viernes, junio 01, 2012

26 DE JUNIO DEL 2012.


Primera Lectura: II Reyes 19, 9b-11. 14-21. 31-35a. 36

9b Senaquerib envió de nuevo mensajeros a Ezequías a decirle:
10-Decid a Ezequías, rey de Judá: Que no te engañe tu Dios, en quien confías, pensando que Jerusalén no caerá en manos del rey de Asiria. 11Tú mismo has oído cómo han tratado los reyes de Asiria a todos los países, exterminándolos.
14Ezequías tomó la carta de mano de los mensajeros y la leyó; después subió al templo, la desplegó ante el Señor y oró:
15”Señor , Dios de Israel,
sentado sobre querubines:
Tú sólo eres el Dios de todos
los reinos del mundo.
Tú hiciste el cielo y la tierra.
16Inclina tu oído,
Señor, y escucha;
abre tus ojos, Señor, y mira.
Escucha el mensaje
que ha enviado Senaquerib
para ultrajar al Dios vivo.
17Es verdad, Señor:
los reyes de Asiria
han asolado todos los países
y su territorio,
18han quemado todos sus dioses
-porque no son dioses,
sino hechura de manos humanas,
leño y piedra-
y los han destruido.
19Ahora, Señor, Dios nuestro,
sálvanos de su mano
para que sepan
todos los reinos del mundo
que tú sólo, Señor, eres Dios”.
20Isaías, hijo de Amón, mandó decir a Ezequías:
-Así dice el Señor, Dios de Israel: “He oído lo que me pides acerca de Senaquerib, rey de Asiria”. 21Esta es la palabra que el Señor pronuncia contra él: “Te desprecia y se burla de ti la doncella, la ciudad de Sión; menea la cabeza a tu espalda la ciudad de Jerusalén.
31Pues de Jerusalén
saldrá un resto,
del monte Sión
los supervivientes.
¡El celo del Señor lo cumplirá!
32Por eso así dice el Señor
acerca del rey de Asiria:
no entrará en esta ciudad,
no disparará contra ella
su flecha,
no se acercará con escudo
ni levantará contra ella
un talud;
33por el camino por donde vino  
se volverá,
pero  no entrará en esta ciudad
-oráculo del Señor-.
34Yo escudaré a esta ciudad
para salvarla,
por mi honor y el de David,
mi siervo”.
35 a.  Aquella misma noche salió el ángel del Señor e hirió en el campamento asirio a ciento ochenta y cinco mil hombres.
36Senaquerib, rey de Asiria, levantó el campamento, se volvió a Nínive y se quedó allí.

EXPLICACIÓN.

19,10. Jr 20,7; 1 Re 22,20-23.
19,14. El gesto de desplegar la carta en el templo significa un dar a conocer al Señor los ultrajes.
19,15-19. La súplica abrevia el esquema clásico. La visión universal abre y cierra la plegaria. Es muy oportuna esta anchura de horizonte en aquel momento en que los hechos y las palabras del enemigo imponen una visión “universal” de la historia. En el escenario del mundo un emperador ha mostrado la impotencia de los ídolos, en el escenario de Jerusalén el Señor mostrará la impotencia de ese emperador. Será el acto culminante del drama, inesperado y sobrecogedor. Como un auto sacramental en vivo: Jerusalén, escenario para el mundo; todos los pueblos, el público.
19,15. “Sentado sobre querubines”, es decir, entronizado como soberano. Referencia al arca. Éx 25,18; Gn 1,1.
19,18. Dt 32,17.
19,19. 1 Re 8,60.
19,20. A la súplica del pueblo o del rey suele responde un oráculo sacerdotal o profético: Isaías desempeña aquí dicha función. El oráculo se dirige contra Senaquerib, al estilo de los oráculos contra las naciones.
19,21. La ciudad asediada, doncella no sometida al vasallaje del señor extranjero, puede burlarse del conquistador de pueblos;
19,29-31. El oráculo de salvación para el rey y su pueblo empalma con el oráculo precedente, o con los versos 6-7. Es anuncio de paz a través del sufrimiento, de restauración, después de disminuir la población. La tierra continuará su ritmo fecundo, y lo mismo el pueblo, como árbol frutal. Jerusalén, último reducto de la resistencia, será nuevo comienzo de vitalidad, por el amor apasionado del Señor (Is 9,6).
Estos versos, originales de Isaías, plantan un sistema de símbolos que crecerán y se desarrollarán en la teología de la esperanza escatológica. Más tarde se podrán leer también ellos como expresión de dicha esperanza.
19,32-34. Tercer oráculo. El asedio no se coronará con el asalto final, con la conquista en este sentido, la campaña de Senaquerib fue un fracaso, aunque el emperador cobró un fuerte tributo. Jerusalén es la ciudad de David, la ciudad de la presencia de Dios en el templo; éste será su escudo y salvación. Puede verse: Sal 18,3.31; 33,20; 84, 12; 89,19.
19,35-37. Epílogo narrativo, presentado como cumplimiento de los oráculos precedentes.
19,35 Pudo tratarse de una peste violenta que diezmó el ejército y obligó a la retirada. El hecho está contado recordando la noche de la matanza de los primogénitos (Éx 12). En el paso del Mar Rojo, la mañana descubre los cadáveres (Éx 14,24).
19,36. En la retirada también pudieron influir las noticias de Egipto.

Salmo Responsorial: 48 (47) (46)

2 ¡Grande es el Señor! y muy digno de alabanza
                   en la ciudad de nuestro Dios.
                   3 Su monte santo, colina hermosa,
                   gozo de toda la tierra.
                   El Monte Sión, vértice del cielo,
                   capital del Emperador.
                   4 Dios entre sus palacios
                   descuella como alcázar.
10 Meditamos, oh Dios, tu lealtad
                   en medio de tu templo:
                   11 Como tu renombre, Dios, tu alabanza
                   llega al confín del mundo.
                   Tu diestra está llena de justicia:


EXPLICACIÓN.

48,2-4 La primera estrofa desgrana una serie de piropos en oraciones nominales; pero más que el lugar interesa el inquilino. "Monte Santo" equivale a consagrado a la divinidad. "Bello" es adjetivo de localidades en Israel, como Tirsa o Jafa o Naín, y en otras culturas, como Schönstadt o Vallehermoso o Bellavista. "Gozo de toda la tierra": Lam 2,15; envidia de otras montañas: Sal 68,17. "Vértice celeste" equivale a la montaña mítica de los dioses, Monte Casio, Olimpo etc.: cfr. Is 14,15.

48,4 Sorprende la personalización: Dios se "manifiesta como alcázar" o ciudadela. Él con su presencia, es la última defensa de la ciudad.
48,10-12 El tema gira en dirección inesperada, aunque lógica. Para los que sólo veían, la ciudad era manifestación de belleza y poder militar. Los que además meditan descubren obras virtudes divinas: lealtad y justicia. No hay belleza si la contamina la injusticia; el poder militar se justifica por la justa causa (Sal 45,5).

48,11b-12 "Justicia" y "decisiones (justas)", en posición quiástica abarcan todo un sistema de gobierno y son fuente de gozo.

TRANSPOSICIÓN CRISTIANA.

La clave es la ecuación Sión = Iglesia. El tema de la belleza suena en Ef 5,27; el de la victoria contra los agresores en Mt 16,18. El Apocalipsis recoge temas del salmo en su presentación de la Iglesia: la ciudad 3,12; 21,2; los agresores 17,1; 18,20; 19,11; pero no hay templo 21,22. Los antiguos intepretan: oír las profecías - ver el cumplimiento.

Evangelio: Mateo 7, 6. 12-14

6 No deis lo sagrado a los perros ni les echéis vuestras perlas a los cerdos, no sea que las pisoteen, y además se vuelvan y os destrocen.
12 En resumen: Todo lo que querríais que hicieran los demás por vosotros, hacedlo vosotros por ellos, porque eso significan la Ley y los Profetas.
13 Entrad por la puerta angosta; porque ancha es la puerta y amplia la calle que llevan a la perdición, y muchos entran por ellas.
14 ¡Qué angosta es la puerta y qué estrecho el callejón que llevan a la vida! Y pocos dan con ellos.
EXPLICACIÓN.

Prudencia (6): no ser ciego a la actitud de los demás; si se propone el mensaje a sus enemigos declarados puede provocar reacciones violentas.
 De la Ley y los Profetas (12) deduce la norma de moralidad que ha de regir en la nueva sociedad humana. El amor requiere iniciativa más allá de la casuística.
 Necesidad de la decisión personal, salirse de la corriente (13-14).

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