PRIMERA LECTURA. Tobías 6,10-11; 7,1.9-17; 8,4-9.
6 10Habían entrado ya en Media, y estaban cerca de Ecbatana, 11cuando Rafael dijo al chico:
7 1Al llegar a Ecbatana, le dijo Tobías:
-Amigo Azarías, llévame derecho a casa de nuestro pariente Ragüel.
El ángel lo llevó a su casa de Ragüel. Lo encontraron sentado a la puerta del patio; se adelantaron a saludarlo, y él les contestó:
-Tanto gusto, amigos; bienvenidos.
9Cuando se lavaron y bañaron, se pusieron a la mesa. Tobías dijo a Rafael:
-Amigo Azarías, dile a Ragüel que me dé a mi pariente Sara.
10Ragüel lo oyó, y dijo al muchacho:
-Tú come y bebe y disfruta a gusto esta noche. Porque, amigo, sólo tú tienes derecho a casarte con mi hija, Sara, y yo tampoco puedo dársela a otro, porque tú eres el pariente más cercano. Pero, hijo, te voy a hablar con toda franqueza. 11Ya se la ha dado en matrimonio a siete de mi familia, y todos murieron la noche en que iban a acercarse a ella. Pero bueno, hijo, tú come y bebe, que el Señor cuidará de vosotros.
12Tobías replicó:
-No comeré ni beberé mietras no dejes decidido este asunto mío.
Ragüel le dijo:
-Lo haré. Y te la daré como prescribe la Ley de Moisés. Dios mismo manda que te la entregue, y yo te la confío. A partir de hoy, para siempre, sois marido y mujer. Es tuya desde hoy para siempre. ¡El Señor del cielo os ayude esta noche, hijo, y os dé su gracia y su paz!
13Llamó a su hija, Sara. Cuando se presentó, Ragüel le tomó la mano y se la entregó a Tobías, con estas palabras:
-Recíbela conforme al derecho y a lo prescrito en la Ley de Moisés, que manda se te dé por esposa. Tómala y llévala enhorabuena a casa de tu padre. Que el Dios del cielo os dé paz y bienestar.
14Luego llamó a la madre, mandó traer papel y escribió el acta del matrimonio: "Que se la entregaba como esposa conforme a lo prescrito en la Ley de Moisés".
Después empezaron a cenar.
15Ragüel llamó a su mujer, Edna, y le dijo:
-Mujer, prepara la otra habitación, y llévala allí.
16Edna se fue a arreglar la habitación que le había dicho su marido. Llevó allí a su hija y lloró por ella. Luego, enjugándose las lágrimas, le dijo:
17-Ánimo, hija. Que el Dios del cielo cambie tu tristeza en gozo. Ánimo, hija. Y salió.
8 4Cuando Ragüel y Edna salieron, cerraron la puerta de la habitación. Tobías se levantó de la cama y dijo a Sara:
-Mujer, levántate, vamos a rezar pidiendo a nuestro Señor que tenga misericordia de nosotros y nos proteja.
5Se levantó, y empezaron a rezar pidiendo a Dios que los protegiera. Rezó así:
"Bendito eres,
Dios de nuestros padre,
y bendito tu nombre
por los siglos de los siglos.
Que te bendigan el cielo
y todas las creaturas por los siglos.
6Tú creaste a Adán,
y como ayuda y apoyo
creaste a su mujer, Eva:
de los dos nació la raza humana.
Tú dijiste: "No está bien que el hombre esté solo,
voy a hacerle alguien como él que le ayude".
7Si yo me caso con esta prima mía
no busco satisfacer mi pasión,
sino que procedo lealmente.
Dígnate apiadarte de ella y de mí,
y haznos llegar juntos a la vejez".
Los dos dijeron:
-Amén, amén.
9Y durmieron aquella noche.
Ragüel se levantó, llamó a los criados y fueron a cavar una fosa;
Explicación.
7,1 Desde el enamoramiento hasta la consumación del matrimonio no pasarán ni veinticuatro horas. Esta es la primera vez que el joven da órdenes a su empleado y guía; como acuciado por el amor repentido que siente.
7,9 Lavarse antes de comer es observancia legal. A la mesa se sientan los tres hombres; la mujer sirve, la muchacha espera.
7,11-12 Tercera versión del asunto del demonio: el narrador (3,17), Tobías de oídas (6,14-15). Ragüel habla del maleficio sin mencionar al demoni. Su informe no produce efecto porque el narrador lo ha desactivado de antemano. Con todo, es extraño que Tobías no diga que tiene el remedio en el bolsillo.
7,12b-14 La ceremonia de la boda está muy simplificada. El padre actúa de notario y también da la bendición. El documento escrito reemplaza los juramentos de los testigos.
"Marido y mujer": el griego dice "hermano y hermana", según el hebreo, por su uso atestiguado en Prov 7,4 y Cant. La versión de AB abrevia la escena, la Vulgata la amplifica.
Si Ragüel teme seriamente por la vida de su sobrino, la ceremonia tiene una ironía trágica, macabra. En efecto, ¿qué significa "de hoy para siempre... llévala enhorabuena a casa de tu padre"? No se diría que está nombrando un nuevo candidato para una muerte probable e inminente. Ni el hecho de cumplir la ley de Moisés ni la voluntad de Dios bastan para tranquilizarlo.
7,16-17 La madre entra en el juego: ¿está preparando una alcoba nupcial o una cámara mortuoria? Son bien poco unas lágrimas y una jaculatoria.
8,4 La Vulgata amplifica y menciona de nuevo el tema de las tres noches de continencia (cfr. 1 Tes 4,4-5).
8,5-7. La plegaria imita frases del salterio. El título "Dios de nuestros padres" encaja bien en el contexto, y aduce un horizonte patriarcal. Dios es Señor del universo y eterno. Cada matrimonio repite el misterio de la primera pareja, creada para mutua ayuda y fecundidad. La respuesta a los tabúes no es la licencia sexual, sino el discurrir en el cauce del designio divino. También aquí se enredaron los teólogos medievales discutiendo los fines del matrimonio. El griego opone porneia y aletheia, la Vulgata lujuria y deseo puro de prole.
8,9 Contradice la teoría de las tres noches.
SALMO. 128,1-5.
EVANGELIO. Marcos 12,28-34.
(Mt 22,34-40; Lc 10,25-28)
28Se le acercó un letrado que había oído la discusión y notado lo bien que respondía, y le preguntó:
-¿Qué mandamiento es el primero de todos?
29Respondió Jesús:
-El primero es: "Escucha, Israel: El Señor nuestro Dios es el único Señor; 30amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas". 31 El Segundo, éste: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo". No hay ningún mandamiento mayor que éstos.
32El letrado le dijo:
-Muy bien, Maestro, es verdad lo que has dicho, que es uno solo y que no hay otro fuera de él; 33y que amarlo con todo el corazón y con todo el entendimiento y con todas las fuerzas y amar al prójimo como a uno mismo supera todos los holocaustos y sacrificios.
34Viendo Jesús que había respondido inteligentemente, le dijo:
-No estás lejos del reino de Dios.
Y ya nadie se atrevía a hacerle más preguntas.
Explicación.
(12,28-34): Un letrado fariseo. Busca solución a una discusión de escuela (28). Respuesta de Jesús: En el AT no había un sólo mandamiento principal, sino dos: el amor/fidelidad a Dios era inseparable del amor/lealtad al hombre. Dios era el valor absoluto (con todo tu corazón, etc.), el hombre, relativo (como a ti mismo). Tal era el llamamiento hecho a Israel en la antigua alianza (Escucha, Israel, cf. Dt 6,4s), que los dirigentes han traicionado con su explotación del pueblo (11,17) (29-31). El ideal de amor propio del Reino será propuesto en la institución de la eucaristía (14,22-25; d. 10,45; 13,37). El letrado afirma la precedencia de estos dos mandamientos sobre los preceptos cultuales, que pretendían honrar solamente a Dios (32-33). Quien está por el bien del hombre no está lejos del Reino (cf. 1,15: enmienda). Invitación implícita de Jesús. El letrado no da su adhesión a Jesús. Teoría sin práctica (34).
6 10Habían entrado ya en Media, y estaban cerca de Ecbatana, 11cuando Rafael dijo al chico:
7 1Al llegar a Ecbatana, le dijo Tobías:
-Amigo Azarías, llévame derecho a casa de nuestro pariente Ragüel.
El ángel lo llevó a su casa de Ragüel. Lo encontraron sentado a la puerta del patio; se adelantaron a saludarlo, y él les contestó:
-Tanto gusto, amigos; bienvenidos.
9Cuando se lavaron y bañaron, se pusieron a la mesa. Tobías dijo a Rafael:
-Amigo Azarías, dile a Ragüel que me dé a mi pariente Sara.
10Ragüel lo oyó, y dijo al muchacho:
-Tú come y bebe y disfruta a gusto esta noche. Porque, amigo, sólo tú tienes derecho a casarte con mi hija, Sara, y yo tampoco puedo dársela a otro, porque tú eres el pariente más cercano. Pero, hijo, te voy a hablar con toda franqueza. 11Ya se la ha dado en matrimonio a siete de mi familia, y todos murieron la noche en que iban a acercarse a ella. Pero bueno, hijo, tú come y bebe, que el Señor cuidará de vosotros.
12Tobías replicó:
-No comeré ni beberé mietras no dejes decidido este asunto mío.
Ragüel le dijo:
-Lo haré. Y te la daré como prescribe la Ley de Moisés. Dios mismo manda que te la entregue, y yo te la confío. A partir de hoy, para siempre, sois marido y mujer. Es tuya desde hoy para siempre. ¡El Señor del cielo os ayude esta noche, hijo, y os dé su gracia y su paz!
13Llamó a su hija, Sara. Cuando se presentó, Ragüel le tomó la mano y se la entregó a Tobías, con estas palabras:
-Recíbela conforme al derecho y a lo prescrito en la Ley de Moisés, que manda se te dé por esposa. Tómala y llévala enhorabuena a casa de tu padre. Que el Dios del cielo os dé paz y bienestar.
14Luego llamó a la madre, mandó traer papel y escribió el acta del matrimonio: "Que se la entregaba como esposa conforme a lo prescrito en la Ley de Moisés".
Después empezaron a cenar.
15Ragüel llamó a su mujer, Edna, y le dijo:
-Mujer, prepara la otra habitación, y llévala allí.
16Edna se fue a arreglar la habitación que le había dicho su marido. Llevó allí a su hija y lloró por ella. Luego, enjugándose las lágrimas, le dijo:
17-Ánimo, hija. Que el Dios del cielo cambie tu tristeza en gozo. Ánimo, hija. Y salió.
8 4Cuando Ragüel y Edna salieron, cerraron la puerta de la habitación. Tobías se levantó de la cama y dijo a Sara:
-Mujer, levántate, vamos a rezar pidiendo a nuestro Señor que tenga misericordia de nosotros y nos proteja.
5Se levantó, y empezaron a rezar pidiendo a Dios que los protegiera. Rezó así:
"Bendito eres,
Dios de nuestros padre,
y bendito tu nombre
por los siglos de los siglos.
Que te bendigan el cielo
y todas las creaturas por los siglos.
6Tú creaste a Adán,
y como ayuda y apoyo
creaste a su mujer, Eva:
de los dos nació la raza humana.
Tú dijiste: "No está bien que el hombre esté solo,
voy a hacerle alguien como él que le ayude".
7Si yo me caso con esta prima mía
no busco satisfacer mi pasión,
sino que procedo lealmente.
Dígnate apiadarte de ella y de mí,
y haznos llegar juntos a la vejez".
Los dos dijeron:
-Amén, amén.
9Y durmieron aquella noche.
Ragüel se levantó, llamó a los criados y fueron a cavar una fosa;
Explicación.
7,1 Desde el enamoramiento hasta la consumación del matrimonio no pasarán ni veinticuatro horas. Esta es la primera vez que el joven da órdenes a su empleado y guía; como acuciado por el amor repentido que siente.
7,9 Lavarse antes de comer es observancia legal. A la mesa se sientan los tres hombres; la mujer sirve, la muchacha espera.
7,11-12 Tercera versión del asunto del demonio: el narrador (3,17), Tobías de oídas (6,14-15). Ragüel habla del maleficio sin mencionar al demoni. Su informe no produce efecto porque el narrador lo ha desactivado de antemano. Con todo, es extraño que Tobías no diga que tiene el remedio en el bolsillo.
7,12b-14 La ceremonia de la boda está muy simplificada. El padre actúa de notario y también da la bendición. El documento escrito reemplaza los juramentos de los testigos.
"Marido y mujer": el griego dice "hermano y hermana", según el hebreo, por su uso atestiguado en Prov 7,4 y Cant. La versión de AB abrevia la escena, la Vulgata la amplifica.
Si Ragüel teme seriamente por la vida de su sobrino, la ceremonia tiene una ironía trágica, macabra. En efecto, ¿qué significa "de hoy para siempre... llévala enhorabuena a casa de tu padre"? No se diría que está nombrando un nuevo candidato para una muerte probable e inminente. Ni el hecho de cumplir la ley de Moisés ni la voluntad de Dios bastan para tranquilizarlo.
7,16-17 La madre entra en el juego: ¿está preparando una alcoba nupcial o una cámara mortuoria? Son bien poco unas lágrimas y una jaculatoria.
8,4 La Vulgata amplifica y menciona de nuevo el tema de las tres noches de continencia (cfr. 1 Tes 4,4-5).
8,5-7. La plegaria imita frases del salterio. El título "Dios de nuestros padres" encaja bien en el contexto, y aduce un horizonte patriarcal. Dios es Señor del universo y eterno. Cada matrimonio repite el misterio de la primera pareja, creada para mutua ayuda y fecundidad. La respuesta a los tabúes no es la licencia sexual, sino el discurrir en el cauce del designio divino. También aquí se enredaron los teólogos medievales discutiendo los fines del matrimonio. El griego opone porneia y aletheia, la Vulgata lujuria y deseo puro de prole.
8,9 Contradice la teoría de las tres noches.
SALMO. 128,1-5.
1 iDichoso
el que teme al Señor
y sigue sus caminos!
y sigue sus caminos!
2Comerás
de la fatiga de tus manos,
serás dichoso, te irá bien.
serás dichoso, te irá bien.
3Tu mujer
como parra frondosa
en la
intimidad de tu casa,
tus hijos
como renuevos de olivo
alrededor de tu mesa.
alrededor de tu mesa.
4Ésa es
la bendición del varón
que respeta al Señor.
que respeta al Señor.
5Que te
bendiga el Señor desde Sión.
y gozarás
de la prosperidad de Jerusalén,
todos los días de tu vida,
todos los días de tu vida,
Explicación.
128
Género y colocación.
Bienaventuranza que canta la felicidad de la vida familiar en el contexto
de Jerusalén e Israel. El paradigma de la dicha está expresado con el
doble "dichoso" (1.2), el doble "bendecir" (4.5), el doble "bien" (2.5b) y el final "paz". Por su colocación, completa y corrige el precedente: menciona la esposa y exalta el valor del trabajo humano; no será "en vano" si lleva la bendición de Dios. La vida familiar está reducida a lo elemental: es monógamo y de familia numerosa. El padre atiende al trabajo, la madre a la casa; la mesa simboliza y realiza la unidad familiar.
doble "dichoso" (1.2), el doble "bendecir" (4.5), el doble "bien" (2.5b) y el final "paz". Por su colocación, completa y corrige el precedente: menciona la esposa y exalta el valor del trabajo humano; no será "en vano" si lleva la bendición de Dios. La vida familiar está reducida a lo elemental: es monógamo y de familia numerosa. El padre atiende al trabajo, la madre a la casa; la mesa simboliza y realiza la unidad familiar.
Las dos
imágenes son vegetales, parra y olivo; sugieren lozanía, fecundidad, crecimiento.
Parra o vid es imagen tradicional: p. ej. Is 5,1-7; Ez 19,10s. En un segundo momento,
tanto la vid como el olivo pueden simbolizar a Israel: Jr 11,16. A través de dicho
simbolismo pasamos al final del salmo: Jerusalén es la madre, Israel son los hijos.
128,1 Son correlativos respetar al Señor y seguir los caminos que él nos traza.
128,2
Es bendición trabajar produciendo y disfrutar de lo producido: Is 65,21-23; Am 9,14.
Trasposición
cristiana.
La clave se encuentra en el símbolo
matrimonial de Cristo y la Iglesia, según Ef 5. También es aplicable al
sacramento del matrimonio, que renueva la bendición genesíaca.
En
clave escatológica: el cristiano disfrutará del fruto de su fatiga: Rom 8,18;
Ap 14,13. (Mt 22,34-40; Lc 10,25-28)
28Se le acercó un letrado que había oído la discusión y notado lo bien que respondía, y le preguntó:
-¿Qué mandamiento es el primero de todos?
29Respondió Jesús:
-El primero es: "Escucha, Israel: El Señor nuestro Dios es el único Señor; 30amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas". 31 El Segundo, éste: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo". No hay ningún mandamiento mayor que éstos.
32El letrado le dijo:
-Muy bien, Maestro, es verdad lo que has dicho, que es uno solo y que no hay otro fuera de él; 33y que amarlo con todo el corazón y con todo el entendimiento y con todas las fuerzas y amar al prójimo como a uno mismo supera todos los holocaustos y sacrificios.
34Viendo Jesús que había respondido inteligentemente, le dijo:
-No estás lejos del reino de Dios.
Y ya nadie se atrevía a hacerle más preguntas.
Explicación.
(12,28-34): Un letrado fariseo. Busca solución a una discusión de escuela (28). Respuesta de Jesús: En el AT no había un sólo mandamiento principal, sino dos: el amor/fidelidad a Dios era inseparable del amor/lealtad al hombre. Dios era el valor absoluto (con todo tu corazón, etc.), el hombre, relativo (como a ti mismo). Tal era el llamamiento hecho a Israel en la antigua alianza (Escucha, Israel, cf. Dt 6,4s), que los dirigentes han traicionado con su explotación del pueblo (11,17) (29-31). El ideal de amor propio del Reino será propuesto en la institución de la eucaristía (14,22-25; d. 10,45; 13,37). El letrado afirma la precedencia de estos dos mandamientos sobre los preceptos cultuales, que pretendían honrar solamente a Dios (32-33). Quien está por el bien del hombre no está lejos del Reino (cf. 1,15: enmienda). Invitación implícita de Jesús. El letrado no da su adhesión a Jesús. Teoría sin práctica (34).
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