Primera Lectura: 1 Pedro 1,10-16
10Por esta salvación empezaron a
interesarse y a investigar ciertos profetas que habían predicho la
gracia destinada a vosotros. 11El Espíritu de Cristo que estaba en ellos
les declaraba por anticipado los sufrimientos por Cristo y los triunfos
que seguirían. 12Indagaban ellos queriendo saber para cuándo y para qué
circunstancias lo indicaba, y se les reveló que aquel ministerio
profético no miraba a ellos, sino a vosotros. Ahora, por medio de los
que os trajeron la buena noticia, os lo ha comunicado el Espíritu Santo
enviado del cielo. Los ángeles se asoman deseosos de verlo.
13Por eso, con la mente preparada para el servicio y
viviendo con sobriedad, poned una esperanza sin reservas en el don que
os va a traer la manifestación de Jesús Mesías. 14Como hijos obedientes,
no os amoldéis más a los deseos que teníais antes, en los días de
vuestra ignorancia. 15No, igual que es santo el que os llamó, sed
también vosotros santos en toda vuestra conducta, 16porque la Escritura
dice: "Seréis santos, porque yo soy santo" (Lv 19,2).
Explicación.
Ciertos
profetas cristianos, probablemente de comunidades en territorio judío, habían
predicho numerosas conversiones, seguidas de persecuciones (cf. 1,6), que
serían, sin embargo, ocasiones de triunfo (cf. 1,7); el Espíritu del Mesías
(esta expresión, además de la indeterminación «profetas», excluye que se trate
de los profetas del AT) les reveló que las conversiones se verificarían no
entre los judíos, sino entre los paganos (1,2; cf. 1,1). Alegría de la iglesia
(1,12b). Ni siquiera los ángeles, considerados tradicionalmente como iniciados
a los secretos de Dios, conocían este designio histórico que se da a conocer a
los cristianos (10-12). Es un modo de subrayar la absoluta novedad que representa
la integración de los paganos (cf. Ef 3,9: «el misterio oculto»; Col 2,2).
Salmo: 98,1-4
(Sal 96; Is 40-55)
1Cantad al Señor un cántico nuevo
porque ha hecho maravillas;
porque ha hecho maravillas;
su diestra le ha dado la victoria,
su santo brazo.
2EI Señor da a conocer su victoria,
revela su justicia a la vista de los pueblos.
3Se acordó de su lealtad y fidelidad
3Se acordó de su lealtad y fidelidad
para la Casa de Israel.
Los confines de la tierra han contemplado
la victoria de nuestro Dios.
la victoria de nuestro Dios.
4Vitorea al Señor, tierra entera,
gritad, aclamad, tañed:
Explicación.
98,1 Ap 5,9; 14,3.
98,1-3 Notamos
una "victoria" singular y "maravillas" plurales. La explicación está en
el "recuerdo" del Señor, el cual ha sido coherente con su modo de
proceder, ha mantenido su "lealtad". La acción ha sido a favor de Israel
y "justa", la manifestación es universal: Israel es escenario de la
actuación de Dios.
98,4-6 En la
música instrumental y vocal reconoce el salmista un acto superior de
alabanza. La vocal exalta la palabra, intensifica la expresión; la
instrumental templa y acuerda los sonidos naturales.
Transposición cristiana.
El tema del
"venir" se realiza en el "adviento", en el Mesías "que ha de venir";
doble adviento, histórico y escatológico; ambos celebrados en nuestro
adviento litúrgico. El segundo tema es el reinado, dominante en el NT:
universal y justo. Al "cántico nuevo" se refiere Ap 5,9s.
Evangelio: Marcos 10,28-31
28Pedro empezó a
decirle:
-Pues mira, nosotros
lo hemos dejado todo y te hemos venido siguiendo.
29Jesús declaró:
-Os lo aseguro: No
hay ninguno que deje casa, hermanos o hermanas, madre o padre, hijos o tierras,
por causa mía y por causa de la buena noticia, 30que no reciba cien veces más:
ahora, en este tiempo, casas, hermanos y hermanas, madres, hijos y tierras
-entre persecuciones- y, en la edad futura, vida definitiva.
31Pero todos, aunque
sean primeros, han de ser últimos, y esos últimos serán primeros.
EXPLICACIÓN
Pedro quiere una respuesta concreta, mostrando
la situación del grupo (28). La respuesta de Jesús no se refiere en particular
al grupo de discípulos (israelitas), sino a cualquier seguidor que lo abandone
todo para manifestar su adhesión a él y dedicarse a la propagación del mensaje.
En el Reino ?O habrá miseria, sino afecto y abundancia para todos, pero sin desigualdad
(nótese la supresión del padre, figura de la autoridad, en la segunda
enumeración); hostilidad de la sociedad (entre persecuciones); además,
heredarán la vida definitiva (29-30).
Colofón: Todos, aunque sean primeros (el caso del rico),
han de hacerse últimos, optando por la pobreza (10,21; cf. 9,35). No se puede
entrar en el Reino manteniendo una posición (cf. 10,21.23-35) que crea
dependencia dentro del grupo. Todos esos últimos serán primeros, pues su opción
(renuncia a la ambición y servicio mutuo) creará para todos igualmente una
comunidad de amor y abundancia (cf. 10,29s) (31). Para la traducción, vse. Mt
19,30.
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