2 OPCIONES.
1ª OPCIÓN.
Primera Lectura. 1 Corintios 1,1-9.
1Pablo, apóstol del Mesías Jesús por designio y llamamiento de Dios, y Sóstenes, nuestro hermano, 2a la iglesia que está en Corinto, a los que han sido consagrados por el Mesías Jesús, llamados y consagrados con todos lo que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesús Mesías, Señor de ellos y nuestro. 3Os deseamos el favor y la paz de Dios nuestro Padre y del Señor Jesús Mesías.
4Continuamente doy gracias a mi Dios por vosotros, por el favor que os ha concedido mediante el Mesías Jesús, pues por su medio os ha hecho ricos de todo, de todos los dones de palabra y de conocimiento; 6así se vio confirmado entre vosotros el testimonio que damos del Mesías, 7hasta el punto de que en ningún don os quedáis cortos, mientras aguardáis la manifestación de nuestro Señor, Jesús Mesías; 8él por su parte os mantendrá firmes hasta el fin, para que el día de nuestro Señor Jesús nadie pueda acusaros. 9Fiel es Dios, y él os llamó a ser solidarios de su Hijo, Jesús Mesías, Señor nuestro.
EXPLICACIÓN.
1-9. La salutación tiene las tres partes de costumbre: mención del remitente (1), de los destinatarios (2) y saludo (3). Como los Doce, Pablo no es apóstol por iniciativa propia. Sóstenes, hermano, denominación cristiana; aparece en Hch 18,17 como un prominente judío corintio. No parece haber tenido parte en la redacción, pues en la carta Pablo se expresa en primera persona del singular (1). También la comunidad de Corinto debe su origen a Dios. Consagrados, gr. hêgiasmenois, hagiois en sentido pasivo: los que, por haber recibido el Espíritu son parte de una comunidad universal. Los que invocan su nombre, manera de decir "cristianos" (2). El favor divino es la expresión del amor de Dios, cuyo efecto es la paz con él y con los hombres (3).
Exordio (4-9). Acción de gracias acostumbrada (4). Jesús es la expresión del amor de Dios por los hombres. Aunque Pablo va a crticar muchos aspectos de la comunidad, esto no obsta para que reconozca los dones que ésta ha recibido. Palabra y conocimiento (5), ambos son dones del Espíritu, aunque cada uno puede ser utilizado abusivamente (1,17-4,20; 8,1s). La palabra puede ser profética, de enseñanza o el don de lenguas. La experiencia de esos dones les ha mostrado con evidencia la verdad del mensaje que han escuchado (6). Los que esperan la manifestación (7) es otro modo de designar a los cristianos. Confianza en la fidelidad de Dios (8-9).
Salmo. 145,2-7.
2Todos los días te bendeciré
alabaré tu nombre por siempre jamás.
3Grande es el Señor, muy digno de alabanza,
su grandeza es insondable.
4Una generación pondera a la otra tus obras
y le cuenta tus hazañas.
5 Alaban ellos tu gloria y majestad,
y yo medito tus maravillas.
6Encarecen ellos tus proezas terribles
y yo recuento tus grandezas.
7Difunden la memoria de tu inmensa bondad
y aclaman tu victoria.
Explicación.
145,2 "Siempre": en el horizonte mundano del autor: cfr. Sal 30,13.
145,3 Primer hemistiquio: Sal 48,2; 96,4 ambos relacionados con la realeza divina. Segundo hemistiquio: Is 40,28; Job 5,9; 9,10. Cuanto sigue será un esfuerzo por alabar lo inmenso y encarecer lo insondable.
145,4 El principio de la tradición según Sal 78. Las "proezas" = actos de poder se predican de reyes en 1 Re 15,23; 16,5.27; 22,46 etc.
145,5 Aunque las "maravillas" exceden la comprensión del hombre, pueden ser meditadas.
145,6 "Terribles": véase el Sal 76.
Transposición cristiana.
Puesto en boca de Cristo y de la Iglesia, enriquece el sentido de los predicados que el Hijo tributa al Padre y la Iglesia dedica a su rey, Jesucristo.
Evangelio. Mateo 24,42-51.
42 Por tanto, manteneos despiertos, pues no sabéis qué día va a llegar vuestro Señor.
43 Ya comprendéis que si el dueño de casa supiera a qué hora de la noche va a llegar el ladrón, se quedaría en vela y no lo dejaría abrir un boquete en su casa.
44 Pues estad también vosotros preparados, que cuando menos lo penséis llegará el Hombre.
45 ¿ Dónde está ese siervo fiel, y sensato, encargado por el señor de dar a su servidumbre la comida a sus horas?
46 Dichoso el tal siervo si .el señor, al llegar, lo encuentra cumpliendo con su obligación.
47 Os aseguro que le con fiará la administración de todos sus bienes.
48 Pero si el canalla del siervo, pensando que su señor tardará,
49 empieza a maltratar a sus compañeros y a comer y beber con los borrachos,
50 el día que menos se lo espera y a la hora que no ha previsto, llegará el señor
51y cortará con él, asignándole la suerte de los hipócritas. Allí será el llanto y el rechinar de dientes.
EXPLICACIÓN.
Para los discípulos, vigilancia (42-44): Mantenerse despierto indica solidaridad e identificación con la muerte de Jesús (cf. 26,38.40.41): siempre preparados (44) para la hora de la persecución, dispuestos a dar la vida (cf. v.13),
45-51. Actitud de servicio mutuo en la comunidad. La responsabilidad confiada por Jesús es continua. La actitud que se tenga en el momento de la llegada (momento de la prueba y persecución) será fruto de la que se ha tenido durante la vida.
2ª OPCIÓN.
Primera Lectura. Eclesiástico 26,1-4.13-16
1Dichoso el marido de una mujer buena:
se doblarán los años de su vida.
2Mujer hacendosa hace engordar al marido,
y lo hará feliz toda su vida.
3Mujer buena es buen partido
que recibe el que teme al Señor:
4sea rico o pobre, estará contento
y tendrá cara alegre en toda sazón.
13Mujer hermosa deleita a su marido,
mujer prudente lo robustece;
14mujer discreta es don del Señor:
no se paga un ánimo instruido;
15mujer recatada duplica su encanto:
no tiene precio un ánimo dueño de sí.
16El sol brilla en el cielo del Señor,
la mujer bella en su hogar bien arreglado;
Explicación.
26,1-4 La visión negativa no es lo último: aunque más breve, esta estrofa quiere contrarrestar lo anterior. El original adopta una posición enfática:, "Mujer buena: ¡dichoso su marido!"; véase Prov 12,3; 18,22.
26,1 Duplicar los años se opone en cierto modo al tener que morir de la estrofa precedente, y es una de las bendiciones fundamentales, muy frecuente en la predicación deuteronómica, p. ej. Dt 5,16.33; 6,2; 11,9; 22,7; 25,15.
26,2 El título encabeza el poema alfabético al ama de casa, Prov 31 ,10-31. La paz es otra bendición fundamental de Dios.
26,3 El camino para conseguir tales bendiciones es temer al Señor. Se opone a 25,19.
26,4 En oposición a 25,23. Otro modo de decir que vale más que la riqueza, Prov 31,10.
26,13-18 Nueva alternancia, para describir a la mujer buena y hermosa. Ambas cualidades aparecen reunidas en el conjunto de los seis versos: primero en paralelismo, después dando preferencia a cualidades morales, finalmente, exaltando la belleza.
26,13-15 Tres virtudes sapiencia les: prudencia, discreción, instrucción. La belleza está aquí más valorada que en Prov 31,30, sin que alcance el valor sumo.
26,16-18 La mujer hermosa se compara a lo más noble y luminoso en la naturaleza y el culto: en su casa irradia luz y orden, su figura tiene algo de sagrado, es una fantasía de riqueza esplendente. Hay que recordar lo que el autor sabe decir del sol y del culto en los últimos capítulos del libro, para apreciar el valor de estos tres versos; también se puede recordar la belleza masculina del sol en Sal. Compárese el v. 18 con Sal 144,12. 26,19-27 Diez versos de exhortación que insisten en los mismos temas y oposiciones; se leen en algunos manuscritos griegos.
Salmo. 131,1-3
1Señor, mi corazón no es ambicioso
ni mis ojos altaneros;
no persigo grandezas
ni maravillas que me superan.
2Juro que allano
y aquieto mi deseo.
Como un niño en brazos de su madre
como un niño sostengo mi deseo.
3¡Espere Israel en el Señor,
ahora y por siempre!
Explicación.
131 Género y situación. Oración de confianza individual que se abre a la comunidad. Uno de los más breves e intimistas de salterio. La intimidad ha abolido circunstancias externas, ha fijado un momento perdurable. El orante se desdobla: mira hacia dentro y comunica al Señor lo que descubre. Se ha mirado con tal lucidez y honestidad, que se atreve a jurar ante Dios.
La comparación del niño y la madre o el padre se establece entre el deseo o aspiraciones y el yo maduro. Es comparación psicológica, no teológica. El deseo puede ser como un niño necesitado, caprichoso, débil y exigente, inquieto y sin juicio. Toca a la madre acogerlo con dominio blando, con decisión cariñosa. Toca al varón dominar y serenar su deseo, con juicio y comprensión. En un segundo momento se puede trasladar la comparación a la relación del hombre con
Dios.
131,1 A manera de comentario pueden leerse textos sapienciales: Prov 16,18s; 30,13; Eclo 10,6-18; de los profetas Is 2,9-19. "Me superan": Job 42,3.
131,2 Mt 18,1-5 par.
131,3 Al aplicar la enseñanza a Israel, la experiencia individual se hace comunitaria y propone cuestiones graves. ¿Es la humildad virtud del individuo y no de la comunidad? ¿Es compatible el orgullo nacional con la confianza en Dios?
Transposición cristiana.
Un texto clásico sobre el hacerse niños se lee en Mt 18,3-5par. La humildad condición para recibir la revelación: Lc 10,21 s. Hay que repetir la pregunta final, dirigida a la Iglesia.
Evangelio. Lucas 7,11-17
11 Después de esto fue a una ciudad llamada Naín, acompañado de sus discípulos y de una gran multitud.
12 Cuando se acercaba a las puertas de la ciudad resultó que sacaban a enterrar a un muerto, hijo único de su madre, que era viuda; una considerable multitud de la ciudad la acompañaba.
13 Al verla el Señor, se conmovió y le dijo:
- No llores.
14 Acercándose, tocó el ataúd (los que lo llevaban se pararon) y dijo:
- ¡Joven, a ti te hable, levántate!
15 El muerto se incorporó y empezó a hablar, y Jesús se lo entregó a su madre.
16 Todos quedaron sobrecogidos y alababan a Dios diciendo:
- Un gran profeta ha surgido entre nosotros.
Y también:
- Dios ha visitado a su pueblo.
17 Este dicho acerca de Jesús se extendió por todo el país judío y todo el territorio circundante.
EXPLICACIÓN.
D. Jesús e Israel. 11-17. Como en el episodio anterior, dos personajes; ahora, la madre y el hijo muerto, figuras respectivamente de la ciudad/nación (Sión) y del pueblo. Alusión a Elías y la viuda de Sarepta (1 Re 17,8-24) y a Eliseo y la sunamita (2 Re 4,32-37). Para los contemporáneos, la muerte del hijo único significaba un juicio y castigo de Dios contra la madre viuda. Viuda, Israel privado de su Dios (cf. Jr 51,5); el hijo único, el pueblo. El Señor (13): condición divina. La situación de Israel conmueve a Jesús; tocar el ataúd, no hacer caso de la impureza legal (Nm 19,11-16; cf. Lc 5,13); lo detiene en su camino hacia la muerte definitiva (entierro) (14).
La palabra de Jesús comunica vida, capacita al muerto para levantarse por sí solo (cf. 5,24). Nueva vida: movimiento y palabra. Se lo entregó a su madre, cf. 1 Re 17,23; Elías, tipo de Jesús (15). Doble comentario (16): Un gran profeta, como Elías y Eliseo (cf. 2 Re 4), continuidad con el AT. Dios ha enviado a su pueblo, trasfondo mesiánico (cf. 1,68, cántico de Zacarías), anuncio de la liberación de Israel (cf. Éx 4,31), esperanza de cambio definitivo.
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