Primera Lectura. Eclesiástico 5,1-8 O Apocalipsis 2,8-11.
Eclesiástico 5,1-8.
Presunción
5 1No confíes en tus riquezas ni digas: «Me basto a mí mismo»;
no confíes en tus fuerzas para seguir tus caprichos;
2no sigas tus antojos y codicias
ni camines según tus pasiones.
3No digas: «¿Quién me podrá?»,
porque el Señor te exigirá cuentas;
4no digas: «He pecado, y nada malo me ha sucedido»,
porque él es un Dios paciente.
5No te fíes de su perdón
para añadir culpas a culpas,
6pensando: es grande su compasión y perdonará mis muchas culpas;
porque tiene compasión y cólera, y su ira recae sobre los malvados.
7No tardes en volverte a él ni des largas de un día para otro;
porque su furor brota de repente,
y el día de la venganza perecerás.
8No confíes en riquezas injustas,
que no te servirán el día de la ira.
Explicación.
5,1-2 Primera forma de presunción: confianza en las propias riquezas, fuerza, poder. Al crecer el poder, crecen codicia y deseos. El poder se pone al servicio de la pasión. El tema de las riquezas es frecuente en la predicación y en el rezo: p. ej. Jr 17; Sal 49 y 62. El tema de la fuerza se puede ilustrar con Is 10,13 y el "su fuerza es su dios" de Hab 1,11. La expresión "seguir = ir detrás de" lleva por complemento a Dios en la predicación del Deuteronomio.
5,3 La presunción se atreve a desafiar a Dios: véase Sal 12,5.
5,4-6 Otra forma de presunción, más refinada y peligrosa, es presumir de la compasión divina. El autor insiste en los términos culpa y compasión, pecado y perdón. Cuando el hombre establece la secuencia permanente pecado - perdón, para asegurar y confirmar su mala conducta, está tomando un dato aislado de la revelación de Dios, para fabricar con él un Dios falso: compárese con 16,11-13. La polaridad gracia - ira está expresa en Ex 34,7, en el conjunto de bendiciones y maldiciones de la alianza (Dt 27-28), implícita en exhortaciones penitenciales, como Is 1,20; Sal 50,22-24.
5,6b-7 Su reacción personal al pecado es compasión y es cólera. Si la compasión parece prolongarse en continuidad, la ira puede brotar de repente; justificada, pero imprevisible para el hombre. Por eso, la reacción del pecador a la compasión divina debe ser convertirse cuanto antes. En esa vuelta, que Dios mismo suscita con su palabra, el pecador encuentra al Dios compasivo. En cambio, la dilación puede tocar el término establecido, el día de la sentencia y condena, dies irae. Recoge la enseñanza Pablo en Rom 2,4-7.
5,8 Sirve de colofón este proverbio tradicional: Prov 10,2; 11,4.
Apocalipsis 2,8-11.
8 Al ángel de la iglesia de Esmirna escribe así:
Esto dice el que es primero y último, el que estuvo muerto y volvió a la vida:
9 Conozco tu apuro y tu pobreza, y, sin embargo, eres rico; sé también cómo te calumnian esos que se llaman judíos y no son más que sinagoga de Satanás.
10 No temas nada de lo que vas a sufrir; el diablo va a meter a algunos de vosotros en la cárcel para poneros a prueba, pero vuestro apuro durará diez días. Se fiel hasta la muerte y te daré la corona de la vida.
11 Quien tenga oídos, oiga lo que dice el Espíritu a las iglesias.
El que salga vencedor no será víctima de la muerte segunda.
Explicación.
8-11. A Esmirna. Comunidad en lucha, perseguida por la colonia judía. Autopresentación de Jesús; el vencedor de la muerte, en relación con la promesa final de la carta (v.11).
Juicio positivo: a esta comunidad pobre, sólo elogios. En medio de la persecución, la pobreza de medios y la calumnia, la comunidad es rica por su adhesión a Jesús (9-10). Israel ha perdido su privilegio. Los judíos no tienen derecho a distinguirse con ese nombre; ahora no son más que una perversión del antiguo pueblo (sinagoga de Satanás). Prueba efímera (cf. Dn 1,12.14). La muerte por la adhesión a Jesús, umbral de la vida (10).
Promesa (11b): la muerte segunda (cf. 20,14): además de la muerte física, que para el cristiano no interrumpe la vida, hay una muerte definitiva y total; quien colabora en la obra liberadora de Jesús tendrá vida definitiva.
Salmo. 31,3-4.6.8.16-17.
3 Préstame oído, ven aprisa a librarme,
sé mi roca de refugio, mi alcázar salvador;
4 que mi peña y alcázar eres tú:
por tu nombre dirígeme y guíame;
6 En tu mano encomendaba mi vida:
y me libraste, Señor, Dios fiel.
8 Festejaré, celebraré tu lealtad,
pues te fijaste en mi aflicción
velaste por mi vida en peligro.
16 En tu mano están mis azares:
líbrame de los enemigos que me persiguen.
17 Muestra a tu siervo tu rostro radiante,
sálvame por tu lealtad.
Explicación.
31, 2b-5. Se adensa la súplica en siete imperativos de liberación y cuatro sustantivos que componen un espacio metafórico militar o cinegético. El orante se imagina como animal indefenso, acosado por cazadores que intentan matarlo; salta a una peña, busca una roca, cae en la red; alguien lo saca y conduce a lugar seguro (véase v.9). Cabe también la imagen militar recordando las aventuras de David huido por las montañas: 1 Sm 22,4s; 24,23. El paso de una imagen a otra es fluido, las imágenes pierden precisión. "Por tu nombre": puede ser también título o fama; el orante no alega méritos propios, sino peligros, y la fama o prestigio de Dios.
31,6-9. Los verbos del orante. El hifil de pqd es confiar un depósito a un guardián (Lv 5,21.23). Implica que el guardián es fiel (6b) y que uno se fía de él (7b). El orante deposita, no una propiedad preciosa, sino el "aliento" o vida o espíritu (cfr. Nm 27,16). En fuerte contraste están (a la letra) "quienes guardan soplos vanos" (Jn 2,9). Con los verbos del Señor podemos componer una secuencia: libró - se fijó - se ocupó no entregó - estableció. Verbos ricos de paralelos. P. ej. "fijarse en la aflicción": Ex 3,7; 4,31; Dt 26,7; "entregar en poder" 1 Sm 23,11 "establecer", con resonancia de nombrar: Sal 18,34; 30,8. El "espacio" se opone a la estructura (de 8b y 10a). Llamar a los ídolos "soplos" se encuentra en Dt 32,21 y es corriente en Jr.
31,7 "Odias": leo segunda persona como pide el sentido y recomiendan versiones antiguas.
31,8 Demasiado pronto en el salmo se anticipa la celebración; prepara una pausa.
31,16 "Azares". La temporalidad, que se va gastando medida en años (11), ahora se mide en horas o instantes. Toda la vida, desmenuzada y cambiante, mantenida en su cambio y continuidad por Dios.
31,17 "Iluminar el rostro" es mostrarlo benévolo, como el sol un día sereno. La expresión es propia de la bendición (Nm 6,25) y de la súplica: Sal 67,2; 80,4.8.20. Si antes (2) invocaba la justicia, ahora invoca la "lealtad" o misericordia, su correlativa.
TRANSPOSICIÓN CRISTIANA.
El salmo se ha hecho famoso porque el v.6 lo pone Lucas en boca de Cristo agonizante (23,46) y luego en boca de Esteban mártir (Hch 7,59). Dios recibe en depósito una vida, que no se perderá. En la misma línea se puede leer el v.16, y de ahí se extiende a la lectura cristológica y eclesiológica; sólo que corrigiendo el v.18, pues ni Jesús ni esteban piden la muerte de sus enemigos.
El salmo se ha hecho famoso porque el v.6 lo pone Lucas en boca de Cristo agonizante (23,46) y luego en boca de Esteban mártir (Hch 7,59). Dios recibe en depósito una vida, que no se perderá. En la misma línea se puede leer el v.16, y de ahí se extiende a la lectura cristológica y eclesiológica; sólo que corrigiendo el v.18, pues ni Jesús ni esteban piden la muerte de sus enemigos.
Evangelio. Juan 15,18-21.
18. Cuando el mundo os odie, tened presente que primero me ha odiado a mí.
19. Si pertenecierais al mundo, el mundo os querría como a cosa suya, pero como no pertenecéis al mundo, sino que al elegiros yo os saqué del mundo, por eso el mundo os odia.
20. Acordaos del dicho que yo mismo os cité: “No es un siervo más que su señor”. Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán; si han vigilado mi mensaje, también el vuestro lo vigilarán.
21. Todo eso lo harán contra vosotros por ser de los míos, porque no quieren reconocer al que me envió.
Explicación.
El mundo (18), nombre colectivo, designa al círculo o sistema de poder que organiza la sociedad, y a sus adeptos. En este contexto designa a todo sistema injusto. Odio, cf. 3,20; 7,7. El favor o la desgracia ante “el mundo” depende de la aceptación o no de sus valores (19); los discípulos han roto con él, al optar por Jesús, opción confirmada por su elección. Éste es el éxodo al que Jesús invita: el paso de la esclavitud a la libertad (8,36), de la muerte a la vida (5,24).
Jesús repite la primera parte del proverbio citado antes (13,16; el amor significa servicio mutuo) (20), para mostrarles que la persecución es la consecuencia inevitable de la práctica del servicio a los hombres (cf. 5,16). La actitud de los partidarios del sistema ante Jesús y los suyos es la de sospecha continua (vigilarán), porque la propuesta de una alternativa los irrita y los alarma. Los dirigentes se han negado a reconocer que Jesús era el enviado del Padre (21); han creado una imagen falsa de Dios (5,37s; 8,55) y por eso se oponen al verdadero. El que ellos adoran se hace cómplice de la opresión, puesto que en su nombre ejercen su dominio (5,10; 9,14-24). No pueden tolerar al Dios que está a favor del hombre y lo libera.
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