PRIMERA LECTURA: Josué 3,7-11.13-17.
7El Señor le dijo a Josué:
-Hoy empezaré a engrandecerte ante todo Israel, para que vean que estoy contigo como estuve con Moisés. 8Tú ordena a los sacerdotes portadores del arca de la alianza que cuando lleguen a la orilla se detengan en el Jordán.
9Josué dijo a los israelitas:
-Acercaos aquí a escuchar las palabras del Señor, vuestro Dios. 10Así conoceréis que un Dios vivo está en medio de vosotros, y que va a expulsar ante vosotros a cananeos, hititas, heveos, fereceos, guirgaseos, amorreos y jebuseos. 11Mirad, el arca de la alianza del dueño de toda la tierra va a pasar el Jordán delante de vosotros. 13Y cuando los pies de los sacerdotes que llevan el arca de la alianza del dueño de toda la tierra pisen el Jordán, la corriente del Jordán se cortará: el agua que viene de arriba se detendrá formando un embalse.
14Cuando la gente levantó el campamento para pasar por el Jordán, los sacerdotes que llevaban el arca de la alianza caminaron delante de la gente. 15Y al llegar al Jordán, en cuanto se mojaron los pies en el agua -el Jordán va hasta los bordes todo el tiempo de la siega-, 16el agua que venía de arriba se detuvo (creció formando un embalse que llegaba muy lejos, hasta Adán, un pueblo cerca de Sartán) y el agua que bajaba al mar del desierto, al Mar Muerto, se cortó del todo. La gente pasó frente a Jericó.
17Los sacerdotes que llevaban el arca de la alianza del Señor estaban quietos en el cauce seco, firmes en medio del Jordán, mientras Israel iba pasando, por el cauce seco, hasta que acabaron de pasar todos.
Explicación.
3,9-13 Josué pronuncia estas palabras en nombre del Señor. En el milagro que va a suceder se revelará al pueblo el "Dios vivo", que actúa para salvar la vida de sus pueblos, que no es inerte como los ídolos, que es Señor de la vida. El título o sus derivaciones se lee en Sal 42,3 84,3.
La lista completa de los siete nombres se lee en Dt 7,1; Jos 24,11 y Neh 9,8; en otros textos faltan los guirgaseos. Los hititas son restos dispersos del gran imperio de Asia Menor; difíciles de identificar son los heveos (Gn 34,2; 2 Sm 24,7), fereceos (Gn 13,7; 34,30) y guirgaseos (Gn 10,16); los jebuseos conservaran largo tiempo su capital de Jerusalén, amorreos es un nombre genérico que significa occidentales.
3,9 Sal 84,3; Dt 7,1.
3,11 Dueño de toda la tierra es título que se lee en el salmo de Dios rey (Sal 97,5).
3,15 Según el capítulo 5, estamos en vísperas de Pascua; por tanto, todavía no ha llegado la cosecha; pero es cierto que en todo ese tiempo el Jordán va lleno: véanse 1 Cr 12,15 y Eclo 24,26.
3,16 Sorprende la mención geográfica tan exacta. Sartán se encuentra a unos 25 kilómetros al norte de Jericó, pero los meandros del río multiplican la distancia recorrida.
3,17 El verso sirve para preparar el nuevo tema de las piedras. La última parte la recoge el comienzo del capítulo siguiente, adelantando hechos.
SALMO: 114,1-6.
EVANGELIO: Mateo 18,21;19,1.
1821 Entonces se adelantó Pedro y le preguntó:
- Señor, y si mi hermano me sigue ofendiendo, ¿cuántas veces lo tendré que perdonar?, ¿siete veces?
22 Jesús le contestó:
- Siete veces, no; setenta veces siete.
23 Por esto el reinado de Dios se parece a un rey que quiso saldar cuentas con sus empleados.
24 Para empezar, le presentaron a uno que le debía muchos millones.
25 Como no tenía con qué pagar, el señor mandó que lo vendieran a él, con su mujer, sus hijos y todas sus posesiones, y que pagara con eso.
26 El empleado se echó a sus pies suplicándole:
- Ten paciencia conmigo, que te lo pagaré todo.
27 El señor, conmovido, dejó marcharse a aquel empleado, perdonándole la deuda.
28 Pero, al salir, el empleado encontró a un compañero suyo que le debía algún dinero, lo agarró por el cuello y le decía apretando:
- Págame lo que me debes.
29 El compañero se echó a sus pies suplicándole:
- Ten paciencia conmigo, que te lo pagaré.
30 Pero él no quiso, sino que fue y lo metió en la cárcel hasta que pagara lo que debía.
31 Al ver aquello sus compañeros, quedaron consternados y fueron a contarle a su señor lo sucedido.
32 Entonces el señor llamó al empleado y le dijo:
- ¡Miserable! Cuando me suplicaste te perdoné toda aquella deuda.
33 ¿No era tu deber tener también compasión de tu compañero como yo la tuve de ti?
34 Y su señor, indignado, lo entregó a los verdugos hasta que pagara toda su deuda.
35 Pues lo mismo os tratará mi Padre del cielo si no perdonáis de corazón, cada uno a su hermano.
19 1 Cuando terminó estas palabras, pasó Jesús de Galilea al territorio de Judea del otro lado del Jordán.
EXPLICACIÓN.
Pedro se mueve en el terreno de la casuística. Su pregunta remite al v.15. Jesús alude a Gn 4,24 (cántico de Lamec): el perdón debe extenderse hasta donde llegó el deseo de venganza (21s). La parábola (23-34) confirma lo dicho: quien no perdona/ejerce el amor con el prójimo no tiene capacidad para ser perdonado/experimentar el amor de Dios.
Continúa el viaje a Jerusalén (16,21). Jesús no enseña a las multitudes, pero las cura (14,14) (1s).
7El Señor le dijo a Josué:
-Hoy empezaré a engrandecerte ante todo Israel, para que vean que estoy contigo como estuve con Moisés. 8Tú ordena a los sacerdotes portadores del arca de la alianza que cuando lleguen a la orilla se detengan en el Jordán.
9Josué dijo a los israelitas:
-Acercaos aquí a escuchar las palabras del Señor, vuestro Dios. 10Así conoceréis que un Dios vivo está en medio de vosotros, y que va a expulsar ante vosotros a cananeos, hititas, heveos, fereceos, guirgaseos, amorreos y jebuseos. 11Mirad, el arca de la alianza del dueño de toda la tierra va a pasar el Jordán delante de vosotros. 13Y cuando los pies de los sacerdotes que llevan el arca de la alianza del dueño de toda la tierra pisen el Jordán, la corriente del Jordán se cortará: el agua que viene de arriba se detendrá formando un embalse.
14Cuando la gente levantó el campamento para pasar por el Jordán, los sacerdotes que llevaban el arca de la alianza caminaron delante de la gente. 15Y al llegar al Jordán, en cuanto se mojaron los pies en el agua -el Jordán va hasta los bordes todo el tiempo de la siega-, 16el agua que venía de arriba se detuvo (creció formando un embalse que llegaba muy lejos, hasta Adán, un pueblo cerca de Sartán) y el agua que bajaba al mar del desierto, al Mar Muerto, se cortó del todo. La gente pasó frente a Jericó.
17Los sacerdotes que llevaban el arca de la alianza del Señor estaban quietos en el cauce seco, firmes en medio del Jordán, mientras Israel iba pasando, por el cauce seco, hasta que acabaron de pasar todos.
Explicación.
3,9-13 Josué pronuncia estas palabras en nombre del Señor. En el milagro que va a suceder se revelará al pueblo el "Dios vivo", que actúa para salvar la vida de sus pueblos, que no es inerte como los ídolos, que es Señor de la vida. El título o sus derivaciones se lee en Sal 42,3 84,3.
La lista completa de los siete nombres se lee en Dt 7,1; Jos 24,11 y Neh 9,8; en otros textos faltan los guirgaseos. Los hititas son restos dispersos del gran imperio de Asia Menor; difíciles de identificar son los heveos (Gn 34,2; 2 Sm 24,7), fereceos (Gn 13,7; 34,30) y guirgaseos (Gn 10,16); los jebuseos conservaran largo tiempo su capital de Jerusalén, amorreos es un nombre genérico que significa occidentales.
3,9 Sal 84,3; Dt 7,1.
3,11 Dueño de toda la tierra es título que se lee en el salmo de Dios rey (Sal 97,5).
3,15 Según el capítulo 5, estamos en vísperas de Pascua; por tanto, todavía no ha llegado la cosecha; pero es cierto que en todo ese tiempo el Jordán va lleno: véanse 1 Cr 12,15 y Eclo 24,26.
3,16 Sorprende la mención geográfica tan exacta. Sartán se encuentra a unos 25 kilómetros al norte de Jericó, pero los meandros del río multiplican la distancia recorrida.
3,17 El verso sirve para preparar el nuevo tema de las piedras. La última parte la recoge el comienzo del capítulo siguiente, adelantando hechos.
SALMO: 114,1-6.
1 Al salir Israel de Egipto,
Jacob de un pueblo balbuciente,
2fue Judá su santuario,
2fue Judá su santuario,
Israel fue su dominio.
3El mar al verlos huyó
y el Jordán retrocedió.
4Los montes saltaron como carneros,
las colinas como corderos.
las colinas como corderos.
5-¿Qué te pasa, mar, que huyes,
a ti, Jordán, que retrocedes?
a ti, Jordán, que retrocedes?
6¿A vosotros, montes, que saltáis como carneros,
colinas, que saltáis como corderos?
colinas, que saltáis como corderos?
Explicación.
114,1 El poema comienza sin introducción, con subordinadas. La "lengua extraña" es maldición porque impide comunicarse: Is 28,11; 33,19.
114,2 El Señor se esconde en dos posesivos. Judá e Israel son las dos partes del pueblo; para el poeta ya existentes desde la salida, unidad indivisible. Los dos predicados se aplican a los dos sujetos. Por el desierto una tienda móvil hacía de santuario. En el salmo es la comunidad el santuario móvil: ellos transportan la presencia grandiosa del Señor: la naturaleza lo siente y se resiente.
114,3 No hay Faraón ni ejército: el enemigo es el mar hostil, que se da a la fuga, sin resonancias mitológicas. El Jordán, que no es agresivo, sino defensivo, da media vuelta y fluye cauce arriba.
114,4 El apunte de Ex 19,18 se transforma poéticamente. Lo desmesurado se vuelve doméstico, entre festivo y asustadizo.
114,5-6 Los movimientos insólitos provocan el estupor calculado del poeta, que se expresa en los apóstrofes y las preguntas.
Transposición cristiana.
Aplicamos el salmo a la nueva pascua, la nueva liberación. Con la secuencia de Pentecostés invocamos al Espíritu Santo como gran transformador del espíritu humano.
EVANGELIO: Mateo 18,21;19,1.
1821 Entonces se adelantó Pedro y le preguntó:
- Señor, y si mi hermano me sigue ofendiendo, ¿cuántas veces lo tendré que perdonar?, ¿siete veces?
22 Jesús le contestó:
- Siete veces, no; setenta veces siete.
23 Por esto el reinado de Dios se parece a un rey que quiso saldar cuentas con sus empleados.
24 Para empezar, le presentaron a uno que le debía muchos millones.
25 Como no tenía con qué pagar, el señor mandó que lo vendieran a él, con su mujer, sus hijos y todas sus posesiones, y que pagara con eso.
26 El empleado se echó a sus pies suplicándole:
- Ten paciencia conmigo, que te lo pagaré todo.
27 El señor, conmovido, dejó marcharse a aquel empleado, perdonándole la deuda.
28 Pero, al salir, el empleado encontró a un compañero suyo que le debía algún dinero, lo agarró por el cuello y le decía apretando:
- Págame lo que me debes.
29 El compañero se echó a sus pies suplicándole:
- Ten paciencia conmigo, que te lo pagaré.
30 Pero él no quiso, sino que fue y lo metió en la cárcel hasta que pagara lo que debía.
31 Al ver aquello sus compañeros, quedaron consternados y fueron a contarle a su señor lo sucedido.
32 Entonces el señor llamó al empleado y le dijo:
- ¡Miserable! Cuando me suplicaste te perdoné toda aquella deuda.
33 ¿No era tu deber tener también compasión de tu compañero como yo la tuve de ti?
34 Y su señor, indignado, lo entregó a los verdugos hasta que pagara toda su deuda.
35 Pues lo mismo os tratará mi Padre del cielo si no perdonáis de corazón, cada uno a su hermano.
19 1 Cuando terminó estas palabras, pasó Jesús de Galilea al territorio de Judea del otro lado del Jordán.
EXPLICACIÓN.
Pedro se mueve en el terreno de la casuística. Su pregunta remite al v.15. Jesús alude a Gn 4,24 (cántico de Lamec): el perdón debe extenderse hasta donde llegó el deseo de venganza (21s). La parábola (23-34) confirma lo dicho: quien no perdona/ejerce el amor con el prójimo no tiene capacidad para ser perdonado/experimentar el amor de Dios.
Continúa el viaje a Jerusalén (16,21). Jesús no enseña a las multitudes, pero las cura (14,14) (1s).
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