lunes, septiembre 01, 2014

LECTURAS DEL SÁBADO 13 DE SEPTIEMBRE DEL 2014.

PRIMERA LECTURA. 1 Corintios 10,14-22.

  14Por esa razón, amigos míos, huid de la idolatría. 15Os hablo como a gente sensata, juzgar vosotros esto que digo. 16Esa "copa de bendición" que bendecimos, ¿no significa solidaridad con la sangre del Mesías? Ese pan que partimos, ¿no significa solidaridad con el cuerpo del Mesías? 17Como hay un solo pan, aun siendo muchos formamos un solo cuerpo, pues todos y cada uno participamos de ese único pan.
          18Considerar el pueblo de Israel; los que comen de las víctimas quedan unidos con el altar. 19¿Qué quiero decir con esto?, ¿que las víctimas son algo o que un ídolo es algo? 20No, sino que ofrecen sus sacrificios a demonios que no son Dios, y no quiero que vosotros entréis en sociedad con los demonios. 21No podéis beber de la copa del Señor y de la copa de los demonios. 22No podéis participar de la mesa del Señor y de la mesa de los demonios. ¿Queremos dar celos al Señor?, ¿es que somos más fuertes que él?

EXPLICACIÓN.

14-22.      La participación en ceremonias religiosas paganas es una incoherencia para un cristiano (14). Los que están vinculados a Jesús Mesías por la participación de la copa y el pan, están vinculados con él y entre sí como un único cuerpo (15-17).

                No solamente en las religiones paganas, también en la judía, la participación en los banquetes religiosos significa adhesión a la religión respectiva (18). Aunque los dioses paganos no representan nada (19), esa religión comporta principios contrarios a Dios (20). No pueden participar en banquetes idolátricos, pues esto no es asunto meramente personal, sino que significa una adhesión pública a los falsos valores representados por la idolatría (21). No se puede ser cristiano y mostrarse al mismo tiempo solidario de modos de concebir la vida contrarios al evangelio; equivaldría a menospreciar al Señor (22).

SALMO. 116,12-13.17-18.

12¿Cómo pagaré al Señor
todo el bien que me ha hecho?
13Alzaré la copa de la salvación
invocando el nombre del Señor.

17Te ofreceré un sacrificio
de acción de gracias.
invocando el nombre del Señor
18y cumpliré al Señor mis votos
en presencia de todo el pueblo. 
Explicación.
116,12 La única "restitución" accesible al hombre es el reconocimiento. Cuando el orante se hace la pregunta, ya está expresando su gratitud y su deseo de reciprocidad, y su imposibilidad de satisfacerla.
116,13-14 Expresará su gratitud en un rito público. No está claro si es copa de libación, vino que se derrama en honor de la divinidad (Ex 29,40s; Lv 23,18.37), o es copa de comunión que va pasando entre los comensales de un banquete sacrificial (quizá Am 2,8; Is 62,9). Sobre el voto véase Sal 66,13s. 
116,17 -18 Repite el estribillo cambiando copa por sacrificio de acción de gracias.  
Trasposición cristiana.
Rom 3,4 cita 11b desplazando ligeramente el sentido. 2 Cor 4,13 cita 10a adaptando el sentido. Sobre el precio de la vida, Rom 8,20. Sobre la copa, 1 Cor 10,16.  
EVANGELIO. Lucas 6,43-49.

43 Cierto, no hay árbol sano que dé fruto dañado ni, a su vez, árbol dañado que dé fruto sano.
44 Cada árbol se conoce por sus frutos: ¡no se cogen higos de los espinos ni se cosechan uvas de las zarzas!
45 El que es bueno, de la bondad que almacena en su corazón saca el bien, y el que es malo, de la maldad saca el mal: porque lo que rebosa del corazón lo habla la boca.

LOS DOS CIMIENTOS.

46 ¿Por qué me invocáis: "¡Señor, Señor!", y no hacéis lo que digo?
47 Todo el que se acerca a mí, escucha mis palabras y las pone por obra, os voy a indicar a quién se parece:
48 se parece a un hombre que edificaba una casa: cavó, ahondó y asentó los cimientos sobre la roca; vino una crecida, rompió el río contra aquella casa y no pudo hacerla vacilar porque estaba bien construida.
49 En cambio, el que las escucha y no las pone por obra se parece a uno que edificó una casa sobre la tierra, sin cimientos; rompió el río contra ella y en seguida se derrumbó; y ¡hay que ver qué ruina la de aquella casa!


Explicación.

El modo de actuar revela la realidad interior del hombre (43s); en particular, las palabras (45)
Jesús no busca admiradores ni adoradores, sino seguidores (46). No se fundamenta una vida (la casa) por la mera adhesión a una doctrina, sino por la fidelidad a una praxis. El éxito del mensaje depende de cada uno (47-49).

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