PRIMERA LECTURA. Romanos 1,16-25.
16Porque yo no me acobardo de anunciar la buena noticia, fuerza de Dios para salvar a todo el que cree, primero al judío, pero también al no judío, 17pues por su medio se está revelando la amnistía que Dios concede, única y exclusivamente por la fe, como dice la Escritura: "El que se rehabilita por la fe, vivirá" (Hab 2,4).
18Se está revelando además desde el cielo la reprobación de Dios contra toda impiedad e injusticia humana, la de aquellos que reprimen con injusticia la verdad.
19Porque lo que puede conocerse de Dios lo tienen a la vista, Dios mismo se lo ha puesto delante; 20desde que el mundo es mundo, lo invisible de Dios, es decir, su eterno poder y su divinidad, resulta visible para el que reflexiona sobre sus obras, de modo que no tienen disculpa. 21Porque al descubrir a Dios, en vez de tributarle la alabanza y las gracias que Dios se merecía, su razonar se dedicó a vaciedades y su mente insensata se obnubiló. 22Pretendiendo ser sabios, resultaron unos necios 23que cambiaron la gloria de Dios inmortal por imágenes de hombres mortales, de pájaros, cuadrúpedos y reptiles.
24Por eso, abandonándolos a sus deseos, los entregó Dios a la inmoralidad, con la que degradan ellos mismos sus propios cuerpos, por haber sustituido ellos al 25Dios verdadero or uno falso, venerando y dando culto a la criatura en vez de al Creador (¡Bendito él por siempre! Amén).
EXPLICACIÓN.
16-17. Tema de la carta. Para semejante tarea no hay fuerza humana que baste. Pablo, un judío de cultura rabínica, tenía que enfrentarse con una cultura pagana de gloriosa tradición filosófica y alta educación retórica. No se acobarda: no se siente inferior, porque el evangelio que predica no se apoya en su fuerza personal, es una fuerza de Dios mismo, una intervención de Dios en la historia de la humanidad. La buena noticia está destinada a todos los hombres sin distinción; la única condición es la fe. Pablo admite cierta prioridad de los judíos, porque de hecho Jesús cumplía las promesas del AT y limitó su labor a los judíos (Rom 15,8; cf. Mt 15,24), pero la buena noticia está destinada a todos (no judío, lit. "griego"). Pablo no hace diferencia (cf. 2,9-11; Gál 3,28; Col 3,11; Hch 15,9).
La dikaiosunê griega tiene un sentido ético: "ser recto u honrados", y otro forense, que describe la calidad y actuación de un juez que sentencia a favor del inocente, rehabilitándolo ante la opinión pública en caso de falta de acusación o injusticia por parte de un adversario: "hacer justicia". Pablo se apoya en este sentido del término griego para describir la acción salvadora de Dios con el hombre, reo de muerte por su pecado (5,12), pero pasando a un nivel superior, pues Dios no rehabilita al inocente, sino al culpable (4,5). No actúa, por tanto, como juez, sino como soberano que concede gracia al/a los condenados (indulto, amnistía), independientemente de toda ley (3,21). La humanidad se encuentra condenada a muerte por el pecado (3,9s). Para salvarla, Dios promulga una amnistía; tal es el contenido de la buena noticia que se proclama la única condición para acogerse a ella es la fe/adhesión a Jesús (1,17; 3,21.24.28; 4,3; 5,1, etc; Gál 3,26), la promesa (Rom 4,16; Gál 3,14), aspectos diversos de la misma realidad de salvación, obra del amor de Dios por el hombre (5,8-10).
Única y exclusivamente por la fe. lit. "desde fe hasta fe", expresión inspirada en otra aramea con el significado de "empezando por (la fe) y acabando por (la fe)"; cf. 2 Cor 2,16.
En paralelo con lo expresado en 1,17, otra revelación está sucediendo, la de la reprobación divina contra la humanidad impía e injusta (alusión a las dos tablas de la Ley). La partícula griega gar depende del v.17; no es causal, indica que continúa la argumentación (además) (18).
La reprobación de Dios, gr. orgé, designa la resistencia inflexible de Dios al mal, su oposición a él en cualquier forma que se presente. En realidad, lo que Pablo indica es la secuencia ineluctable de causa-efecto en el universo moral: el hombre que practica el pecado ( = la injusticia) va inevitablemente al desastre (6,23: "el salario del pecado es la muerte", relación de causa-efecto); que reprimen con injusticias la verdad: la raíz de la ruina de la humanidad nace de una oposición deliberada a la verdad, que es la realidad de Dios y del hombre (18).
La humanidad rechaza la revelación de Dios en la creación. Lo tienen a la vista (19): para Pablo, la posibilidad de conocer a Dios mediante la razón es indiscutible, pues así lo ha querido Dios mismo. Los males de la humanidad no nacen, pues, de ignorancia, sino de malas opciones (19-23).
SALMO. 19,2-5.
2 Los cielos proclaman la gloria de Dios,
pregona el firmamento la actividad de sus manos.
3 Un día le pasa el mensaje a otro día,
una noche le informa a otra noche.
4 Sin que hablen, sin que pronuncien,
sin que so oiga su voz,
5 a toda la tierra alcanza su discurso,
a los confines del orbe su lenguaje.
Allí le ha plantado una tienda al sol:
Explicación.
19,2-5a Primera sección. Ex abrupto introduce el poeta a sus colosales personajes, ocupados en hablar. Cielos y firmamento representan espacios personificados. La tierra es el lugar donde el público escucha. Días y nocnes son tiempos personificados, repartidos en dos filas, sin contigüedad: día y noche no se hablan.
¿Cómo hablan esos personajes? Se acumulan términos del campo semántico del lenguaje. Es un lenguaje peculiar: no tiene palabras o lexemas, dbrym; no tiene sentencias o sintagmas, ´mr; ni siquiera tiene fonemas qwl. Sin embargo se propaga a todas partes y es inteligible: lenguaje universal anterior y superior a la confusión babélica. Su tema es la gloria (cfr. Is 6,3) y la acción o actividad.
TRANSPOSICIÓN CRISTIANA.
Rom 10,18 aplica el v.4 a la predicación del evangelio. El cristiano contempla la creación restaurada en Cristo. Los antiguos explotaron el símbolo del sol como esposo; su salida del tálamo de María en el nacimiento, su carrera "desde el Padre hasta el Padre"; su calor es el Espíritu. La reflexión sobre ley y gracia anticipa la enseñanza de Pablo.
EVANGELIO. Lucas 11,37-41.
37 Apenas terminó de hablar, un fariseo lo invitó a comer a su casa. Él entró y se recostó a la mesa.
38 El fariseo se extrañó al ver que no hacía abluciones antes de comer,
39 y el Señor le dijo:
- De modo que vosotros, los fariseos, limpiáis por fuera la copa y el plato, mientras por dentro estáis repletos de robos y maldades.
40 ¡Insensatos! El que hizo lo de fuera, ¿no hizo también lo de dentro?
41 En vez de eso, dad lo que tenéis en limosnas y así lo tendréis limpio todo.
Explicación.
Los que se enmiendan. 37-54. La frase inicial conecta esta perícopa con la anterior. Segunda ocasión en que Jesús es invitado por un fariseo (7,36ss). Abluciones rituales para eliminar la supuesta contaminación contraída en el contacto con los hombres y el mundo. Jesús no cree que el contacto con la realidad humana o mundana separe al hombre de Dios (38). La denominación el Señor (39)coloca el episodio en el contexto de la comunidad pospascual. La pureza no es exterior, sino interna; es decir, no es lo de fuera, sino lo que hay dentro del hombre, lo que puede separarlo de Dios (cf. Mc 7,15.18-23).
Acusación a los fariseos (39). Dios no se contenta con apariencias (40). La limosna, que corrige la codicia, ayuda más al que la da que al que la recibe (41).
16Porque yo no me acobardo de anunciar la buena noticia, fuerza de Dios para salvar a todo el que cree, primero al judío, pero también al no judío, 17pues por su medio se está revelando la amnistía que Dios concede, única y exclusivamente por la fe, como dice la Escritura: "El que se rehabilita por la fe, vivirá" (Hab 2,4).
18Se está revelando además desde el cielo la reprobación de Dios contra toda impiedad e injusticia humana, la de aquellos que reprimen con injusticia la verdad.
19Porque lo que puede conocerse de Dios lo tienen a la vista, Dios mismo se lo ha puesto delante; 20desde que el mundo es mundo, lo invisible de Dios, es decir, su eterno poder y su divinidad, resulta visible para el que reflexiona sobre sus obras, de modo que no tienen disculpa. 21Porque al descubrir a Dios, en vez de tributarle la alabanza y las gracias que Dios se merecía, su razonar se dedicó a vaciedades y su mente insensata se obnubiló. 22Pretendiendo ser sabios, resultaron unos necios 23que cambiaron la gloria de Dios inmortal por imágenes de hombres mortales, de pájaros, cuadrúpedos y reptiles.
24Por eso, abandonándolos a sus deseos, los entregó Dios a la inmoralidad, con la que degradan ellos mismos sus propios cuerpos, por haber sustituido ellos al 25Dios verdadero or uno falso, venerando y dando culto a la criatura en vez de al Creador (¡Bendito él por siempre! Amén).
EXPLICACIÓN.
16-17. Tema de la carta. Para semejante tarea no hay fuerza humana que baste. Pablo, un judío de cultura rabínica, tenía que enfrentarse con una cultura pagana de gloriosa tradición filosófica y alta educación retórica. No se acobarda: no se siente inferior, porque el evangelio que predica no se apoya en su fuerza personal, es una fuerza de Dios mismo, una intervención de Dios en la historia de la humanidad. La buena noticia está destinada a todos los hombres sin distinción; la única condición es la fe. Pablo admite cierta prioridad de los judíos, porque de hecho Jesús cumplía las promesas del AT y limitó su labor a los judíos (Rom 15,8; cf. Mt 15,24), pero la buena noticia está destinada a todos (no judío, lit. "griego"). Pablo no hace diferencia (cf. 2,9-11; Gál 3,28; Col 3,11; Hch 15,9).
La dikaiosunê griega tiene un sentido ético: "ser recto u honrados", y otro forense, que describe la calidad y actuación de un juez que sentencia a favor del inocente, rehabilitándolo ante la opinión pública en caso de falta de acusación o injusticia por parte de un adversario: "hacer justicia". Pablo se apoya en este sentido del término griego para describir la acción salvadora de Dios con el hombre, reo de muerte por su pecado (5,12), pero pasando a un nivel superior, pues Dios no rehabilita al inocente, sino al culpable (4,5). No actúa, por tanto, como juez, sino como soberano que concede gracia al/a los condenados (indulto, amnistía), independientemente de toda ley (3,21). La humanidad se encuentra condenada a muerte por el pecado (3,9s). Para salvarla, Dios promulga una amnistía; tal es el contenido de la buena noticia que se proclama la única condición para acogerse a ella es la fe/adhesión a Jesús (1,17; 3,21.24.28; 4,3; 5,1, etc; Gál 3,26), la promesa (Rom 4,16; Gál 3,14), aspectos diversos de la misma realidad de salvación, obra del amor de Dios por el hombre (5,8-10).
Única y exclusivamente por la fe. lit. "desde fe hasta fe", expresión inspirada en otra aramea con el significado de "empezando por (la fe) y acabando por (la fe)"; cf. 2 Cor 2,16.
En paralelo con lo expresado en 1,17, otra revelación está sucediendo, la de la reprobación divina contra la humanidad impía e injusta (alusión a las dos tablas de la Ley). La partícula griega gar depende del v.17; no es causal, indica que continúa la argumentación (además) (18).
La reprobación de Dios, gr. orgé, designa la resistencia inflexible de Dios al mal, su oposición a él en cualquier forma que se presente. En realidad, lo que Pablo indica es la secuencia ineluctable de causa-efecto en el universo moral: el hombre que practica el pecado ( = la injusticia) va inevitablemente al desastre (6,23: "el salario del pecado es la muerte", relación de causa-efecto); que reprimen con injusticias la verdad: la raíz de la ruina de la humanidad nace de una oposición deliberada a la verdad, que es la realidad de Dios y del hombre (18).
La humanidad rechaza la revelación de Dios en la creación. Lo tienen a la vista (19): para Pablo, la posibilidad de conocer a Dios mediante la razón es indiscutible, pues así lo ha querido Dios mismo. Los males de la humanidad no nacen, pues, de ignorancia, sino de malas opciones (19-23).
SALMO. 19,2-5.
2 Los cielos proclaman la gloria de Dios,
pregona el firmamento la actividad de sus manos.
3 Un día le pasa el mensaje a otro día,
una noche le informa a otra noche.
4 Sin que hablen, sin que pronuncien,
sin que so oiga su voz,
5 a toda la tierra alcanza su discurso,
a los confines del orbe su lenguaje.
Allí le ha plantado una tienda al sol:
Explicación.
19,2-5a Primera sección. Ex abrupto introduce el poeta a sus colosales personajes, ocupados en hablar. Cielos y firmamento representan espacios personificados. La tierra es el lugar donde el público escucha. Días y nocnes son tiempos personificados, repartidos en dos filas, sin contigüedad: día y noche no se hablan.
¿Cómo hablan esos personajes? Se acumulan términos del campo semántico del lenguaje. Es un lenguaje peculiar: no tiene palabras o lexemas, dbrym; no tiene sentencias o sintagmas, ´mr; ni siquiera tiene fonemas qwl. Sin embargo se propaga a todas partes y es inteligible: lenguaje universal anterior y superior a la confusión babélica. Su tema es la gloria (cfr. Is 6,3) y la acción o actividad.
TRANSPOSICIÓN CRISTIANA.
Rom 10,18 aplica el v.4 a la predicación del evangelio. El cristiano contempla la creación restaurada en Cristo. Los antiguos explotaron el símbolo del sol como esposo; su salida del tálamo de María en el nacimiento, su carrera "desde el Padre hasta el Padre"; su calor es el Espíritu. La reflexión sobre ley y gracia anticipa la enseñanza de Pablo.
EVANGELIO. Lucas 11,37-41.
37 Apenas terminó de hablar, un fariseo lo invitó a comer a su casa. Él entró y se recostó a la mesa.
38 El fariseo se extrañó al ver que no hacía abluciones antes de comer,
39 y el Señor le dijo:
- De modo que vosotros, los fariseos, limpiáis por fuera la copa y el plato, mientras por dentro estáis repletos de robos y maldades.
40 ¡Insensatos! El que hizo lo de fuera, ¿no hizo también lo de dentro?
41 En vez de eso, dad lo que tenéis en limosnas y así lo tendréis limpio todo.
Explicación.
Los que se enmiendan. 37-54. La frase inicial conecta esta perícopa con la anterior. Segunda ocasión en que Jesús es invitado por un fariseo (7,36ss). Abluciones rituales para eliminar la supuesta contaminación contraída en el contacto con los hombres y el mundo. Jesús no cree que el contacto con la realidad humana o mundana separe al hombre de Dios (38). La denominación el Señor (39)coloca el episodio en el contexto de la comunidad pospascual. La pureza no es exterior, sino interna; es decir, no es lo de fuera, sino lo que hay dentro del hombre, lo que puede separarlo de Dios (cf. Mc 7,15.18-23).
Acusación a los fariseos (39). Dios no se contenta con apariencias (40). La limosna, que corrige la codicia, ayuda más al que la da que al que la recibe (41).
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