I LECTURA. JEREMÍAS 1,17-19
17Y tú cíñete, en pie,
diles lo que yo te mando.
No les tengas miedo;
que si no, yo te
meteré miedo de ellos.
18Yo te convierto hoy
en plaza fuerte,
en columna de hierro,
en muralla de bronce,
frente a todo el país:
frente a los reyes y
príncipes de Judá,
frente a los
sacerdotes y los terratenientes;
19lucharán contar ti,
pero no te vencerán,
porque yo estoy
contigo para librarte
-oráculo del Señor-.
EXPLICACIÓN.
1,17-19. Quien viste
larga túnica flotante, se la ciñe para el trabajo (Sal 65; 2 Re 1,8) o para la
pelea (Job 38,3; 40,7). Cuando asedia fuera la persecución, surgen dentro los
miedos que paralizan; el profeta ha de superarlos confiando en Dios (Sal 27).
Si falla en la confianza, quedará invadido de miedos que se multiplican, como
atizados por Dios. Tres comparaciones expresivas: “ciudad, muralla, columna”:
caerá la ciudad, abrirán brecha en su muralla, derribarán sus columnas. El
profeta resistirá: ¿cómo?
SALMO 71(70),1-6.15.17
1A ti, Señor, me acojo:
que no fracase yo para siempre.
2Por tu justicia líbrame y ponme a salvo,
préstame oído y sálvame.
3Sé tú mi roca de morada, siempre accesible,
pues mandaste salvarme.
Mi peña y mi alcázar eres tú.
4Dios mío, líbrame de la mano perversa,
del puño criminal y violento;
5porque tú, mi Señor, fuiste mi esperanza
y mi confianza, Señor, desde mi juventud.
6Nada más nacer me apoyaba en ti,
del vientre materno tú me sacaste.
Para ti mi alabanza continua.
que no fracase yo para siempre.
2Por tu justicia líbrame y ponme a salvo,
préstame oído y sálvame.
3Sé tú mi roca de morada, siempre accesible,
pues mandaste salvarme.
Mi peña y mi alcázar eres tú.
4Dios mío, líbrame de la mano perversa,
del puño criminal y violento;
5porque tú, mi Señor, fuiste mi esperanza
y mi confianza, Señor, desde mi juventud.
6Nada más nacer me apoyaba en ti,
del vientre materno tú me sacaste.
Para ti mi alabanza continua.
15Mi boca explicará tu justicia
y tu salvación todo el día.
Aunque no soy experto en contar,
y tu salvación todo el día.
Aunque no soy experto en contar,
17Me enseñaste,
Dios, desde la juventud
y hasta hoy relato tus maravillas.
y hasta hoy relato tus maravillas.
EXPLICACIÓN.
71,1 Su vida hasta ahora no ha sido fracaso;
pero si los enemigos lo privan de la etapa y tarea pendientes, una parte de su
vida se habrá malogrado.
71,2 Con cuatro imperativos apela a la
justicia de Dios, como víctima inocente ante el juez o el gobernante.
71,3 "Roca de morada" es paradójico;
supone el cambio de una consonante respecto a 31,3. Pero, contando con Is
33,16, no intento armonizarlos.
71,5 El primer salto es a la juventud: uso
frecuente: 1 Re 18,12; Jr 3,24s; Ez 4,14 etc. Puede ser el tiempo en que se
independiza, escoge oficio, se desposa.
71,6 De la juventud salta al nacimiento.
Ahora le consta que Dios estaba allí, casi como comadrona: Ex 22,10s. Es dudoso
el significado de la palabra que traduzco por
"sacaste".
71,15b-16 Caben dos interpretaciones, que afectan
al término sprwt y al vínculo sintáctico. a) En la línea de
número, parafraseo: "me pasaré el día contando, porque para mí no tiene
cuento. Entraré ... ": compárese con Sal 139,17s; Eclo 43,28.30. b) En la
línea de instrucción, sea conocimiento de libros escritos, sea habilidad en el
arte de contar (Eclo 38,24; 44,4); unido a lo que sigue como concesiva. Parafraseo:
"aunque no entiendo de letras / no soy experto en narrar, con la fortaleza
del Señor entraré ... ". En la segunda interpretación el orante confiesa
no pertenecer al gremio de los doctos; pero "fortalecido" por Dios se
atreve: cfr. Miq 3,8.
71,17-19 El anciano debilitado se fija en la
''fuerza'' de su Dios; una fuerza ordenada toda a la justicia, una justicia que
supera toda dimensión humana. "¿Quién como tú?": Ex 15,11; Sal 35,10;
89,79.
Trasposición cristiana.
Algunos Padres ponen el salmo en boca de
Cristo, tomando vejez por debilidad. Retienen referencias al nacimiento, la
instrucción celeste, las tribulaciones, la resurrección.
EVANGELIO DE MARCOS
6,17-29.
17Porque
el tal Herodes había mandado prender a Juan y lo había metido en la cárcel encadenado,
debido a Herodías, la mujer de su hermano Filipo, con la que se había casado.
18Porque Juan le decía a Herodes:
-No te está
permitido tener como tuya la mujer de tu hermano.
19Herodías, por
su parte, se la tenía guardada a Juan y quería quitarle la vida, pero no podía;
20porque Herodes respetaba a Juan, sabiendo que era un hombre justo y santo, y
lo tenía protegido. Cuando lo escuchaba quedaba perplejo, pero le gustaba
escucharlo.
21Llegó el día
oportuno cuando Herodes, por su aniversario, dio un banquete a sus magnates, a
sus oficiales y a los notables de Galilea. 22Entró la hija de la dicha Herodías
y danzó, gustando mucho a Herodes y a sus comensales. El rey le dijo a la
muchacha:
-Pídeme lo que
quieras, que te lo daré.
23Y le juró repetidas veces:
23Y le juró repetidas veces:
-Te daré
cualquier cosa que me pidas, incluso la mitad de mi reino.
24Salió ella y
le preguntó a su madre:
-¿Qué le pido?
-¿Qué le pido?
La madre le
contestó:
-La cabeza de
Juan Bautista.
25Entró ella
enseguida, a toda prisa, adonde estaba el rey, y le pidió:
-Quiero que
ahora mismo me des en una bandeja la cabeza de Juan el Bautista.
26El rey se
entristeció mucho, pero, debido a los juramentos y a los convidados, no quiso
desairarla. 27El rey mandó inmediatamente un verdugo, con orden de que le
llevara la cabeza de Juan. Fue, lo decapitó en la cárcel, 28le llevó la cabeza
en una bandeja y se la dio a la muchacha: y la muchacha se la dio a su madre.
29 Al enterarse
sus discípulos, fueron a recoger el cadáver y lo pusieron en un sepulcro.
EXPLICACIÓN.
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