domingo, julio 01, 2018

LECTURAS DEL SÁBADO 21 DE JULIO DEL 2018


PRIMERA LECTURA. Sabiduría 8,9-16 o 2 Corintios 5,14-21.


SABIDURÍA.


9Por eso decidí unir nuestras vidas, 

seguro de que sería mi consejera en la dicha, 
mi alivio en la pesadumbre y la tristeza.
10«Gracias a ella me elogiará la asamblea, 

y, aun siendo joven, me honrarán los ancianos; 
11en los procesos lucirá mi agudeza
y seré la admiración de los monarcas;
12si callo, estarán a la expectativa;
si tomo la palabra, prestarán atención, 
y si me alargo hablando, se llevarán la mano a la boca. 

13»Gracias a ella alcanzaré la inmortalidad
y legaré a la posteridad un recuerdo imperecedero. 

14»Gobemaré pueblos, someteré naciones; 
15soberanos temibles se asustarán al oír mi nombre;
con el pueblo me mostraré bueno, y en la guerra, valeroso.

16»AI volver a casa, descansaré a su lado, pues su trato no desazona, 

su intimidad no deprime, sino que regocija y alegra.» 

Explicación.


8,9-16 Los bienes de la vida privada forman inclusión, encerrando los dos septenarios de la vida pública: 9.10-12.13-15.16. En la vida privada domina la imagen conyugal, descrita como monogamia.

8,9 "Dicha": véase Eclo 5,1.8; 31,1-11. "Tristeza": véase Eclo 30,21-25.

8,10-12 Sobre el hablar en la vida pública. En términos griegos, tenemos los géneros judicial y deliberativo, "procesos y asambleas". El arte de hablar no era menos estimado de los hebreos, que la hacen derivar de la sabiduría: Prov 22,20-21; Eclo 39,4; 20,27; 21,15; Job 29,7-10.21-23 Sobre la fama de Salomón como juez: 1 Re 3,28.

8,13 "Inmortalidad": según el contexto del libro, 1,15; 4,2; 6,18-19. "Recuerdo": véase 

Eclo 15,6; 24,33; 39,9.

8,15 Los triunfos militares se los atribuye la tradición a David, mientras que Salomón 

figura como rey pacífico. En la ficción de nuestro capítulo Salomón está echando cálculos para su futura carrera, y es tarea real dirigir al pueblo en la guerra; véase 1 Sm 8,20.


8,16 Véanse algunos refranes irónicos sobre la mujer que irrita al marido: Prov 19, 13; 21,9.19; Eclo 26,27. 


CORINTIOS.

14Es que el amor del Mesías no nos deja escapatoria, cuando pensamos que uno murió por todos; 15con eso, todos y cada uno han muerto; es decir, murió por todos para que los que viven ya no vivan más para sí mismos, sino para el que murió y resucitó por ellos.
           16Por consiguiente, nosotros ya no apreciamos a nadie por la apariencia y, aunque una vez valoramos al Mesías por la apariencia, ahora ya no. 17Por consiguiente, donde hay un cristiano, hay humanidad nueva; lo viejo ha pasado; mirad, existe algo nuevo.
18Y todo eso es obra de Dios, que nos reconcilió consigo a través del Mesías y nos encomendó el servicio de la reconciliación; 19quiero decir que Dios, mediante el Mesías, estaba reconciliando el mundo consigo, cancelando la deuda de los delitos humanos, y poniendo en nuestras manos el mensaje de la reconciliación. 20Somos, pues, embajadores de Cristo y es como si Dios exhortara por nuestro medio. Por Cristo os lo pido, dejaos reconciliar con Dios. 21Al que no tenía que ver con el pecado, por nosotros lo cargó con el pecado, para que nosotros, por su medio, obtuviéramos la rehabilitación de Dios.


EXPLICACIÓN.



La experiencia del amor de Jesús, que dio la vida por él (cf. Gál 2,20), no le permite más conducta que la del amor, y éste no es una apariencia. El propósito y el resultado de la muerte de Jesús Mesías fue que los hombres renunciaran al egoísmo; deben estar centrados en Jesús, que les demostró y les sigue demostrando su amor (14-15).

                 No hay que juzgar, por tanto por la apariencia ni con criterios mundanos. Lo que cuenta es la nueva humanidad (cf. Rom 8,19; Gál 6,15), la pertenencia a un orden nuevo (Is 43,18) (16-17). 

La nueva relación con Dios se inaugura con una reconciliación (cf. Rom 5,11), por iniciativa de Dios mismo, hecha por medio del Mesías. Pablo usa el plural, como asociando la comunidad de Corinto a esta obra de reconciliación de la humanidad con Dios. De hecho, el pasaje mira más a los no creyentes que a una comunidad formada (18-20). La imagen de v.21 puesta estar inspirada en el culto sacrificial judío; Jesús muerto en la cruz, de quien mana el Espíritu, ha hecho caducar todos los ritos con que el hombre pretendía liberarse de sus pecados. Pablo quiere ponderar el amor de Dios por la humanidad, que para lograr la reconciliación no escatimó a su propio Hijo (Rom 8,31).

SALMO. 67,2-5.7-8.

(Nm 6,22-27) 

2Dios tenga piedad y nos bendiga, 
muéstrenos su rostro radiante, 3para que conozca la tierra tus caminos, 
todas las naciones tu salvación. 4iQue te den gracias los pueblos, oh Dios, 
que todos los pueblos te den gracias! 
5Que lo celebren jubilosas las naciones 
porque riges el mundo con justicia, 
riges los pueblos con rectitud y gobiernas las naciones de la tierra. 
7La tierra ha dado su cosecha: nos bendice Dios, nuestro Dios. 
8Nos bendice Dios: Que lo respeten 
todos los confines del orbe. 

EXPLICACIÓN.

67 Bendición en forma imprecatoria. Es como un comentario o variación ampliada de la bendición canónica que se lee en Nm 6,24-26. Lo que allí pronunciaban los sacerdotes aarónidas, aquí se democratiza en un plural colectivo "nos". Lo que allí era estrictamente israelita, aquí se universaliza. Es legítimo sospechar que un copista ha omitido el estribillo al final de la tercera estrofa.

67,2 Todo parte de la "piedad" de Dios: actitud y acto gratuito que al hombre le es sugerido invocar. El "bendecir" de Dios es bienhacer, porque diciendo hace. La humanidad comienza con una bendición: Gn 1 ,28. Un "rostro" benévolo irradia luz: Prov 16,15; EcI 8,1.

67,3 Los "caminos" son el modo de actuar.

67,4 Estribillo de estilo hímnico.

67,5 El gobierno de Dios es justo, como cantan los salmos 96 y 98.

67,7 La bendición equivale a la lluvia que fertiliza la tierra. Aunque dice "nuestro Dios", no pronuncia el nombre de Yhwh.

Transposición cristiana.

Tratándose de bendición, es obligado citar el comienzo de la carta a los Efesios. 


EVANGELIO. Lucas 9,1-6.

1 Convocó a los Doce y les dio fuerza y autoridad sobre toda clase de demonios y para curar enfermedades.
2 Luego los envió a proclamar el reinado de Dios y a curar a los enfermos,
3 diciéndoles:
- No cojáis nada para el camino: ni bastón ni alforja, ni pan ni dinero, ni llevéis cada uno dos túnicas.
4 Quedaos en la casa en que os alojéis hasta que os vayáis de aquel lugar.
5 Y en caso de que no os reciban, al salir de aquel pueblo sacudíos el polvo de los pies, como prueba contra ellos.
6 Ellos se pusieron en camino y fueron de aldea en aldea, anunciando la buena noticia y curando en todas partes.

EXPLICACIÓN.

E'. Misión del Israel mesiánico. 1-6. Fuerza, con la que ha curado Jesús (5,17; 6,19; 8,46), la del Espíritu (4,14); autoridad, también del Espíritu (4,32.36). Doble aspecto de la misión (2): proclamar y curar. La expulsión de demonios, unida a la proclamación (cf. 4,36). Instrucciones: no llevar nada: el bastón (3), como arma defensiva, impropio del discípulo (6,29); no preocuparse por el sustento (12,22ss); dos túnicas, propio de gente acomodada (6,20). No ser exigentes (quedarse en la misma casa) (4). Se sacudía el polvo de las sandalias al volver a Israel desde una tierra pagana; aquí, cualquier lugar que no acepte a los discípulos rechaza al verdadero Dios (5).

Lc no señala que ejercieran la "autoridad sobre los demonios" que Jesús les había conferido (cf. 9,1) y puntualiza que "fueron de aldea en aldea" (6, reductos nacionalistas), en lugar de ir por los "pueblos/ciudades" (cf. v.5 y 10,8ss).

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