miércoles, febrero 01, 2012

VIERNES 10 DE FEBRERO DEL 2012. Mc 7,31-37.

31Dejó Jesús la comarca de Tiro, pasó por Sidón y llegó de nuevo al mar de Galilea por mitad del territorio de la Decápolis.


Incomprensión de los discípulos: El sordomudo


32Le llevaron un sordo tartamudo y le suplicaron que le aplicase la mano. 33Lo tomó aparte, separándolo de la multitud, le metió los dedos en los oídos y con su saliva le tocó la lengua. 34Levantando la mirada al cielo dio un suspiro y le dijo:
-Effatá (esto es: «ábrete»).
35Inmediatamente se le abrió el oído, se le soltó la traba de la lengua y hablaba normalmente. 36Les advirtió que no lo dijeran a nadie, pero, cuanto más se lo advertía, más y más lo pregonaban ellos. 37Extraordinariamente impresionados, decían:
-¡Qué bien lo hace todo! Hace oír a los sordos y hablar a los mudos.


EXPLICACIÓN.


Los casos de sordera o ceguera en el Evangelio (cf.8,24b; 10,46b) escenifican la incomprensión expresada en 4,12 (<

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