jueves, agosto 01, 2013

LECTURAS DEL DOMINGO 25 DE AGOSTO DEL 2013.

PRIMERA LECTURA. Isaías 66,18-21.

Reunión de todos los pueblos (Is 2,2-5).

18Pero yo vendré para reunir
a las naciones de toda lengua:
vendrán para ver mi gloria;
19les daré una señal, y de entre ellos despacharé
supervivientes a las naciones:
a Tarsis, Etiopía, Libia, Masac, Tubal y Grecia;
a las costas lejanas,
que nunca oyeron mi fama ni vieron mi gloria,
y anunciarán mi gloria a las naciones.
20Y de todas las naciones, como ofrenda al Señor,
traerán a todos vuestros hermanos
a caballo y en carros y en literas,
en mulos y dromedarios
hasta mi Monte Santo de Jerusalén
-dice el Señor-,
como los israelitas traen la ofrenda
en una vasija pura
al templo del Señor.
21De entre ellos escogeré sacerdotes
y levitas -dice el Señor-.

Explicación.

66,19 La lista de naciones puede compararse con la de 11,11; en la presente puede haber influido Ezequiel 27,38 y 39.

66,20 Compárese con la peregrinación de 2,2-5. Continúa y cierra la serie de 43,6s; 49,22s; 60,4.9.

66,21 Véase 61,5s: los extranjeros prestan servicio, el pueblo es sacerdotal.

SALMO. 117,1-2.

(Rom 15,11)
1 Alabad al Señor, todas las naciones,
aclamadlo, todos los pueblos.
2porque la lealtad del Señor
puede más que nosotros
y la fidelidad del Señor es perpetua.
117 El salmo más breve del salterio. Un himno completo. Algunos han preguntado si era una antífona aplicable a otros salmos, o el esquema para un desarrollo libre. Un dato es llamativo: la motivación es nacional, "nosotros", la invitación es universal. ¿Es legítima y convincente la invitación? Pablo lo cita en Rom 15,11 para subrayar el alcance universal del mensaje evangélico.
SEGUNDA LECTURA. Hebreos 12,5-7.11-13.

5además habéis echado en olvido la recomendación que os dirigen como a hijos: "Hijo mío, no tengas en poco que el Señor te eduque, ni te desanimes cuando te reprende; 6porque el Señor educa a los que ama y da azotes a los hijos que reconoce por suyos" (Prov 3,11-12 LXX). 7Lo que soportáis os educa, Dios os trata como a hijos; y 11En el momento ninguna correción resulta agradable, sino molesta; pero después, a los que se han dejado entrenar por ella, los resarce con un fruto apacible de honradez. 12Por eso fortaleced los brazos débiles, robusteced las rodillas vacilantes, 13plantad los pies en sendas llanas (Is 35,3) para que la pierna coja no se disloque, sino se cure.

EXPLICACIÓN.

 El autor apela a un texto sapiencial hebreo (Prov 3,11s LXX) para mostrar la necesidad de ser educados por Dios; él educa en la adversidad (4-8) Fruto de la prueba (11). Ánimo para continuar la vida cristiana (Is 35,3), en la que algunos ya vacilan (la pierna coja) (12-13).

EVANGELIO. Lucas 13,22-30.

22 Camino de la ciudad de Jerusalén enseñaba en los pueblos y aldeas que iba atravesando.
23 Uno le preguntó:
- Señor, ¿son pocos los que se salvan?
Jesús les dio esta respuesta:
24 -Forcejead para abriros paso por la puerta estrecha, porque os digo que muchos van a intentar entrar y no podrán.
25 Una vez que el dueño de la casa se levante y cierre la puerta, por mucho que llaméis a la puerta desde fuera diciendo: "Señor, ábrenos", él os replicará: "No sé quiénes sois".
26 Entonces os pondréis a decirle: "Si hemos comido y bebido contigo, y tú has enseñado en nuestras plazas";
27 pero él os responderá: "No sé quiénes sois; ¡lejos de mí todos los que practicáis la injusticia!"
28 Allí será el llanto y el rechinar de dientes, cuando veáis a Abrahán, a Isaac, a Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, mientras a vosotros os echan fuera.
29 Y también de oriente y occidente, del norte y del sur, habrá quienes vengan a sentarse en el banquete del reino de Dios.
30 Y así hay últimos que serán primeros, y primeros que serán últimos.


EXPLICACIÓN
.

Peligro para Israel si no escucha y pone en práctica la enseñanza de Jesús. Pregunta teórica (22s). El número no está determinado, depende de la decisión y esfuerzo de los hombres. La puerta estrecha (24s), la entrada del Reino, que es la opción por Jesús; forcejear por entrar, esforzarse por llevar a la práctica su enseñanza (6,27-49). Llegará un momento en que será demasiado tarde, pues habrá acabado el privilegio de Israel (25: No sé quiénes sois).

Para Israel como pueblo, la puerta se cerrará con la muerte de Jesús, rechazo definitivo del Mesías: ya no contará haber pertenecido a ese pueblo o haber tenido familiaridad con Jesús (26: Si hemos comido y bebido contigo); la mención de haber enseñado en sus plazas los condena a ellos mismos, por no haber seguido su enseñanza (cf. 6,46-49), rechazando el amor a todos que Jesús proponía (6,27ss); de ahí el apóstrofe: los que practicáis la injusticia (27; cf. Sal 6,9). El Reino estará abierto a los paganos (Sal 107,3) (28s). El colofón no excluye que los israelitas tengan acceso al Reino, pero como individuos, no ya como pueblo (30). 

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