sábado, septiembre 03, 2011

Domingo 4 de Septiembre de 2011. Mt 18,15-20.

15 Si tu hermano te ofende, ve y házselo ver, a solas entre los dos. Si te hace caso, has ganado a tu hermano. 16 Si no te hace caso, llama a otro o a otros dos, para que toda la cuestión quede zanjada apoyándose en dos o tres testigos (Dt 19,15). 17 Si no les hace caso, díselo a la comunidad, y si no hace caso ni siquiera a la comunidad, considéralo como un pagano o un recaudador. 18 Os aseguro que todo lo que atéis en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desatéis en la tierra quedará desatado en el cielo. 19 Os lo digo otra vez: Si dos de vosotros llegan a un acuerdo aquí en la tierra acerca de cualquier asunto por el que hayan pedido, surtirá su efecto por obra de mi Padre del cielo, 20 pues donde están dos o tres reunidos apelando a mí, allí en medio de ellos, estoy yo. EXPLICACIÓN. Te ofende, según la mayoría de los mss. y versiones; exigido además por los paralelos en el texto (cf. vv. 21.35). La ofensa crea división y ésta ha de ser reparada lo antes posible. El ofendido ha de tomar la iniciativa; el ofensor ha de reconocer su falta (15). Caso particular de lo expuesto en la parábola de la oveja perdida. Si el ofensor no acepta la reconciliación, se hará todo lo posible. Si la rehúsa hasta el fin, es como el que no conoce a Dios (pagano), como el que hace caso omiso de su voluntad (recaudador; 17). La comunidad puede reconciliar o expulsar (cf. 16,19); su decisión, refrendada por Dios (18). El mismo principio con otras palabras (19s). Las decisiones no se toman a la ligera ni por el mero parecer humano (petición): la eficacia se debe a la presencia de Jesús entre los que apelan a él.

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