domingo, enero 01, 2012

Lunes 30 de enero del 2012. Mc 5,1-20.

5 1Y llegó al otro lado, al país de los gerasenos.

(Mt 8,28-34; Lc 8,26-39)


2 Apenas bajó de la barca, fue a su encuentro desde el cementerio un hombre poseído por un espíritu inmundo.
3Este tenía su habitación en los sepulcros y ni siquiera Con cadenas podía ya nadie sujetarlo; "de hecho, muchas veces lo habían dejado sujeto con grillos y cadenas, pero él rompía las cadenas y hacía pedazos los grillos, y nadie tenía fuerza para domeñarlo. Todo el tiempo, noche y día, lo pasaba en los sepulcros y en los montes, gritando y destrozándose con piedras.
6 Al ver de lejos a Jesús, fue corriendo y se postró ante él; 7y dijo gritando a voz en cuello:
-¿Qué tienes tú contra mí, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Por ese Dios te conjuro, no me sometas al suplicio.
8Es que Jesús le había mandado:
-¡Espíritu inmundo, sal de este hombre!
9Entonces le preguntó:
-¿Cómo te llamas?
Le respondió:
-Me llamo Legión, porque somos muchos.
10Y le rogaba con insistencia que no los enviase fuera del país.
11 Había allí, en la falda del monte, una gran piara de cerdos hozando. 12Los espíritus le rogaron:
-Mándanos a los cerdos para que nos metamos en ellos.
13Él se lo permitió.
Salieron los espíritus inmundos y se metieron en los cerdos; y la piara se precipitó acantilado abajo hasta el mar, unos dos mil, y se fueron ahogando en el mar.
14Los porquerizos salieron huyendo, lo contaron en la ciudad y en las fincas, y fueron a ver qué significaba lo ocurrido. 15Llegaron adonde estaba Jesús, contemplaron al endemoniado sentado, vestido y en su juicio, al mismo que había tenido la Legión, y les entró miedo. 16Los que lo habían visto les refirieron lo ocurrido con el endemoniado y también lo de los cerdos. 17Entonces se pusieron a rogarle que se marchase de su territorio.
18Mientras subía a la barca, el antes endemoniado le rogaba que le permitiese estar con él, 19pero no lo dejó, sino que le dijo:
-Márchate a tu casa con los tuyos y cuéntales cuánto ha hecho el Señor por ti, mostrándote su misericordia.
20Se marchó y empezó a proclamar por la Decápolis cuánto había hecho Jesús por él; y todos se sorprendían.



EXPLICACIÓN.

2-20. En país pagano: El endemoniado indomable, figura de los esclavos (grillos, cadenas); un muerto en vida (cementerio, sepulcros); espíritu inmundo, ideología de violencia (Legión) (2). Un rebelde al que la sociedad no puede dominar; desesperado y destruyéndose a sí mismo con su violencia, porque no hay alternativa (3-6). Reconoce en Jesús un ser excepcional (cf. 3,11), pero piensa que, al intentar privarlo de su espíritu de violencia, quiere someterlo de nuevo a la esclavitud (el suplicio) (7-8). Legión: aplicado al hombre, representante de su clase, y a los espíritus (15), indicando que todos los esclavos estaban animados del mismo espíritu de violencia. No quiere que su liberación sea un éxodo como el de los hebreos (9-10). Los cerdos, en el judaísmo, símbolo del poder extranjero opresor de Israel (Sal 80,14: «el cerdo salvaje/jabalí»), en la época, Roma; aquí, de cualquier poder que oprime a los hombres: toda la humanidad es pueblo elegido. La gran piara, el poder del dinero. Los espíritus van a los cerdos: la violencia de los oprimidos tiene origen en la de los opresores. Al aceptar los oprimidos la alternativa de Jesús, rompiendo con su dependencia del sistema opresor, éste se destruye (los cerdos al mar, como el ejército del Faraón) (11-13). Miedo ante la nueva condición del hombre (15). Para la sociedad pagana, el dinero y el poder valen más que el hombre y rechaza a Jesús (16-17). El pagano no ha de integrarse en Israel, debe anunciar a los suyos la alternativa de Jesús (18-20).

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