Primera
Lectura: Efesios
6:1-9
1Hijos,
obedecer a vuestros padres cristianamente, como es razón. 2"Honra
a tu padre y a tu madre" es
el primer mandamiento que lleva una promesa: 3"te
irá bien y vivirás largo tiempo en la tierra" (Éx
20,12).
4Padres, vosotros no exasperéis a vuestros hijos; criadlos educándolos y corrigiéndolos como el Señor quiere.
5Esclavos, obedecer escrupulosamente a vuestros amos de la tierra, de todo corazón, como si fuera al Mesías. 6No en lo que se ve, para quedar bien, sino como esclavos de Cristo que cumplen la voluntad de Dios con toda el alma; 7servid de buena gana, como si fuera al Señor y no a hombres; 8recordad que lo que uno haga de bueno, sea esclavo o libre, se lo pagará el Señor.
9Amos, vosotros correspondedles dejándoos de amenazas; recordad que ellos y vosotros tenéis un amo en el cielo y que ése no tiene favoritismos.
4Padres, vosotros no exasperéis a vuestros hijos; criadlos educándolos y corrigiéndolos como el Señor quiere.
5Esclavos, obedecer escrupulosamente a vuestros amos de la tierra, de todo corazón, como si fuera al Mesías. 6No en lo que se ve, para quedar bien, sino como esclavos de Cristo que cumplen la voluntad de Dios con toda el alma; 7servid de buena gana, como si fuera al Señor y no a hombres; 8recordad que lo que uno haga de bueno, sea esclavo o libre, se lo pagará el Señor.
9Amos, vosotros correspondedles dejándoos de amenazas; recordad que ellos y vosotros tenéis un amo en el cielo y que ése no tiene favoritismos.
EXPLICACIÓN.
En
la familia, relación de padres e hijos (Éx 20,21) (6,1-3). Esclavos
y amos. El autor se deja llevar del tema que trata y llama a los
cristianos esclavos
de Cristo, queriendo
probablemente indicar sólo el vínculo y la fidelidad dominante del
cristiano; ese vínculo estimula a actuar con plena responsabilidad,
aun en el caso de tener en la sociedad condición de esclavo.
Conducta de los amos (cf. 2 Cr 19,7: "el
Señor nuestro Dios no admite injusticias, favoritismos ni sobornos")
(6,1-9). Escrupulosamente (5),
lit. "con temor y temblor", frase hecha que indica el
máximo cuidado (cf. 2 Cor 7,15; Flp 2,12).
Salmo Responsorial: Salmo 145:10-14
10Que
te alaben, Señor, todas tus creaturas,
que tus leales te bendigan,
que tus leales te bendigan,
11que
proclamen la gloria de tu reinado,
que cuenten tus hazañas,
que cuenten tus hazañas,
12explicando
tus hazañas a los hombres,
la gloria y majestad de tu reinado.
la gloria y majestad de tu reinado.
13Tu
reinado es un reinado eterno,
tu
gobierno, de generación en generación.
14EI
Señor sostiene a los que van a caer
y endereza a los que ya se doblan.
y endereza a los que ya se doblan.
EXPLICACIÓN.
145,10
La alabanza de todas las criaturas es el tema del salmo 148. De ellas
se destaca el grupo de los "leales" o vasallos.
145,11-13
Los versos centrales recogen el título inicial, "Rey mío"
e insisten en él. El salmo no piensa en un rey terreno ni en un
territorio nacional con su capital: acepta la situación que precede
y sigue a la monarquía. En compensación, se coloca en un reino más
glorioso: divino, universal y perpetuo. En este puesto falta el verso
de la letra N. Las versiones antiguas suponen un texto semejante al
v. 17: "El Señor es de fiar en todas sus palabras, es leal en
todas sus acciones".
145,14
Comienzan los participios, que fijan una acción o una serie
transformándolas en atributo, casi en título. Sobre el fondo del
salmo 72, leamos esta serie como actividad propia del rey. Los
complementos rimados representan todo lo débil que necesita del
apoyo ajeno. Podemos extenderlo hasta la contingencia de las
criaturas.
Trasposición
cristiana.
Puesto
en boca de Cristo y de la Iglesia, enriquece el sentido de los
predicados que el Hijo tributa al Padre y la Iglesia dedica a su rey,
Jesucristo.
Evangelio: Lucas 13:22-30
22 Camino de la ciudad de Jerusalén enseñaba en los pueblos y aldeas que iba atravesando.
23 Uno le preguntó:
- Señor, ¿son pocos los que se salvan?
Jesús les dio esta respuesta:
24 -Forcejead para abriros paso por la puerta estrecha, porque os digo que muchos van a intentar entrar y no podrán.
25 Una vez que el dueño de la casa se levante y cierre la puerta, por mucho que llaméis a la puerta desde fuera diciendo: "Señor, ábrenos", él os replicará: "No sé quiénes sois".
26 Entonces os pondréis a decirle: "Si hemos comido y bebido contigo, y tú has enseñado en nuestras plazas";
27 pero él os responderá: "No sé quiénes sois; ¡lejos de mí todos los que practicáis la injusticia!"
28 Allí será el llanto y el rechinar de dientes, cuando veáis a Abrahán, a Isaac, a Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, mientras a vosotros os echan fuera.
29 Y también de oriente y occidente, del norte y del sur, habrá quienes vengan a sentarse en el banquete del reino de Dios.
30 Y así hay últimos que serán primeros, y primeros que serán últimos.
EXPLICACIÓN.
Peligro para Israel si no escucha y pone en práctica la enseñanza de Jesús. Pregunta teórica (22s). El número no está determinado, depende de la decisión y esfuerzo de los hombres. La puerta estrecha (24s), la entrada del Reino, que es la opción por Jesús;forcejear por entrar, esforzarse por llevar a la práctica su enseñanza (6,27-49). Llegará un momento en que será demasiado tarde, pues habrá acabado el privilegio de Israel (25: No sé quiénes sois).
Para Israel como pueblo, la puerta se cerrará con la muerte de Jesús, rechazo definitivo del Mesías: ya no contará haber pertenecido a ese pueblo o haber tenido familiaridad con Jesús (26: Si hemos comido y bebido contigo); la mención de haber enseñado en sus plazas los condena a ellos mismos, por no haber seguido su enseñanza (cf. 6,46-49), rechazando el amor a todos que Jesús proponía (6,27ss); de ahí el apóstrofe: los que practicáis la injusticia (27; cf. Sal 6,9). El Reino estará abierto a los paganos (Sal 107,3) (28s). El colofón no excluye que los israelitas tengan acceso al Reino, pero como individuos, no ya como pueblo (30).