domingo, enero 01, 2012

Miércoles 18 de enero del 2012. Mc 3,1-6.

3 1Entró de nuevo en la sinagoga y había allí un hombre con el brazo atrofiado. 32Estaban al acecho para ver si lo curaba en sábado y presentar una acusación contra él. 3Le dijo al hombre del brazo atrofiado:
-Levántate y ponte en medio.
-Y a ellos les preguntó:
-¿Qué está permitido en sábado, hacer bien o hacer daño, salvar una vida o matar?
Ellos guardaron silencio. 5Echándoles en torno una mirada de ira y apenado por su obcecación, le dijo al hombre:
-Extiende el brazo.
Lo extendió y su brazo volvió a quedar normal.
6 Al salir, los fariseos, junto con los herodianos, se pusieron enseguida a maquinar en contra suya, para acabar con él; 7aJ esús, junto con sus discípulos, se retiró en dirección al mar.


Explicación.
De hecho, el precepto se ha convertido en instrumento para inutilizar al hombre; lo incapacita para ser imagen de Dios impidiéndole su actividad (brazo atrofiado; cf. Gn 1,28; 2,5: «dominar la tierra», «trabajar») (1). El inválido, único presente en la sinagoga aparte de Jesús y los fariseos, representa al pueblo sometido a la institución. Jesús pretende curar; sus enemigos, denunciarlo. La reincidencia en la violación del precepto sabático, después de una primera advertencia (2,24), estaba penada con la muerte (2). Poniéndoles delante la situación del pueblo (en medio) (3), intenta hacerlos reflexionar. El bien del hombre, valor supremo que relativiza o anula la Ley. Silencio hostil de los fariseos, enemigos de Jesús y del hombre (4). Ira de Jesús por el daño que hacen y pena por su ceguera voluntaria; en ambas reacciones, amor al hombre. Jesús arriesga su vida al devolver la capacidad de acción al inválido/pueblo; demuestra así que el bien del hombre es el valor supremo (5). Los jefes espirituales y los judíos galileos partidarios del
régimen de Herodes (los herodianos, cf. 6,21), no toleran la emancipación del pueblo (6).

No hay comentarios:

Publicar un comentario