domingo, diciembre 01, 2019

LECTURAS DEL DOMINGO 29 DE DICIEMBRE DEL 2019


Primera Lectura Eclesiástico 3,2-7.12-14:


2Pues el Señor da al padre honra frente a los hijos
y afirma la autoridad de la madre sobre su prole.

3El que honra a su padre expía sus pecados,
el que respeta a su madre acumula tesoros;

5el que honra a su padre se alegrará de sus hijos,
y cuando rece, será escuchado;
6quien honra a su padre tendrá larga vida,
7quien respeta al Señor honra a sus padres
y sirve a sus padres como a señores.
quien da descanso a su madre obedece al Señor; 

12Hijo mío, sé constante en honrar a tu padre,

no lo abandones mientras vivas;
13aunque chochee, ten indulgencia;
no lo abochornes mientras viva.
14La limosna del padre no se olvidará,
será tenida en cuenta para pagar tus pecados;

Explicación.


3,1-2 El maestro asume el papel de padre, tratando a los alumnos de hijos; prolongando así la actividad de los padres que ejercieron el papel de maestros: Prov 1,6; 2,1; 3,1; 4,1.10; 5,1; 10,1. La autoridad de los padres es institución divina para la salvación.

3,3-7 Los cuatro versos repiten el término "honrar'. El término hebreo abarca tanto el respeto a su autoridad como el sustento en su necesidad: véase Mt 15,4-6. La distinción "padre y madre" tiene función formal: todos los consejos valen para ambos, la madre está situada al mismo nivel. El último verso, según costumbre del autor, vincula el precepto al respeto debido a Dios. En el v. 6 comienza el texto hebreo conservado: cfr. Ex 20,12. 


3,12-15 Tercera estrofa. La conducta inculcada debe durar toda la vida, también cuando el padre es anciano y el hijo maduro (Prov 23,22). Incluye como antes el aspecto genérico de ayuda, "no lo abandones", y el de honor, "no lo abochornes" (Prov 30,17). Parece adelantarse a una objeción o pregunta: ¿qué hacer cuando el padre mismo se deshonra con la chochera? Dos versos introducen el tema de la limosna: no hecha al padre, sino hecha por él. Cuando el padre es anciano e incapaz de ayudar, la limosna que hizo permanece como un capital de ayuda y protección, incluso más que los tesoros. "Expiar' y "pecados" hacen eco al v. 3. 

Sal 128,1-5


1iDichoso el que teme al Señor

y sigue sus caminos!
2Comerás de la fatiga de tus manos,

serás dichoso, te irá bien.
3Tu mujer como parra frondosa
en la intimidad de tu casa,
tus hijos como renuevos de olivo

alrededor de tu mesa.
4Ésa es la bendición del varón

que respeta al Señor.
5Que te bendiga el Señor desde Sión.
y gozarás de la prosperidad de Jerusalén,

todos los días de tu vida, 
Explicación.
128 Género colocación. Bienaventuranza que canta la felicidad de la vida familiar en el contexto de Jerusalén e Israel. El paradigma de la dicha está expresado con el

doble "dichoso" (1.2), el doble "bendecir" (4.5), el doble "bien" (2.5b) y el final "paz". Por su colocación, completa y corrige el precedente: menciona la esposa y exalta el valor del trabajo humano; no será "en vano" si lleva la bendición de Dios. La vida familiar está reducida a lo elemental: es monógamo y de familia numerosa. El padre atiende al trabajo, la madre a la casa; la mesa simboliza y realiza la unidad familiar.
Las dos imágenes son vegetales, parra y olivo; sugieren lozanía, fecundidad, crecimiento. Parra o vid es imagen tradicional: p. ej. Is 5,1-7; Ez 19,10s. En un segundo momento, tanto la vid como el olivo pueden simbolizar a Israel: Jr 11,16. A través de dicho simbolismo pasamos al final del salmo: Jerusalén es la madre, Israel son los hijos.
128,1 Son correlativos respetar al Señor y seguir los caminos que él nos traza.
128,2 Es bendición trabajar produciendo y disfrutar de lo producido: Is 65,21-23; Am 9,14.
Transposición cristiana.
 La clave se encuentra en el símbolo matrimonial de Cristo y la Iglesia, según Ef 5. También es aplicable al sacramento del matrimonio, que renueva la bendición genesíaca.

En clave escatológica: el cristiano disfrutará del fruto de su fatiga: Rom 8,18; Ap 14,13.

Segunda Lectura: 2 Opciones:

1ª Opción. Colosenses 3,12-21
2ª Opción. Colosenses 3,12-17


12En vista de eso, como elegidos de Dios, consagrados y predilectos, vestíos de ternura entrañable, de agrado, humildad, sencillez, tolerancia; 13conllevaos mutuamente y perdonaos cuando uno tenga queja contra otro; el Señor os ha perdonado, haced vosotros lo mismo. 14Y, por encima, ceñíos el amor mutuo, que es el cinturón perfecto. 15Interiormente, la paz del Mesías tenga la última palabra; a esta paz os han llamado como miemtros de un mismo cuerpo. Sed también agradecidos. 16El mensaje del Mesías habite entre vosotros en toda su riqueza: enseñaos y aconsejaos unos a otros lo mejor que sepáis; con agradecimiento cantad a Dios de corazón salmos, himnos y cánticos inspirados; 17y cualquier actividad vuestra, de palabra o de obra, hacedla en honor del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él.
18Mujeres, sed dóciles a vuestros maridos, como conviene a cristianas. 19Maridos, amad a vuestra mujeres y no seáis agrios con ellas.
20Hijos, obedeced en todo a vuestros padres, que da gusto ver eso en los cristianos. 21Padres, no exasperéis a vuestros hijos, para que no se depriman. 

EXPLICACIÓN.

Relaciones humanas en la humanidad nueva: los sentimientos mutuos han de ser los que contribuyen a la unión y facilitan la convivencia. La consagración o pertenencia a la esfera de Dios, que en 1,2 exigía la fe y la esperanza, desemboca aquí en el amor de unos por otros (12-13). Las buenas disposiciones hacia los demás se comparan a prendas de vestir; las mantiene unidas y en su sitio el cinturón o faja, que es el amor mutuo (14). Tenga la última palabra, lit. "arbitre/sea árbitro". El Señor no llama a una espiritualidad individualista, sino a vivir como miembros de una comunidad (15). Han de ser cristianos a fondo, dejando que toda la vida quede penetrada por el amor mutuo; para ello, ayuda recíproca en un ambiente de alegría y de agradecimiento a Dios (16). Alegría y gratitud en la reunión cristiana y lo mismo en la actividad (17).

 Aplicaciones concretas de la actitud cristiana a los diferentes estados de vid.

 EVANGELIO. Mateo 2,13-15.19-23

HUIDA A EGIPTO.
                      
                       13 Apenas se marcharon, el ángel del Señor se apareció en sueños José y le dijo:
                       - Levántate, coge al niño y a su madre y huye a Egipto; quédate allí hasta nuevo aviso, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo.
                       14 José se levantó, cogió al niño y a su madre de noche, se fue a Egipto
15 y se quedó allí hasta la muerte de Herodes. Así se cumplió lo que dijo el Señor por el profeta: Llamé a mi hijo para que saliera de Egipto (Os 11,1).

RETORNO DE EGIPTO.

                       19 Apenas murió Herodes, el ángel del Señor se apareció en sueños a José en Egipto y le dijo:
                       20 - Levántate, coge al niño y a su madre y vuélvete a Israel; ya han muerto los que intentaban acabar con el niño.
                       21 Se levantó, cogió al niño y a su madre y entró en Israel.
22 Al enterarse de que Arquelao reinaba en Judea como sucesor de su padre, Herodes, tuvo miedo de ir allá. Entonces, avisado en sueños, se retiró a Galilea
23 y fue a establecerse a un pueblo llamado Nazaret. Así se cumplió lo que dijeron los profetas: que se llamaría Nazareno.

EXPLICACIÓN. 

Tríptico. En primer término, la figura de José; como el patriarca homónimo del AT, salva a su familia llevándola a Egipto (Gn 45-46): en Jesús comienza el nuevo Israel (Os 11,2) (13-15).

 El poder se perpetúa con las mismas características de crueldad (22: Arquelao). Nazareno/Nazoreo, (23), en relación con Is 11,1: el retoño de Jesé; con Jr 23,5 y 33,15, el vástago legítimo de David; con Zac 3,8 y 6,12: "el germen".

               En el cap. 2, los personajes son figuras representativas. Los magos, los hombres capaces de reconocer la acción de Dios en la historia y dispuestos a todo para encontrarse con ella. Herodes (y Arquelao), el poder político, celoso de su hegemonía, mentiroso, hipócrita  asesino. El pueblo aparece sometido e identificado con el tirano (3). Los jerarcas e intelectuales judíos conocen las promesas, pero, instalados en su situación de privilegio, no desean el cambio. Se oponen el rey Herodes, el poder violento, y el rey de los judíos (niño inerme), que va a salvar sin usar la fuerza: "el rey de los judíos" será su título en la cruz (27,37).

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