domingo, diciembre 01, 2019

LECTURAS DEL SÁBADO 14 DE DICIEMBRE DEL 2019

2 OPCIONES.

1ª OPCIÓN.

Lectura del libro de Eclesiástico (48,1-4.9-11):


1Entonces se alzó como fuego un profeta
cuyas palabras eran horno encendido:
2les quitó el sustento del pan, 
con su celo los diezmó; 
3por orden de Dios cerró el cielo 
e hizo que cayeran tres rayos. 
4iQué terrible eras, ELÍAS!, 
¿quién se te compara en gloria? 
 9Un torbellino te arrebató a la altura, 
tropeles de fuego hacia el cielo. 
10Está escrito que te reservan para el momento
de aplacar la ira antes de que estalle, 
para reconciliar a padres con hijos, 
para restablecer las tribus de Israel. 
11Dichoso quien te vea antes de morir 
[y más dichoso tú que vives]. 

Explicación.

48,1-11 La figura de Elías está compuesta con datos del libro de los Reyes y del profeta Malaquías. Resulta enérgica y sugestiva: el autor se arrebata al describirla. Su poderdomina la lluvia y la tormenta en el cielo, 2-3, reyes y dinastías en la tierra 6-7, y alcanza hasta el Abismo, 5.



48,11 El griego ha introducido su fe en la vida futura: "y nosotros también viviremos", que no encaja en el contexto. La traducción propuesta se basa en reconstrucción conjetural. Hay que notar en el v. 8 la insistencia en la sucesión. 


SALMO.80, 2-3. 15-16. 18-19

(Sal 23; Is 5,1-7)


2Pastor de Israel, escucha; 
en tu trono de querubines resplandece  
3b Despierta tu valor y ven a salvamos. 
15Dios de los Ejércitos, vuélvete,

mira desde el cielo. Fíjate,
ven a inspeccionar tu viña,
16la cepa que plantó tu diestra,

(el esqueje que has hecho vigoroso). 
18Que tu mano proteja al varón de tu diestra,

al hombre que hiciste vigoroso.
19No nos alejaremos de ti;
danos vida e invocaremos tu nombre.
Explicación.
80,2-3 La terna de tribus es un dato fijo en Nm 2 y 26. José y Benjamín son los dos hijos de Raquel, Efraín y Manasés son los dos hijos de José adoptados como hijos por Jacob (Gn 48).  
80,15-16 Variación y ampliación del estribillo. La visita de inspección como en Sal 74,3. La frase de 16b es muy sospechosa; probablemente adición tomada de 18b. 
80,18 Petición por el jefe, a quien no da el título de rey ni otro título acostumbrado. Es un "ser humano", colocado a la "diestra" de Dios -como "su brazo derecho"-, al que Dios "fortalece" para una empresa.


Transposición cristiana.

El tema del rostro luminoso: Jesús es la manifestación del Padre (Jn 14,9), "reflejo de su gloria" (Heb 1,3), en "el rostro de Cristo brilla la gloria de Dios" (2 Cor
4,6). El "ser humano, hombre de tu diestra, a quien has fortalecido": es muy antigua le lectura mesiánica de ese verso, y puede apoyarse en Is 41,10 Y Sal 89,22. De ahí se pasa a la lectura eclesiológica: la Iglesia recita el salmo en tiempo de persecución.   

EVANGELIO. Mateo 17, 10-13
10 Los discípulos le preguntaron:

                    - ¿Por qué dicen los letrados que Elías tiene que venir primero?
                    11 Él les contestó:
                    - ¿De modo que va a venir Elías a ponerto todo en orden?
12 Pues os digo que Elías vino ya y, en vez de reconocerlo, lo trataron a su antojo. Así también el Hombre va a padecer a manos de ellos.
                   13 Los discípulos comprendieron entonces que se refería a Juan Bautista.

EXPLICACIÓN.
Buscan un argumento contra la doctrina de los letrados (10). La figura de Elías se ha realizado en Juan Bautista. No habrá intervención milagrosa. La misión de Juan ha sido impedida por la violencia del poder (12).  

2ª OPCIÓN.

Primera Lectura. 1 Corintios 2,1-10


1Por eso yo, hermanos, cuando llegué a vuestra ciudad no llegué anunciándoos el secreto de Dios con ostentación de elocuencia o saber; 2con vosotros decidí ignorarlo todo excepto a Jesús Mesías y, a éste, crucificado.
              3Por eso yo me presenté ante vosotros con una sensación de impotencia y temblando de miedo; 4mis discursos y mi mensaje no usaban argumentos hábiles y persuasivos, la demostración consistía en la fuerza del Espíritu, 5para que vuestra fe no se basara en saber humano, sino en la fuerza de Dios.
6Con los hombres hechos, sin embargo, exponemos un saber, pero no un saber del mundo este ni de los jefes pasajeros de la historia presente; 7no, exponemos un saber divino y secreto, el saber escondido; 8ese que, conforme al decreto de Dios antes de los siglos, había de ser nuestra gloria, ese que ninguno de los jefes de la historia presente ha llegado a conocer, pues, si lo hubieran descubierto, no habrían crucificado al glorioso Señor.
          9Pero, en cambio, aquello que dice la Escritura: "Lo que ojo nunca vio ni oreja oyó ni hombre alguno ha imaginado, lo que Dios ha preparado para los que lo aman" (Is 64,4), nos lo ha revelado Dios a nosotros por medio del Espíritu.
         10Porque el Espíritu lo sondea todo, incluso lo profundo de Dios.

EXPLICACIÓN.


1-5. Pablo les recuerda que en su primera visita a Corinto no hubo nada en su persona o predicación que pudiera centrar la atención sobre él mismo, ni por su habilidad (cf. 1,17) ni por su presencia. La fe de los corintios no pudo deberse más que a la acción del Espíritu, fuerza de Dios. (El secreto de Dios, cf. Rom 16,25; Ef 3,4.9; Col 1,26.27; 2,2).

  También el cristiano tiene un saber particular, aunque distinto del saber filosófico (saber del mundo este) y de los principios del poder (saber de los jefes, etc.). Pablo distingue dos clases de cristianos: los hombres hechos o cristianos adultos, y los que después llamará los cristianos en la infancia (cf. 3,1) (6). El saber propio del cristiano procede de Dios (7: divino) y no ha sido revelado a los poderosos; el ejercicio del poder impide conocer a Dios (8).

             Para describir la sublimidad de este saber se apoya en el texto de Is 64,4; es saber divino porque lo comunica el Espíritu, y consiste en una experiencia personal de la buena noticia, en cuanto ésta pasa a ser vida y salvación. Es la experiencia de la paz con Dios y con los hombres y la del amor de Dios (cf. Rom 5,1-5). Saber y no saber significan conocer la buena noticia como experiencia personal o como mera doctrina aprendida (9).

            Era principio admitido que un ser consciente sólo puede ser conocido por una de su misma especie. De ahí que sólo el hombre sepa lo que es el hombre y sólo el Espíritu de Dios conozca quién es Dios (10-11). 

Salmo. 37,3-6.30-31


3 Confía en el Señor y haz el bien,

habita una tierra y cultiva la fidelidad;
4 sea el Señor tu delicia
y te dará lo que pide tu corazón.

5 Encomienda al Señor tu camino,
confía en él, que él actuará;
6 hará salir tu justicia como la aurora,
tu derecho como el mediodía.



30 La boca del honrado medita la sensatez,

su lengua pronuncia el derecho,
31 lleva en el corazón la ley de su Dios:
sus pasos no vacilarán.


Explicación.


37,3-4 Dos imperativos enuncian la relación con Dios. Confianza es genérico; en cambio "delicia" expresa una experiencia íntima: Job 22,26; Is 58,14. Dios responde a la confianza otorgando la petición. Aunque todavía no posean un terreno, deben "habitar", permanecer, no exiliarse, como los de Jr 39,10; su "cultivo" será por ahora la fidelidad al Señor.


37,6-7 "Encomienda"; es hacer girar algo para que pase a otro. "Tu camino": la conducta ética y práctica que piensa seguir. "Actuará"; forma intransitiva de particular eficacia aquí. "Tu derecho" negado y conculcado, lo sacará puntual como el sol y creciente hasta el zénit: cfr. Os 6,5, de modo que todos lo reconozcan: cfr. Is 58,10.


37,30-31 Se pueden leer como lema del salmo: un hombre honrado saddiq medita la sensatez hokma, su lengua expone el derecho mishpat, en el corazón lleva la instrucción tora de su Dios. Su actividad es sapiencial, su tema ético, animado de espíritu religioso. Sobre la ley en el corazón vénase: Is 51,7; Jr 31,33.


TRANSPOSICIÓN CRISTIANA.


Por la cita del v.11a en el manifiesto de Mt 5,5 penetra el salmo en el NT. Esa cita nos invita a buscar otras correspondencias en las bienaventuranzas: pobres y afligidos en el v.14; Justicia recorre todo el salmo; misericordia en 21 y 26; la búsqueda de la paz en 37 sufrir por la justicia está implícito en los consejos iniciales y recorre el salmo.


Evangelio. Lucas 14,25-33


25 Lo acompañaban por el camino grandes multitudes; él se volvió y les dijo:

26 - Si uno quiere venirse conmigo y no me prefiere a su padre y a su madre, a su mujer y a sus hijos, a sus hermanos y hermanas, y hasta a sí mismo, no puede ser discípulo mío.
27 Quien no carga con su cruz y se viene detrás de mí, no puede ser discípulo mío.
28 Ahora bien, si uno de vosotros quiere construir una casa, ¿no se sienta primero a calcular los gastos, a ver si tiene para terminarla?
29 Para evitar que, si echa los cimientos y no puede acabarla, los mirones se pongan a burlarse de él a coro
30 diciendo: "Éste empezó a construir y no ha sido capaz de acabar".
31 Y si un rey va a dar batalla a otro, ¿no se sienta primero a deliberar si le bastarán diez mil hombres para hacer frente al que viene contra él con veinte mil?
32 Y si ve que no, cuando el otro está todavía lejos, le envía legados para pedir condiciones de paz.
33 Esto supuesto, todo aquel de vosotros que no renuncie a todo lo que tiene no puede ser discípulo mío.


Explicación.


Instrucción a las multitudes y a los discípulos. 14,25-17,10. Cambio de escenario. Como en 12,1-13,9, largo bloque constituido por dos secuencias. En la primera (14,25-15,32), Jesús se dirige a la multitud; en la segunda (16,1-17,10), principalmente a los discípulos y, por contraste, a los fariseos, cuyo influjo es visible en los primeros.


Primera secuencia: 14,25-15,32. Ante la influencia de gente que lo acompaña hacia Jerusalén, Jesús quiere precisar a las multitudes las condiciones del seguimiento. Discípulo es el que aprende de su maestro un modo de vida.

Primera condición para ser discípulo: subordinarlo todo a la adhesión a Jesús; el objeto de su actividad, la construcción de una sociedad nueva (el reino de Dios), es tan importante, que, en caso de conflicto, predomina sobre todo vínculo familiar (cf. 8,19-21; 11,27s; 12,49-53) e interés personal (9,23s) (26).

Segunda condición: asumir la hostilidad de la sociedad, que no tolera la alternativa que propone el Reino (27). Propone dos ejemplos para mostrar que la decisión no puede hacerse a la ligera; casa: el término griego puede significar lo mismo una torre que una casa de campo (28-32).

Tercera condición: desprenderse de lo que se tiene, para poner fin a la injusticia social causada por la acumulación de dinero (12,33; 18,22) (33).

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