I LECTURA: EZEQUIEL
1,2-5.24-28
2el día cinco del mes
cuarto, hallándose entre los deportados, a orillas del río Quebar, se abrieron
los cielos y contemplé una visión divina:
3(Vino la palabra del
Señor a Ezequiel, hijo de Buzi, sacerdote, en tierra de los caldeos, a orillas
del río Quebar)*.
4Entonces se apoyó en
mí la mano del Señor, y vi que venía del norte un viento huracanado, una gran
nube y un zigzagueo de relámpagos. (Nube nimbada del resplandor, y entre el
relampagueo como el brillo del electro).
5En medio de éstos
aparecía la figura de cuatro seres vivientes; 24Y oí el rumor de sus alas, como
estruendo de aguas caudalosas, como la voz del Todopoderoso, cuando caminaban;
griterío de multitudes como estruendo de tropas; cuando se detenían, abatían
las alas. 25También se oyó un estruendo sobre la plataforma que estaba encima
de sus cabezas; cuando se detenían, abatían las alas].
26Y por encima de la
plataforma, que estaba sobre sus cabezas, había una especie de zafiro en forma
de trono; sobre esta especie de trono sobresalía una figura que parecía un
hombre. 27Y vi un brillo como de electro (algo así como fuego lo enmarcaba) de
lo que parecía su cintura para arriba, y de lo que parecía su cintura para
abajo vi algo así como fuego. Estaba nimbado de resplandor.
28El resplandor que lo
nimbaba era como el arco que aparece en las nubes cuando llueve. Era la
apariencia visible de la gloria del Señor. Al contemplarla, caí rostro en
tierra, y oí la voz de uno que me hablaba.
EXPLICACIÓN.
1,1-2. No sabemos el
punto de partida de ese año “treinta”: ¿de la vida del profeta? Es la edad
mínima del ministerio sacerdotal, según Nm 4,3.23.30. Menciona a Jeconías como
rey legítimo. El río Quebar (=Grande, cfr. Guad-al-quivir) es un afluente del
Éufrates o tal vez un canal próximo a Nipur.
“Se abre el cielo”:
imaginado como bóveda sólida que separa la zona celeste de la terrestre, las
aguas superiores de las inferiores (Gn 1,7.11). “Visión divina” equivale a éxtasis,
según 8,3 y 40,1-3.
1,3. Glosa: nueva
introducción, con fórmula profética. Llama “caldeos” a los babilonios del segundo
imperio. “La mano del Señor” se apodera del profeta y lo dirige en su
actividad: 3,14.22; 8,1; 33,22; 40,1.´
*Los paréntesis y
corchetes señalan las adiciones de grado diverso.
1,4. El Norte
representa la zona celeste donde habita el Señor: Job 37,22: Is 14,13. En otros
textos el Señor viene del Sur: Sal 68: Hab 3,3. La tormenta es con frecuencia
la figura que adopta la teofanía. La “nube” revela velando: aquí centra la
mirada del profeta. “Electro”: aleación metálica famosa por sus reflejos
(glosa).
1,5-6. “Cuatro” es
número de totalidad cósmica.
1,26-27. Sigue el
profeta. La descripción se hace cada vez más aproximativa, por temor y respeto;
las comparaciones no buscan precisar, sino difuminar. El personaje entronizado
es fuente de resplandor, irradia luz y destellos, apenas tiene figura. Véase Ez
24,10.
1,28. La Gloria del
Señor va a ser tema clave en la profecía de Ezequiel: abandonará el templo (10)
y volverá a él (44). Al principio del libro sale de su morada celeste para
visitar a un desterrado en Babilonia. No está confinada por fronteras, puede
elegir cualquier territorio. Toda la visión ha discurrido en silencio; finalmente
se escucha una voz que se dirige a Ezequiel.
SALMO 148: 1-2.11-14.
1¡Aleluya! Alabad al Señor desde el cielo,
alabad al Señor en lo alto;
alabad al Señor en lo alto;
2alabadlo, todos sus ángeles,
alabadlo, todos sus ejércitos;
11reyes y
pueblos del orbe,
príncipes y jefes del mundo,
12jóvenes con las doncellas,
viejos junto con los niños;
13alaben el nombre del Señor,
el único nombre sublime;
su majestad sobre el cielo y la tierra.
14EI acrece el vigor de su pueblo.
14EI acrece el vigor de su pueblo.
Himno de todos sus fieles,
de Israel, su pueblo cercano. ¡Aleluya!
EXPLICACIÓN.
148 Género y composición. Es un himno especial, hecho casi
enteramente de invitatorios. Si el 136 multiplica y articula los motivos de la
alianza, éste multiplica los invitados a alabar. Como otros himnos, se articula
en dos estrofas de esquema semejante: alabad NNN ... , alaben el nombre, porque
ABC (1- 6.7-14a). Considero el verso final (14) colofón o título.
Las dos estrofas llevan un "desde"
que apunta al escenario; entre ambos "cielo y tierra" componen el
universo creado. En cada escenario se congregan coralmente sus habitantes, el
director del coro los abarca a todos. Los del cielo están en una especie de
gradería, los de la tierra en un plano horizontal. Hacia el cielo lanza siete
imperativos, hacia la tierra uno sólo. Por simetría y por el número, considero
"océanos" lugar de los cetáceos. Así tenemos en la primera estrofa un
septenario, en la segunda una serie alfabética, de 22.
Los motivos de la alabanza se reparten en 5-6
y 13-14 Y se pueden tomar como complementarios: creación por la palabra, nombre
y majestad, exaltación de su pueblo.
Lenguaje y alabanza. ¿Cómo alabarán a Dios las
criaturas sin vida o sin inteligencia? -Por medio del hombre que las interpreta
como creaturas de Dios y les da ser de lenguaje. Un lenguaje que las nombra y
así toma posesión de ellas. Un lenguaje que las ordena y organiza como
asistentes a una celebración litúrgica. Un lenguaje que interpela con sus
imperativos y les da presencia mental. Un lenguaje performativo por el cual el
hombre reconduce las creaturas al Creador.
148,1 El cielo es el lugar de Dios: Sal
115,16; Is 33,5. No piensa en el templo.
148,2 "Ejércitos" celestes son los
astros: Is 45,12.
148,11 Todas las autoridades, en diversos
grados y funciones, y con ellos sus pueblos sin distinción.
148,12 Tampoco hay distinción de sexo o edad
en la alabanza.; compárese con JI3,1s.
148,13 El nombre y el honor del Señor están
sobre toda la creación y es único (Zac 14,9), no lo comparte con otros dioses.
La unicidad es correlativa de la universalidad.
148,14 "El vigor": a la letra,
levanta el cuerno; véase Sal 75.
Trasposición cristiana.
El nombre o título Señor ha sido otorgado a
Jesucristo, muerto y resucitado, como canta Flp 2,9-11. Se puede tomar el salmo
como canto de pascua por la creación trasfigurada.
EVANGELIO DE MATEO.
17,22-27.
22 Mientras caminaban juntos por
Galilea les dijo Jesús:
- Al Hombre lo van a entregar en manos de los hombres y
23 lo matarán, pero al tercer día resucitará.
Ellos quedaron consternados.
- Al Hombre lo van a entregar en manos de los hombres y
23 lo matarán, pero al tercer día resucitará.
Ellos quedaron consternados.
24 Cuando llegaron a Cafarnaún, los que
cobraban el impuesto del templo se acercaron a Pedro y le preguntaron:
- ¿Vuestro maestro no paga el impuesto?
25 Contestó:
- Sí.
Cuando llegó a casa se adelantó Jesús a preguntarle:
- ¿Qué te parece, Simón? Los reyes de este mundo, ¿a quiénes les cobran tributos e impuestos, a los suyos o a los extraños?
26 Contestó:
- A los extraños.
Jesús le dijo:
- O sea, que los suyos están exentos.
27 Sin embargo, para no escandalizarlos, ve al mar y echa el anzuelo; coge el primer pez que saques, ábrele la boca y encontrarás una moneda; cógela y págales por mí y por ti.
EXPLICACIÓN.
22 - 23. De nuevo en Galilea (cf. 16,13). "El Hombre", valor extensivo; este destino toca lo mismo a él que a sus seguidores. Al contrario que en 16,21 no menciona lugar ni personajes concretos. La vida vence a la muerte. Reacción: tristeza, no adhesión.
- ¿Vuestro maestro no paga el impuesto?
25 Contestó:
- Sí.
Cuando llegó a casa se adelantó Jesús a preguntarle:
- ¿Qué te parece, Simón? Los reyes de este mundo, ¿a quiénes les cobran tributos e impuestos, a los suyos o a los extraños?
26 Contestó:
- A los extraños.
Jesús le dijo:
- O sea, que los suyos están exentos.
27 Sin embargo, para no escandalizarlos, ve al mar y echa el anzuelo; coge el primer pez que saques, ábrele la boca y encontrarás una moneda; cógela y págales por mí y por ti.
EXPLICACIÓN.
22 - 23. De nuevo en Galilea (cf. 16,13). "El Hombre", valor extensivo; este destino toca lo mismo a él que a sus seguidores. Al contrario que en 16,21 no menciona lugar ni personajes concretos. La vida vence a la muerte. Reacción: tristeza, no adhesión.
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