2 OPCIONES.
1ª OPCIÓN.
Primera Lectura. Santiago 5,13-20
13¿Sufre alguno de vosotros?
Que rece. ¿Está uno de buen humor? Que cante. 14¿Hay alguno enfermo?
Llame a los responsables de la comunidad, que recen por él y lo unjan
con aceite invocando al Señor. 15La oración hecha con fe dará la salud
al enfermo y el Señor hará que se levante; si, además, tiene pecados, se
le perdonarán.
16Por tanto, confesaos los pecados unos a otros y
rezad unos por otros, para que os curéis. Mucho puede la oración
intensa del justo: 17Elías era un hombre débil como nosotros, y cuando
oró insistentemente para que no lloviera, no cayó una gota en tres años y
medio; 18oró de nuevo, y el cielo dio su lluvia y la tierra produjo su
fruto.
19Hermanos míos, si alguno se desvía de la
verdad y otro lo endereza, 20tened presente que quien endereza a un
pecador de su extravío se salvará él mismo de la muerte y sepultará un
sinfín de pecados.
EXPLICACIÓN.
Visitar a los enfermos y rezar por
ellos era práctica alabada por los judíos; éstos creían además que toda
enfermedad era consecuencia del pecado; la comunidad del autor muestra tener
una visión parecida; se espera la curación carismática por la oración de los
responsables (gr. presbyteroi, cf. 1 Tm 5,17); la curación mostraría que los
pecados causantes de la enfermedad estaban perdonados; el aceite era medicina
común del tiempo (13-15). Reconocer los pecados era, por tanto, condición
indispensable para ser curado; confianza en la eficacia de la oración. Ejemplo
de Elías (cf. 1 Re 17-18) (16-18). No abandonar al hermano que yerra (cf. Prov
10,12).
Salmo. 141,1-3.8
1Señor,
te estoy llamando, ven deprisa,
escucha
mi voz cuando te llamo.
2Aquí está
mi súplica,
como
incienso en tu presencia,
mis manos levantadas,
mis manos levantadas,
como ofrenda
de la tarde.
3Coloca,
Señor, una guarda en mi boca,
un centinela a la puerta de mis labios.
un centinela a la puerta de mis labios.
8Sí, Señor,
a ti se vuelven mis ojos,
en ti me
refugio, no desnudes mi cuello.
Explicación.
141,1-2
Es propio de este salmo presentar la plegaria como equivalente de ceremonias
cúlticas: cfr. Is 56,7. Mencionan la "ofrenda vespertina" 2 Re 16,15;
Esd 9,5; Dn 9,21.
141,3
El hebreo imaginaba, de modo bastante material, que las palabras salían de la
boca y viajaban por el aire. Véanse Miq 7,5; Eclo 28,25.
141,8
Significa ofrecer
el cuello a la ejecución capital o al peligro mortal: Is 53,12.
141,10
Usa el verbo "pasar" como término de liberación.
Transposición
cristiana.
Sobre la custodia de la lengua es obligado
citar Sant 1,19; 3,1-12. En el episodio de la sinagoga de Nazaret Lc usa el
verbo "pasar". La pascua será el "pasar" al Padre: Jn 13,1.
Evangelio. Marcos 10,13-16
(Mt 19,13-15; Lc
18,15-17)
13Le llevaban
chiquillos para que los tocase, pero los discípulos se pusieron a regañarles.
14Al verlo Jesús, les dijo indignado:
-Dejad que los
chiquillos se me acerquen, no se lo impidáis, porque los que son como éstos
tienen a Dios por rey. 15Os lo aseguro: quien no acoja el reino de Dios como un
chiquillo, no entrará en él.
16y, abrazándolos,
los bendecía imponiéndoles las manos.
Explicación.
(10,13-16): Chiquillos, como en 9,36: nuevos seguidores
de Jesús, no procedentes del judaísmo, que aceptan plenamente su programa.
Oposición de los discípulos (la misma de Pedro a Jesús en 8,32). De nuevo la
tensión entre los dos grupos (cf. 9,37) (13). Indignación de Jesús. No se lo
impidáis, como en 9,39, también de un seguidor no israelita; de los que son
como ellos (lit. «de estos tales»): de los que se hacen «últimos de todos y
servidores de todos» (9,35); disposición necesaria para acoger el reinado de
Dios y gozar de él; para ellos ya ha llegado (cf. 1,15: «está cerca») (14-15).
Identificación y afecto (abrazándolos, cf. 9,36; 3,35); bendición: abundante
comunicación de vida a los que han producido (4,24s) (16).
2ª OPCIÓN.
Primera Lectura. Filipenses 4,4-9.
4Estad siempre
alegres con el Señor; os lo repito, estad alegres. 5Que todo el mundo note lo
comprensivos que sois. El Señor está cerca, 6no os agobiéis por nada; en lo que
sea, presentad ante Dios vuestras peticiones con esa oración y esa súplica que
incluyen acción de gracias; 7así la paz de Dios, que supera todo razonar,
custodiará vuestra mente y vuestros pensamientos mediante el Mesías Jesús.
8Por último,
hermanos, todo lo que sea verdadero, todo lo respetable, todo lo justo, todo lo
limpio, todo lo estimable, todo lo de buena fama, cualquier virtud o mérito que
haya, eso tenedlo por vuestro; 9y lo que aprendisteis, y recibisteis, y
oísteis, y visteis de mí o en mí, eso llevadlo a la práctica; así el Dios de la
paz estará con vosotros.
Explicación.
Exhortaciones finales. Alegría (Rom 14,17; Gál 5,22).
Actitud ante los de fuera. Oración confiada: su resultado será la paz que Dios
comunica reavivando en el hombre la experiencia de su amor (4-7).
Ámbito de interés para los cristianos: todo lo que es bueno
dondequiera se encuentre. Nada de comunidad cerrada ni aislada de su ambiente
cultural. Para que la alusión sea más clara, usa el término estoico virtud, que
nunca se encuentra en los evangelios ni en los escritos de Pablo referido a
cristianos (en el NT, sólo en escritos tardíos como 2 Pe 1,3). Para la
práctica, los remite a su enseñanza y a su ejemplo (8-9).
Salmo. 34,2-11
2 Bendigo al Señor en todo momento,
su alabanza está siempre en mi boca.
3 Yo me glorío del Señor:
que lo escuchen los humildes y se alegren.
4 Engrandeced conmigo al Señor,
ensalcemos junto su nombre.
5 Consulté al Señor y me respondió
librándome de todas mis ansias.
6 Contempladlo y quedaréis radiantes,
vuestro rostro no se sonrojará.
7 Este pobre clamó y el Señor le escuchó,
lo salvó de todos sus peligros.
8 El ángel del Señor acampa
en torno a sus fieles protegiéndolos.
9 Gustad y apreciad que bueno es el Señor:
dichoso el varón que se acoge a él.
10 Respetad al Señor, sus consagrados,
que nada les falta a quienes lo respetan.
11 Los ricos empobrecen y pasan hambre,
los que buscan al Señor no carecen de bienes.
su alabanza está siempre en mi boca.
3 Yo me glorío del Señor:
que lo escuchen los humildes y se alegren.
4 Engrandeced conmigo al Señor,
ensalcemos junto su nombre.
5 Consulté al Señor y me respondió
librándome de todas mis ansias.
6 Contempladlo y quedaréis radiantes,
vuestro rostro no se sonrojará.
7 Este pobre clamó y el Señor le escuchó,
lo salvó de todos sus peligros.
8 El ángel del Señor acampa
en torno a sus fieles protegiéndolos.
9 Gustad y apreciad que bueno es el Señor:
dichoso el varón que se acoge a él.
10 Respetad al Señor, sus consagrados,
que nada les falta a quienes lo respetan.
11 Los ricos empobrecen y pasan hambre,
los que buscan al Señor no carecen de bienes.
Explicación.
34,2 "En todo momento": varias veces insiste el orante en la totalidad: 5.7.18.20.21.
34,3 El hombre no debe gloriarse de méritos propios; su orgullo es el Señor su Dios: Jr 9,22s. Lo cual es otra forma de alabanza. Si los marginados pueden alegrarse de la experiencia del orante, es que él no es ajeno a la categoría.
34,4 "Engrandecer" es reconocer la grandeza, como enaltecer es reconocer la sublimidad. Dos dimensiones humanas o cósmicas se proyectan hacia Dios.
34,5 Consulta del hombre y oráculo de respuesta son práctica religiosa común: véase p.ej: el caso de Raquel en Gn 25. La respuesta divina serena, tranquiliza.
34,6 Éste es el verso más importante del salmo. Leo imperativo con versiones antiguas. "Radiante" como Is 60,5; "sonrojarse" o quedar sombrío, como Is 24,23; Jr 15,9 o Miq 3,7. Con vocabulario diverso, creo que la invitación apunta a tres momentos de la vida de Moisés: en la vocación (Éx 3,6), en los encuentros personales con el Señor (Éx 33,8 y 34,29-33), cuando volvía radiante. El privilegio de Moisés se ofrece hoy a cualquiera: quien "contemple" a Dios, en el templo o en la oración, saldrá "radiante", no estará "sombrío" por el fracaso. Se podría tomar este verso como lema de la oración contemplativa.
34,7 Simple secuencia personalizada: clamar - escuchar - salvar.
34,8 "Acampar protegiendo" puede pertenecer al lenguaje militar. Implica que el "ángel del Señor", como capitán, dispone un escuadrón que rodea. Resuenan relatos de Éx y Nm.
34,9-11 Creo encontrar cierta coherencia temática en estos tres versos: "gustar y pasar hambre", "carestía y bienes". Propongo una hipótesis de lectura: aun cuando "ricos y poderosos" (corregido) "pasen hambre", los "fieles consagrados" al Señor "no carecerán de nada"; más aún, participando en el banquete sagrado "gustarán la bondad del Señor". Los versos invierten el orden cronológico, y cabe una lectura más genérica.
34,9 Es un caso de "aplicación de sentidos". Los sentidos corporales se toman como símbolo de experiencia espiritual. Se selecciona la inmediatez no discursiva y la duración pausada. Una traducción corpórea sonaría: "saboread lo sabroso que es el Señor". El símbolo pasa al lenguaje espiritual.
34,10 "Respeto": o reverencia, sentido religioso. "Consagrados": compárese con Éx 18,6.
34,11 Véase el cántico de Ana 1 Sm 2,5.
34,3 El hombre no debe gloriarse de méritos propios; su orgullo es el Señor su Dios: Jr 9,22s. Lo cual es otra forma de alabanza. Si los marginados pueden alegrarse de la experiencia del orante, es que él no es ajeno a la categoría.
34,4 "Engrandecer" es reconocer la grandeza, como enaltecer es reconocer la sublimidad. Dos dimensiones humanas o cósmicas se proyectan hacia Dios.
34,5 Consulta del hombre y oráculo de respuesta son práctica religiosa común: véase p.ej: el caso de Raquel en Gn 25. La respuesta divina serena, tranquiliza.
34,6 Éste es el verso más importante del salmo. Leo imperativo con versiones antiguas. "Radiante" como Is 60,5; "sonrojarse" o quedar sombrío, como Is 24,23; Jr 15,9 o Miq 3,7. Con vocabulario diverso, creo que la invitación apunta a tres momentos de la vida de Moisés: en la vocación (Éx 3,6), en los encuentros personales con el Señor (Éx 33,8 y 34,29-33), cuando volvía radiante. El privilegio de Moisés se ofrece hoy a cualquiera: quien "contemple" a Dios, en el templo o en la oración, saldrá "radiante", no estará "sombrío" por el fracaso. Se podría tomar este verso como lema de la oración contemplativa.
34,7 Simple secuencia personalizada: clamar - escuchar - salvar.
34,8 "Acampar protegiendo" puede pertenecer al lenguaje militar. Implica que el "ángel del Señor", como capitán, dispone un escuadrón que rodea. Resuenan relatos de Éx y Nm.
34,9-11 Creo encontrar cierta coherencia temática en estos tres versos: "gustar y pasar hambre", "carestía y bienes". Propongo una hipótesis de lectura: aun cuando "ricos y poderosos" (corregido) "pasen hambre", los "fieles consagrados" al Señor "no carecerán de nada"; más aún, participando en el banquete sagrado "gustarán la bondad del Señor". Los versos invierten el orden cronológico, y cabe una lectura más genérica.
34,9 Es un caso de "aplicación de sentidos". Los sentidos corporales se toman como símbolo de experiencia espiritual. Se selecciona la inmediatez no discursiva y la duración pausada. Una traducción corpórea sonaría: "saboread lo sabroso que es el Señor". El símbolo pasa al lenguaje espiritual.
34,10 "Respeto": o reverencia, sentido religioso. "Consagrados": compárese con Éx 18,6.
34,11 Véase el cántico de Ana 1 Sm 2,5.
TRANSPOSICIÓN CRISTIANA.
La primera carta de Pedro cita dos pasos del salmo; el gustar al Señor, vinculado al bautismo (2,2-3); y el bloque sapiencial en 3,10-12 exhortando a la concordia. Heb 6,2 recoge el símbolo del gusto espiritual. Y el tema del quedar radiantes domina el comentario de 2 Cor 3,7-18.
La primera carta de Pedro cita dos pasos del salmo; el gustar al Señor, vinculado al bautismo (2,2-3); y el bloque sapiencial en 3,10-12 exhortando a la concordia. Heb 6,2 recoge el símbolo del gusto espiritual. Y el tema del quedar radiantes domina el comentario de 2 Cor 3,7-18.
Evangelio. Juan 17,20-26
20. Pero no te ruego solamente por éstos, sino también por los que a través de su mensaje me den su adhesión:
21. que sean todos uno –como tú, Padre, estás identificado conmigo y yo contigo-, para que también ellos lo estén con nosotros, y así el mundo crea que tú me enviaste.
22. Yo, por mi parte, la gloria que tú me has dado se la he dado a ellos, para que sean uno como nosotros somos uno
23 – yo identificado con ellos y tú conmigo-, para que queden realizados alcanzando la unidad, y así conozca el mundo que tú me enviaste y que les has demostrado a ellos tu amor como me lo has demostrado a mí.
24. Padre, quiero que también ellos –eso que me has entregado- estén conmigo donde yo estoy, para que contemplen mi propia gloria, la que tú me has dado, porque me has amado antes que existiera el mundo.
25. Padre justo, el mundo no te ha reconocido; yo, en cambio, te he reconocido, y éstos han reconocido que tú me enviaste.
26. Ya les he dado a conocer tu persona, pero aún se la daré a conocer, para que ese amor con el que tú me has amado esté en ellos y así esté yo identificado con ellos.
EXPLICACIÓN.
21. que sean todos uno –como tú, Padre, estás identificado conmigo y yo contigo-, para que también ellos lo estén con nosotros, y así el mundo crea que tú me enviaste.
22. Yo, por mi parte, la gloria que tú me has dado se la he dado a ellos, para que sean uno como nosotros somos uno
23 – yo identificado con ellos y tú conmigo-, para que queden realizados alcanzando la unidad, y así conozca el mundo que tú me enviaste y que les has demostrado a ellos tu amor como me lo has demostrado a mí.
24. Padre, quiero que también ellos –eso que me has entregado- estén conmigo donde yo estoy, para que contemplen mi propia gloria, la que tú me has dado, porque me has amado antes que existiera el mundo.
25. Padre justo, el mundo no te ha reconocido; yo, en cambio, te he reconocido, y éstos han reconocido que tú me enviaste.
26. Ya les he dado a conocer tu persona, pero aún se la daré a conocer, para que ese amor con el que tú me has amado esté en ellos y así esté yo identificado con ellos.
EXPLICACIÓN.
III. Oración por la comunidad del futuro (20-23). Jesús ensancha el
horizonte de su comunidad a épocas sucesivas (20). Está seguro de que su
obra continuará. El llamado mensaje del Padre (6.7) y mensaje de Jesús
(14,23), lo es también de los discípulos. No es para ellos una doctrina
aprendida ni han de proponerlo como algo a lo que están obligados; no se
puede proponer el amor si no se vive; se comunica como experiencia y
convicción propia. El mensaje produce la adhesión a Jesús, punto de
referencia para todos los tiempos. El mensaje no es una teoría sobre el
amor, sino la formulación de la vida y muerte de Jesús.
La petición de Jesús es la unidad (21), expresión y prueba del amor, distintivo de la comunidad; su modelo es la unidad que existe entre Jesús y el Padre, y es condición para la unión con ellos. Quienes no aman no pueden tener verdadero contacto con el Padre y Jesús. Se establece así la comunidad de Dios con los hombres; su presencia e irradiación desde la comunidad, a través de las obras que revelan su amor (9,4), será la prueba convincente de la misión divina de Jesús. No se convence con palabras, sino con hechos.
La gloria/amor del Padre (el Espíritu) que Jesús ha recibido (1,14) constituye al Hijo (1,32.34) uno con el Padre (10,30). La comunicación de la gloria (22) a los discípulos realiza en ellos la condición de hijos; la comunidad de Espíritu produce la unidad entre ellos y con Jesús y el Padre. La comunidad es el nuevo santuario. La realización plena del designio de Dios (23) depende de la existencia de la unidad, fruto del amor incondicional. Éste es el testimonio válido ante los hombres. Equivalencia entre gloria y amor del Padre. Los discípulos manifestarán a un Dios que es don de sí generoso y total (“Padre”).
IV. Conclusión (24-26). El término quiero (24) muestra la libertad del Hijo (13,3): su designio es el mismo del Padre. Estar con él (14,3) denota la condición de hijos. Contemplar su gloria equivale a experimentar su amor (1,14) y responder a él (1,16). Jesús ha realizado el proyecto de Dios (1,1; 17,5), que el Padre había concebido como expresión total de su amor, y cuya realización en Jesús preveía desde el principio.
Expone al Padre la diferencia entre el mundo que lo rechaza y él y los suyos (25), para que el Padre justo los honre (12,26). Resume Jesús el contenido de su oración (26). Alude a su actividad pasada (vv. 4.6) y afirma su propósito para el futuro (vv.1.5): manifestar el ser el Padre dando la vida. La cruz será la revelación plena y definitiva de la persona el Padre, manifestando todo el alcance de su amor.
Conocer al Padre a través de Jesús es la vida definitiva (v.3). Quiere que los discípulos sean iguales a él, que gocen del mismo amor del Padre que él ha gozado, para que su unión con ellos sea total.
SÍNTESIS.
El acontecimiento salvador es la muerte de Jesús, en la que el Hombre queda terminado (19,30) al actualizar plenamente su capacidad de amar, y que revela lo que es Dios mismo: amor total y gratuito al hombre (Padre).
Desde su plenitud, Jesús el Hombre-Dios, igual y uno con el Padre, puede comunicar la vida/amor que posee. El efecto de esa comunicación será doble: la unidad de los que participan de él, y su entrega a la difusión de ese amor/vida en el resto de la humanidad.
El amor produce en los hombres una calidad de vida que puede llamarse definitiva, pues no está sujeta a muerte. Esa vida se identifica con la condición de hijos de Dios, que nace de la experiencia del amor de Dios como Padre al experimentar en la propia persona la acción salvadora de Jesús.
El amor, que es don de sí, establece la relación interpersonal, que no se crea dando “cosas”, sino dándose uno mismo. En cualquier donación se ofrece la propia persona. De hecho, el bien del hombre no está en poseer “algo” sino a “alguien”, en poseer a Dios y a los demás. Pero esta posesión no se adquiere por conquista o compra, se recibe como don gratuito. Cada uno regala su vida a los otros, como el Padre, que es Espíritu/vida (4,24), da su Espíritu a Jesús (1,32), y Jesús se entrega y da su Espíritu a los hombres (10,11; 19,30). Cada uno es dueño de su vida, su máxima riqueza, para entregarla; de esa manera, todos tienen en común la riqueza de todos (17,10).
Se ve así el sentido del “servicio”. Es el don personal de todos a todos. No basta un servicio “objetivo” al hombre, sino uno que en lo objetivo lleve dentro el ofrecimiento de la persona. La existencia de la comunidad una es al mismo tiempo el origen y el término de la misión.
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