sábado, agosto 01, 2020

LECTURAS DEL MIÉRCOLES 19 DE AGOSTO DEL 2020

2 OPCIONES.

1ª OPCIÓN.


Primera Lectura. Ezequiel 34,1-11.


1Me dirigió la palabra el Señor:
2-Hijo de Adán, profetiza contra los pastores de Israel, profetiza diciéndoles: ¡Pastores!, esto dice el Señor:
¡Ay de los pastores de Israel
que se apacientan a sí mismos!
¿No son las ovejas lo que tienen
que apacentar los pastores?
3Os coméis su enjundia, os vestís con su lana;
matáis las más gordas,
y las ovejas no las apacentáis.
4No fortalecéis a las débiles,
ni curáis a las enfermas,
ni vendáis las heridas;
no recogéis las descarriadas,
ni buscáis las perdidas
y maltrataís brutalmente a las fuertes.
5Al no tener pastor, se desperdigaron
y fueron pasto de las fieras salvajes.
6Mis ovejas se desperdigaron
y vagaron sin rumbo
por montes y altos cerros;
mis ovejas se dispersaron por toda la tierra,
sin que nadie las buscase siguiendo su rastro.
7Por eso, pastores, escuchad la palabra del Señor:
8¡Lo juro por  mi vida! -oráculo del Señor.
Mis ovejas fueron presa,
mis ovejas fueron pasto
de las fieras salvajes, por falta de pastor;
pues mis pastores no cuidaban mi rebaño,
los pastores se apacentaban a sí mismos
y mi rebaño no lo apacetaban.
9Por eso, pastores, escuchad la palabra del Señor:
10Esto dice el Señor:
Me voy a enfrentar con los pastores:
les reclamaré mis ovjeas,
los quitaré de pastores de mis ovejas
para que dejen de apacentarse
a sí mismos, los pastores;
libraré a mis ovejas de sus fauces,
para que no sean su manjar.
11Así dice el Señor:
Yo mismo en persona buscaré mis ovejas
siguiendo su rastro.

Explicación.

34,1-2 Ezequiel ha tratado de la responsabilidad de generaciones e individuos, pero no niega la responsabilidad de los dirigentes. La del profeta ha quedado bien clara en la parábola del centinela; ahora toca la vez a los jefes del pueblo vistos en imagen de pastores. La imagen es tradicional y se apoya principalmente en la figura de David. Hay que leer este capítulo en paralelismo con Jr 23.

            Al esquema clásico de juicio, denuncia del delito y anuncio de la pena, añade magníficas promesas para las víctimas. La imagen está tratada con riqueza de particulares, el esquema se ramifica con libertad frondosa, sin dañar la coherencia. Teniendo en cuenta fórmulas de transición, "por eso así dice Yhwh", y de reconocimiento, voy a esquematizar con cierta amplitud el movimiento del oráculo:

34,2-4 ¡Ay!, denuncia del delito, en segunda persona:

34,5-6 consecuencias: las víctimas

34,7-8 Por eso, escuchad la palabra del Señor: recapitula el delito

34,9 Por eso, escuchad la palabra del Señor

34,10 así dice Yhwh: castigo: serán depuestos; tercera persona

34,11 Seré yo el pastor.

34,5-6 La dispersión primero es local, dentro del territorio; después se extiende como destierro o diáspora.

Salmo. 23,1-6.

Ez 34; Jn 10

1 El Señor es mi pastor: nada me falta.
2 En verdes praderas me hace recostar,
me conduce hacia fuentes tranquilas
3 y repara mis fuerzas;
me guía por senderos oportunos
como pide su título.
4 Aunque camine por cañadas oscuras,
nada temo: Tú vas conmigo;
tu vara y tu cayado me sosiegan.

5 Me pones delante una mesa
frente a mis enemigos.
Me unges con perfume la cabeza,
mi cabeza rebosa.
6 Tu bondad y lealtad me escoltan
todos los días de mi vida;
y habitaré en la casa del Señor
por días sin término.

Explicación.

23. Este salmo es uno de los favoritos del salterio: por la tradición de David pastor y por la culminación en la imagen del Buen Pastor. También por su sencillez y riqueza: en dos imágenes o escenas de conjunto comprime un número inesperado de símbolos elementales. Las imágenes son dos: el pastor en 1-4, el anfitrión en 5-6. El verso central, 4b, se une a lo que precede por la imagen, a lo que sigue por la aparición de la segunda persona.

La imagen del pastor está desarrollada con realismo y concreción, por medio de rasgos breves que evocan la escena. Hay que dejarse conducir por la imaginación, sin espiritualizar: el césped verde con una fuente, para tumbarse, reposar y recobrar fuerzas; las roderas del camino, la cañada al oscurecer, la vara que encamina con un toque y el callado que golpea rítmica y sonoramente el suelo. La imagen suelda dos planos de significado en una arista común, desde la cual se dominan ambas vertientes en mirada simultánea. Lo dicho de las ovejas vale del hombre; lo personal se adelanta a primer plano en el "tú vas conmigo".

La imagen libera varios símbolos, arquetípicos o culturales. La imagen del pastoreo se inscribe en las relaciones del hombre con los animales, dominados y domésticos. El verde aplaca los ojos, revela a la tierra materna y acogedora. El agua quita la sed y suscita energía vital. El caminar es experiencia radical. La oscuridad evoca miedos infantiles y temores no aclarados; en ella se siente con más fuerza la presencia amiga. La potencia simbólica de estos rasgos no se agota en la primera lectura.

La imagen del huésped. En la cultura nomádica es fundamental la hospitalidad. Podemos imaginar un fugitivo de su clan que pide asilo. El jeque lo acoge en su tienda, le ofrece protección, comida y bebida, ungüentos aromáticos. Al observar la escena los enemigos perseguidores se detienen en la puerta o cortina: el jeque lo protege. Cuando ha terminado, el jeque le ofrece una escolta que lo acompañe en el camino hasta casa, que es la casa del Señor. Esta parte añade los símbolos de comer y beber.

Las tradiciones del éxodo nos dan una clave para comprender la unidad de las dos imágenes: el Señor guía a su pueblo por el desierto como a un rebaño, buscándole agua y comida y reposo. Cuando llegan a la tierra prometida, el Señor los recibe como anfitrión en su territorio: Éx 15,13; Sal 68,11; 77,21. Dos veces el poeta interrumpe el descanso con el camino, no lo contrario. ¿Toda la vida en camino o una morada final en el templo? El poema termina con una tensión no resuelta, como si una y otra vez se volviera a empezar.

23,1 Es frecuente la imagen de Dios pastor: Sal 78,52; 80,2; Is 40,10s; Jr 23,4.

23,3 El hebreo shem puede significar nombre, título, fama. Aquí encaja mejor lo segundo.

23,4 "Me sosiegan": el verbo es frecuente en Is II: 40,1; 49,13; 51,3.12.19; 52,9.

23,5 El uso de perfumes en los banquetes está atestiguado abundantemente.

23,6 "Bondad y lealtad" personificados como escolta.

TRANSPOSICIÓN CRISTIANA.

Jn 10,1-18 presenta a Jesús como el bueno o auténtico pastor (Ez 34). La primera carta de Pedro sintetiza en la imagen cristología con eclesiología: 2,25; 5,2-4. A partir de esos datos se puede conducir una reflexión sobre símbolos del salmo y sacramentos.

Evangelio. Mateo 20,1-16.

1 porque el reinado de Dios se parece a un propietario que salió al amanecer a contratar jornaleros para su viña.
2 Después de ajustarse con ellos en el jornal de costumbre, los mandó a la viña.
3 Salió otra vez a media mañana, vio a otros que estaban en la plaza sin trabajo
4 y les dijo:
                      - Id también vosotros a mi viña y os pagaré lo que sea justo.
                      5 Ellos fueron.
                      Salió de nuevo hacia mediodía y a media tarde e hizo lo mismo.
6 Saliendo a última hora, encontró a otros parados y les dijo:
                      - ¿Cómo es que estáis aquí el día entero sin trabajar?
                      7 Le respondieron:
                      - Nadie nos ha contratado.
                      Él les dijo:
                      - Id también vosotros a la viña.
                      8 Caída la tarde, dijo el dueño de la viña a su encargado:
                      - Llama a los jornaleros y págales el jornal, empezando por los últimos y acabando por los primeros.
                      9 Llegaron los de la última hora y cobraron cada uno el jornal entero.
10 Al llegar los primeros pensaban que les darían más, pero también ellos cobraron el mismo jornal por cabeza.
11 Al recibirlo se pusieron a protestar contra el propietario:
                     12 - Estos últimos han trabajado sólo una hora y los has tratado igual que a nosotros, que hemos cargado con el peso del día  y el bochorno.
                     13 Él repuso a uno de ellos:
                     - Amigo, no te hago ninguna injusticia. ¿No te ajustaste conmigo en ese jornal?
14 Toma lo tuyo y vete. Quiero darle a este último lo mismo que a ti.
15 ¿Es que no tengo libertad para hacer lo que quiera con lo mío?, ¿o ves tú con malos ojos que yo sea generoso?
                     16 Así es como los últimos serán primeros y los primeros últimos.

EXPLICACIÓN.

19,30-20,16.    "Todos", lit. "muchos", en el sentido de totalidad discreta: aunque sean primeros, adjetivo con sentido concesivo. La viña, figura del pueblo de Dios, antes Israel (Is 5,7; Sal 80,9s.15s), ahora la comunidad de Jesús (20,1). La parábola ilustra el principio inicial (19,30): la cantidad o calidad del trabajo o del servicio, la antigüedad, las diversas funciones, el mayor rendimiento no crean situación de privilegio ni son fuente de mérito, pues el servicio es respuesta a un llamamiento gratuito. El sentimiento del propio mérito crea descontento y división (11s.15). El servicio no se hace por deseo de recompensa, sino por la espontánea voluntad de ayuda a los demás (5,7.9). Se trabaja por crear igualdad, y ésta debe ser patente en la comunidad (cf. 18,1-5).


2ª OPCIÓN.

Primera Lectura. Ezequiel 34,11-16

11Así dice el Señor:
Yo mismo en persona buscaré mis ovejas
siguiendo su rastro.
12Como sigue el pastor el rastro de su rebaño
cuando las ovejas se le dispersan,
así seguiré yo el rastro de mis ovejas
y las libraré sacándolas
de todos los lugares
por donde se desperdigaron
un día de oscuridad y nubarrones.
13Los sacaré de entre los pueblos,
los congregaré de los países,
los traeré a su tierra, os apacentaré
en los montes de Israel, en las cañadas
y en los poblados del país.
14Los apacentaré en ricos pastizales,
tendrán sus prados
en los montes más altos de Israel;
allí se recostarán en fértiles dehesas
y pastarán pastos jugosos
en los montes de Israel.
15Yo mismo apacentaré mis ovejas,
yo mismo las haré sestear
-oráculo del Señor-.
16Buscaré las ovejas perdidas,
recogeré las descarriadas; 
vendaré a las heridas,
curaré a las enfermas:
a las gordas y fuertes las guardaré
y las apacentaré como es debido.

Explicación.

34,11-16 El Señor cumple personalmente las tareas de pastor en un momento crítico para el rebaño. En las etapas de esta acción se puede descubrir el esquema clásico del éxodo transportado a la vuelta del destierro: reunir - sacar - llevar; llegadas a la tierra, terminan los cuidados extraordinarios y comienzan las tareas ordinarias del pastor, supliendo lo que no hicieron los malos pastores. Aun en el destierro se siguen llamando "mis ovejas" (catorce veces).

Salmo. 23,1-6


Ez 34; Jn 10


1 El Señor es mi pastor: nada me falta.
2 En verdes praderas me hace recostar,
me conduce hacia fuentes tranquilas
3 y repara mis fuerzas;
me guía por senderos oportunos
como pide su título.
4 Aunque camine por cañadas oscuras,
nada temo: Tú vas conmigo;
tu vara y tu cayado me sosiegan.

5 Me pones delante una mesa
frente a mis enemigos.
Me unges con perfume la cabeza,
mi cabeza rebosa.
6 Tu bondad y lealtad me escoltan
todos los días de mi vida;
y habitaré en la casa del Señor
por días sin término.

Explicación.

23. Este salmo es uno de los favoritos del salterio: por la tradición de David pastor y por la culminación en la imagen del Buen Pastor. También por su sencillez y riqueza: en dos imágenes o escenas de conjunto comprime un número inesperado de símbolos elementales. Las imágenes son dos: el pastor en 1-4, el anfitrión en 5-6. El verso central, 4b, se une a lo que precede por la imagen, a lo que sigue por la aparición de la segunda persona.

La imagen del pastor está desarrollada con realismo y concreción, por medio de rasgos breves que evocan la escena. Hay que dejarse conducir por la imaginación, sin espiritualizar: el césped verde con una fuente, para tumbarse, reposar y recobrar fuerzas; las roderas del camino, la cañada al oscurecer, la vara que encamina con un toque y el callado que golpea rítmica y sonoramente el suelo. La imagen suelda dos planos de significado en una arista común, desde la cual se dominan ambas vertientes en mirada simultánea. Lo dicho de las ovejas vale del hombre; lo personal se adelanta a primer plano en el "tú vas conmigo".

La imagen libera varios símbolos, arquetípicos o culturales. La imagen del pastoreo se inscribe en las relaciones del hombre con los animales, dominados y domésticos. El verde aplaca los ojos, revela a la tierra materna y acogedora. El agua quita la sed y suscita energía vital. El caminar es experiencia radical. La oscuridad evoca miedos infantiles y temores no aclarados; en ella se siente con más fuerza la presencia amiga. La potencia simbólica de estos rasgos no se agota en la primera lectura.

La imagen del huésped. En la cultura nomádica es fundamental la hospitalidad. Podemos imaginar un fugitivo de su clan que pide asilo. El jeque lo acoge en su tienda, le ofrece protección, comida y bebida, ungüentos aromáticos. Al observar la escena los enemigos perseguidores se detienen en la puerta o cortina: el jeque lo protege. Cuando ha terminado, el jeque le ofrece una escolta que lo acompañe en el camino hasta casa, que es la casa del Señor. Esta parte añade los símbolos de comer y beber.

Las tradiciones del éxodo nos dan una clave para comprender la unidad de las dos imágenes: el Señor guía a su pueblo por el desierto como a un rebaño, buscándole agua y comida y reposo. Cuando llegan a la tierra prometida, el Señor los recibe como anfitrión en su territorio: Éx 15,13; Sal 68,11; 77,21. Dos veces el poeta interrumpe el descanso con el camino, no lo contrario. ¿Toda la vida en camino o una morada final en el templo? El poema termina con una tensión no resuelta, como si una y otra vez se volviera a empezar.

23,1 Es frecuente la imagen de Dios pastor: Sal 78,52; 80,2; Is 40,10s; Jr 23,4.

23,3 El hebreo shem puede significar nombre, título, fama. Aquí encaja mejor lo segundo.

23,4 "Me sosiegan": el verbo es frecuente en Is II: 40,1; 49,13; 51,3.12.19; 52,9.

23,5 El uso de perfumes en los banquetes está atestiguado abundantemente.

23,6 "Bondad y lealtad" personificados como escolta.

TRANSPOSICIÓN CRISTIANA.

Jn 10,1-18 presenta a Jesús como el bueno o auténtico pastor (Ez 34). La primera carta de Pedro sintetiza en la imagen cristología con eclesiología: 2,25; 5,2-4. A partir de esos datos se puede conducir una reflexión sobre símbolos del salmo y sacramentos.


Evangelio. Juan 10,11-16


11. Yo soy el modelo de pastor. El pastor modelo se entrega él mismo por las ovejas;

12. el asalariado, como no es pastor ni son suyas las ovejas, cuando ve venir al lobo, deja las ovejas y huye, y el lobo las arrebata y las dispersa;
13. porque a un asalariado no le importan las ovejas.
14. Yo soy el modelo de pastor; conozco a las mías y las mías me conocen a mí,
15. igual que el Padre me conoce a mí y yo conozco al Padre; por eso me entrego yo mismo por las ovejas.
16. Tengo además otras ovejas que no son de este recinto: también a ésas tengo que conducirlas; escucharán mi voz y habrá un solo rebaño, un solo pastor.


Explicación.


Pastor (11) describe su actividad. No es un pastor más, sino el modelo: su característica es dar su vida para dar vida a los suyos. Figura negativa (12-13), el asalariado, el que mira a su ganancia.


Relación de Jesús con los suyos (14-15). Antes afirmaba un conocimiento personal de cada uno (4), ahora, de la comunidad; conocimiento profundo e íntimo; relación de amor en el mismo Espíritu (1,16), tan profunda que la compara a la que existe entre él y el Padre, basada también en la comunidad de Espíritu. Su conocimiento/amor a los suyos y al Padre lo lleva a dar la vida para así comunicarla a los que le dan su adhesión.

Horizonte de la futura comunidad (16): la humanidad entera (1,9; 3,16; 4,42; 8,12). Jesús forma una comunidad humana (rebaño), pero no funda una nueva institución (recinto, lit. “atrio”, alusión al templo) opuesta a la judía. Su comunidad universal no está encerrada en institución nacional o cultural alguna. Su base son los hombres acabados por el Espíritu; ellos, según los tiempos y los lugares, encontrarán las expresiones adecuadas a la realidad que viven.

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