viernes, mayo 04, 2012

Jueves 31 de mayo del 2012.


Primera Lectura: Sofonías 3, 14-18ª

14¡Gritad, ciudad de Sión; lanza vítores, Israel;
festéjalo exultante, Jerusalén capital!
15Que el Señor ha expulsado a los tiranos,
ha echado a tus enemigos:
el Señor dentro de ti es el rey de Israel
y ya no temerás nada malo.
16Aquel día dirán a Jerusalén:
No temas, Sión, no te acobardes;
17el Señor, tu Dios, es dentro de ti
un soldado victorioso
que goza y se alegra contigo, renovando su amor.
18ª se llena de júbilo por ti,
como en día de fiesta.

EXPLICACIÓN.

                    14-18ª.    La voz profética se dirige con cariño a la doncella-matrona Jerusalén, en unos versos que hacen pareja con Os 2; Is 49; 54; 62. Los sinónimos de gozo y alegría se acumulan, algunos se duplican. La alegría no brota de bienes materiales, sino de la realización personal del amor. Si el Señor se alegra con ella (Is 62,5), ella no tiene que temer, ha de estar alegre. El Señor elimina a unos rivales para quedarse él solo como rey, como soldado, como marido amante. Vuelve el amor antiguo y el gozo de un matrimonio renovado, y se celebra fiesta. Todo lo hará el Señor: expulsará, echará, renovará; a ella la invitan sólo a alegrarse y no temer.
                    3,15. “Tiranos”: pueden ser extranjeros o internos (cfr. Is 1,21-26). No piensa en un descendiente de David.
                    3,17. El rey es soldado que sale a defender a su pueblo: Sal 45; Is 9,5; 10,21. 

Salmo Responsorial: Is 12, 2-3. 4bcd. 5-6

2Siendo Dios mi salvador, confío y no temo
porque mi fuerza y poder es el Señor,
él fue mi salvación.
3Sacarás agua con pozo
del manantial de la salvación.
4bcd  dad gracias al Señor,
Invocad su nombre,
contad a los pueblos sus hazañas,
proclamad que su nombre es excelso.
5Tañed para el Señor, que hizo proezas,
que las conozca toda la tierra;
6grita jubilosa, Sión, la princesa,
que es grande en medio de ti el Santo de Israel.

 EXPLICACIÓN.

12,1-6 Como en Ex 15, un himno comenta y celebra las profecías precedentes. Es además recapitulación de motivos. Se divide en dos partes: para un solista y para el coro. La triple repetición de “salvar” comenta el nombre del profeta, “El Señor salva”.
12,2 Confiar y no temer: 7,1-9; 8,12. Con una cita de Éx 15,2.
12,3 La salvación es como una fuente inagotable. Puede evocar las fuentes milagrosas del desierto (Éx 17,6), enlaza con la fuete de Siloé (8,6), y es en último término Dios como fuente siempre manante (Jr 2,13).
12,4-5 Nombre y renombre: nombre revelado para la invocación (Éx 3,15), renombre ganado con sus proezas y que el pueblo escogido debe difundir a todo el mundo.
12,6 Sión representa tradicionalmente a la comunidad, como capital del reino. El título Santo: 6,3; 8,13.

Evangelio: Lucas 1, 39-56

39 Por aquellos días María se puso en camino y fue a toda prisa a la sierra, a un pueblo de Judá;
40 entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel.
41 Al oír Isabel el saludo de María, la criatura dio un salto en su vientre e Isabel se llenó de Espíritu Santo.
42 Y dijo a voz en grito:
-¡Bendita tú entre las mujeres y bendio el fruto de tu vientre!
43 Y ¿quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor?
44 Mira, en cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre.
45 ¡Y dichosa tú por haber creído que llegará a cumplirse lo que te han dicho por parte del Señor!
46 Entonces dijo María:
-Proclama mi alma la grandeza del Señor
47 y se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador,
48 porque se ha fijado en la humillación de su sierva.
Pues mira, desde ahora me llamarán dichosa todas las generaciones,
49 porque el Potente ha hecho grandes cosas en mi
favor: Santo es su nombre
50 y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
51 Su brazo ha intervenido con fuerza,
ha desbaratado los planes de los arrogantes:
52 derriba del trono a los podersos
y encumbra a los humildes;
53 a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide de vacío.
54 Ha auxiliado a Israel, su servidor,
acordándose, como lo había prometido a nuestros padres,
55 de la misericordia en favor de Abrahán y su descendencia,
por siempre.
56 María se quedó con ella cuatro meses y se volvió a su casa.

EXPLICACIÓN.
                   Prontitud para el servicio (39): el Israel fiel (María), que vive fuera el influjo de la capital (Nazaret de Galilea), va en ayuda del judaísmo oficial (Isabel; Judá, nombre de la tribu en cuyo territorio estaba Jerusalén). El saludo de María comunica el Espíritu a Isabel y al niño (44). Isabel habla como profetisa (41s). La bendición, por la maternidad de María. El fruto del vientre (42: cf. Dt 7,13; 28,4). Por haber creído (45), a diferencia de Zacarías.

                 Por boca de María pronuncia su cántico el Israel fiel a Dios y a su alianza (46-48), el que ha creído en las promesas. Alaba a Dios por su cumplimiento, que ve inminente por el hecho de la concepción del Mesías. Dios mi salvador (47; cf. Sal 24,1; 25,5; Miq 7,7, etc), título clave del cántico, cuyo tema va a ser la salvación que Dios realiza en Israel; la humillación (48): en el AT, estado de opresión de que Dios libra a su pueblo (Dt 26,7; Sal 136,23; Neh 9,9); grandes cosas (49): se decía en particular de la salida de Egipto (Dt 10,21) y de la liberación de Babilonia (Jr 33,3, segundo éxodo); sus fieles (50), representados por María, "la sierva" (Éx 20,6).

                Ha intervenido (51: aoristo profético): Se ve el futuro como realización efectuada e infalible de una decisión divina ya tomada. Se explica la salvación que Dios va a realizar. Su brazo (Éx 6,6; Dt 4,34); los arrogantes (cf. Is 13,11), explicitados a continuación como los poderosos y los ricos (52s). La acción liberadora va a consistir en una subversión del orden social: exaltación de los humildes (1 Sm 2,5.7s; 2 Sm 22,28; Sal 72,1-4.12s; 75,5; 107,9.40s; 147,6; Eclo 10,14, etc), caída de los opresores (cf. 6,21; 11,13; Job 15,29; Jr 17,11). Destinatario de la salvación: Israel su servidor (54) (Is 41,8s; 42,1; 44,1.2.21; 45,4) = "sus fieles" (50) = "su sierva" (48). Dios no ha olvidado su misericordia/amor (Sal 98,3), como podía haber sospechado Israel ante los numerosos desastres históricos que ha sufrido. Amor prometido a los padres/patriarcas (55) (Gn 12,2ss; 15,4sss; 17,7; 22,17); fidelidad de Dios (54s). Lc menciona por adelantado la vuelta de María (56).

Miércoles 30 de Mayo del 2012.


Primera Lectura: I Pedro 1,18-25

                 18porque sabéis con qué os recataron del modo de vivir idolátrico que heredasteis de vuestros padres: no con oro ni plata perecederos, 19sino con una sangre preciosa, la del Mesías, cordero sin defecto y sin mancha, 20escogido desde antes de la creación del mundo y manifestado en los  últimos tiempos por vosotros. 21Por medio de él confiáis en Dios que lo resucitó de la muerte y lo glorificó; así vuestra fe y esperanza están puestas en Dios.
                 22Purificados ya internamente por la respuesta a la verdad, que lleva al cariño sincero por los hermanos, amaos unos a otros de corazón e intensamente. 23Porque habéis vuelto a nacer, y no de una semilla mortal, sino de una inmortal,  por medio de la palabra de Dios viva y permanente, 24porque “todo mortal es hierba y toda su belleza es flor de hierba: se agosta la hierba y cae la flor. 25En cambio la palabra del Señor permanece para siempre” (Is 40,6-8). Y ésa es la palabra que os anunciaron.

EXPLICACIÓN.

                    Estáis aquí de paso, cf.. 1,1: “emigrantes dispersos”; sangre preciosa (19), la muerte del Hijo de Dios; cordero, etc., cf. Éx 12,5; Is 53,7. El plan de Dios existía desde siempre (20). La resurrección de Jesús, cuya vida se experimenta en la comunidad, es el fundamento de la confianza en el Padre (21). El propósito del autor es principalmente moral: exhorta a vivir según las exigencias de la fe y avisa contra las consecuencias de la mala conducta.
                  La fe/adhesión, respuesta al mensaje de Dios, libera del pasado (purificados) y hace capaz de amar a los demás (22). Eso significa el nuevo nacimiento a una vida sin término. La semilla, no humana, sino divina, es el mensaje de Dios, que comunica vida (23). Cita adaptada de Is 40,6-8 (24-25).

Salmo Responsorial: 147 (146 y 147)

12Glorifica, Jerusalén, al Señor,
alaba a tu dios, Sión,
13que ha reforzado los cerrojos de tus puertas
y bendice a tus hijos dentro de ti;
14que ha puesto paz en tus fronteras
y te sacia con flor de harina
15que envía su mensaje a la tierra,
y su palabra corre velozmente;
19Anuncia su mensaje a Jacob,
sus decretos y mandatos a Israel.
20Con ninguna nación obró así
ni les dio a conocer sus mandatos. ¡Aleluya!

EXPLICACIÓN.

147,13. Supone la amenaza exterior: Neh 3. Bendice: con la fecundidad.
147,14. Paronomasia con el nombre de la capital: Sal 122.
147,15. Llega la estación invernal.
147,19. La terna “mensaje”, decretos y mandatos” remite al Dt e implícitamente a la alianza.
147,20. La ley es privilegio de Israel: Dt 4,8; Bar 4,1-4.

Transposición cristiana.
                     Es tradicional que Jerusalén represente a la Iglesia terrestre y a la celeste, de donde la lectura del salmo en dos claves complementarias. La palabra que viene a la tierra y corre veloz es el Hijo de Dios en la encarnación; como palabra se prolonga en la predicación del evangelio.


Evangelio: Marcos 10,32-45

Tercer anuncio de la muerte-resurrección (Mt 19,13-15; Lc 18,15-17)
32Iban por el camino, subiendo a Jerusalén, y Jesús iba delante; ellos estaban desconcertados, y los que lo seguían iban con miedo. Otra vez se llevó con él a los Doce y se puso a decirles lo que estaba para sucederle:
33-Mirad, estamos subiendo a Jerusalén, y el Hombre va a ser entregado a los sumos sacerdotes y a los letrados: lo condenarán a muerte y lo entregarán a los paganos; 34se burlarán de él, lo azotarán y lo matarán, pero a los tres días resucitará.  

Ambición de Santiago y Juan (Mt 20,20-24)  

35Se le acercaron los dos hijos de Zebedeo, Santiago y Juan, y le dijeron:
-Maestro, queremos que lo que te pidamos lo hagas por nosotros.
36Elles preguntó:
-¿Qué queréis que haga por vosotros?
37Le contestaron ellos:
-Concédenos sentamos uno a tu derecha y el otro a tu izquierda el día de tu gloria.
38Jesús les replicó:
-No sabéis lo que pedís; ¿sois capaces de pasar el trago que yo voy a pasar, o de dejaros sumergir por las aguas que me van a sumergir a mí?
39Le contestaron:
-Sí, lo somos.
Jesús les dijo:
-El trago que voy a pasar yo, lo pasaréis, y las aguas que me van a sumergir a mí os sumergirán a vosotros:
40pero el sentarse a mi derecha o a mi izquierda no está en mi mano concederlo más que a aquellos a quienes esté destinado.
41 Al oírlo, los otros diez dieron rienda suelta a su indignación contra Santiago y Juan.  

Instrucción de Jesús: El servicio (Mt 20,25-28; Lc 22,24-27)  

42Jesús los convocó y les dijo:
-Sabéis que los que figuran como jefes de las naciones las dominan, y que sus grandes les imponen su autoridad.
43No ha de ser así entre vosotros; al contrario, entre vosotros, el que quiera hacerse grande ha de ser servidor vuestro, 44y el que quiera ser primero, ha de ser siervo de todos; 45porque tampoco el Hombre ha venido para que le sirvan, sino para servir y para dar su vida en rescate por todos.

EXPLICACIÓN.

                      a) (10,32-34): Subida a Jerusalén. Tercer anuncio de la muerte-resurrección. Suben con Jesús los dos grupos, los Doce/los discípulos (desconcertados) y "los seguidores» no israelitas (con miedo). Jesús informa a los Doce (no les enseña, d. 8,31; 9,31) de lo que va a ocurrirle a él. Ante esto, ellos, el Israel mesiánico, deberían romper de una vez con las ideologías de la institución judía que va a procurar la muerte de Jesús, con los círculos de poder religioso y político (sumos sacerdotes) y los expertos de la Ley (letrados). Primera mención de la entrega a los paganos y los ultrajes.
                     b) (10,35-45): Como después del segundo anuncio de la muerte (9,31), se manifiesta la ambición de los discípulos (d. 9,34). Santiago y Juan, «los Truenos» (= los autoritarios, 3,17). Sin darse por enterados del anuncio anterior, esperan que Jesús ocupará el trono de Israel y solicitan para ellos los primeros puestos (35-37). Jesús les propone otro programa: aceptar una muerte como la suya (38; d. 8,34); pasar el trago (lit. "beber la copa») y ser sumergido por las aguas (lit. «ser bautizado») son figuras de su muerte (cf. 14,23s.36; 1,9), en el doble aspecto, activo y libre (entregarse) y pasivo (ser entregado) (38). Aunque lo acepten, no serán los únicos, y Jesús no juzga de la calidad de la entrega; es cosa del Padre (cf. 4,27; 13,32) (30-40). La ambición, causa de división (cf. 9,50); los diez, como en el cisma de las tribus (1 Re 12) (41).  

                  c) Centro (10,42-46a): Al tomar como contraste para la conducta en la comunidad a los poderes paganos, Jesús compara con ellos el ideal mesiánico de los discípulos (42). La nueva sociedad (el reino de Dios) excluye el poder o el dominio; servidor vuestro (d. 9,35), actitud dentro de la comunidad (43); siervo/esclavo (primera vez en Mc) de todos, actitud con los de fuera, aludiendo a la situación de la humanidad pagana, donde la sociedad legitimaba la esclavitud (cf. 5,2-20; 7,24-31); la denominación implica, pues, solidaridad con esos oprimidos (44). El Hombre (Jesús y los que aspiran a la plenitud humana) no reclama ser Servido (dominar, ser grande a la manera de este mundo); dentro de la comunidad, su actitud es el servicio; respecto a los oprimidos/esclavos la de entregar su vida para rescatarlos (45).

Martes 29 de Mayo del 2012.


Primera Lectura: I Pedro 1,10-16

            10Por esta salvación empezaron a interesarse y a investigar ciertos profetas que habían predicho la gracia destinada a vosotros. 11El Espíritu de Cristo que estaba en ellos les declaraba por anticipado los sufrimientos por Cristo y los triunfos que seguirían. 12Indagaban ellos queriendo saber para cuándo y para qué circunstancias lo indicaba, y  se les reveló que aquel ministerio profético no miraba a ellos, sino a vosotros. Ahora, por medio de los que os trajeron la buena noticia, os lo ha comunicado el Espíritu Santo enviado del cielo. Los ángeles se asoman deseosos de verlo.
             13Por eso, con la mente preparada para el servicio y viviendo con sobriedad, poned una esperanza sin reservas en el don que os va a traer la manifestación de Jesús Mesías. 14Como hijos obedientes, no os amoldéis más a los deseos que teníais antes, en los días de vuestra ignorancia. 15No, igual que es santo el que os llamó, sed también vosotros santos en toda vuestra conducta, 16porque la Escritura dice: “Seréis santos, porque yo soy santo” (Lv 19,2).

EXPLICACIÓN.

                        Ciertos profetas cristianos, probablemente de comunidades en territorio judío, habían predicho numerosas conversiones, seguidas de persecuciones (cf. 1,6), que serían, sin embargo, ocasiones de triunfo (cf. 1,7); el Espíritu del Mesías (esta expresión, además de la indeterminación “profetas”, excluye que se trate de los profetas del AT) les reveló que las conversiones se verificarían no entre los judíos, sino entre los paganos (1,2; cf. 1,1). Alegría de la iglesia (1,12b). Ni siquiera los ángeles, considerados tradicionalmente como iniciados a los secretos de Dios, conocían este designio histórico que se da a conocer a los cristianos (10-12). Es un modo de subrayar la absoluta novedad que representa la integración de los paganos (cf. Ef 3,9: “el ministerio oculto”; Col 2,2).
                      El autor desarrolla el significado de “consagración” (1,2), probablemente como instrucción a los recién bautizados: es la imitación de Dios, que es santo (nuevo código de santidad, en vez del legal de Lv 17-27): servicio, expresión del amor; sobriedad u opción por la pobreza; esperanza, que permite afrontar las dificultades; ruptura con la vida de antes, cambio de la escala de valores (13-14). La santidad de Dios significa su incompatibilidad con el mal. Seréis santos, etc., Lv 11,44; 19,2; 20,7 (15-16).

 Salmo Responsorial: 98 (97)

(Sal 96; Is 40-55)
1Canrad al Señor un cántico nuevo
porque ha hecho maravillas;
su diestra le ha dado la victoria,
su santo brazo.
2EI Señor da a conocer su victoria,
revela su justicia a la vista de los pueblos.
3Se acordó de su lealtad y fidelidad
para la Casa de Israel.
Los confines de la tierra han contemplado
la victoria de nuestro Dios.
4Vitorea al Señor, tierra entera,
gritad, aclamad, tañed:

EXPLICACIÓN.

98,1 Ap 5,9; 14,3.
98,1-3 Notamos una "victoria" singular y "maravillas" plurales. La explicación está en el "recuerdo" del Señor, el cual ha sido coherente con su modo de proceder, ha mantenido su "lealtad". La acción ha sido a favor de Israel y "justa", la manifestación es universal: Israel es escenario de la actuación de Dios.
98,4-6 En la música instrumental y vocal reconoce el salmista un acto superior de alabanza. La vocal exalta la palabra, intensifica la expresión; la instrumental templa y acuerda los sonidos naturales.

Trasposición cristiana.
El tema del "venir" se realiza en el "adviento", en el Mesías "que ha de venir"; doble adviento, histórico y escatológico; ambos celebrados en nuestro adviento litúrgico. El segundo tema es el reinado, dominante en el NT: universal y justo. Al "cántico nuevo" se refiere Ap 5,9s. 

Evangelio: Marcos 10,28-31

28Pedro empezó a decirle:
-Pues mira, nosotros lo hemos dejado todo y te hemos venido siguiendo.
29Jesús declaró:
-Os lo aseguro: No hay ninguno que deje casa, hermanos o hermanas, madre o padre, hijos o tierras, por causa mía y por causa de la buena noticia, 30que no reciba cien veces más: ahora, en este tiempo, casas, hermanos y hermanas, madres, hijos y tierras -entre persecuciones- y, en la edad futura, vida definitiva.
31Pero todos, aunque sean primeros, han de ser últimos, yesos últimos serán primeros.

EXPLICACIÓN.

                    Pedro quiere una respuesta concreta, mostrando la situación del grupo (28). La respuesta de Jesús no se refiere en particular al grupo de discípulos (israelitas), sino a cualquier seguidor que lo abandone todo para manifestar su adhesión a él y dedicarse a la propagación del mensaje. En el Reino ?O habrá miseria, sino afecto y abundancia para todos, pero sin desIgualdad (nótese la supresión del padre, figura de la autoridad, en la segunda enumeración); hostilidad de la sociedad (entre persecuciones); además, heredarán la vida definitiva (29-30). 
                   31. Colofón: Todos, aunque sean primeros (el caso del rico), han de hacerse últimos, optando por la pobreza (10,21; d. 9,35). No se puede entrar en el Reino manteniendo una posición (cf. 10,21.23-35) que crea dependencia dentro del grupo. Todos esos últimos serán primeros, pues su opción (renuncia a la ambición y servicio mutuo) creará para todos igualmente una comunidad de amor y abundancia (cf. 10,29s) (31). Para la traducción, vse. Mt 19,30.

Lunes 28 de Mayo del 2012.


Primera Lectura: I Pedro 1,3-9

3¡Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor, Jesús Mesías!
 Por su gran misericordia nos ha hecho nacer de nuevo, para la viva esperanza que nos dio
resucitando de la muerte a Jesús Mesías;
4para la heredad que no decae, ni se mancha, ni se marchita, reservada en el cielo para para vosotros, 5que, gracias a la fe, estáis custodiados por la fuerza de Dios;
para la salvación dispuesta a revelarse en el momento final.
 6Por eso saltáis de gozo, si hace falta ahora sufrir por algún tipo de diversas pruebas; 7de esa manera los quilates de vuestra fe resultan más preciosos que el oro perecedero que, sin embargo, se aquilata a fuego, y alcanzará premio, gloria y honor cuando se revele Jesús Mesías. 8Vosotros no lo visteis, pero lo amáis; ahora, creyendo en él sin verlo, sentís un gozo indecible, radiantes de alegría, 9porque obtenéis el resultado de vuestra fe, la salvación personal.

EXPLICACIÓN.

                 3-9.     Tema del nuevo nacimiento, que promete una vida sin fin (la viva esperanza), demostrada por la resurrección de Jesús (3) y que se identifica con la heredad celeste (4). La fe o confianza en Dios es la defensa del cristiano; ella le asegura la fuerza divina; expectación de la liberación definitiva de las persecuciones y penalidades (5).
               La salvación aparece así al mismo tiempo como presente y como futura: nuevo nacimiento, nuevo horizonte, esperanza de vida para siempre, herencia imperecedera, liberación final. La fe, entrega vital a Dios, asegura el éxito.
               Alegría del cristiano por su esperanza, aun en medio de las dificultades; la persecución hace madurar la fe (Sab 3,6; Eclo 2,5). Alegría que nace del amor a Jesús; la fe/adhesión a él es una experiencia liberadora (6-9).

Salmo Responsorial: 111 (110)

1 Aleluya. Doy gracias al Señor de todo corazón
en el consejo de los rectos y en la asamblea.
2Grandes son las obras del Señor,
dignas de estudio para los que las aman.
5Da el alimento a sus fieles,
acordándose siempre de su alianza.
6Mostró a su pueblo la eficacia de su acción
dándole la heredad de los paganos.
9Envió la redención a su pueblo,
ratificó para siempre la alianza,
10c El elogio del Señor dura por siempre.
EXPLICACIÓN.

111,1 a "De todo corazón": Dt 6,5. Punto de partida del salmo: el rosario de aforismos quiere ser expresión cordial.

111,1 b "Consejo": véase Ez 13,9.

111,2ab "Estudio": tomo el verbo hebreo en su acepción tardía.

111,5a "Alimento": lo refiero al desierto. El sustantivo hebreo con este significado lo comparte sólo con Prov 31,15.

111,5b El "recuerdo" de Dios sugiere su coherencia y lealtad al compromiso.

111,6a "Eficacia": p. ej. Ex 9,16.

111,9a En contexto postexílico puede aludir a la repatriación.

111,10c La alabanza del Señor no cesará jamás: cfr. Sal 84,S.
 

Trasposición cristiana.

Lucas cita dos versos en el Benedictus y el Magnificat: 1, 49.68. El cristiano piensa en la nueva y eterna alianza.

 Evangelio: Marcos 10,17-27

El hombre rico (Mt 19,16-22; Lc 18,18-23) 

17Mientras salía de camino se le acercó uno corriendo y, arrodillándose ante él, le preguntó:
-Maestro insigne, ¿qué tengo que hacer para heredar vida definitiva?
18Jesús le contestó:
-¿Por qué me llamas insigne? Insigne como Dios, ninguno. 19Ya sabes los mandamientos: no mates, no cometas adulterio, no robes, no des falso testimonio, no defraudes, sustenta a tu padre y a tu madre.
20ÉI le declaró:
-Maestro, todo eso lo he cumplido desde joven:
21Jesús se le quedó mirando y le mostró su amor diciéndole:
-Una cosa te falta: ve a vender todo lo que tienes y dáselo a los pobres, que tendrás en Dios tu riqueza; y anda, ven y sígueme.
22 A estas palabras, el otro frunció el ceño y se marchó entristecido, pues tenía muchas posesiones.

Los discípulos y la riqueza (Mt 19,23-30; Lc 18,24-30)  

23Jesús, paseando la mirada alrededor, dijo a sus discípulos:
-¡Con qué dificultad van a entrar en el reino de Dios los que tienen el dinero!
24 Los discípulos quedaron desconcertados ante estas palabras suyas. Jesús insistió:
-Hijos, ¡qué difícil es entrar en el reino de Dios para los que confían en la riqueza! 25Más fácil es que un camello pase por el ojo de una aguja que no que entre un rico en el reino de Dios.
26Ellos comentaban, enormemente impresionados:
-Entonces, ¿quién puede subsistir?
27Jesús se les quedó mirando y les dijo:
-Humanamente, imposible, pero no con Dios; porque con Dios todo es posible.

EXPLICACIÓN.

                       (10,17-22): La riqueza, obstáculo para seguir a Jesús. Un hombre angustiado busca solución para el problema crucial: superar la muerte. Reconoce en Jesús un saber superior (Maestro insigne) (17). En este asunto, los judíos han tenido al mejor de los maestros, Dios (18). Condición mínima para obtener vida definitiva: no ser personalmente injusto. De los diez mandamientos, Jesús omite los tres primeros, cita solamente los éticos, los que se refieren al prójimo. Mc añade no defraudes, no privar a otro de lo que se le debe. Invierte el orden (el cuarto, al final): la obligación para con la familia no exime de la obligación para con la humanidad (19). Fidelidad de aquel hombre (20). Le demostró su amor invitándolo a incorporarse al grupo de discípulos; una cosa te falta: acoger el reinado de Dios como un chiquillo (10,15), abandonando la riqueza (8,34: «reniegue de sí mismo») para hacerse último y servidor de todos (9,35). Aunque personalmente no es injusto, está implicado, por su riqueza, en la injusticia de la sociedad. Para construir el reino de Dios (la sociedad nueva) no basta ser justo personalmente, hay que eliminar la base de la injusticia, la desigualdad y la dependencia creadas por la acumulación de riqueza. Dar a los pobres, sin esperanza de recuperarlo; tendrás en Dios tu riqueza (lit. «tendrás un tesoro en el cielo») se refiere a 1 O, 14: «tienen a Dios por rey»: rennunciando a la seguridad del capital se obtiene la que procura el cuidado de Dios por los suyos. El hombre, atado por su apego a la riqueza (22).

                      23-27. Desconcierto de los discípulos: piensan que en el reino de Dios (la nueva sociedad) continúan existiendo la riqueza individual y la dependencia que ésta crea (cf. 6,36s). (24: para los que confían en la riqueza, frase muy bien atestiguada y requerida por el v. 25). Insistencia de Jesús (23-24). Ellos se preguntan si es posible la subsistencia sin el apoyo de la riqueza material de algunos del grupo (subsistir, gr. sóthenai, escapar de un peligro, aquí el de la indigencia; vse. en 8,35 los dos sentidos de «salvar su vida») (26). La subsistencia es posible con la entrega y solidaridad que produce el reinado de Dios (27).

Domingo 27 de Mayo del 2012.


Primera Lectura: Hechos 2,1-11

1 Al llegar el día de Pentecostés estaban todos juntos reunidos con un mismo propósito.
2 De repente un ruido del cielo, como una violenta ráfaga de viento, resonó en toda la casa donde se encontraban,
3 y vieron aparecer unas lenguas como de fuego que se repartían posándose encima de cada uno de ellos.
4 Se llenaron todos de Espíritu Santo y empezaron a hablar en diferentes lenguas, según el Espíritu les concedía expresarse.
5 Residían por aquel entonces en Jerusalén hombres devotos de todas las naciones que hay bajo el cielo.
6 Al producirse aquel ruido, acudieron en masa y quedaron desconcertados, porque cada uno los oía hablar en su propio idioma.
7 Todos, desorientados y admirados, decían:
- ¿No son galileos todos esos que están hablando?
8 Entonces, ¿cómo es que nosotros, partos, medos y elamitas, los oímos hablar cada uno en nuestra propia lengua nativa?;
9 y nosotros, los residentes en Mesopotamia, en Judea y Capadocia, en el Ponto y en Asia,
10 en Frigia y Panfilia, en Egipto y en la zona de Libia que confina con Cirene, y también los forasteros, romanos
11 -tanto judíos como prosélitos-, cretenses y árabes, los oímos hablar, cada uno en nuestras lenguas, de las maravillas de Dios.

EXPLICACIÓN.

                     "Pentecostés", quincuagésimo día después de la Pascua judía, fuesta de las primicias de la cosecha. "Todos", los ciento veinte o Israel mesiánico de 1,15.26; "reunidos con un mismo propósito", cf. 1,15 (1). "Viento", significado original de "espíritu": manifiesta la fuerza de Dios (Lc 24,49; Hch 1,8); "ráfaga violenta", exteriorización de las resistencias interiores del grupo; "la casa", ámbito de la comunidad (2). "Fuego", no destructor, como el anunciado por Juan (Lc 3,9.16s), sino inspirado para la predicación misionera ("lenguas"); factor de unidad contrapuesto a la dispersión de la humanidad (Gn 11,1-9, episodio de la torre de Babel) (3s).

                   La lectura "hombres" (5) está bien atestiguada y concuerda con la descripción del pasado ("nativos"), presente ("residentes") y futuro ("forasteros") de la humanidad (8-11) y con el encabezamiento del discurso de Pedro (14a). Unidad de lenguas en la universalidad de los pueblos, ordenados según una línea imaginaria que enlaza, partiendo del oriente, los cuatro puntos cardinales pasando por el centro, Judea, y terminando en occidente.

Salmo Responsorial: 104 (103)

(Eclo 43)

1Bendice, alma mía, al Señor:
Señor Dios mío, eres inmenso.
24¡Cuántas son tus obras, Señor,
la tierra está llena de tus criaturas!
29b les retiras el aliento y perecen
y vuelven al polvo.
30Envías tu aliento y los recreas
y renuevas la faz de la tierra.
31¡Gloria al Señor por siempre
y goce el Señor con sus obras!
34Que le sea agradable mi poema,
y yo me alegraré con el Señor.


EXPLICACIÓN.

104,1 b-9 El Dios creador de Gn está fuera de su creación. El del presente salmo está presente en ella como soberano. Se presenta con vestiduras regias, se ha construido un palacio en las alturas. Cuando sale a recorrer sus dominios, dispone de una carroza de nubes o de cabalgaduras aladas de vientos. Despacha a sus servidores con mensajes y encargos. Cimienta sólidamente la tierra. Y si allá abajo, una de sus criaturas se rebela e intenta asaltar a otra, el océano a la tierra, con un bufido la reprime, e impone su orden distribuyendo zonas y trazando fronteras. No hay otros dioses en su corte; no hay batalla dramática.

104,24 Las "obras" incluyen toda la variada actividad divina. "Maestría" es el saber hacer, la sabiduría del artesano. "La tierra está llena": Is 45,18. El salmo no habla del desierto inhabitado.

104,29-30 El poeta está contemplando el maravilloso y misterioso continuar de las especias bajo el control divino. Según Gn 1, Dios creó "según especies", no todos los individuos. Unos mueren, otros de la especie nacen, y así continua el ciclo de la vida. Dios controla el "aliento" de vida (Job 12,10): si lo retira, los seres vivos expiran (Job 34, 14s); si lo comunica a otros, "son creados". Es aliento de Dios y de ellos (Job 27,3).

104,31 Suena como nueva conclusión: gloria reconocida y tributada al Señor.

104,33-34 Dedicatoria. El poeta, contento de su obra, espera que el Señor la acepte con agrado. Ese será su máximo gozo: la aceptación divina más que el acierto poético.

Trasposición cristiana.

Podemos leer o cantar este salmo a la luz de Jesucristo glorificado. Como maestros tomaremos a los místicos, a San Juan de la Cruz.

Segunda Lectura: I Corintios 12,3b-7.12-13

3bNadie puede decir: "¡Jesús es Señor!", si no es impulsado por el Espíritu Santo.
4Los dones son variados, pero el Espíritu es el mismo; 5las funciones son variadas, aunque el Señor es el mismo, 6las actividades son variadas, pero es el mismo Dios quien lo activa todo en todos.
7La manifestación en particular del Espíritu se la da a cada uno para el bien común.
12Es un hecho que el cuerpo, siendo uno, tiene muchos miembros, pero los miembros, aun siendo muchos, forman entre todos un solo cuerpo. 13Pues también el Mesías es así, porque también a todos nosotros, ya seamos judíos o griegos, esclavos o libres, nos bautizaron con el único Espíritu para formar un solo cuerpo, y sobre todos derramaron el único Espíritu;

EXPLICACIÓN.

                   La exaltación espiritual no es siempre de buena ley, pues no siempre procede del Espíritu de Dios (1-3). Los verdaderos dones espirituales tienen todos el mismo origen (4-6).
                 Tienen también la misma finalidad, favorecer el bien común (7). Los dones no suelen revestir formas espectaculares.
                  Para inculcar que los carismas o dones del Espíritu se dan para el bien común, Pablo utiliza una analogía popular entre los filósofos de su tiempo: los miembros de una sociedad o grupo humano están vinculados como los miembros de un mismo cuerpo; aquí, por obra del Espíritu, que crea la igualdad fundamental. Como sucede en el cuerpo, sin embargo, la diversidad no se opone a la unidad (12-13).

Evangelio: Juan 20,19-23

La nueva Pascua: Creación de la comunidad mesiánica.
(Jn 20,19-23)

20, 19. Ya anochecido, aquel día primero de la semana, estando atrancadas las puertas del sitio donde estaban los discípulos, por miedo a los dirigentes judíos, llegó Jesús, haciéndose presente en el centro, y les dijo:
- Paz con vosotros.
20. Y dicho esto les mostró las manos y el costado. Los discípulos sintieron la alegría de ver al Señor.
21. Les dijo de nuevo:
- Paz con vosotros. Igual que el Padre me ha enviado a mí, os envío yo también a vosotros.
22. Y dicho esto sopló y les dijo:
-Recibid Espíritu Santo.
23. A quienes dejéis libres de los pecados, quedarán libren de ellos; a quienes se los imputéis, les quedarán imputados.


EXPLICACIÓN.
                    19-23. El mismo día en que comienza la nueva creación (19: primero de la semana); esta realidad va a ser considerada ahora desde el punto de vista de la nueva Pascua., con alusión al éxodo del Mesías. Los discípulos, todos los que dan su adhesión a Jesús; no hay nombres propios ni limitación alguna. Con las puertas atrancadas, etc. Muestra su desamparo en medio de un ambiente hostil. El miedo denota la inseguridad; aún no tienen experiencia de Jesús vivo (16,16). Como José de Arimatea, son discípulos clandestinos (19,38). Situación como la del Antiguo Israel en Egipto (Éx 14,10); pero están en la noche (Ya anochecido) en que el Señor va a sacarlos de la opresión (Éx 12,42; Dt 16,1).

                 Jesús se hace presente, como había prometido (14,18s; 16, 18ss). En el centro; fuente de vida, punto de referencia, factor de unidad. Paz con vosotros, cf. 14,27s; 16,33; el saludo les confirma que ha vencido al mundo y a la muerte. Les muestra los signos de su amor y de su victoria (20). El que está vivo delante de ellos es el mismo que murió en la cruz; se les muestra como el Cordero de Dios, el de la Pascua nueva y definitiva, cuya sangre los libera de la muerte (Éx 12,12s); el Cordero preparado para ser comido esta noche (Éx 12,8), es decir, para que puedan asimilarse a él. La permanencia de las señales en las manos y el costado indica la permanencia de su amor; Jesús será siempre el Mesías-rey crucificado, del que brotan la sangre y el agua. Alegría, cf. 16,20.22.
La repetición del saludo (21) introduce la misión, a la que tendía la elección de los discípulos (15,16; 17,18). Ha de ser cumplida como él la cumplió, demostrando el amor hasta el fin (manos y costado). El Espíritu (22) los capacitará para la misión. Sopló o “exhaló su aliento”, verbo usado en Gn 2,7 para indicar la infusión en el hombre del aliento de vida. Jesús les infunde ahora su propio aliento, el Espíritu (19,30). Crea la nueva condición humana, la de “espíritu” (3,6; 7,39). Por el “amor y lealtad” que reciben (1,17). Culmina la obra creadora; esto significa “nacer de Dios” (1,13), estar capacitado para “hacerse hijo de Dios” (1,12). Quedan liberados “del pecado del mundo” (1,19) y salen de la esfera de la opresión. La experiencia de vida que da el Espíritu es “la verdad que hace libres” (8,31s); quedan “consagrados con la verdad” (17,17s). El éxodo del Mesías no se hace saliendo físicamente del “mundo” injusto (17,15), sino dando la adhesión a Jesús y, de este modo, dejando de pertenecer a él (17,6.14).

                        Resultado positivo y negativo de la misión (23), en paralelo con la de Jesús. El pecado, la represión o supresión de la vida que impide la realización del proyecto creador, se comete al aceptar los valores de un orden injusto. Los pecados son las injusticias concretas que se derivan de esa aceptación.

                          El testimonio de los discípulos (15,26s), la manifestación del amor del Padre (9,4), obtendrá las mismas respuestas que el de Jesús: habrá quienes lo acepten y quienes se endurezcan en su actitud (15, 18-21; 16,1-4).

                         Al que lo acepta y es admitido en el grupo cristiano, rompiendo de hecho con el sistema injusto, la comunidad le declara que su pasado ya no pesa sobre él; Dios refrenda esta declaración infundiéndole el Espíritu que lo purifica (19,34) y lo consagra (17,16s). A los que rechazan el testimonio, persistiendo en la injusticia, su conducta perversa, en contraste con la actividad a favor de los hombres que ejerce el grupo cristiano, les imputa sus pecados. La confirmación divina significa que estos hombres se mantienen voluntariamente en la zona de la reprobación (3,36).

SÍNTESIS.

                    “El día primero de la semana” alude a la celebración de la eucaristía. De Jesús brota la fuerza de vida que anima a la comunidad y le impulsa a la misión. En ella, el grupo cristiano prolonga el ofrecimiento de vida que hace el Padre a la humanidad por medio de Jesús. Ante él cada hombre ha de hacer su opción. La integración en la alternativa de Jesús da realidad a la ruptura con el sistema injusto. La opción negativa pone en evidencia la injusticia del hombre; la existencia de la comunidad es la imputación objetiva de su culpa.

Sábado 26 de Mayo del 2012.


Primera Lectura: Hechos 28,16-20.30-31

16 Una vez entrados en Roma, le permitieron a Pablo tener su propio domicilio con un soldado que lo vigilase.
17 Tres días después invitó él a los judíos principales a un encuentro; cuando se reunieron les dijo:
- Yo, hermanos, sin haber hecho nada contra el pueblo o las tradiciones de nuestros padres, estoy preso desde que en la ciudad de Jerusalén me entregaron a los romanos.
18 Éstos me interrogaron y querían ponerme en libertad, porque respecto a mí no existía ningún cargo que mereciera la muerte;
19 pero como los judíos se oponian, me vi obligado a apelar al César, aunque sin intención alguna de acusar a mi nación.
20 Éste es el motivo por el que os rogué poder veros y hablar con vosotros, pues precisamente por la esperanza de Israel llevo encima estas cadenas.
30 Permaneció allí dos años enteros a su propia costa, recibiendo a todos los que acudían a él,
31 predicando el reinado de Dios y enseñando lo concerniente al Señor Jesús con toda valentía, sin impedimentos.

EXPLICACIÓN.

                           Prisión atenuada de Pablo y desaparición definitiva del "nosotros" (16).

                           Éstos aparecieron por primera vez cuando se anunció la travesía hacia Europa (16,10). (En la rec. occ. se anticipa su presentación en 11,28.). A partir del momento en que Pablo se ha visto privado de la presencia profética de Bernabé y no obstante el gran rodeo que ha hecho dar a la misión, por haber resuelto enfrentarse con la institución judía de Jerusalén 8cf. 19,21b) contra el parecer del Espíritu Santo (cf. 19,21c; 20,3 var.; 20,23; 21,4.10-12), el grupo del "nosotros" se ha mantenido a su lado o al margen marcando con su presencia o ausencia si el camino elegido por él era recto o equivocado.

                            Ahora, una vez que Pablo ha alcanzado Roma, objetivo que le había fijado el designio divino (cf. 19,21c; 23,11), el grupo del Espíritu se separa de él definitivamente, a la manera como el ángel liberador se aparta de los personajes a quienes ayuda a liberarse (cf. 12,7-19). Dicho objetivo, Roma, viene expresado también mediante circunlocuciones tales como el "César" (27,24), "el tribunal del César" (25,10), "la apelación al César" (25,11.12.21.25; 26,32; 28,19) o la declaración por parte de Pablo de su verdadera identidad "romana" (16,37.38; 22,25.26.27.29; 23,27); todos estos términos designan al mundo pagano, campo de misión que había sido asignado a Pablo (cf. 13,47; 22,21; 26,17s) y que debía haber sido el suyo desde un principio.

                           Sin embargo, ni siquiera llegado a Roma renuncia Pablo a su proyecto de convertir a una comunidad judía representativa. Invita a los judíos principales de la capital y les expone su caso. Justifica el hecho de haber sido entregado a los paganos -el máximo oprobio para un judío (cf. 21,11)- por la oposición sistemática de los judíos a que lo pusieran en libertad siendo inocente. Subraya, sin embargo, que con su apelación al Emperador no ha querido desacreditar a su pueblo. La única causa de su condena es la esperanza de Israel.

                            Ante los judíos de Roma Pablo hace la mejor presentación de sí mismo (17-20).
                         La tercera vez que Pablo afirma solemnemente que desde ahora se dirige a los paganos 8cf. 13,46; 18,6; 28,28) lo cumple a la letra (30). La frase decisiva es la que cierra el libro: "con toda libertad/valentía", efecto del Espíritu (cf. 4,29), "sin impedimento" (31), por haber renunciado a su nacionalismo judío, el máximo obstáculo que se había interpuesto constantemente en su labor misionera. Ahora alcanza toda su talla de apóstol.

                             Una vez que los personajes más representativos de las principales tendencias han alcanzado el ápice de su liberación personal, poniendo todas sus facultades y actividad al servicio del mensaje universalista de Jesús, Lc deja de hablar de ellos. (Así, Felipe, portavoz del grupo helenista, desaparece de escena en 8,40, reapareciendo en 21,8s a la cabeza de la comunidad paganocristiana de Cesarea; Pedro, portavoz del grupo hebreo/apostólico, sale de escena en 12,17, reapareciendo en 15,7-11 para defender la causa de los paganos.) Por eso, una vez que Pablo ha alcanzado su plena madurez de apóstol, Lc puede concluir el segundo libro. Ya no hace falta hablar más de él, pues está perfectamente en línea con el mensaje de Jesús (primer libro).


Salmo Responsorial: 11 (10)

4 - El Señor está en su templo santo,
el Señor tiene en el cielo su trono:
sus ojos están observando,
sus pupilas examinan a los hombres.
5 El Señor examina a honrados y malvados,
al que ama la violencia lo aborrece.
7 Porque el Señor es justo y ama la justicia;
los rectos verán su rostro.
EXPLICACIÓN.

11,4 Afirma el puro hecho de la presencia, “está”, antes de mencionar su actividad: Is 18,4; 66,1; Hab 2,20; los ojos: Jr 32,19.

11,5 Se entrevé al fondo el castigo ejemplar de Sodoma y Gomorra: Gn 19,24; Is 34,9s; Ez 38,22. Es un castigo definitivo.

11,7 ¿Qué alcance tiene “ver el rostro de Dios”? Hay que colocar la frase en la línea de Jacob (Gn 32,30). Moisés (Éx 33,18-21) y el final del Sal 17. También se puede seguir la línea de Job 9,11; 23,9; 19,27 y 41,5.

Transposición cristiana.
Puede referir el salmo al juicio de Jesucristo al final de los tiempos: Hch 10,42; recoge la imagen de la copa Ap 15,7; 16,1. Para algunos casos el evangelio recomienda la fuga: Mt 10,23. El ver a Dios entra en el horizonte de la visión beatífica.

Evangelio: Juan 21,20-25

20. Al volverse, Pedro vio al discípulo predilecto de Jesús, que iba siguiendo, el mismo que en la cena se había apoyado en su pecho y le había preguntado: “Señor, ¿quién es el que te va a entregar?”
21. Pedro, entonces, al verlo, le preguntó a Jesús:
- Señor, y éste, ¿qué?
22. Le respondió Jesús:
- Y si quiero que se quede mientras sigo viniendo, ¿a ti que te importa? Tú sígueme a mí.
23. De ahí que se corriera la voz entre los hermanos de que el discípulo aquel no moriría. Pero Jesús no le dijo que no moriría, sino: “Si quiero que se quede mientras sigo viniendo, ¿a ti qué te importa?”
24. Éste es el discípulo que da testimonio de estas cosas y las ha escrito, y sabemos que su testimonio es digno de fe.
25. Pero hay además otras muchas cosas que hizo Jesús, las cuales, si se escribiesen una por una, pienso que los libros que se escribieran no cabrían en el mundo.

EXPLICACIÓN.

                    Jesús lo invita a comenzar el seguimiento (cf. 13,36). Es la invitación que hizo a Felipe al principio del Evangelio (1,43); Pedro tiene que volver a los principios y aprender todo lo que no había aprendido. Pedro se vuelve, para comenzar su seguimiento, y ve al que nunca ha dejado de seguir a Jesús. Reacción (21): inseguro, quiere saber qué será del otro, para imitarlo y no desviarse. No importa lo que pase con el otro (22); la ruta de cada uno es independiente; mientras sigo viniendo, haciéndose presente en la comunidad, hasta que acabe la creación de la humanidad (20,17). No hay más modelo que Jesús ni más camino que el suyo (Tú sígueme a mí). El Espíritu identifica con él. Se deshace un equívoco (23). Hermanos, apelativo de los cristianos.

SÍNTESIS.

                         La mentalidad tipificada por Pedro, la del Mesías/la Iglesia de poder es el gran obstáculo para el seguimiento; considera a Jesús un líder a quien se presta una adhesión independiente de la comunidad y del mundo. Libertad y responsabilidad del discípulo en el seguimiento. Vínculo personal de amistad con Jesús. Cada cual ha de recorrer su propio camino y asumir su propia responsabilidad. La presencia de Jesús está asegurada.

                       24-25. La comunidad presenta el testimonio del evangelista. Autor del Evangelio, el discípulo predilecto de Jesús. Esta afirmación asegura al lector que la figura de Jesús descrita en el Evangelio responde al significado profundo de su persona. La comunidad ha aceptado este testimonio y lo refrenda; sus miembros saben lo que es digno de fe, es decir, que corresponde a su experiencia personal de Jesús. Hipérbole (25): lo escrito es sólo una muestra de lo que hizo Jesús. Para conocer a Jesús no hace falta la plena información histórica, basta penetrar su significado profundo.

jueves, mayo 03, 2012

Viernes 25 de Mayo del 2012.


Primera Lectura: Hechos 25,13-21

13 Transcurridos unos días, el rey Agripa y Berenice llegaron a Cesarea para cumplimentar a Festo;
14 como se entretuvieron allí varios días, Festo puso al rey en antecedentes del caso de Pablo, diciéndole:
- Tengo aquí cierto individuo que Félix ha dejado preso;
15 cuando estuve en la ciudad de Jerusalén, los sumos sacerdotes y los senadores judíos presentaron querella contra él, exigiendo su condena.
16 Les respondí que no es costumbre romana ceder a un individuo sin más ni más; primero el acusado tiene que carearse con sus acusadores, para tener ocasión de defenderse de lo que se le inculpa.
17 Cuando se reunieron aquí, yo, sin dilación alguna, al día siguiente me senté en el tribunal y mandé traer a ese hombre.
18 Pero, cuando los acusadores lo rodearon, no aducían ningún cargo grave de los que yo supnía:
19 se trataba de ciertas controversias con él acerca de su propia religión y, en particular, acerca de un tal Jesús, que había muerto, pero que Pablo sostenía que estaba vivo.
20 Yo, no sabiendo a qué atenerme en los asuntos que se discutían, le propuse si quería ir a la ciudad de Jerusalén y ser juzgado allí sobre aquello.
21 Pero como Pablo ha apelado, pidiendo seguir en la cárcel hasta que decida el Augusto, he dado orden de dejarlo preso hasta que pueda remitirlo al César.
EXPLICACIÓN.
                Visita a Cesarea de Agripa II, biznieto de Herodes el Grande (Lc 1,5), acompañado de su hermana Berenice (13). Agripa tiene por "mujer" a su hermana, mientras que Herodes Antipas había tomado la mujer de Filipo (Lc 3,1-19).

                 Al igual que había hecho el comandante romano en su informe a Félix (23,26-30), también Festo deforma los hechos para quedar bien (comp. v. 16 con v.11). Repite, prácticamente en los mismos términos lo ocurrido en la sesión anterior. Lc pretende subrayar el alcance de la apelación de Pablo al César, que motiva su viaje a Roma, meta señalada por el Señor (23,11; cf. 19,21) (14-21). Curiosidad de Agripa (22, cf. Lc 23,8).
Salmo Responsorial: 103 (102)

(Eclo 18,8-14)
1Bendice, alma mía, al Señor
y todo mi interior,
a su santo nombre.
2Bendice, alma mía, al Señor
y no olvides sus beneficios.
11Pues como se eleva el cielo sobre la tierra,
así vence su misericordia a sus fieles.
12Como dista el oriente del ocaso,
así aleja de nosotros nuestros delitos.
19EI Señor afirmó en el cielo su trono,
su reinado gobierna el universo. 
20Bendecid al Señor, ángeles suyos,
poderosos ejecutores de sus órdenes,

EXPLICACIÓN.

103,2 "Beneficios": un uso de "retribución" benéfica raro, compartido sólo con 2 Cr 32,25 y dos proverbios impersonales.

103,11-13 Las tres comparaciones ya comentadas.

103,3 El "perdonador": el verbo hebreo es raro en el salterio: 25,11, el adjetivo en 86,5, el sustantivo en 130,4. "Médico": Ex 15, 26 y otros.

103,4 "Rescatador" título y acción frecuentes en ls 40-55: significa recobrar una propiedad o una libertad: rescate extremo, del poder de la Muerte. "Coronador": puede significar ceñir una corona o turbante y también, rodear protegiendo. Aquí encaja mejor el segundo significado.

103,5 "Saciador": puede incluir bienes materiales y espirituales. "Como un águila": superada una enfermedad mortal, el hombre se siente rejuvenecido.

103,19 Este verso nos coge por sorpresa. Lo justificamos suponiendo que el Señor se sienta después de la victoria de la misericordia y para recibir el homenaje de su corte y de la creación.

103,20-21 La equivalencia o vinculación de "ángeles" y "astros" la podemos apreciar comparando textos de Job que, tratando el mismo tema, cambian los sujetos: 4,18; 15, 15; 25,3.5; 38,7. Los seres celestes están al servicio inmediato del Señor para cumplir sus encargos.

Trasposición cristiana.

Este salmo anticipa la revelación por Jesús de la paternidad de Dios, tema central del evangelio de Juan, Puestos a escoger, recordemos el padrenuestro, la oración en la cruz (Lc 23,34), la parábola del hijo pródigo, la revelación de Mt 11,25-27; Lc 10,21 s.

Evangelio: Juan 21,15-19

15. Cuando acabaron de almorzar, le preguntó Jesús a Simón Pedro:
- Simón de Juan, ¿me amas más que éstos?
Le respondió:
- Señor, sí; tú sabes que te quiero.
Le dijo:
- Apacienta mis corderos.
16. Le preguntó de nuevo, por segunda vez:
- Simón de Juan, ¿me amas?
Le respondió:
- Señor, sí; tú sabes que te quiero.
Le dijo:
- Pastorea mis ovejas.
17. La tercera vez le preguntó:
- Simón de Juan, ¿me quieres?
Pedro se puso triste porque la tercera vez le había preguntado: “¿Me quieres?”, y le respondió:
- Señor, tú lo sabes todo, tú sabes que te quiero.
Le dijo:
- Apacienta mis ovejas.
18. Sí, te lo aseguro: Cuando eras joven, tú mismo te ponías el cinturón e ibas adonde querías; pero cuando llegues a viejo, extenderás los brazos y otro te pondrá el cinturón para llevarte adonde no quieres.
19. Esto lo dijo indicando con qué clase de muerte iba a manifestar la gloria de Dios.
Y dicho esto, añadió:
-Sígueme.

EXPLICACIÓN.

                         En el episodio anterior (21,7), Jesús no se ha hecho eco del gesto de Pedro. Terminada la comida se dirige a él (cf. 20,27, con Tomás) (15). Evita que el problema personal interfiera en su contacto con la comunidad. Iniciativa de Jesús (le preguntó). Simón de Juan. Cf. 1,42. Ha pretendido destacarse del grupo ostentando ser el primero en la adhesión a Jesús (13,37). La pregunta (¿me amas más que éstos?), enfrenta a Pedro con su actitud, en presencia de los demás. Después de sus negaciones, Pedro evita toda comparación; te quiero, amor de amigo, en lugar de “te amo”, amor de identificación. Se remite al conocimiento de Jesús (tú sabes). Apacentar, procurar alimento, que, como el que da Jesús, es el don de la propia persona (14,15.21); corderos, los pequeños; ovejas, los grandes: totalidad del rebaño.

                        Segunda pregunta (16), más breve e incisiva: si realmente está identificado con él y lo toma por modelo, renunciando a todo otro ideal de Mesías. Igual respuesta de Pedro. Pastorear, dar la vida por las ovejas, como hace el pastor modelo (10,11); disposición propia de todo discípulo.
La tercera vez (17) recuerda la triple negación. Pedro había profesado dos veces ser amigo de Jesús (“tú sabes que te quiero”); “ser amigo”; renunciar a la idea de un Mesías de poder (18,10), a la relación de inferior a superior (13,6-8), al trabajo como siervo o asalariado (15,15). Se puso triste: Jesús parece desconfiar de sus afirmaciones anteriores y le hace recordar su obstinación (Pedro/Piedra). Tú lo sabes todo, nueva rectificación (cf. 13,37s). Apacienta mis ovejas sintetiza los dos encargos anteriores.

                       Pedro dará la vida en la cruz, como Jesús (18-19). Así se asociará hasta el final a su misión de pastor. Cuando era joven, actuaba a su arbitrio, sin objetivo (ibas adonde querías); desde ahora tendrá que ser coherente con el seguimiento, aunque le cueste (adonde no quieres).
SÍNTESIS.

                    La mentalidad tipificada por Pedro, la del Mesías/la Iglesia de poder es el gran obstáculo para el seguimiento; considera a Jesús un líder a quien se presta una adhesión independiente de la comunidad y del mundo. Libertad y responsabilidad del discípulo en el seguimiento. Vínculo personal de amistad con Jesús. Cada cual ha de recorrer su propio camino y asumir su propia responsabilidad. La presencia de Jesús está asegurada.

Jueves 24 de mayo del 2012.


Primera Lectura: Hechos 22,30;23,6-11

22. 30 Al día siguiente, queriendo sacar en limpio de qué lo acusaban los judíos, mandó desatarlo, ordenó que se reunieran los sumos sacerdotes y el Consejo en pleno, hizo bajar a Pablo y lo presentó ante ellos.
23. 6 Sabiendo Pablo que una parte de ellos eran saduceos y otra fariseos, gritó en medio del Consejo:
- Hermanos, yo soy fariseo, discípulo de fariseos. Me juzgan por la esperanza en la resurrección de los muertos.
7 Apenas dijo esto, se produjo un altercado entre fariseos y saduceos, y la asamblea quedó dividida.
8 ( Es que los saduceos sostienen que no hay resurreccón, ni ángeles, ni espíritus, mientras los fariseos admiten todo eso.)
9 Se armó un griterio enorme, y algunos letrados del partido fariseo se pusieron en pie protestando enérgicamente:
- No encontramos nada de malo en este hombre; ¿y si le ha hablado un espíritu o un ángel?
10 Como el altercado arreciaba, el comandante, temiendo que hicieran pedazos a Pablo, mandó que bajara la tropa para arrebatárselo y llevárselo al cuartel.
11 La noche siguiente se le presentó el Señor y le dijo:
- ¡Ánimo!, porque lo mismo que has declarado públicamente en Jerusalén el mandato que te di, tienes que dar testimonio también en Roma.

EXPLICACIÓN.

              El comandante sigue sin conocer ls motivos de la hostilidad contra Pablo; para averiguarlos lo hace comparecer ante el Consejo judío (22,30). Pablo, sin haber sido interpelado, toma la palabra y afirma su sinceridad (23,1, cf. Jn 18,20).

                Mediante una sutil maniobra, Pablo no sólo se zafa del interrogatorio, sino que obliga a los fariseos a ponerse de su parte: conocedor de la secular enemistad entre los saduceos y los fariseos (6a), proclama a voz en grito su filiación farisea (6b: "Yo soy fariseo, hijo/discípulo de fariseos"). Es la tercera vez que confiesa su identidad, "judío y fariseo" (cf. Lc 22,60), mostrando que no ha roto con su pasado.

               Para ahondar aún más las divisiones, afirma que la causa de su proceso es la esperanza mesiánica cifrada en la resurrección de los muertos (6c). De este modo se enemista a los saduceos y se alía con los fariseos (7-9; cf. 5,34-39).

               Ante el tribunal, Pablo no ha dado testimonio de Jesús; pretende sólo salir de la situación en que se ha metido; no está dispuesto a morir por Jesús en Jerusalén, en contra de lo que había proclamado (cf. 21,13).

               En la cuestión sobre la resurrección, la escena tiene un claro paralelo en el Ev.: compárese la glosa lucana sobre las creencias de los saduceos y de los fariseos (8) con una glosa similar relativa a los saduceos (Lc 20,27). Asimismo, mientras los letrados del partido fariseo (cf. Lc 5,30) afirman que Jesús ha respondido correctamente a los saduceos (Lc 20,39), también ahora "algunos letrados del partido fariseo" se ponen abiertamente del lado de Pablo portestando enérgicamente (9). Pero, al contrario que Pablo, Jesús los desenmascaró inmediatamente (cf. Lc 20,46).

                La escena de la triple negación de Pedro finalizaba con signo optimista y reconfortante (cf. Lc 22,61s), también la escena en que Pablo ha confesado por tercera vez su identidad judía/farisea concluye de forma optimista: el Señor se le presenta durante "la noche" (11a); lo anima (11b) a proseguir el testimonio que ha dado en Jerusalén de palabra (significado del gr. diamarturomai) sobre el encargo que le había confiado de dirigirse a los paganos (11c, cf. 22,18.21) confirmándolo en Roma con su vida y actividad misionera (gr. martureô): tal es el designio divino (gr. dei, impersonal divino, cf. 19,21c), que se dedique en Roma a la misión entre los paganos (11d).

Salmo Responsorial: 16(15)

1 ¡Guárdame, Dios, que me refugio en ti!
2 Declaro:
al Señor,
Tú eres mi dueño,
no tengo bien fuera de ti.
3 A los consagrados de la tierra,
son mis príncipes, todo mi afán es por ellos.

4 Multiplican sus penas
los que corren tras dioses extraños.
No derramaré sus libaciones de sangre,
mis labios no pronunciarán sus nombres.
5 El Señor es la porción de mi lote y de mi copa;
tú controlas mi suerte:
6 me ha tocado una parcela apacible,
es espléndida mi heredad.

7 Bendigo al Señor que me aconseja,
aun de noche me instruyen mis entrañas.
8 Pongo siempre al Señor ante mí,
con él a mi derecha no vacilaré.

9 Por eso se me alegra el corazón,
siento un gozo entrañable,
aun mi carne habita segura;
10 pues no entregarás mi vida al Abismo,
ni dejarás al fiel tuyo ver la fosa;
11 me enseñarás un camino de vida,
me colmarás de gozo en tu presencia,
de delicias perpetuas a tu diestra.
EXPLICACIÓN.
16. Los versos 2-4a presentan dificultades textuales graves, que se han de resolver con una propuesta unitaria y coherente en sí y con el contexto. Yo he seguido los indicios claros de paralelismo para llegar a mi interpretación: una profesión dirigida a Yhwh y a los qedoshim de la tierra. Éstos, si son ídolos, son rechazados, adelantado en 4b; si son "consagrados", pueden ser la clase sacerdotal. Lo tomo en el segundo sentido, leo ´adiray - sin cambiar el texto consonántico -, cambio bl en kl - casi iguales - y finalmente obtengo una doble profesión de lealtad: a Yhwh como único bien, a sus "consagrados" como príncipes míos. La lealtad exclusiva a Yhwh se corrobora con el rechazo de cualquier creencia o práctica idólátrica (4b). Hipotizo la profesión de un sacerdote el día de su consagración. (Lógicamente hay otras muchas propuestas de interpretación).

Domina en el salmo la expresión de confianza muy sentida. Contiene algunos elementos sapienciales y curiosas coincidencias con Gn 3. La ideología del reparto de la tierra, excluidos los levitas, es explícita en el v.5 y explica otros detalles.

Lo más llamativo es la intensidad personal del salmo, hay que meditar como expresión de una experiencia profunda, íntima.

Está personalizado lo sapiencial: Dios mismo es el maestro que "aconseja" sin mediadores; él mismo realiza el reparto y es la porción; protege inmediatamente al "fiel" sin que medie el templo como asilo. Qué abundancia de datos corpóreos, del orante y de Dios; no menos de afectos expresados directa o indirectamente. El salmista le dice a Dios su experiencia, lo que siente con él y junto a él. El texto llega a otros como estímulo y expresión de experiencias semejantes.

16,1 El comienzo es una variante de comienzo convencional. Se dirige al Dios supremo, ´el , como "guardián": cfr.. Sal 121.

16,2 El femenino "bien" aplicado al Señor es excepcional; puede estar inducido por el tema de la tierra; cfr. Sal 65,12; 68,11. Otros leen pregunta retórica así: "mi dicha ¿no está en ti?".

16,3 a) Leyendo "divinidades terrestres", falsos dioses con sus príncipes, como p. ej. el Baal fenicio y Jezabel, 1 Re 17-18: no quiero nada con ellos, no me agradan. b) Leyendo "consagrados": los reconozco como mis príncipes, me agradan y me dedicaré a ellos.

16,4a Corrijo un texto mutilado o deteriorado, a la luz de expresiones de Dt y Jr, para una lectura conjetural que haga juego con el verso siguiente; véanse también Is 42,8; 48,11.

16,4b "libaciones de sangre": no sabemos si se refiere a sangre de víctimas sacrificadas, a incisiones rituales o a otra práctica: cfr. Is 57,6. "Invocar"; véanse Éx 23,13; Os 2,19; Zac 13,2.

16,5 En el reparto de la tierra los levitas no reciben un lote, pues deben vivir del templo: Nm 18,20s; Dt 10,9; 18,1.
Este verso pesa mucho en la reconstrucción del comienzo.

16,7 El Señor es mi consejero personal. A su consejo reacciona la intimidad más honda, "los riñones" como sede de pasiones, como zona semiconsciente que el Señor sondea e ilumina. Es fórmula excepcional.

16,8 También excepcional por el verbo tan escogido y por ser el orante sujeto: la presencia de Dios se hace constante en la conciencia. Véase en contraste Ez 14,3. "Vacilar": en el supuesto, sacerdotal, o en la posición, vital.

16,9 kabod puede sustituir a un pronombre enfático de primera persona. Se sospecha que el original decía kabed=hígado, o sea, un gozo visceral. También es expresión única "mi carne habita", pienso que inducida por el tema del reparto de la tierra. Mi carne, tan débil y caduca, se establece con seguridad, por lo que sigue.

16,10 Siendo Dios "mi dueño", a él pertenezco, no al polvo, y nadie me podrá arrebatar, ni el poder supremo de la muerte. La experiencia de la intimidad con Dios hace vislumbrar la inmortalidad, como en el Sal 73 y quizá en Sal 49,16.

16,11 Aunque bien establecido, se encuentra en camino: vivir es progresar hacia un término positivo: gozo, saciedad, delicias sin fin. Moisés pidió al Señor que le mostrara el camino, y el Señor accedió (Éx 33,13); pidió ver su gloria, y el Señor le enseño su bondad, no su rostro (Éx 33,18-20). El orante del salmo comienza con la "bondad"; al final Dios le enseña el camino y muestra su rostro. Más allá no queda nada.

TRANSPOSICIÓN CRISTIANA.
Aplican el salmo a Cristo resucitado. Hch 2,24 y 13,34. Pronunciado por Cristo, con variedad de aplicaciones, puede ser pronunciado por el cristiano con la esperanza segura de su resurrección.

Evangelio: Juan 17,20-26

20. Pero no te ruego solamente por éstos, sino también por los que a través de su mensaje me den su adhesión:
21. que sean todos uno –como tú, Padre, estás identificado conmigo y yo contigo-, para que también ellos lo estén con nosotros, y así el mundo crea que tú me enviaste.
22. Yo, por mi parte, la gloria que tú me has dado se la he dado a ellos, para que sean uno como nosotros somos uno
23 – yo identificado con ellos y tú conmigo-, para que queden realizados alcanzando la unidad, y así conozca el mundo que tú me enviaste y que les has demostrado a ellos tu amor como me lo has demostrado a mí.
24. Padre, quiero que también ellos –eso que me has entregado- estén conmigo donde yo estoy, para que contemplen mi propia gloria, la que tú me has dado, porque me has amado antes que existiera el mundo.
25. Padre justo, el mundo no te ha reconocido; yo, en cambio, te he reconocido, y éstos han reconocido que tú me enviaste.
26. Ya les he dado a conocer tu persona, pero aún se la daré a conocer, para que ese amor con el que tú me has amado esté en ellos y así esté yo identificado con ellos.

EXPLICACIÓN.

                      III. Oración por la comunidad del futuro (20-23). Jesús ensancha el horizonte de su comunidad a épocas sucesivas (20). Está seguro de que su obra continuará. El llamado mensaje del Padre (6.7) y mensaje de Jesús (14,23), lo es también de los discípulos. No es para ellos una doctrina aprendida ni han de proponerlo como algo a lo que están obligados; no se puede proponer el amor si no se vive; se comunica como experiencia y convicción propia. El mensaje produce la adhesión a Jesús, punto de referencia para todos los tiempos. El mensaje no es una teoría sobre el amor, sino la formulación de la vida y muerte de Jesús.

                     La petición de Jesús es la unidad (21), expresión y prueba del amor, distintivo de la comunidad; su modelo es la unidad que existe entre Jesús y el Padre, y es condición para la unión con ellos. Quienes no aman no pueden tener verdadero contacto con el Padre y Jesús. Se establece así la comunidad de Dios con los hombres; su presencia e irradiación desde la comunidad, a través de las obras que revelan su amor (9,4), será la prueba convincente de la misión divina de Jesús. No se convence con palabras, sino con hechos.

                    La gloria/amor del Padre (el Espíritu) que Jesús ha recibido (1,14) constituye al Hijo (1,32.34) uno con el Padre (10,30). La comunicación de la gloria (22) a los discípulos realiza en ellos la condición de hijos; la comunidad de Espíritu produce la unidad entre ellos y con Jesús y el Padre. La comunidad es el nuevo santuario. La realización plena del designio de Dios (23) depende de la existencia de la unidad, fruto del amor incondicional. Éste es el testimonio válido ante los hombres. Equivalencia entre gloria y amor del Padre. Los discípulos manifestarán a un Dios que es don de sí generoso y total (“Padre”).

                     IV. Conclusión (24-26). El término quiero (24) muestra la libertad del Hijo (13,3): su designio es el mismo del Padre. Estar con él (14,3) denota la condición de hijos. Contemplar su gloria equivale a experimentar su amor (1,14) y responder a él (1,16). Jesús ha realizado el proyecto de Dios (1,1; 17,5), que el Padre había concebido como expresión total de su amor, y cuya realización en Jesús preveía desde el principio.

                      Expone al Padre la diferencia entre el mundo que lo rechaza y él y los suyos (25), para que el Padre justo los honre (12,26). Resume Jesús el contenido de su oración (26). Alude a su actividad pasada (vv. 4.6) y afirma su propósito para el futuro (vv.1.5): manifestar el ser el Padre dando la vida. La cruz será la revelación plena y definitiva de la persona el Padre, manifestando todo el alcance de su amor.

                      Conocer al Padre a través de Jesús es la vida definitiva (v.3). Quiere que los discípulos sean iguales a él, que gocen del mismo amor del Padre que él ha gozado, para que su unión con ellos sea total.

SÍNTESIS.

                     El acontecimiento salvador es la muerte de Jesús, en la que el Hombre queda terminado (19,30) al actualizar plenamente su capacidad de amar, y que revela lo que es Dios mismo: amor total y gratuito al hombre (Padre).

                     Desde su plenitud, Jesús el Hombre-Dios, igual y uno con el Padre, puede comunicar la vida/amor que posee. El efecto de esa comunicación será doble: la unidad de los que participan de él, y su entrega a la difusión de ese amor/vida en el resto de la humanidad.

                   El amor produce en los hombres una calidad de vida que puede llamarse definitiva, pues no está sujeta a muerte. Esa vida se identifica con la condición de hijos de Dios, que nace de la experiencia del amor de Dios como Padre al experimentar en la propia persona la acción salvadora de Jesús.

                   El amor, que es don de sí, establece la relación interpersonal, que no se crea dando “cosas”, sino dándose uno mismo. En cualquier donación se ofrece la propia persona. De hecho, el bien del hombre no está en poseer “algo” sino a “alguien”, en poseer a Dios y a los demás. Pero esta posesión no se adquiere por conquista o compra, se recibe como don gratuito. Cada uno regala su vida a los otros, como el Padre, que es Espíritu/vida (4,24), da su Espíritu a Jesús (1,32), y Jesús se entrega y da su Espíritu a los hombres (10,11; 19,30). Cada uno es dueño de su vida, su máxima riqueza, para entregarla; de esa manera, todos tienen en común la riqueza de todos (17,10).
Se ve así el sentido del “servicio”. Es el don personal de todos a todos. No basta un servicio “objetivo” al hombre, sino uno que en lo objetivo lleve dentro el ofrecimiento de la persona. La existencia de la comunidad una es al mismo tiempo el origen y el término de la misión.