TIENES 2 OPCIONES.
1ª OPCIÓN.
PRIMERA LECTURA. Romanos 1,16-25.
16Porque yo no me acobardo de anunciar la buena noticia, fuerza de Dios para salvar a todo el que cree, primero al judío, pero también al no judío, 17pues por su medio se está revelando la amnistía que Dios concede, única y exclusivamente por la fe, como dice la Escritura: "El que se rehabilita por la fe, vivirá" (Hab 2,4).
18Se está revelando además desde el cielo la reprobación de Dios contra toda impiedad e injusticia humana, la de aquellos que reprimen con injusticia la verdad.
19Porque lo que puede conocerse de Dios lo tienen a la vista, Dios mismo se lo ha puesto delante; 20desde que el mundo es mundo, lo invisible de Dios, es decir, su eterno poder y su divinidad, resulta visible para el que reflexiona sobre sus obras, de modo que no tienen disculpa. 21Porque al descubrir a Dios, en vez de tributarle la alabanza y las gracias que Dios se merecía, su razonar se dedicó a vaciedades y su mente insensata se obnubiló. 22Pretendiendo ser sabios, resultaron unos necios 23que cambiaron la gloria de Dios inmortal por imágenes de hombres mortales, de pájaros, cuadrúpedos y reptiles.
24Por eso, abandonándolos a sus deseos, los entregó Dios a la inmoralidad, con la que degradan ellos mismos sus propios cuerpos, por haber sustituido ellos al 25Dios verdadero or uno falso, venerando y dando culto a la criatura en vez de al Creador (¡Bendito él por siempre! Amén).
EXPLICACIÓN.
16-17. Tema de la carta. Para semejante tarea no hay fuerza humana que baste. Pablo, un judío de cultura rabínica, tenía que enfrentarse con una cultura pagana de gloriosa tradición filosófica y alta educación retórica. No se acobarda: no se siente inferior, porque el evangelio que predica no se apoya en su fuerza personal, es una fuerza de Dios mismo, una intervención de Dios en la historia de la humanidad. La buena noticia está destinada a todos los hombres sin distinción; la única condición es la fe. Pablo admite cierta prioridad de los judíos, porque de hecho Jesús cumplía las promesas del AT y limitó su labor a los judíos (Rom 15,8; cf. Mt 15,24), pero la buena noticia está destinada a todos (no judío, lit. "griego"). Pablo no hace diferencia (cf. 2,9-11; Gál 3,28; Col 3,11; Hch 15,9).
La dikaiosunê griega tiene un sentido ético: "ser recto u honrados", y otro forense, que describe la calidad y actuación de un juez que sentencia a favor del inocente, rehabilitándolo ante la opinión pública en caso de falta de acusación o injusticia por parte de un adversario: "hacer justicia". Pablo se apoya en este sentido del término griego para describir la acción salvadora de Dios con el hombre, reo de muerte por su pecado (5,12), pero pasando a un nivel superior, pues Dios no rehabilita al inocente, sino al culpable (4,5). No actúa, por tanto, como juez, sino como soberano que concede gracia al/a los condenados (indulto, amnistía), independientemente de toda ley (3,21). La humanidad se encuentra condenada a muerte por el pecado (3,9s). Para salvarla, Dios promulga una amnistía; tal es el contenido de la buena noticia que se proclama la única condición para acogerse a ella es la fe/adhesión a Jesús (1,17; 3,21.24.28; 4,3; 5,1, etc; Gál 3,26), la promesa (Rom 4,16; Gál 3,14), aspectos diversos de la misma realidad de salvación, obra del amor de Dios por el hombre (5,8-10).
Única y exclusivamente por la fe. lit. "desde fe hasta fe", expresión inspirada en otra aramea con el significado de "empezando por (la fe) y acabando por (la fe)"; cf. 2 Cor 2,16.
En paralelo con lo expresado en 1,17, otra revelación está sucediendo, la de la reprobación divina contra la humanidad impía e injusta (alusión a las dos tablas de la Ley). La partícula griega gar depende del v.17; no es causal, indica que continúa la argumentación (además) (18).
La reprobación de Dios, gr. orgé, designa la resistencia inflexible de Dios al mal, su oposición a él en cualquier forma que se presente. En realidad, lo que Pablo indica es la secuencia ineluctable de causa-efecto en el universo moral: el hombre que practica el pecado ( = la injusticia) va inevitablemente al desastre (6,23: "el salario del pecado es la muerte", relación de causa-efecto); que reprimen con injusticias la verdad: la raíz de la ruina de la humanidad nace de una oposición deliberada a la verdad, que es la realidad de Dios y del hombre (18).
La humanidad rechaza la revelación de Dios en la creación. Lo tienen a la vista (19): para Pablo, la posibilidad de conocer a Dios mediante la razón es indiscutible, pues así lo ha querido Dios mismo. Los males de la humanidad no nacen, pues, de ignorancia, sino de malas opciones (19-23).
SALMO. 19,2-5.
2 Los cielos proclaman la gloria de Dios,
pregona el firmamento la actividad de sus manos.
3 Un día le pasa el mensaje a otro día,
una noche le informa a otra noche.
4 Sin que hablen, sin que pronuncien,
sin que so oiga su voz,
5 a toda la tierra alcanza su discurso,
a los confines del orbe su lenguaje.
Allí le ha plantado una tienda al sol:
Explicación.
19,2-5a Primera sección. Ex abrupto introduce el poeta a sus colosales personajes, ocupados en hablar. Cielos y firmamento representan espacios personificados. La tierra es el lugar donde el público escucha. Días y nocnes son tiempos personificados, repartidos en dos filas, sin contigüedad: día y noche no se hablan.
¿Cómo hablan esos personajes? Se acumulan términos del campo semántico del lenguaje. Es un lenguaje peculiar: no tiene palabras o lexemas, dbrym; no tiene sentencias o sintagmas, ´mr; ni siquiera tiene fonemas qwl. Sin embargo se propaga a todas partes y es inteligible: lenguaje universal anterior y superior a la confusión babélica. Su tema es la gloria (cfr. Is 6,3) y la acción o actividad.
TRANSPOSICIÓN CRISTIANA.
Rom 10,18 aplica el v.4 a la predicación del evangelio. El cristiano contempla la creación restaurada en Cristo. Los antiguos explotaron el símbolo del sol como esposo; su salida del tálamo de María en el nacimiento, su carrera "desde el Padre hasta el Padre"; su calor es el Espíritu. La reflexión sobre ley y gracia anticipa la enseñanza de Pablo.
EVANGELIO. Lucas 11,37-41.
37 Apenas terminó de hablar, un fariseo lo invitó a comer a su casa. Él entró y se recostó a la mesa.
38 El fariseo se extrañó al ver que no hacía abluciones antes de comer,
39 y el Señor le dijo:
- De modo que vosotros, los fariseos, limpiáis por fuera la copa y el plato, mientras por dentro estáis repletos de robos y maldades.
40 ¡Insensatos! El que hizo lo de fuera, ¿no hizo también lo de dentro?
41 En vez de eso, dad lo que tenéis en limosnas y así lo tendréis limpio todo.
Explicación.
Los que se enmiendan. 37-54. La frase inicial conecta esta perícopa con la anterior. Segunda ocasión en que Jesús es invitado por un fariseo (7,36ss). Abluciones rituales para eliminar la supuesta contaminación contraída en el contacto con los hombres y el mundo. Jesús no cree que el contacto con la realidad humana o mundana separe al hombre de Dios (38). La denominación el Señor (39)coloca el episodio en el contexto de la comunidad pospascual. La pureza no es exterior, sino interna; es decir, no es lo de fuera, sino lo que hay dentro del hombre, lo que puede separarlo de Dios (cf. Mc 7,15.18-23).
Acusación a los fariseos (39). Dios no se contenta con apariencias (40). La limosna, que corrige la codicia, ayuda más al que la da que al que la recibe (41).
16Porque yo no me acobardo de anunciar la buena noticia, fuerza de Dios para salvar a todo el que cree, primero al judío, pero también al no judío, 17pues por su medio se está revelando la amnistía que Dios concede, única y exclusivamente por la fe, como dice la Escritura: "El que se rehabilita por la fe, vivirá" (Hab 2,4).
18Se está revelando además desde el cielo la reprobación de Dios contra toda impiedad e injusticia humana, la de aquellos que reprimen con injusticia la verdad.
19Porque lo que puede conocerse de Dios lo tienen a la vista, Dios mismo se lo ha puesto delante; 20desde que el mundo es mundo, lo invisible de Dios, es decir, su eterno poder y su divinidad, resulta visible para el que reflexiona sobre sus obras, de modo que no tienen disculpa. 21Porque al descubrir a Dios, en vez de tributarle la alabanza y las gracias que Dios se merecía, su razonar se dedicó a vaciedades y su mente insensata se obnubiló. 22Pretendiendo ser sabios, resultaron unos necios 23que cambiaron la gloria de Dios inmortal por imágenes de hombres mortales, de pájaros, cuadrúpedos y reptiles.
24Por eso, abandonándolos a sus deseos, los entregó Dios a la inmoralidad, con la que degradan ellos mismos sus propios cuerpos, por haber sustituido ellos al 25Dios verdadero or uno falso, venerando y dando culto a la criatura en vez de al Creador (¡Bendito él por siempre! Amén).
EXPLICACIÓN.
16-17. Tema de la carta. Para semejante tarea no hay fuerza humana que baste. Pablo, un judío de cultura rabínica, tenía que enfrentarse con una cultura pagana de gloriosa tradición filosófica y alta educación retórica. No se acobarda: no se siente inferior, porque el evangelio que predica no se apoya en su fuerza personal, es una fuerza de Dios mismo, una intervención de Dios en la historia de la humanidad. La buena noticia está destinada a todos los hombres sin distinción; la única condición es la fe. Pablo admite cierta prioridad de los judíos, porque de hecho Jesús cumplía las promesas del AT y limitó su labor a los judíos (Rom 15,8; cf. Mt 15,24), pero la buena noticia está destinada a todos (no judío, lit. "griego"). Pablo no hace diferencia (cf. 2,9-11; Gál 3,28; Col 3,11; Hch 15,9).
La dikaiosunê griega tiene un sentido ético: "ser recto u honrados", y otro forense, que describe la calidad y actuación de un juez que sentencia a favor del inocente, rehabilitándolo ante la opinión pública en caso de falta de acusación o injusticia por parte de un adversario: "hacer justicia". Pablo se apoya en este sentido del término griego para describir la acción salvadora de Dios con el hombre, reo de muerte por su pecado (5,12), pero pasando a un nivel superior, pues Dios no rehabilita al inocente, sino al culpable (4,5). No actúa, por tanto, como juez, sino como soberano que concede gracia al/a los condenados (indulto, amnistía), independientemente de toda ley (3,21). La humanidad se encuentra condenada a muerte por el pecado (3,9s). Para salvarla, Dios promulga una amnistía; tal es el contenido de la buena noticia que se proclama la única condición para acogerse a ella es la fe/adhesión a Jesús (1,17; 3,21.24.28; 4,3; 5,1, etc; Gál 3,26), la promesa (Rom 4,16; Gál 3,14), aspectos diversos de la misma realidad de salvación, obra del amor de Dios por el hombre (5,8-10).
Única y exclusivamente por la fe. lit. "desde fe hasta fe", expresión inspirada en otra aramea con el significado de "empezando por (la fe) y acabando por (la fe)"; cf. 2 Cor 2,16.
En paralelo con lo expresado en 1,17, otra revelación está sucediendo, la de la reprobación divina contra la humanidad impía e injusta (alusión a las dos tablas de la Ley). La partícula griega gar depende del v.17; no es causal, indica que continúa la argumentación (además) (18).
La reprobación de Dios, gr. orgé, designa la resistencia inflexible de Dios al mal, su oposición a él en cualquier forma que se presente. En realidad, lo que Pablo indica es la secuencia ineluctable de causa-efecto en el universo moral: el hombre que practica el pecado ( = la injusticia) va inevitablemente al desastre (6,23: "el salario del pecado es la muerte", relación de causa-efecto); que reprimen con injusticias la verdad: la raíz de la ruina de la humanidad nace de una oposición deliberada a la verdad, que es la realidad de Dios y del hombre (18).
La humanidad rechaza la revelación de Dios en la creación. Lo tienen a la vista (19): para Pablo, la posibilidad de conocer a Dios mediante la razón es indiscutible, pues así lo ha querido Dios mismo. Los males de la humanidad no nacen, pues, de ignorancia, sino de malas opciones (19-23).
SALMO. 19,2-5.
2 Los cielos proclaman la gloria de Dios,
pregona el firmamento la actividad de sus manos.
3 Un día le pasa el mensaje a otro día,
una noche le informa a otra noche.
4 Sin que hablen, sin que pronuncien,
sin que so oiga su voz,
5 a toda la tierra alcanza su discurso,
a los confines del orbe su lenguaje.
Allí le ha plantado una tienda al sol:
Explicación.
19,2-5a Primera sección. Ex abrupto introduce el poeta a sus colosales personajes, ocupados en hablar. Cielos y firmamento representan espacios personificados. La tierra es el lugar donde el público escucha. Días y nocnes son tiempos personificados, repartidos en dos filas, sin contigüedad: día y noche no se hablan.
¿Cómo hablan esos personajes? Se acumulan términos del campo semántico del lenguaje. Es un lenguaje peculiar: no tiene palabras o lexemas, dbrym; no tiene sentencias o sintagmas, ´mr; ni siquiera tiene fonemas qwl. Sin embargo se propaga a todas partes y es inteligible: lenguaje universal anterior y superior a la confusión babélica. Su tema es la gloria (cfr. Is 6,3) y la acción o actividad.
TRANSPOSICIÓN CRISTIANA.
Rom 10,18 aplica el v.4 a la predicación del evangelio. El cristiano contempla la creación restaurada en Cristo. Los antiguos explotaron el símbolo del sol como esposo; su salida del tálamo de María en el nacimiento, su carrera "desde el Padre hasta el Padre"; su calor es el Espíritu. La reflexión sobre ley y gracia anticipa la enseñanza de Pablo.
EVANGELIO. Lucas 11,37-41.
37 Apenas terminó de hablar, un fariseo lo invitó a comer a su casa. Él entró y se recostó a la mesa.
38 El fariseo se extrañó al ver que no hacía abluciones antes de comer,
39 y el Señor le dijo:
- De modo que vosotros, los fariseos, limpiáis por fuera la copa y el plato, mientras por dentro estáis repletos de robos y maldades.
40 ¡Insensatos! El que hizo lo de fuera, ¿no hizo también lo de dentro?
41 En vez de eso, dad lo que tenéis en limosnas y así lo tendréis limpio todo.
Explicación.
Los que se enmiendan. 37-54. La frase inicial conecta esta perícopa con la anterior. Segunda ocasión en que Jesús es invitado por un fariseo (7,36ss). Abluciones rituales para eliminar la supuesta contaminación contraída en el contacto con los hombres y el mundo. Jesús no cree que el contacto con la realidad humana o mundana separe al hombre de Dios (38). La denominación el Señor (39)coloca el episodio en el contexto de la comunidad pospascual. La pureza no es exterior, sino interna; es decir, no es lo de fuera, sino lo que hay dentro del hombre, lo que puede separarlo de Dios (cf. Mc 7,15.18-23).
Acusación a los fariseos (39). Dios no se contenta con apariencias (40). La limosna, que corrige la codicia, ayuda más al que la da que al que la recibe (41).
2ª OPCIÓN.
Primera Lectura: Filipenses 3,17 -- 4,1.
17Hermanos, seguid
todos mi ejemplo y tened siempre delante a los que proceden según el modelo que
tenéis en nosotros, porque andan por ahí muchos... 18¡Cuántas veces os los he
señalado, y ahora lo hago con lágrimas en los ojos, a esos enemigos de la Cruz
del Mesías! 19Su paradero es la ruina, honran a Dios con el estómago y ponen su
gloria en sus vergüenzas, centrados como están en lo terreno.
20Nosotros, en
cambio, somos ciudadanos del cielo, de donde aguardamos como salvador al Señor
Jesús, el Mesías; 21él transformará la bajeza de nuestro ser reproduciendo en
nosotros el esplendor del suyo, con esa energía que le permite incluso
someterse el universo. 4 1De modo que, hermanos míos queridos y añorados, mi
alegría y mi corona, mis amigos, manteneos así fieles al Señor.
EXPLICACIÓN.
3,17-4,1. Una vez explicada su postura, Pablo se pone como
ejemplo (17). Enemigos de la cruz del Mesías (18), como en 3,2, los judíos;
eran éstos quienes se gloriaban de sus vergüenzas, es decir, de la
circuncisión; honran a Dios con el estómago (19), lit. "su Dios, el estómago";
se trata, en el caso de los judíos, del valor supremo que atribuyen a las
prescripciones sobre alimentos; la traducción procura evitar el malentendido;
centrados, cf. Col 3,2; en lo terreno, los ritos y observancias sobre cosas
materiales.
La realidad cristiana, en contraste con lo anterior. Somos ciudadanos del cielo, condición actual del cristiano: en la esfera divina o "cielo" está Jesús, objeto de su adhesión, de ella ha recibido el Espíritu que impulsa su vida. Esta ciudadanía ha de ser consumada. Mantiene Pablo su concepción de la venida del Mesías, aunque ya sin el aspecto de inminencia (cf. 1 Cor 7,29); la esperanza de la futura gloria se apoya en el conocimiento de la fuerza de Jesús exaltado, y estimula a la fidelidad (3,20-4,1).
Salmo: 34,2-9.
2 Bendigo al Señor en todo momento,
su alabanza está siempre en mi boca.
3 Yo me glorío del Señor:
que lo escuchen los humildes y se alegren.
4 Engrandeced conmigo al Señor,
ensalcemos junto su nombre.
5 Consulté al Señor y me respondió
librándome de todas mis ansias.
6 Contempladlo y quedaréis radiantes,
vuestro rostro no se sonrojará.
7 Este pobre clamó y el Señor le escuchó,
lo salvó de todos sus peligros.
8 El ángel del Señor acampa
en torno a sus fieles protegiéndolos.
9 Gustad y apreciad que bueno es el Señor:
dichoso el varón que se acoge a él.
su alabanza está siempre en mi boca.
3 Yo me glorío del Señor:
que lo escuchen los humildes y se alegren.
4 Engrandeced conmigo al Señor,
ensalcemos junto su nombre.
5 Consulté al Señor y me respondió
librándome de todas mis ansias.
6 Contempladlo y quedaréis radiantes,
vuestro rostro no se sonrojará.
7 Este pobre clamó y el Señor le escuchó,
lo salvó de todos sus peligros.
8 El ángel del Señor acampa
en torno a sus fieles protegiéndolos.
9 Gustad y apreciad que bueno es el Señor:
dichoso el varón que se acoge a él.
Explicación.
34,2 "En todo momento": varias veces insiste el orante en la totalidad: 5.7.18.20.21.
34,3 El hombre no debe gloriarse de méritos propios; su orgullo es el Señor su Dios: Jr 9,22s. Lo cual es otra forma de alabanza. Si los marginados pueden alegrarse de la experiencia del orante, es que él no es ajeno a la categoría.
34,4 "Engrandecer" es reconocer la grandeza, como enaltecer es reconocer la sublimidad. Dos dimensiones humanas o cósmicas se proyectan hacia Dios.
34,5 Consulta del hombre y oráculo de respuesta son práctica religiosa común: véase p.ej: el caso de Raquel en Gn 25. La respuesta divina serena, tranquiliza.
34,6 Éste es el verso más importante del salmo. Leo imperativo con versiones antiguas. "Radiante" como Is 60,5; "sonrojarse" o quedar sombrío, como Is 24,23; Jr 15,9 o Miq 3,7. Con vocabulario diverso, creo que la invitación apunta a tres momentos de la vida de Moisés: en la vocación (Éx 3,6), en los encuentros personales con el Señor (Éx 33,8 y 34,29-33), cuando volvía radiante. El privilegio de Moisés se ofrece hoy a cualquiera: quien "contemple" a Dios, en el templo o en la oración, saldrá "radiante", no estará "sombrío" por el fracaso. Se podría tomar este verso como lema de la oración contemplativa.
34,7 Simple secuencia personalizada: clamar - escuchar - salvar.
34,8 "Acampar protegiendo" puede pertenecer al lenguaje militar. Implica que el "ángel del Señor", como capitán, dispone un escuadrón que rodea. Resuenan relatos de Éx y Nm.
34,9-11 Creo encontrar cierta coherencia temática en estos tres versos: "gustar y pasar hambre", "carestía y bienes". Propongo una hipótesis de lectura: aun cuando "ricos y poderosos" (corregido) "pasen hambre", los "fieles consagrados" al Señor "no carecerán de nada"; más aún, participando en el banquete sagrado "gustarán la bondad del Señor". Los versos invierten el orden cronológico, y cabe una lectura más genérica.
34,9 Es un caso de "aplicación de sentidos". Los sentidos corporales se toman como símbolo de experiencia espiritual. Se selecciona la inmediatez no discursiva y la duración pausada. Una traducción corpórea sonaría: "saboread lo sabroso que es el Señor". El símbolo pasa al lenguaje espiritual.
34,3 El hombre no debe gloriarse de méritos propios; su orgullo es el Señor su Dios: Jr 9,22s. Lo cual es otra forma de alabanza. Si los marginados pueden alegrarse de la experiencia del orante, es que él no es ajeno a la categoría.
34,4 "Engrandecer" es reconocer la grandeza, como enaltecer es reconocer la sublimidad. Dos dimensiones humanas o cósmicas se proyectan hacia Dios.
34,5 Consulta del hombre y oráculo de respuesta son práctica religiosa común: véase p.ej: el caso de Raquel en Gn 25. La respuesta divina serena, tranquiliza.
34,6 Éste es el verso más importante del salmo. Leo imperativo con versiones antiguas. "Radiante" como Is 60,5; "sonrojarse" o quedar sombrío, como Is 24,23; Jr 15,9 o Miq 3,7. Con vocabulario diverso, creo que la invitación apunta a tres momentos de la vida de Moisés: en la vocación (Éx 3,6), en los encuentros personales con el Señor (Éx 33,8 y 34,29-33), cuando volvía radiante. El privilegio de Moisés se ofrece hoy a cualquiera: quien "contemple" a Dios, en el templo o en la oración, saldrá "radiante", no estará "sombrío" por el fracaso. Se podría tomar este verso como lema de la oración contemplativa.
34,7 Simple secuencia personalizada: clamar - escuchar - salvar.
34,8 "Acampar protegiendo" puede pertenecer al lenguaje militar. Implica que el "ángel del Señor", como capitán, dispone un escuadrón que rodea. Resuenan relatos de Éx y Nm.
34,9-11 Creo encontrar cierta coherencia temática en estos tres versos: "gustar y pasar hambre", "carestía y bienes". Propongo una hipótesis de lectura: aun cuando "ricos y poderosos" (corregido) "pasen hambre", los "fieles consagrados" al Señor "no carecerán de nada"; más aún, participando en el banquete sagrado "gustarán la bondad del Señor". Los versos invierten el orden cronológico, y cabe una lectura más genérica.
34,9 Es un caso de "aplicación de sentidos". Los sentidos corporales se toman como símbolo de experiencia espiritual. Se selecciona la inmediatez no discursiva y la duración pausada. Una traducción corpórea sonaría: "saboread lo sabroso que es el Señor". El símbolo pasa al lenguaje espiritual.
TRANSPOSICIÓN CRISTIANA.
La primera carta de Pedro cita dos pasos del salmo; el gustar al Señor, vinculado al bautismo (2,2-3); y el bloque sapiencial en 3,10-12 exhortando a la concordia. Heb 6,2 recoge el símbolo del gusto espiritual. Y el tema del quedar radiantes domina el comentario de 2 Cor 3,7-18.
La primera carta de Pedro cita dos pasos del salmo; el gustar al Señor, vinculado al bautismo (2,2-3); y el bloque sapiencial en 3,10-12 exhortando a la concordia. Heb 6,2 recoge el símbolo del gusto espiritual. Y el tema del quedar radiantes domina el comentario de 2 Cor 3,7-18.
Evangelio: Juan 12,24-26.
24. Sí, os lo aseguro: Si el grano de trigo una vez caído en la tierra
no muere, permanece él solo; en cambio, si muere, produce mucho fruto.
25. Tener apego a la propia vida es destruirse, despreciar la propia vida en medio del orden este es conservarse para una vida definitiva.
26. El que quiera ayudarme, que me siga, y así, allí donde yo estoy, estará también el que me ayuda. A quien me ayude lo honrará el Padre.
25. Tener apego a la propia vida es destruirse, despreciar la propia vida en medio del orden este es conservarse para una vida definitiva.
26. El que quiera ayudarme, que me siga, y así, allí donde yo estoy, estará también el que me ayuda. A quien me ayude lo honrará el Padre.
EXPLICACIÓN.
La hora final, la de su muerte, manifestará su gloria/amor y permitirá
la misión. No se produce vida/fruto sin da la propia (24); amar es darse
sin escatimar, hasta desaparecer, si es necesario. Solamente el don
total libera las capacidades del hombre. Esta muerte no es un suceso
aislado, sino la culminación de un proceso de donación de sí mismo. La
fecundidad no depende de la transmisión de una doctrina, sino de una
muestra extrema de amor (si no muere, permanece él solo). Sólo quien no
teme a la muerte (25) puede entregarse hasta el fin, llevando su vida a
su completo éxito. Infundir temor, la gran arma del orden injusto; el
apego a la vida lleva a todas las abdicaciones. Ser discípulo significa
colaborar en la tarea de Jesús (26), aun en medio de la hostilidad y
persecución; el que colabora se encuentra, como Jesús, en la esfera del
Espíritu, en el hogar del Padre (7,34; 8,29). El hombre libre posee su
vida, su presente, y en cada presente puede entregarse del todo: la
entrega total en cada momento es el significado de “morir”. Lo honrará
el Padre, como a hijo.
SÍNTESIS.
Se oponen dos concepciones de la salvación: la del pueblo, que concibe al Mesías en términos de poder y realeza humana; la de Jesús, que la pone en la plenitud del hombre, en la entrega por amor. La multitud no quiere un Mesías que los haga libres para llegar a la plenitud humana, sino a uno a quien obedecer, eximiéndose de la responsabilidad. No quieren libertad responsable, sino sumisión a un poderoso que se encargue de arreglar la sociedad.
Se oponen dos concepciones de la salvación: la del pueblo, que concibe al Mesías en términos de poder y realeza humana; la de Jesús, que la pone en la plenitud del hombre, en la entrega por amor. La multitud no quiere un Mesías que los haga libres para llegar a la plenitud humana, sino a uno a quien obedecer, eximiéndose de la responsabilidad. No quieren libertad responsable, sino sumisión a un poderoso que se encargue de arreglar la sociedad.
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