Primera Lectura: I Pedro 1,18-25
18porque sabéis con qué os recataron del modo de vivir
idolátrico que heredasteis de vuestros padres: no con oro ni plata perecederos,
19sino con una sangre preciosa, la del Mesías, cordero sin defecto y sin
mancha, 20escogido desde antes de la creación del mundo y manifestado en
los últimos tiempos por vosotros. 21Por
medio de él confiáis en Dios que lo resucitó de la muerte y lo glorificó; así
vuestra fe y esperanza están puestas en Dios.
22Purificados ya internamente por la respuesta a la verdad, que lleva al
cariño sincero por los hermanos, amaos unos a otros de corazón e intensamente.
23Porque habéis vuelto a nacer, y no de una semilla mortal, sino de una
inmortal, por medio de la palabra de Dios
viva y permanente, 24porque “todo mortal
es hierba y toda su belleza es flor de hierba: se agosta la hierba y cae la
flor. 25En cambio la palabra del Señor permanece para siempre” (Is 40,6-8).
Y ésa es la palabra que os anunciaron.
EXPLICACIÓN.
Estáis aquí de paso, cf..
1,1: “emigrantes dispersos”; sangre
preciosa (19), la muerte del Hijo de Dios; cordero, etc., cf. Éx 12,5; Is 53,7. El plan de Dios existía desde
siempre (20). La resurrección de Jesús, cuya vida se experimenta en la
comunidad, es el fundamento de la confianza en el Padre (21). El propósito del
autor es principalmente moral: exhorta a vivir según las exigencias de la fe y
avisa contra las consecuencias de la mala conducta.
La fe/adhesión, respuesta al mensaje de Dios, libera del
pasado (purificados) y hace capaz de
amar a los demás (22). Eso significa el nuevo nacimiento a una vida sin
término. La semilla, no humana, sino divina, es el mensaje de Dios, que
comunica vida (23). Cita adaptada de Is 40,6-8 (24-25).
Salmo Responsorial: 147 (146 y 147)
12Glorifica, Jerusalén, al Señor,
alaba a tu dios, Sión,
13que ha reforzado los cerrojos de tus puertas
y bendice a tus hijos dentro de ti;
14que ha puesto paz en tus fronteras
y te sacia con flor de harina
15que envía su mensaje a la tierra,
y su palabra corre velozmente;
19Anuncia su mensaje a Jacob,
sus decretos y mandatos a Israel.
20Con ninguna nación obró así
ni les dio a conocer sus mandatos. ¡Aleluya!
EXPLICACIÓN.
147,13. Supone la amenaza exterior: Neh 3. Bendice: con la
fecundidad.
147,14. Paronomasia con el nombre de la capital: Sal 122.
147,15. Llega la estación invernal.
147,19. La terna “mensaje”, decretos y mandatos” remite al
Dt e implícitamente a la alianza.
147,20. La ley es privilegio de Israel: Dt 4,8; Bar 4,1-4.
Transposición cristiana.
Es tradicional que Jerusalén represente a la Iglesia
terrestre y a la celeste, de donde la lectura del salmo en dos claves
complementarias. La palabra que viene a la tierra y corre veloz es el Hijo de
Dios en la encarnación; como palabra se prolonga en la predicación del
evangelio.
Evangelio: Marcos 10,32-45
Tercer
anuncio de la muerte-resurrección (Mt 19,13-15; Lc 18,15-17)
32Iban
por el camino, subiendo a Jerusalén, y Jesús iba delante; ellos estaban
desconcertados, y los que lo seguían iban con miedo. Otra vez se llevó con él a
los Doce y se puso a decirles lo que estaba para sucederle:
33-Mirad,
estamos subiendo a Jerusalén, y el Hombre va a ser entregado a los sumos sacerdotes
y a los letrados: lo condenarán a muerte y lo entregarán a los paganos; 34se
burlarán de él, lo azotarán y lo matarán, pero a los tres días resucitará.
Ambición
de Santiago y Juan (Mt 20,20-24)
35Se
le acercaron los dos hijos de Zebedeo, Santiago y Juan, y le dijeron:
-Maestro,
queremos que lo que te pidamos lo hagas por nosotros.
36Elles
preguntó:
-¿Qué
queréis que haga por vosotros?
37Le contestaron ellos:
37Le contestaron ellos:
-Concédenos
sentamos uno a tu derecha y el otro a tu izquierda el día de tu gloria.
38Jesús
les replicó:
-No
sabéis lo que pedís; ¿sois capaces de pasar el trago que yo voy a pasar, o de
dejaros sumergir por las aguas que me van a sumergir a mí?
39Le
contestaron:
-Sí,
lo somos.
Jesús les dijo:
Jesús les dijo:
-El
trago que voy a pasar yo, lo pasaréis, y las aguas que me van a sumergir a mí
os sumergirán a vosotros:
40pero
el sentarse a mi derecha o a mi izquierda no está en mi mano concederlo más que
a aquellos a quienes esté destinado.
41
Al oírlo, los otros diez dieron rienda suelta a su indignación contra Santiago
y Juan.
Instrucción
de Jesús: El servicio (Mt 20,25-28; Lc 22,24-27)
42Jesús
los convocó y les dijo:
-Sabéis
que los que figuran como jefes de las naciones las dominan, y que sus grandes
les imponen su autoridad.
43No ha de ser así entre vosotros; al contrario, entre vosotros, el que quiera hacerse grande ha de ser servidor vuestro, 44y el que quiera ser primero, ha de ser siervo de todos; 45porque tampoco el Hombre ha venido para que le sirvan, sino para servir y para dar su vida en rescate por todos.
43No ha de ser así entre vosotros; al contrario, entre vosotros, el que quiera hacerse grande ha de ser servidor vuestro, 44y el que quiera ser primero, ha de ser siervo de todos; 45porque tampoco el Hombre ha venido para que le sirvan, sino para servir y para dar su vida en rescate por todos.
a) (10,32-34): Subida a Jerusalén.
Tercer anuncio de la muerte-resurrección. Suben con Jesús los dos grupos, los
Doce/los discípulos (desconcertados) y "los seguidores» no
israelitas (con miedo). Jesús informa a los Doce (no les enseña, d.
8,31; 9,31) de lo que va a ocurrirle a él. Ante esto, ellos, el Israel
mesiánico, deberían romper de una vez con las ideologías de la institución
judía que va a procurar la muerte de Jesús, con los círculos de poder religioso
y político (sumos sacerdotes) y los expertos de la Ley (letrados).
Primera mención de la entrega a los paganos y los ultrajes.
b) (10,35-45): Como después del
segundo anuncio de la muerte (9,31), se manifiesta la ambición de los
discípulos (d. 9,34). Santiago y Juan, «los Truenos» (= los autoritarios,
3,17). Sin darse por enterados del anuncio anterior, esperan que Jesús ocupará
el trono de Israel y solicitan para ellos los primeros puestos (35-37). Jesús
les propone otro programa: aceptar una muerte como la suya (38; d. 8,34); pasar
el trago (lit. "beber la copa») y ser sumergido por las aguas (lit.
«ser bautizado») son figuras de su muerte (cf. 14,23s.36; 1,9), en el doble
aspecto, activo y libre (entregarse) y pasivo (ser entregado) (38). Aunque lo
acepten, no serán los únicos, y Jesús no juzga de la calidad de la entrega; es
cosa del Padre (cf. 4,27; 13,32) (30-40). La ambición, causa de división (cf.
9,50); los diez, como en el cisma de las tribus (1 Re 12) (41).
c)
Centro (10,42-46a):
Al tomar como contraste para la conducta en la comunidad a los poderes paganos,
Jesús compara con ellos el ideal mesiánico de los discípulos (42). La nueva
sociedad (el reino de Dios) excluye el poder o el dominio; servidor vuestro (d.
9,35), actitud dentro de la comunidad (43); siervo/esclavo (primera
vez en Mc) de todos, actitud con los de fuera, aludiendo a la situación
de la humanidad pagana, donde la sociedad legitimaba la esclavitud (cf. 5,2-20;
7,24-31); la denominación implica, pues, solidaridad con esos oprimidos (44).
El Hombre (Jesús y los que aspiran a la plenitud humana) no reclama ser Servido
(dominar, ser grande a la manera de este mundo); dentro de la comunidad, su
actitud es el servicio; respecto a los oprimidos/esclavos la de entregar su
vida para rescatarlos (45).
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