Primera Lectura: Oseas 2, 16. 17b-18. 21-22
16Por tanto, mira,
voy a seducirla
llevándomela al
desierto
y hablándole al
corazón.
17bAllí me
responderá como en su juventud,
Como cuando salió de
Egipto.
18Aquel día –oráculo
del Señor-
me llamarás Esposo
mío,
ya no me llamarás
Ídolo mío.
21Me casaré contigo
para siempre,
me casaré contigo
a precio de justicia
y derecho,
de afecto y de
cariño.
22Me casaré contigo
a precio de fidelidad,
y conocerás al
Señor.
EXPLICACIÓN.
16. Comienza con la
“seducción” amorosa al revés (Éx 22,15; Jr 20,2). El desierto significa a solas
(Cant 7,12), el lugar del noviazgo (Jr 2,2). “Cortejar”: como Jamor a Dina (Gn
34,3), el levita a su esposa (Jue 19,2s), Boaz a Rut (2,13).
17. Acor recuerda el
sacrilegio de Acán (Jos 7,24). Acor (Desgracia)
y Tiqwa (Esperanza) suenan parecidos
a “estéril” y “alberca”.
18. Juego de
palabras sutil: no me llamarás ba´li = señor
mío = esposo mío = Baal mío. Al llamarlo “esposo mío” anula la declaración del
v.4
21-22. La fórmula de
los esponsales es solemne. Según 2 Sm 3,14 la construcción con preposición se
emplea para indicar la dote. El Señor no la paga en bienes materiales, sino en
actitudes. Dos, derecho y justicia, expresan el vínculo legal; otras dos,
afecto y cariño, expresan la relación personal, íntima; la última sella la
estabilidad. Son actitudes que posee el esposo y que infunde en la esposa. Ella
responde como sujeto de un verbo único: “conocerás”, que por la intensidad del
contexto no puede cohibir su referencia sexual (dicho de la mujer: Gn 19,8; Nm
31,17; Jue 11,39 etc.). En castellano podríamos ensayar: te penetrarás de, te
impregnarás de, te unirás a.
Salmo
Responsorial: 145 (144)
2Todos los días te bendeciré
alabaré tu nombre por siempre jamás.
3Grande es el Señor, muy digno de alabanza,
su grandeza es insondable.
3Grande es el Señor, muy digno de alabanza,
su grandeza es insondable.
4Una generación pondera a la otra tus obras
y le cuenta tus hazañas.
y le cuenta tus hazañas.
5 Alaban ellos tu gloria y majestad,
y yo medito tus maravillas.
6Encarecen ellos tus proezas terribles
y yo recuento tus grandezas.
6Encarecen ellos tus proezas terribles
y yo recuento tus grandezas.
7Difunden la memoria de tu inmensa bondad
y aclaman tu victoria.
y aclaman tu victoria.
8El Señor es clemente y compasivo,
paciente y misericordioso.
paciente y misericordioso.
9El Señor es bueno con todos,
se compadece de todas sus creaturas.
EXPLICACIÓN.
145,2 "Siempre": en el horizonte mundano del autor: cfr. Sal
30,13.
145,3 Primer hemistiquio: Sal 48,2; 96,4 ambos relacionados con la
realeza divina. Segundo hemistiquio: Is 40,28; Job 5,9; 9,10. Cuanto sigue será
un esfuerzo por alabar lo inmenso y encarecer lo insondable.
145,4 El principio de la tradición según Sal 78. Las
"proezas" = actos de poder se predican de reyes en 1 Re 15,23;
16,5.27; 22,46 etc.
145,5 Aunque las "maravillas" exceden la comprensión del
hombre, pueden ser meditadas.
145,6 "Terribles": véase el Sal 76.
145,8 Gon leve variante repite la fórmula litúrgica tradicional, cuyo
lugar clásico es Ex 34,6.
145,9 Todo cuanto Dios ha creado es objeto de su bondad y digno de su
compasión o cariño: léase Sab 11,24.
Trasposición cristiana.
Puesto en boca de Cristo y de la Iglesia, enriquece el sentido de los
predicados que el Hijo tributa al Padre y la Iglesia dedica a su rey,
Jesucristo.
18 Mientras Jesús les hablaba de
esto se presentó un personaje que se puso a suplicarle diciendo:
- Mi hija acaba de morir; pero ven tú, aplícale tu mano y vivirá.
19 Jesús se levantó y lo siguió con sus discípulos.
20 En esto una mujer que sufría de flujos de sangre desde hacía doce años se le acercó por detrás y le tocó el borde del manto,
21 pensando: "Con sólo tocarle el manto, me salvaré".
22 Jesús se volvió, y al verla le dijo:
-¡Ánimo, hija! Tu fe te ha salvado.
Y desde aquel momento quedó curada la mujer.
23 Jesús llegó a casa del personaje y al ver a los flautistas y el alboroto de la gente, dijo:
24 - ¡Fuera, que la muchacha no ha muerto, está durmiendo!
Ellos se reían de él.
25 Cuando echaron a la gente, entró Jesús, cogió a la muchacha de la mano y ella se levantó.
26 La noticia del hecho se divulgó por toda aquella comarca.
EXPLICACIÓN.
- Mi hija acaba de morir; pero ven tú, aplícale tu mano y vivirá.
19 Jesús se levantó y lo siguió con sus discípulos.
20 En esto una mujer que sufría de flujos de sangre desde hacía doce años se le acercó por detrás y le tocó el borde del manto,
21 pensando: "Con sólo tocarle el manto, me salvaré".
22 Jesús se volvió, y al verla le dijo:
-¡Ánimo, hija! Tu fe te ha salvado.
Y desde aquel momento quedó curada la mujer.
23 Jesús llegó a casa del personaje y al ver a los flautistas y el alboroto de la gente, dijo:
24 - ¡Fuera, que la muchacha no ha muerto, está durmiendo!
Ellos se reían de él.
25 Cuando echaron a la gente, entró Jesús, cogió a la muchacha de la mano y ella se levantó.
26 La noticia del hecho se divulgó por toda aquella comarca.
EXPLICACIÓN.
18 - 26. La hija representa al pueblo sometido a la institución. La mujer enferma, a los israelitas (doce años) marginados por la ley. Para Israel, la única alternativa de salvación está en Jesús. Para él no hay situación desesperada.
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