de superlativo, como "el cantar de los cantares", equivale a "el mejor cantar". Podríamos traducir: soplo liviano, suspiro leve, o bien, vacío completo, total sinsentido, nada de nada ...
El vocablo Qohelet funciona como nombre y como oficio, sin o con artículo: compárese con Esd 2,55 (soperet) o Is 40,9 (mebasasaeret). La traducción etimológica sería "asambleísta", y podría designar al que dirige la palabra.

1,3 La pregunta es muy sapiencial. El "asambleísta", en nombre de toda la asamblea humana, va a hacer un balance de la vida humana, gastos y ganancias en su correlación. Pero parece que el v. 2 ha adelantado la respuesta, provocando una resonancia irónica o invitando a no hacerse ilusiones. 

1,4-11 Antes de entrar en harina, el autor (o quien sea) nos hace leer este breve poema, que establece la tonalidad del libro. Es una mirada que abarca audazmente todo el horizonte, "bajo el sol", y todas las generaciones humanas para establecer el principio de la desilusión. Repitiendo palabras y construcciones, reproduce estilísticamente la monotonía de lo que existe.
En la primera estrofa (4-7) desfila una cuaterna: la tierra inmóvil, el sol jadeante, el viento, los ríos. Es el mismo sol cada mañana, el mismo viento que gira, los mismos ríos que fluyen, el mismo mar que los recibe. Cada generación humana es lo único que no dura, aunque la nueva es igual a la anterior.
En la segunda estrofa está el hombre con su historia, si así se la puede llamar: a pesar de tanto suceder, es como si nada sucediese. En toda la pieza no aparece Dios, ni como creador ni como director de la historia. La mirada del hombre está encerrada "bajo el sol". El montaje paralelo de naturaleza e historia sirve aquí para naturalizar la historia. En el cosmos los mismos sujetos desempeñan el mismo papel, en la historia humana nuevos sujetos desempeñan el mismo papel.

1,5 Compárese, por ejemplo, con la visión triunfal, heroica, del sol en Sal 19, o bien con la visión del Señor que viene como sol que sale e ilumina, Is 60 y 62; Sal 57, o con la gran descripción de Eclo 43. Qohelet contempla un sol cansado, forzado a repetir cada día su trabajo.

1,6 Qué prestigio el del viento en el AT: Gn 1; Sal 104,30 etc. Qohelet contempla un viento encarcelado entre cielo y tierra.

1,7 Parece suponer que el agua de los ríos, llegada al océano, baja al océano inferior y lo atraviesa para volver a salir en los manantiales.

1,8 Transformar en palabra hechos y experiencias es toda la tarea del AT y la maestría de sus escritores. También Qohelet lo intenta, y desde el principio comenta su propio fracaso: compárese con Dt 29,3.

1,9 La sentencia es polémica; compárese con Is 43,18. Qohelet niega toda novedad objetiva y explica su apariencia por la falta de memoria. Pero, extrañamente, parece saber y recordar todo el pasado, pues afirma que todo ha sucedido ya.

Salmo Responsorial: 90 (89) 3-4. 5-6. 12-13. 14 y 17

3Tú devuelves el hombre al polvo, diciendo:
¡Volved, hijos de Adán!
4Para ti mil años son un ayer que pasó,
una vela nocturna.
se renuevan como la hierba:
6por la mañana se renueva y florece,
por la tarde se seca y la siegan.  
12Enséñanos a llevar buena cuenta
de nuestros días
para que adquiramos un corazón sensato.
13¡Vuélvete, Señor! ¿hasta cuándo?,
ten compasión de tus siervos.
14Sácianos por la mañana de tu misericordia,
y todos nuestros días serán alegría y júbilo.
17Venga a nosotros la bondad del Señor
nuestro Dios,
consolida la obra de nuestras manos.
¡Consolídala, la obra de nuestras manos!
  

EXPLICACIÓN.

90,3 La historia del Génesis es evocada en un verso. El que modeló al hombre, dando le consistencia, lo hizo deleznable; el que integró sus partes lo deja desintegrarse: Job 10,9.

90,4 Las medidas humanas del tiempo no sirven, de ninguna manera, para medir a Dios (2 Pe 3,8). Tal inmensidad refuerza la melancolía del orante.

90,5 El texto es algo dudoso. "Arrastras": el verbo hebreo sugiere una lluvia torrencial. 

90,6-11 Sección definida por la inclusión con "ira". Si la primera parte veía el tiempo humano a la luz de la duración divina, ésta lo ve a la luz de la cólera divina. De la melancolía pasamos al sentimiento trágico, cuando dos realidades estrechamente ligadas, pecado y cólera, se yerguen en la conciencia del hombre.

90,6 Cuatro verbos en este verso, excelente por su concentración; cuánta actividad para pasar más aprisa.

90,12-17 Una vez tocado el punto más bajo, el orante busca salir a flote rezando a Dios. Y lo hace en tres momentos imbricados. El primero: la aceptación resignada, sin ilusiones: es sensatez. El segundo es unos bienes que compensen las desgracias. El tercero es la fecundidad de la acción.

90,12 A medida que pasan los años, instruido por Dios, el hombre madura en sensatez.

90,13 El verdadero cambio ha de suceder por una acción divina, que el hombre puede sólo suplicar.

90,14-15 La petición es modesta: equilibrar en la balanza de la vida penas y gozos. Pero Dios puede alumbrar una mañana realmente nueva, puede desequilibrar la balanza.

90,16-17 En un modelo doméstico, los siervos piden al amo que comience actuando y que dé eficacia a la tarea encomendada; algo semejante en un modelo político. De ahí se sube a la visión teológica: el hombre será lo que haya hecho: él y Dios en él.

90,17 Is 26,12.

Trasposición cristiana.

La "vuelta" de Dios de la ira a la misericordia sucede en Jesucristo: Ef 2,4-7. Las obras del cristiano, vitalizadas por la fuerza de la resurrección (Flp 3,10), cobran consistencia y fecundidad (Flp 2,13), Y al final lo acompañarán (Ap 14,13).

Evangelio: Lucas 9, 7-9

7 El tetrarca Herodes se enteró de todo lo que estaba pasando y no sabía a qué atenerse, porque unos decían que Juan había resucitado de la muerte;
8 otros, en cambio, que había aparecido Elías, y otros que un profeta de los antiguos había vuelto a la vida.
9 Pero Herodes se dijo:
- A Juan le corté yo la ca
beza. ¿Quién es éste de quien oigo semejantes cosas?
Y tenía ganas de verlo.

EXPLICACIÓN.

La gente integra a Jesús en sus categorías y lo identifica con personajes del pasado. No se dan cuenta de la novedad de la actuación y mensaje de Jesús. Duda de Herodes, cuya oposición a Juan ha terminado con la ejecución de éste (cf. 3,19s); replantea la pregunta sobre la identidad de Jesús (cf. 7,19.20.49; 8,25) y desea verlo (cf. 23,8).