domingo, julio 01, 2018

LECTURAS DEL MIÉRCOLES 4 DE JULIO DEL 2018

2 OPCIONES.

1ª OPCIÓN.

Primera Lectura. Isaías 58,6-11

6El ayuno que yo quiero oír es éste:
abrir las prisiones injustas,
hacer saltar los cerrojos de los cepos,
dejar libres a los oprimidos,
romper todos los cepos;
7partir tu pan con el hambriento,
hospedar a los pobres sin techo,
vestir al que ves desnudo
y no cerrarte a tu propia carne.
8Entonces romperá tu luz como la aurora,
en seguida te brotará la carne sana;
te abrirá tu camino tu justicia,
detrás irá la gloria del Señor.
9Entonces clamarás al Señor, y te responderá;
pedirás auxilio, y te dirá: Aquí estoy.
Si destierras de ti los cepos,
y el señalar con el dedo, y la maledicencia;
10si das tu pan al hambriento
y sacias el estómago del indigente,
surgirá tu luz en las tinieblas,
tu oscuridad se volverá mediodía.
11El Señor te guiará siempre,
en el desierto saciará tu hambre,
hará fuerte tus huesos,
serás un huerto bien regado,
un manantial de aguas
cuya vena nunca engaña,

Explicación.

58,6-7 "Liberar cautivos": el don de la libertad se aprecia más después de la experiencia del destierro. En vez de "afligirse" uno mismo, debe sentir la "aflicción" del prójimo. "Carne" subraya la debilidad e invalidez común a todos. Si el egoísmo cierra, la compasión abre. El dolor compartido establece y mantiene la solidaridad.

58,8-9 Más aún. El ayuno auténtico, las obras de misericordia, transfiguran al hombre, casi lo divinizan, como sol que amanece (cfr. Sal 112,4). Abre su cortejo la Justicia, lo cierra la Gloria del Señor (cfr. Sal 85,14; 97,2). Por la caridad el hombre resplandece, porque revela la gloria de Dios (Mt 5,16).

58,10 "Pan": corrigiendo el hebreo según testimonios antiguos. La aurora culmina en mediodía. (Véase la relación entre luz y generosidad en Mt 6,22-23).

58,11-12 Vuelve a dos piezas del esquema del éxodo, introduciendo algunas transformaciones. La comida en el desierto se conserva sin cambio. El agua y la sed: son ellos el desierto, en el que aflora el agua (la beneficencia) que los transforma en huerto. La tierra es ahora la ciudad que será reconstruida. Hay que salir del egoísmo y construir con la caridad. Si ellos reparten pan, no habrá hambre y el desierto será un paraíso; si ellos dan casa, la ciudad será reconstruida. "Tapiador de brechas": véase Am 9,11 y Neh 5.

Salmo. 107,2-9

2Díganlo los rescatados por el Señor, 
los que rescató del poder enemigo; 
3los que reunió en varias regiones: 
oriente y poniente, norte y sur.
4Erraban por un desierto solitario,
no acertaban con la dirección de poblados, 
5pasaban hambre y sed
y desfallecía su aliento.
6pero gritaron al Señor en su angustia, 
y los libró de la tribulación.
7Los guió por un camino llano
para que dieran con un poblado.
8Den gracias al Señor por su misericordia
por las maravillas que hace por los hombres. 
9Calmó las gargantas sedientas
y a los hambrientos los colmó de bienes.
Explicación.
107,2-3 "Rescatar" es término favorito de Isaías Segundo (43,1; 44,22s; participio 51, 10). Los cuatro puntos cardinales apuntan a una diáspora dilatada; aunque podrían ser hipérbole, según Is 43,5s. Colocada aquí, la cuaterna concuerda con el cuadrilátero del poema.
107,4-9 Primer cuadro. Por su carácter típico puede referirse a caravanas profesionales, habituales, o a otras excepcionales. Incluso guías profesionales pueden extraviarse (Job 6,18-20). "Poblado" va sin artículo: no es uno determinado, término del viaje, sino alguno que remedie la situación. "Hambre y sed" indican que se han acabado las provisiones: léase la historia patética de Hagar en Gn 21,9-18. El camino peligroso por el desierto, además de su sentido empírico, suscita muchos recuerdos: patriarcales, del éxodo, del retorno. Contando con ello y con el valor metafórico de "extravío, encaminar", el cuadro se abre a la lectura simbólica.
107,6 Primer estribillo. Para la bina véanse Jr 19,9; Sof 1,15; Sal 119,143. Grito y liberación están aliterados y colocados en los extremos del verso.
107,8 Segundo estribillo. El nombre de Dios es Yhwh; la liberación se extiende a "seres humanos" sin limitación.
Transposición cristiana.
Hay que partir del valor genérico y simbólico de los episodios seleccionados. Después se pueden buscar episodios correspondientes en los relatos evangélicos. Hambre en despoblado y alimento: Mc 6,30-46par. Endemoniado en sepulcros con grillos y cadenas: Mc 5,1-20. Enfermos curados: Mc 6,53-56; 7,24-37par. Tempestad calmada: Mc 4,35-41. 
Evangelio. Mateo 25,31-46

31Cuando el Hombre llegue en su gloria acompañado de todos sus ángeles, se sentará en su trono real y reunirán  ante él a todas las naciones. El separara a unos de otros, como un pastor separa las ovejas de las cabras, 33y pondrá a las ovejas a su derecha y a las cabras a su izquierda. 34Entonces dirá el rey a los de su derecha:
-Venid, benditos de mi Padre; heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. 35Porque, tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me recogisteis, 36estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, estuve en la cárcel y fuisteis a verme.
37Entonces los justos replicarán:
-Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te dimos de comer o con sed y te dimos de beber? 38 ¿Cuándo llegaste como forastero y te recogimos o desnudo y te vestimos? 39 ¿Cuándo estuviste enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?
40Y el rey les contestará:
-Os lo aseguro: Cada vez que lo hicisteis con uno de esos hermanos míos tan insignificantes lo hicisteis conmigo.
41Después dirá a los de su izquierda:
-Apartaos de mí, malditos, id al fuego perenne preparado para el diablo y sus ángeles. 42Porque tuve hambre y no me disteis de comer, tuve sed y no me disteis de beber, 43fui forastero y no me recogisteis, estuve desnudo y no me vestisteis, enfermo y en la cárcel y no me visitasteis.
44Entonces también éstos replicarán:
-Señor, ¿cuándo te vimos con hambre o con sed, o forastero o desnudo, o enfermo o en la cárcel y no te asistimos?
45y él les contestará:
-Os lo aseguro: Cada vez que dejasteis de hacerla con uno de ésos tan insignificantes dejasteis de hacerla conmigo.
46Éstos irán al castigo definitivo y los justos a la vida definitiva.

EXPLICACIÓN.

31-46. Escena complementaria de «la llegada» descrita en 24,30s. Allí, como salvación para los suyos; aquí se explica la suerte de los paganos (24,30: todas las tribus de la" tierra; 25,32: todas las naciones); en ambos casos, llegada del Hombre acompañado de sus ángeles. Época histórica después de la destrucción de Jerusalén (24,29). No juicio de los judíos- (19,28), sino únicamente de los paganos. El rey, época del reinado del Hombre (13,41), que se inaugura con la destrucción de Jerusalén (16,28) y dura hasta el fin de esta edad. La suerte de los paganos depende de cuál haya sido su actitud con los más desvalidos (34-36), con quienes se identifica Jesús (40). Se formulan así para los paganos las condiciones para obtener la vida definitiva, como antes para los judíos (19,16-19). El castigo definitivo es la muerte para siempre (46).

2ª OPCIÓN.

Primera Lectura: Amós 5, 14-15. 21-24
14Buscas el bien, no el mal,  y viviréis
y estará realmente con vosotros, como decís,
el Señor, Dios de los ejércitos.
15Odiad el mal, amad el bien,
instalad en el tribunal la justicia:
a ver si se apiada el Señor, Dios de los ejércitos,
del resto de José.
21Detesto y rehúso vuestras fiestas,
no me aplacan
vuestras reuniones litúrgicas;
por muchos holocaustos y ofrendas
que me traigáis,
no los aceptaré ni miraré
vuestras víctimas cebadas.
23Retirad de mi presencia
el barullo de los cantos,
no quiero oír la música de la cítara;
24que fluya como el agua el derecho
y la justicia como arroyo perenne.

EXPLICACIÓN.

14-15. Exhortación. Bien y mal se especifican en el terreno de la justicia. Tal es la condición para que el Señor esté con ellos. Pero, como ya han quebrantado tales normas, sólo queda la enmienda eficaz y esperar “la compasión” y perdón del Señor. Mencionar el “resto” supone alguna catástrofe ya sucedida.
21-24. Con bastante claridad plantean estos versos un problema capital y duradero: la relación entre el culto y justicia social. Tema atestiguado en la literatura profética (Is 1,10-20; Jr 7), en los Salmos (Sal 50), en la literatura sapiencial (Prov 15,8; 21,3.27; Eclo 34,18-35,8). Si el hombre practica el culto que él ha inventado para asegurarse el favor de Dios, sin cambiar de conducta, esa práctica es farsa, intento de soborno; Dios no la acepta. La injusticia vicia el culto.
Como el agua de un río perenne fecunda continuamente la tierra, así la práctica de la justicia ha de fecundar una sociedad.

Salmo Responsorial: 50,7-13.16-17

7Escucha, pueblo mío, que voy a hablar, 
Israel, doy testimonio contra ti;
yo soy Dios, tu Dios.
8No te reprocho por tus sacrificios
pues a diario tengo presentes tus holocaustos. 
9No me llevaré un novillo de tu casa
ni machos cabríos de tus rebaños,
10pues son míos todos los animales salvajes, 
bestias a millares en mis montañas; 
11conozco todas las aves del cielo,
tengo a mano las alimañas del campo. 
12Si tuviera hambre, no te lo diría,
pues el orbe y cuanto encierra es mío.
13¿Comeré yo carne de toros,
beberé sangre de machos cabríos?
16b¿Por qué recitas mis preceptos
y tienes en la boca mi alianza, 
17tú que detestas la corrección
y te echas a la espalda mis mandatos?

EXPLICACIÓN.
50,7 El exordio plantea la relación mutua de la alianza con la fórmula clásica: pueblo mío / Dios tuyo. "Testimonio": son las pruebas de la querella.
50,8-21 Es esencial comprender la relación entre las dos partes del discurso. El Señor no condena unos sacrificios frente a otros, ni el culto ritualista frente al auténtico, ni los sacrificios frente a un culto espiritual. Lo que realmente se opone es un culto sin justicia a un culto con justicia. El pueblo cumple exquisitamente todos los deberes cúlticos, en ese terreno no merece reproche. Pero vive en la injusticia, la cual vicia el culto. El salmo pertenece a una copiosa tradición: Is 1,10-20; 58; Jr 7,1-15; Am 5,18-26; Miq 6,6-9; Prov 21,2; Eclo 34,18-35,21.EI salmo apunta algo que explicita el Eclesiástico: quien permaneciendo en la injusticia ofrece sacrificios de expiación intenta una compensación inaceptable, un soborno de la justicia.
50,8 "A diario": según fórmula cúltica de Ex 28-29; Lv 24; Nm 28-29. 
50,9 El hombre ofrece animales domésticos, regulados por la legislación.
50,10-11 La cuaterna representa una totalidad: lo salvaje (selva), lo montaraz (monte), lo agreste (agro), las aves. 
50,12-13 El autor de las adiciones griegas a Daniel se divertirá a costa de esa divinidades hambrientas y voraces que los hombres han de alimentar: Dn 14,1-22.
50,16 Este "pecador" o injusto es el mismo personaje de antes, el irreprochable en el culto. 
50,17 Desechar la corrección, verbal o física, es afianzarse en el delito, agravándolo con la contumacia: Prov 15,12; Eclo 32,18.  

Evangelio: Mateo 8, 28-34
28 Llegó él a otra orilla, a la región de los gadarenos. Desde el cementerio dos endemoniados salieron a su encuentro; eran tan peligrosos que nadie se atrevía a transitar por aquel camino.
29 De pronto empezaron a gritar:
- ¿Qué tienes tú contra nosotros, Hijo de Dios? ¿Has venido aquí antes de tiempo para someternos al suplicio?
30 Una gran piara de cerdos estaba hozando a distancia.
31 Los demonios le rogaron:
- Si nos echas, mándanos a la piara.
32 Jesús les dijo:
- Id.
Salieron y se fueron a los cerdos. De pronto la piara entera se precipitó al mar, acantilado abajo, y murió ahogada en el agua.
33 Los porquerizos salieron huyendo, llegaron a la ciudad y lo contaron todo, incluyendo lo de los endemoniados.
34 Entonces la ciudad entera salió adonde estaba Jesús y, al verlo, le rogaron que abandonase su territorio.
EXPLICACIÓN.
Los endemoniados viven en el cementerio, como muertos en vida. Representan una clase marginada en condición inhumana y en rebelión respecto a la sociedad. Se resisten a la acción de Jesús (29). Los demonios, el espíritu de violencia; no quieren ser liberados, sino continuar en su rebeldía. Los cerdos (30), animales impuros como los demonios. Piara numerosa, capital considerable. El cerdo, símbolo del poder pagano opresor (cf. Sal 80,14), poder político, poseedor de la riqueza (piara numerosa). La violencia de los oprimidos procede de la del sistema opresor (van a los cerdos). Los habitantes se oponen también a la actividad de Jesús (34). Resistencia del paganismo, expresada antes en la tempestad (8,24).

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