sábado, junio 01, 2013

LECTURAS DEL VIERNES 14 DE JUNIO DEL 2013.

PRIMERA LECTURA. 2 Corintios 4,7-15.

  7Pero este tesoro lo llevamos en vasijas de barro, para que se vea que esa fuerza tan extraordinaria es de Dios y no viene de nosotros. 8Nos aprietan por todos lados, pero no nos aplasta; 9estamos apurados, pero no desesperados; acosados, pero no abandonados; 10nos derriban, pero no nos rematan; paseamos continuamente en nuestro cuerpo el suplicio de Jesús, para que también la vida de Jesús se transparente en nuestro cuerpo; 11es decir, que a nosotros que tenemos la vida, continuamente nos entregan a la muerte por causa de Jesús, para que también la vdia de Jesús se transparente en nuestra carne mortal. 12Así la muerte actúa en nosotros y la vida en nosotros.
                 13Sin embargo, poseyendo el mismo espíritu de fe que se expresa en aquel texto de la Escritura: "Creo, por eso hablo" (Sal 116,10), también creemos nosotros y por eso hablamos, 14sabiendo que aquel que resucitó a Jesús nos resucitará también a nosotros con Jesús y nos colocará con nosotros a su lado. 15Y todo esto es por vosotros, de suerte que, al extenderse la gracia a más y más gente, multiplique la acción de gracias para gloria de Dios.

Explicación.

Son precisamente las tribulaciones y persecuciones que sufre, y que muestran su debilidad, las que prueban que Dios está con él. Vasijas de barro, posible alusión a Gn 2,7 (cf. Rom 9,21-23; 1 Cor 15,47) (7). Situaciones extremas que no logran impedir su actividad; es más, cuanto mayor es la persecución (el suplicio de Jesús), más efectiva es en él la vida de Jesús (8-11). La entrega a la muerte por amor es la que manifiesta y comunica la potencia de la vida (12).

               Cita de Sal 116,10 (LXX). La fe, que incluye la certeza de la resurrección, da fuerzas para proclamar el mensaje, a pesar de la oposición. Esta certeza es propia de todo cristiano, no sólo del apóstol (14). Las penalidades se aceptan para que los hombres conozcan la generosidad de Dios y lo alaben por ella (13-15).

SALMO. 116,10-11.15-18.

10¡Yo creía!, cuando decía:
qué desgraciado soy.
11 Yo pensaba en mi apuro:
los humanos son falaces. 
15EI Señor hace pagar cara
la muerte de sus leales.
16 ¡Favor, Señor, que soy tu siervo!
siervo tuyo, hijo de tu esclava.
iRompiste mis coyundas!
17Te ofreceré un sacrificio
de acción de gracias.
invocando el nombre del Señor
18y cumpliré al Señor mis votos
en presencia de todo el pueblo.  
Explicación.
116,10-11 Retorna a la situación pretérita de aflicción y desconcierto. Uno de esos momentos en que el hombre procede "precipitadamente", sin serenidad ni lucidez (48,6). En aquel momento el orante descubrió o comprobó que el hombre no es de fiar, no ofrece garantía, y confió en Dios: Is 2,22; Jr 17,5; Sal 60,13. No se trata de una mendacidad congénita, sino de su invalidez ontológica. 
116,15 Nosotros decimos "vendió cara su vida". El orante piensa en Dios como dueño y tasador. La tasa de Dios es muy alta, si se trata de sus leales. Véase la legislación: Ex 21,29s; también Sal 30,10.
116,16 Desarrolla en clave jurídica la imagen de "siervo" del Señor: quien nace de una esclava es esclavo de nacimiento (Ex 21,4). La manumisión se usa como imagen de la liberación.
116,17 -18 Repite el estribillo cambiando copa por sacrificio de acción de gracias.
 
Trasposición cristiana.
Rom 3,4 cita 11b desplazando ligeramente el sentido. 2 Cor 4,13 cita 10a adaptando el sentido. Sobre el precio de la vida, Rom 8,20. Sobre la copa, 1 Cor 10,16.

EVANGELIO. Mateo 5,27-32.

27 Os han enseñado que se mandó: "No cometerás adulterio" (Éx 24,14).
28 Pues yo os digo: Todo el que mira a una mujer casada excitando su deseo por ella, ya ha cometido adulterio con ella en su interior.
                  29 Y si tu ojo derecho te pone en peligro, sácatelo y tíralo; más te conviene perder un miembro que ser echado entero en el fuego.
30 Y si tu mano derecha te pone en peligro, córtatela y tírala; más te conviene perder un miembro que ir a parar entero al fuego.
                 31 Se mandó también: "El que repudia a su mujer, que le dé acta de divorcio" (Dt 24,1).
32 Pues yo os digo: todo el que repudia a su mujer, fuera del caso de unión ilegal, la empuja al adulterio, y el que se case con la repudiada comete adulterio.

Explicación.
 
El adulterio es una injusticia, y lo mismo el propósito de cometerlo. Ojo, deseo; mano, acción. Ceder al mal impulso lleva a la muerte (27-30). El repudio (31s), injusticia contra la mujer.

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