domingo, diciembre 01, 2019

LECTURAS DEL JUEVES 19 DE DICIEMBRE DEL 2019


PRIMERA LECTURA. Jueces (13,2-7.24-25a):


2Había en Sorá un hombre de la tribu de Dan, llamado Manoj. Su mujer era estéril y no había tenido hijos.
3El ángel del Señor se apareció a la mujer y le dijo:
-Eres estéril y no has tenido hijos. 4Pero concebirás y darás a luz un hijo: ten cuidado de no beber vino ni licor, ni comer nada impuro, porque concebirás y darás a luz un hijo. 5No pasará la navaja por su cabeza, porque el niño estará consagrado a Dios desde antes de nacer. El empezará a salvar a Israel de los filisteos.
6La mujer fue a decirle a su marido:
-Me ha visitado un hombre de Dios que, por su aspecto terrible, parecía un mensajero divino; pero no le pregunté de dónde era ni él me dijo su nombre. 7Sólo me dijo: "Concebirás y darás a luz un hijo; ten cuidado de no beber vino ni licor, ni comer nada impuro, porque el niño estará consagrado a Dios desde antes de nacer haste el día de su muerte".
24La mujer de Manoj dio a luz un hijo y le puso de nombre Sansón. El niño creció y el Señor lo bendijo. 25Y el espíritu del Señor comenzó a agitarlo.

Explicación.

13,2 El tema de la esterilidad de la madre del héroe es común: Sara, Raquel, Ana. El hijo es puro don de Dios.

13,3-5 El esquema completo de anunciación tiene las siguientes piezas: concepción y parto, nombre del niño y su explicación, una dieta, historia futura del niño. Pueden verse los siguientes textos: Gn 16,11-12 (Ismael); Is 7,13-14 (el hijo de Acaz); el patrón pasa al Nuevo Testamento, donde lo utilizan Mateo y Lucas, Mt 1,20-23; Lc 1,11-20.26-37. Aquí falta el nombre, quizá porque Sansón no es nombre teofórico (o alude a una divinidad pagana); en compensación se desarrolla el motivo de la dieta, de acuerdo con el destino del héroe; es decir, ni a través de su madre deberá tocar el vino la criatura. Su destino será "comenzar" lo que seguirán otros, Samuel, Saúl y David.

13,7 De ordinario el voto de nazireato era temporal, Nm 6, el caso de Sansón es extraordinario.

13,25 El espíritu del Señor es el elemento dinámico que no dejará quietud al héroe, que lo moverá de modo imprevisible para que cumpla su misión. *= Castrodán.

 Sal 71,3-6.16-17

3Sé tú mi roca de morada, siempre accesible,
pues mandaste salvarme.
Mi peña y mi alcázar eres tú.
4Dios mío, líbrame de la mano perversa, 
5porque tú, mi Señor, fuiste mi esperanza
y mi confianza, Señor, desde mi juventud.
6Nada más nacer me apoyaba en ti,
del vientre materno tú me sacaste.  
16con la fuerza del Señor entraré
para anunciar tu justicia, sólo tuya.
17Me enseñaste, Dios, desde la juventud


y hasta hoy relato tus maravillas. 
Explicación.

71,3 "Roca de morada" es paradójico; supone el cambio de una consonante respecto a 31,3. Pero, contando con Is 33,16, no intento armonizarlos.


71,5 El primer salto es a la juventud: uso frecuente: 1 Re 18,12; Jr 3,24s; Ez 4,14 etc. Puede ser el tiempo en que se independiza, escoge oficio, se desposa.

71,6 De la juventud salta al nacimiento. Ahora le consta que Dios estaba allí, casi como comadrona: Ex 22,10s. Es dudoso el significado de la palabra que traduzco por
"sacaste". 
71,15b-16 Caben dos interpretaciones, que afectan al término sprwt y al vínculo sintáctico. a) En la línea de número, parafraseo: "me pasaré el día contando, porque para mí no tiene cuento. Entraré ... ": compárese con Sal 139,17s; Eclo 43,28.30. b) En la línea de instrucción, sea conocimiento de libros escritos, sea habilidad en el arte de contar (Eclo 38,24; 44,4); unido a lo que sigue como concesiva. Parafraseo: "aunque no entiendo de letras / no soy experto en narrar, con la fortaleza del Señor entraré ... ". En la segunda interpretación el orante confiesa no pertenecer al gremio de los doctos; pero "fortalecido" por Dios se atreve: cfr. Miq 3,8.


71,17-19 El anciano debilitado se fija en la ''fuerza'' de su Dios; una fuerza ordenada toda a la justicia, una justicia que supera toda dimensión humana. "¿Quién como tú?": Ex 15,11; Sal 35,10; 89,79.  
Transposición cristiana.

Algunos Padres ponen el salmo en boca de Cristo, tomando vejez por debilidad. Retienen referencias al nacimiento, la instrucción celeste, las tribulaciones, la resurrección.  
 EVANGELIO. Lucas 1,5-25:
5 Hubo en tiempos de Herodes, rey del país judío, cierto sacerdote de nombre Zacarías, de la sección de Abías; tenía por mujer a una descendiente de Aarón, que se llamaba Isabel.

6 Ambos eran justos delante de Dios pues procedían sin falta según todos los mandamientos y preceptos del Señor.
7 No tenían hijos, porque Isabel era estéril, y eran ya los dos de edad avanzada.
8 Mientras prestaba su servicio sacerdotal ante Dios en el turno de su sección,
9 le tocó entrar en el santuario del Señor a ofrecer el incienso, según la costumbre del sacerdocio;
10 toda la muchedumbre del pueblo estaba fuera orando durante el rito del incienso.
11 Se le apareció el ángel del Señor, de pie a la derecha del altar del incienso.
12 Zacarías, al verlo, se sobresaltó y lo invadió el temor.
13 Pero el ángel le dijo:
- No temas, Zacarías, que tu ruego ha sido escuchado: tu mujer, Isabel, te dará a luz un hijo y le pondrás de nombre Juan.
14 Será para ti una grandísima alegría, y muchos se regocijarán de su nacimiento,
15 porque va a ser grande a los ojos del Señor; no beberá vino ni licor, se llenará de Espíritu Santo ya en el vientre de su madre
16 y convertirá a muchos israelitas al Señor su Dios.
17 Él precederá al Señor con el espíritu y fuerza de Elías, para reconciliar a los padres con los hijos y enseñar a los rebeldes la sensatez de los justos, preparando así al Señor un pueblo bien dispuesto.
18 Zacarías replicó al ángel:
-¿Qué garantía me das de eso? Porque yo soy ya viejo y mi mujer de edad avanzada.
19 El ángel le repuso:
-Yo soy Gabriel, que estoy a las órdenes inmediatas de Dios, y me han enviado para darte de palabra esta buena noticia.
20 Pues mira, te quedarás mudo y no podrás hablar hasta el día que eso suceda, por no haber dad fe a mis palabras, que se cumplirán en su momento.
21 El pueblo estaba aguardando a Zacarías, extrañado de que tardase tanto en el santuario.
22 Pero cuando salió no podía hablarles, y comprendieron que en el santuario había tenido una visión. ÉL les hacía gestos, pero permanecía mudo.
23 Cuando se cumplieron los días de su servicio, se marchó a su casa.
24 Después de aquello concibió Isabel, su mujer, y estuvo cinco meses sin dejarse ver. Ella se dećia:
25 - Esto se lo debo al Señor, que ahora se ha dignado librarme de esta vergüenza mía ante la gente.

EXPLICACIÓN.

Primera sección del Evangelio (1,5-2,52): Presentación de dos personajes, Juan Bautista y Jesús. De cada uno de ellos Lc va exponiendo en paralelo el anuncio del nacimiento (1,5-25.26-56) y el nacimiento e infancia (1,57-80; 2,1-52).

5-25. En tiempo de Herodes el Grande, que murió el año 4 a.C. Zacarías e Isabel, ambos descendientes de Aarón y observantes intachables de la Ley, representan a la institución judía (v.10: el pueblo), fundada sobre el culto y la Ley. Sin descendencia ni esperanza de tenerla: esterilidad de la institución (5-7).

Zacarías celebra el acto cultual característico del sacerdocio. El santuario, lugar de las manifestaciones divinas; el incienso ofrecido, símbolo de la oración oficial (cf. Sal 141,2). Distinción entre la clase sacerdotal dirigente y el pueblo (10: fuera). El ángel del Señor (11), mensajero divino, identificado a veces con Dios mismo (Gn 16,7; 22,11; Éx 3,2, etc.). Temor: reacción típica en el AT ante lo divino (Jue 6,22; 13,22; Job 4,15, etc.). Ruego de Zacarías (13): del mensaje del ángel se deduce que se refería a la salvación de Israel; pedía una intervención divina que salvase a la nación (cf. 1,67-79). No beberá vino ni licor (15), como los nazireos (Nm 6,3) y los recabitas (Jr 35), Sansón (Jue 13,7), Samuel (1 Sm 1,11 LXX). Por boca del ángel, Dios no promete una renovación institucional (culto y ley), sino suscitar un profeta superior a los antiguos, por estar lleno de Espíritu desde antes de nacer (15). Futuro movimiento de conversión (cf. Jr 3,7.10.14; 18,18) (16). Precursor del Mesías (cf. Mal 3,23s) (17).

Incredulidad de Zacarías (18), a pesar del precedente en Gn 17,15-21; 18,4-15 (Abrahán y Sara): ni el culto ni la observancia le han procurado la fe; la relación del sacerdocio con Dios es puramente formal. La petición de una señal confirma su falta de fe. Yo soy Gabriel (19), es decir, la Fuerza de Dios. Señal (20): la incredulidad de la institución no impedirá el plan de Dios, pero su misión ha terminado (mudo) (21s). Zacarías sólo hablará como profeta, y fuera del templo (1,67). Se cumple lo prometido (23-25). 

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