miércoles, agosto 01, 2012

LUNES 27 DE AGOSTO DEL 2012.


I LECTURA. II TESALONICENSES 1,1-5.11-12.

1Pablo, Silvano y Timoteo, a los que en Tesalónica forman la Iglesia de Dios nuestro Padre y del Señor, Jesús Mesías: 2Os deseamos el favor y la paz de Dios Padre y del Señor, Jesús Mesías.
                   3Es deber nuestro dar continuas gracias a Dios por vosotros, hermanos; y es también justo, pues vuestra fe crece vigorosamente, y vuestro amor, de cada uno uno por todos y de todos por cada uno, sigue aumentando. 4Esto hace que nos mostremos orgullosos de vosotros ante las iglesias, por la constancia de vuestra fe en medio de todas las persecuciones y agobios que soportáis.
                    5Esto es indicio claro del justo juicio de Dios, que se propone concederos su Reino, por el cual bien que padecéis;
                    11Teniendo esto presente pedimos continuamente a nuestro Dios que os ponga a la altura de vuestra vocación y con su poder dé plena realidad a todo buen propósito y actividad de la fe; 12así glorificaréis a nuestro Señor Jesús y él a vosotros, con la generosidad de nuestro Dios y del Señor, Jesús Mesías.

EXPLICACIÓN.

1-4.           Remitentes, destinatarios y saludo, casi idéntico al de 1 Tes. La mención de Silvano/Silas indicaría que la carta fue escrita muy poco después de la primera, pues Silvano no parece haber acompañado a Pablo después de su estancia en Corintio (cf. Hch 18,5) (1-2).

                 Exordio: Acción de gracias en tono solemne (Es deber nuestro... y es también justo)por la fe/adhesión y el amor mutuo crecientes de la comunidad (1 Tes 1,3). Ésta sufre persecución, pero la sobrelleva sin cejar en su fe; no menciona el autor el apoyo de la esperanza (cf. 1 Tes 1,3). Motivo de orgullo para Pablo y sus compañeros (3-4). Estas afirmaciones supondrían que Pablo había recibido nuevas noticias de Tesalónica después de las que motivaron la primera carta, de las que, sin embargo, no hace mención en ésta.

                    El tema de la persecución conduce al del juicio de Dios. La persecución que sufren es la prueba de que este juicio será justo, porque Dios no es indiferente a la opresión. El autor relega el reino de Dios a la vida futura (5).

                      Sigue la oración que va unida ordinariamente al exordio. El autor pide que la fe/adhesión a Jesús se traduzca realmente en obras (11); a nuestro Señor Jesús, el gr. ónoma, "nombre", está por la persona misma (12).

SALMO 96(95),1-5.

(Sal 98; Is 44-55) 

1Cantad al Señor un cántico nuevo,
cantad al Señor, la tierra entera;
2cantad al Señor, bendecid su nombre,
pregonad día tras día su victoria.  
 
3Contad a los pueblos su gloria,
sus maravillas a todas las naciones.
4Porque es grande* el Señor
y muy digno de alabanza;
más temible que todos los dioses.
5Pues los dioses de los paganos son apariencia,
mientras que el Señor hizo los cielos. 

EXPLICACIÓN.

96,1 Teóricamente, el canto es nuevo la primera vez que se canta, no cuando se repite. ¿Es nuevo un canto hecho de retazos usados? Creo que el autor se mueve con el espíritu de novedad que anima al profeta del destierro.

96,4 Que infunde temor o reverencia: Sal * O: muy famoso.

Trasposición cristiana.

Se pueden seguir dos pistas: el adviento y el reinado. Dejando la primera para el Sal 98, me fijo en la segunda. El Apocalipsis canta el reinado del Padre y de su Mesías: 11,15.17; 12,10-12; 19,6; véanse también 1 Cor 15,25; Col 1,13.

EVANGELIO DE MATEO 23,13-22.

 13 ¡Ay de vosotros, letrados y fariseos hipócritas, que les cerráis a los hombres el reino de Dios! Porque vosotros no entráis, y a los que están entrando tampoco los dejáis.                         
                         15 ¡Ay de vosotros, letrados y fariseos hipócritas, que recorréis mar y tierra para ganar un prosélito y, cuando lo conseguís, lo hacéis digno del fuego el doble que vosotros!
                         16 ¡Ay de vosotros, guías de ciegos, que enseñáis: "Jurar por el santuario no es nada, pero jurar por el oro del santuario obliga"!
17 ¡Necios y ciegos! ¿Qué es más: el oro o el santuario que consagra el oro? 
18 O también: "Jurar por el altar no es nada, pero jurar por la ofrenda que está en el altar obliga".
19 ¡Ciegos! ¿Qué es más: la ofrenda o el altar, que hace sagrada la ofrenda?
20 Quien jura por el altar, jura al mismo tiempo por todo lo que está encima;
21 y quien jura por el santuario, jura al mismo tiempo por el que habita en él:
22 y quien jura por el cielo, jura por el trono de Dios y por el que está sentado en él.

EXPLICACIÓN.

Los siete "ayes" (13 - 33). Letrados y fariseos pretenden ser fieles a Dios por practicar observancias mínimas, mientras son infieles en lo principal. Usan de su autoridad para impedir que el pueblo acepte el mensaje (13). Algunos mss. añaden el v.14, tomado de Mc 12,40: "Esos que se comen los bienes de las viudas con pretexto de largos rezos. Esos tales recibirán una sentencia severísima". No llevan a los prosélitos al conocimiento de Dios, los hacen fanáticos del legalismo (15). Guías ciegos (cf. 15,14), juramentos supersticiosos que no se refieren a Dios, sino a objetos (16-22).

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