PRIMERA LECTURA. Eclesiástico 5,1-8.
Explicación.
5,8 Sirve de
colofón este proverbio tradicional: Prov 10,2; 11,4.
SALMO. 1,1-4.6.
(Jr 17,5-8; Prov 4,10-19)
1. Dichoso el hombre que no camina aconsejado por los malvados
y en el camino de pecadores no se detiene
y en la sesión de los cínicos no toma asiento;
2. sino que su tarea es la ley del Señor
y medita su ley día y noche.
3. Será como un árbol plantado junto a acequias,
que da fruto en su sazón
y su follaje no se marchita.
Cuanto hace prospera.
4. No así los malvados
serán como tamo que arrebata el viento.
6. Porque el Señor se ocupa
del camino de los justos,
pero el camino de los malvados se extravía.
Explicación.
1,1 Hay veintiséis bienaventuranzas o felicitaciones en el salterio, ocho en Proverbios. Apunta un proceso en tres tiempos: caminar, detenerse, sentarse. Los “cínicos” se burlan de los buenos y de sus valores: Prov 3,34; 21,24; 24,9…
1,2 Sobre la meditación en el salterio: 35,28; 37,30; 49,4; 63,7; 71,24; desborda la simple recitación.
1,4 La comparación del tamo es tópica: p. ej. Is 17,13; 29,5; 41,15s; Job 21,18.
Para una trasposición cristiana hay que partir de la declaración de Jesús: “Yo soy el camino”. A la meditación de la ley sucede la de los misterios de la vida.
EVANGELIO. Marcos 9,41-50.
41 Además, quien os dé a beber un vaso de agua por razón de que sois del Mesías, no quedará sin recompensa, os lo aseguro.
Presunción
5 1No confíes en tus riquezas ni digas: «Me basto a mí
mismo»;
no confíes en tus fuerzas para seguir tus caprichos;
no confíes en tus fuerzas para seguir tus caprichos;
2no sigas tus antojos
y codicias
ni camines según
tus pasiones.
3No digas: «¿Quién
me podrá?»,
porque el Señor
te exigirá cuentas;
4no digas: «He pecado,
y nada malo me ha sucedido»,
porque él es un Dios paciente.
porque él es un Dios paciente.
5No te fíes de
su perdón
para añadir culpas
a culpas,
6pensando: es grande
su compasión y perdonará mis muchas culpas;
porque tiene compasión y cólera, y su ira recae sobre los malvados.
7No tardes en volverte a él ni des largas de un día para otro;
porque tiene compasión y cólera, y su ira recae sobre los malvados.
7No tardes en volverte a él ni des largas de un día para otro;
porque su furor
brota de repente,
y el día de la venganza
perecerás.
8No confíes en
riquezas injustas,
que no te servirán
el día de la ira. Explicación.
5,1-2 Primera
forma de presunción: confianza en las propias riquezas, fuerza, poder. Al
crecer el poder, crecen codicia y deseos. El poder se pone al servicio de la
pasión. El tema de las riquezas es frecuente en la predicación y en el rezo: p.
ej. Jr 17; Sal 49 y 62. El tema de la fuerza se puede ilustrar con Is 10,13 y
el "su fuerza es su dios" de Hab 1,11. La expresión "seguir = ir
detrás de" lleva por complemento a Dios en la predicación del Deuteronomio.
5,3 La
presunción se atreve a desafiar a Dios: véase Sal 12,5.
5,4-6 Otra
forma de presunción, más refinada y peligrosa, es presumir de la compasión divina.
El autor insiste en los términos culpa y compasión, pecado y perdón. Cuando el
hombre establece la secuencia permanente pecado - perdón, para asegurar y confirmar
su mala conducta, está tomando un dato aislado de la revelación de Dios, para fabricar
con él un Dios falso: compárese con 16,11-13. La polaridad gracia - ira está expresa
en Ex 34,7, en el conjunto de bendiciones y maldiciones de la alianza (Dt
27-28), implícita en exhortaciones penitenciales, como Is 1,20; Sal 50,22-24.
5,6b-7 Su
reacción personal al pecado es compasión y es cólera. Si la compasión parece prolongarse
en continuidad, la ira puede brotar de repente; justificada, pero imprevisible
para el hombre. Por eso, la reacción del pecador a la compasión divina debe ser
convertirse cuanto antes. En esa vuelta, que Dios mismo suscita con su palabra,
el pecador encuentra al Dios compasivo. En cambio, la dilación puede tocar el
término establecido, el día de la sentencia y condena, dies irae. Recoge
la enseñanza Pablo en Rom 2,4-7.
SALMO. 1,1-4.6.
(Jr 17,5-8; Prov 4,10-19)
1. Dichoso el hombre que no camina aconsejado por los malvados
y en el camino de pecadores no se detiene
y en la sesión de los cínicos no toma asiento;
2. sino que su tarea es la ley del Señor
y medita su ley día y noche.
3. Será como un árbol plantado junto a acequias,
que da fruto en su sazón
y su follaje no se marchita.
Cuanto hace prospera.
4. No así los malvados
serán como tamo que arrebata el viento.
6. Porque el Señor se ocupa
del camino de los justos,
pero el camino de los malvados se extravía.
Explicación.
1,1 Hay veintiséis bienaventuranzas o felicitaciones en el salterio, ocho en Proverbios. Apunta un proceso en tres tiempos: caminar, detenerse, sentarse. Los “cínicos” se burlan de los buenos y de sus valores: Prov 3,34; 21,24; 24,9…
1,2 Sobre la meditación en el salterio: 35,28; 37,30; 49,4; 63,7; 71,24; desborda la simple recitación.
1,4 La comparación del tamo es tópica: p. ej. Is 17,13; 29,5; 41,15s; Job 21,18.
Para una trasposición cristiana hay que partir de la declaración de Jesús: “Yo soy el camino”. A la meditación de la ley sucede la de los misterios de la vida.
EVANGELIO. Marcos 9,41-50.
41 Además, quien os dé a beber un vaso de agua por razón de que sois del Mesías, no quedará sin recompensa, os lo aseguro.
Aviso contra la ambición (Mt 18,6-9; Lc 17,1-2)
42Pero
al que escandalice a uno de estos pequeños que creen en mí, más le
valdría que le encajaran en el cuello una piedra de molino y lo
arrojasen al mar.
43
Si tu mano te pone en peligro, córtatela; más te vale entrar manco en
la vida que no ir con las dos manos al quemadero, al fuego
inextinguible. 45y si tu pie te pone en peligro, córtatelo; más te vale
entrar cojo en la vida que no con los dos pies ser arrojado al
quemadero. 47y si tu ojo te pone en peligro, sácatelo; más te vale entrar tuerto en el reino de Dios que no ser arrojado con los dos ojos al quemadero, 48donde su gusano no muere y el fuego no se apaga. 49Es decir, cada cual ha de salarse con un fuego.
50
¡Qué buena es la sal! Pero si la sal se vuelve sosa, (con qué podréis
sa1arla? Tened sal entre vosotros y vivid en paz unos con otros.
EXPLICACIÓN.
Si los Doce, en la misión, reflejan la figura de Jesús Mesías, llevarán también ellos la presencia de Jesús y del Padre (recompensa) (cf. 9,37) (41).
(9,42-49): La ambición, en cambio, pondría en peligro la adhesión de los seguidores no israelitas (estos pequeños =
9,36s: «el/los chiquillos-); «pequeño» se opone a «más grande» (9,34), e
indica al que no tiene ambición de honor o preeminencia. Alternativa
entre vida y muerte: en la actividad (43: mano), en la conducta (45: pie), en el deseo (47: ojo), renunciar a todo lo que signifique ambición y hace ser infiel al mensaje (te pone en peligro). Sólo
éste lleva a la vida, lo contrario lleva a. la muerte (42-48). Para
tener la sal (principio de incorrupción), es decir, la fidelidad al
mensaje, el seguidor de Jesús necesita esa autodisciplina (juego que sala y conserva, opuesto al fuego que destruye, v. (49). Algunos mss. intercalan los vv. 44 y 45, idénticos al v. 48.
50. Colofón: Excelencia de la fidelidad (la sal). Si
es meramente exterior, la situación no tiene remedio (cf. 7,6).
Exhortación a la unidad. La fidelidad de todos al mensaje conservará la
paz en la comunidad (50).
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