jueves, noviembre 01, 2018

LECTURAS DEL MIÉRCOLES 14 DE NOVIEMBRE DEL 2018

2 OPCIONES.

1ª OPCIÓN.


Primera Lectura: Tito 3:1-7

 1Recuérdales que acaten al gobierno y autoridades, que hagan caso y estén disponibles para toda buena iniciativa, 2que no insulten a nadie ni sean agresivos, que sean comprensivos y muestren la mayor sencillez con todo el mundo, 3porque antes también nosotros con nuestra insensatez y obstinación íbamos fuera de camino: éramos esclavos de pasiones y placeres de todo género, nos pasábamos la vida haciendo daño y comidos de envidia, éramos insoportables y nos odiábamos unos a otros. 4Pero se hizo visible la bondad de Dios y su amor por los hombres, 5y entonces, no en base a las buenas obras que hubiéramos hecho, sino por su misericordia, nos salvó con el baño regenerador y renovador, con el Espíritu Santo 6que Dios derramó copiosamente sobre nosotros por medio de nuestro salvador, Jesús Mesías. 7Así, rehabilitados por Dios por pura generosidad, somos herederos, con esperanza de una vida eterna.

Explicación.

Sumisión a las autoridades (cf. Rom 13,1). La manifestación de Dios en Jesús (4) permite el cambio del hombre. El baño renovador se identifica con la efusión del Espíritu. La idea del nuevo nacimiento ("regeneración") era metáfora común para el cambio de vida (1-7). 


Ez 34; Jn 10

1 El Señor es mi pastor: nada me falta.
2 En verdes praderas me hace recostar,
me conduce hacia fuentes tranquilas
3 y repara mis fuerzas;
me guía por senderos oportunos
como pide su título.
4 Aunque camine por cañadas oscuras,
nada temo: Tú vas conmigo;
tu vara y tu cayado me sosiegan.

5 Me pones delante una mesa
frente a mis enemigos.
Me unges con perfume la cabeza,
mi cabeza rebosa.
6 Tu bondad y lealtad me escoltan
todos los días de mi vida;
y habitaré en la casa del Señor
por días sin término.

Explicación.

23. Este salmo es uno de los favoritos del salterio: por la tradición de David pastor y por la culminación en la imagen del Buen Pastor. También por su sencillez y riqueza: en dos imágenes o escenas de conjunto comprime un número inesperado de símbolos elementales. Las imágenes son dos: el pastor en 1-4, el anfitrión en 5-6. El verso central, 4b, se une a lo que precede por la imagen, a lo que sigue por la aparición de la segunda persona.

La imagen del pastor está desarrollada con realismo y concreción, por medio de rasgos breves que evocan la escena. Hay que dejarse conducir por la imaginación, sin espiritualizar: el césped verde con una fuente, para tumbarse, reposar y recobrar fuerzas; las roderas del camino, la cañada al oscurecer, la vara que encamina con un toque y el callado que golpea rítmica y sonoramente el suelo. La imagen suelda dos planos de significado en una arista común, desde la cual se dominan ambas vertientes en mirada simultánea. Lo dicho de las ovejas vale del hombre; lo personal se adelanta a primer plano en el "tú vas conmigo".

La imagen libera varios símbolos, arquetípicos o culturales. La imagen del pastoreo se inscribe en las relaciones del hombre con los animales, dominados y domésticos. El verde aplaca los ojos, revela a la tierra materna y acogedora. El agua quita la sed y suscita energía vital. El caminar es experiencia radical. La oscuridad evoca miedos infantiles y temores no aclarados; en ella se siente con más fuerza la presencia amiga. La potencia simbólica de estos rasgos no se agota en la primera lectura.

La imagen del huésped. En la cultura nomádica es fundamental la hospitalidad. Podemos imaginar un fugitivo de su clan que pide asilo. El jeque lo acoge en su tienda, le ofrece protección, comida y bebida, ungüentos aromáticos. Al observar la escena los enemigos perseguidores se detienen en la puerta o cortina: el jeque lo protege. Cuando ha terminado, el jeque le ofrece una escolta que lo acompañe en el camino hasta casa, que es la casa del Señor. Esta parte añade los símbolos de comer y beber.

Las tradiciones del éxodo nos dan una clave para comprender la unidad de las dos imágenes: el Señor guía a su pueblo por el desierto como a un rebaño, buscándole agua y comida y reposo. Cuando llegan a la tierra prometida, el Señor los recibe como anfitrión en su territorio: Éx 15,13; Sal 68,11; 77,21. Dos veces el poeta interrumpe el descanso con el camino, no lo contrario. ¿Toda la vida en camino o una morada final en el templo? El poema termina con una tensión no resuelta, como si una y otra vez se volviera a empezar.

23,1 Es frecuente la imagen de Dios pastor: Sal 78,52; 80,2; Is 40,10s; Jr 23,4.

23,3 El hebreo shem puede significar nombre, título, fama. Aquí encaja mejor lo segundo.

23,4 "Me sosiegan": el verbo es frecuente en Is II: 40,1; 49,13; 51,3.12.19; 52,9.

23,5 El uso de perfumes en los banquetes está atestiguado abundantemente.

23,6 "Bondad y lealtad" personificados como escolta.

TRANSPOSICIÓN CRISTIANA.

Jn 10,1-18 presenta a Jesús como el bueno o auténtico pastor (Ez 34). La primera carta de Pedro sintetiza en la imagen cristología con eclesiología: 2,25; 5,2-4. A partir de esos datos se puede conducir una reflexión sobre símbolos del salmo y sacramentos.

Evangelio: Lucas 17:11-19

11 Yendo camino de Jerusalén, también Jesús atravesó por entre Samaría y Galilea.
12 Cuando iba a entrar en una aldea, le salieron al encuentro diez leprosos, que se pararon a lo lejos
13 y le dijeron a voces:
- ¡Jesús, jefe, ten compasión de nosotros!
14 Al verlos les dijo:
- Id a presentaros a los sacerdotes.
Mientras iban de camino, quedaron limpios.
15 Uno de ellos, viendo que se había curado, se volvió alabando a Dios a grandes voces
16 y se echó a sus pies rostro a tierra, dándole las gracias: éste era samaritano.
17 Jesús preguntó:
- ¿No han quedado limpios los diez? Los otros nueve, ¿dónde están?
18 ¿No ha habido quien vuelva para dar gloria a Dios, excepto este extranjero?
19 Y le dijo:
- Levántate, vete, tu fe te ha salvado.

EXPLICACIÓN.

E '. La verdadera purificación. 11-19. Cambio de escenario. Nueva temática: la curación/purificación de unos leprosos. El improbable itinerario que señala Lc está en función de la presencia de un samaritano en el grupo de leprosos. Éstos son figura del grupo mezclado (judíos, samaritanos) de discípulos (13: Jefe, en Lc siempre en boca de los discípulos: 5,5; 8,24.45; 9,33.49), que se sienten marginados por la institución judía.

Jesús los manda a ella, y se curan precisamente al dejar la aldea, el círculo cerrado (12, cf. 10.38), antes de llegar al templo (14). De nuevo pone Lc de ejemplo a un samaritano (heterodoxo), en contraste con los judíos (10,30-37). Sólo el samaritano reconoce que la adhesión a Jesús, que lo ha curado, y la pertenencia al Reino basta para liberarlos de toda marginación; los demás se sienten aún vinculados a la institución judía y desean ser reconocidos por ella (15s).

Extrañeza de Jesús por la ingratitud (7,9: falta de fe) de los discípulos judíos (17s). La fe/adhesión lleva también a la salvación plena (7,50; 8,48; 18,42) (19). La temática sobre la pureza, contra los fariseos y juristas, se ha desarrollado en 11,37-54.


2ª OPCIÓN.

Primera Lectura. Romanos 8,31-39

 31¿Cabe decir más? Si Dios está a favor nuestro, ¿quién podrá estar en contra? 32Aquel que no escatimó a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo es posible que con él no nos lo regale todo? 33¿Quién será el fiscal de los elegidos de Dios? Dios, el que perdona. Y 34¿a quién tocará condenarlos? Al Mesías Jesús, el que murió, o, mejor dicho, resucitó, el mismo que está a la derecha de Dios, el mismo que intercede en favor nuestro. 35¿Quién podrá privarnos de ese amor del Mesías? ¿Dificultades, angustias, persecuciones, hambre, desnudez, peligros, espada? 36Dice la escritura:

                Por ti estamos a la muerte todo el día,
                nos tienen por ovejas de matanza (Sal 43,23).

           37Pero todo eso lo superamos de sobra gracias al que nos amó. 38Porque estoy convencido de que ni muerte ni vida, ni ángeles ni soberanías, ni lo presente ni lo futuro, ni poderes, 39ni alturas, ni abismos, ni ninguna otra criatura podrá privarnos de ese amor de Dios, presente en el Mesías Jesús, Señor nuestro.

EXPLICACIÓN.

31-39.    Ninguna intranquilidad para el cristiano, sobre él no pesa condena alguna (cf. 8,1). Dios, el ofendido, no acusa; Jesús Mesías, el presunto juez, se hace abogado defensor. En Dios no hay aspectos negativos. Él no sólo da la victoria sobre el pecado, sino también la posibilidad de superar los obstáculos externos. Tampoco los determinismos cósmicos (ángeles, soberanías) se imponen al hombre. No se excluye el esfuerzo, pero no hay temor al fracaso.

Salmo. 31,3-4.6-8.17.21


3 Préstame oído, ven aprisa a librarme,
sé mi roca de refugio, mi alcázar salvador;
4 que mi peña y alcázar eres tú:
por tu nombre dirígeme y guíame;


6 En tu mano encomendaba mi vida:
y me libraste, Señor, Dios fiel.
7 Odias a quienes veneran ídolos vanos,
yo en cambio confío en el Señor.
8 Festejaré, celebraré tu lealtad,
pues te fijaste en mi aflicción
velaste por mi vida en peligro.


17 Muestra a tu siervo tu rostro radiante,
sálvame por tu lealtad.


21 En tu escondite personal los escondes
de las conjuras humanas,
los ocultas en tu tienda
de lenguas pendencieras.


Explicación.

31, 2b-5. Se adensa la súplica en siete imperativos de liberación y cuatro sustantivos que componen un espacio metafórico militar o cinegético. El orante se imagina como animal indefenso, acosado por cazadores que intentan matarlo; salta a una peña, busca una roca, cae en la red; alguien lo saca y conduce a lugar seguro (véase v.9). Cabe también la imagen militar recordando las aventuras de David huido por las montañas: 1 Sm 22,4s; 24,23. El paso de una imagen a otra es fluido, las imágenes pierden precisión. "Por tu nombre": puede ser también título o fama; el orante no alega méritos propios, sino peligros, y la fama o prestigio de Dios.

31,6-9. Los verbos del orante. El hifil de pqd es confiar un depósito a un guardián (Lv 5,21.23). Implica que el guardián es fiel (6b) y que uno se fía de él (7b). El orante deposita, no una propiedad preciosa, sino el "aliento" o vida o espíritu (cfr. Nm 27,16). En fuerte contraste están (a la letra) "quienes guardan soplos vanos" (Jn 2,9). Con los verbos del Señor podemos componer una secuencia: libró - se fijó - se ocupó no entregó - estableció. Verbos ricos de paralelos. P. ej. "fijarse en la aflicción": Ex 3,7; 4,31; Dt 26,7; "entregar en poder" 1 Sm 23,11 "establecer", con resonancia de nombrar: Sal 18,34; 30,8. El "espacio" se opone a la estructura (de 8b y 10a). Llamar a los ídolos "soplos" se encuentra en Dt 32,21 y es corriente en Jr.

31,17 "Iluminar el rostro" es mostrarlo benévolo, como el sol un día sereno. La expresión es propia de la bendición (Nm 6,25) y de la súplica: Sal 67,2; 80,4.8.20. Si antes (2) invocaba la justicia, ahora invoca la "lealtad" o misericordia, su correlativa.

31,20-21 En cuatro versos se remonta el orante a una reflexión general en tono admirativo. Domina el tema de guardar, esconder, ocultar, con el correlativo refugiarse y el sustantivo tienda o choza: datos que convergen hacia el templo. Sólo que personalizados: es el asilo "de tu rostro". La "gran bondad": en términos personales evoca la revelación de Ex 33,19; en términos objetivos son los bienes del templo: Sal 65,5. La bondad de Dios se limita a algunos beneficiarios; pues es claro que uno se refugia perseguido, amenzado por otros: "conjuras y pendencias".


TRANSPOSICIÓN CRISTIANA.

El salmo se ha hecho famoso porque el v.6 lo pone Lucas en boca de Cristo agonizante (23,46) y luego en boca de Esteban mártir (Hch 7,59). Dios recibe en depósito una vida, que no se perderá. En la misma línea se puede leer el v.16, y de ahí se extiende a la lectura cristológica y eclesiológica; sólo que corrigiendo el v.18, pues ni Jesús ni esteban piden la muerte de sus enemigos.


Evangelio. Mateo 10,28-33


 28 Tampoco tengáis miedo de los que matan el cuerpo pero no pueden matar la vida; temed si acaso al que puede acabar con vida y cuerpo en el fuego.
               29 ¿No se venden un par de gorriones por unos cuartos? Y, sin embargo, ni uno solo caerá al suelo sin que lo sepa vuestro Padre.
30 Pues, de vosotros, hasta los pelos de la cabeza están contados.
31 Conque no tengáis miedo, que vosotros valéis más que todos los gorriones juntos.
              32 En conclusión: Por todo el que se pronuncie por mí ante los hombres, me pronunciaré también yo ante mi Padre del cielo,
33 pero al que me niegue ante los hombres, lo negaré yo a mi vez ante mi Padre del cielo.

EXPLICACIÓN.


Los hombres pueden suprimir la vida física, pero no la persona (28, cf. 10,22). Confianza en el Padre (29-31, cf. 5,10b; tienen a Dios por rey; 6,25-34). De la postura que tome el discípulo ante los hombres depende su suerte final (32s).

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