lunes, agosto 31, 2020

LECTURAS DEL MIÉRCOLES 30 DE SEPTIEMBRE DEL 2020

2 OPCIONES.

1ª OPCIÓN. 

Primera Lectura: Job 9:1-12, 14-16


1Respondió Job:
2Sé muy bien que es así:
que el hombre no lleva razón con Dios.
3Aunque pretenda pleitar con él,
no le responderá de mil razones una.
4Sabio de mente, rico de fuerza,
¿quién le resiste y queda ileso?
5Él desplaza las montañas de improviso
y las vuelca con su cólera;
6estremece la tierra en sus cimientos
y sus columnas retiemblan;
7manda al sol que no brille
y guarda bajo sello las estrellas;
8él solo despliega el cielo
y camina sobre el dorso del mar;
9creó la Osa y Orión,
las Pléyades y las Cámaras del Sur;
10hace prodigios incomprensibles,
maravillas sin cuento.
11Si cruza junto a mí, no lo veo,
pasa rozándome y no lo siento.
12Si agarra una presa, ¿quién se la quitará?,
¿quién podrá decirle: “¿Qué estás  haciendo”?
14¡Cuánto menos podré yo replicarle
o escoger argumentos contra él!
15Aunque tuviera yo razón, no recibiera respuesta,
tendría que suplicar a mi adversario;
16aunque lo citara para que me respondiera,
no creo que me hiciera caso;

EXPLICACIÓN.

9-10. Segundo discurso de Job. Después de las razones insulsas de Bildad, especie de paréntesis irrelevante, Job avanza otro buen trecho en su camino audaz, empalmando consigo mismo. Inútil detenerse en refutar a Bildad: puede conceder tranquila e irónicamente lo que éste ha dicho y puede conceder más, y puede competir con los amigos en cantar la grandeza de Dios. ¿Qué concluye esto? Precisamente lo contrario, la crueldad de Dios. Bildad ha proclamado la justicia de Dios concebida en términos de un juez que retribuye a buenos y malos; Job lo niega rotundamente: Dios no distingue entre inocentes y pecadores cuando envía sus calamidades, y si distingue, es para dar ventaja a los malvados. Pero no es ésta la justicia que le preocupa a Job, la del juez imparcial. Cada vez más se apodera del protagonista la idea de un pleito con Dios, en que Dios sea llamado a causa y tenga que discutir y responder a Job, y tenga que reconocer finalmente la inocencia de Job. Junto a esta victoria judicial, lo demás no contará, ni siquiera su propia vida. Al mismo tiempo que la idea lo penetra, Job reconoce lo descabellado del proyecto: ¿estaría Dios dispuesto a comparecer, a responder, a dejarse vencer con los argumentos de Job? Por la fuerza, Dios lo puede; argumentando, Dios lo envuelve; ante la justicia, Dios es soberano; un intento de purificarse sería vano. Con todo, la idea del pleito persiste, y Job sueña con el imposible de encausar a Dios ante un tribunal superior. Es absurdo, y sin embargo Job compone mentalmente y pronuncia el discurso fingido que pronunciaría contra Dios (capítulo 10): es una acusación implacable, basada sobre todo en la conducta de Dios con la propia obra; acusación de malos tratos y denuncia de perversas intenciones secretas.

En la dinámica de la obra, el lector ha de tener siempre ante la vista a Dios que mira y escucha sin que Job lo vea. Finalmente ¿da Job la razón a Satán?, ¿maldice a Dios en este discurso? En el plano de Satán no, porque éste apostaba que la religiosidad de Job era interesada, y aquí la relación de Job con Dios es más desinteresada que nunca, hasta el desprecio de la propia vida. Tampoco son sus palabras una blasfemia despechada, sino más bien expresan una terrible sed de justicia, referida en último término a Dios. Eso sí, las palabras de Job no son una bendición resignada y simple, como en el prólogo. Por debajo de la desesperación alienta la esperanza; a pesar de todo, su justicia la busca en Dios.

9,2-4. Job da la razón a Elifaz repitiendo sus palabras (4,17). Enseguida traspone la cuestión a otro plano, el que le preocupa, el de Dios. Dios siempre tiene razón: inútil discutir, argüir, enfrentarse con él. Más grave, es una razón que muchas veces no entendemos. Con todo, el hombre como Jacob en Gn 32, no ceja en su lucha con Dios, aunque salga siempre cojeando.

9,5-10. Breve himno en el estilo de los salmos. Es el Dios terrible de las teofanías cósmicas, que trastorna sus propias criaturas: la firmeza de las montañas, el ritmo regular de los astros.

9,5-7. Terremoto y tinieblas se juntan con frecuencia en la teofanía: Hab 3; Sal 18; Is 13,10-13; 24; Joel 2,10; 3,15-16. Dentro del libro: 14,18; 18,4 y el cap. 26.

9.8. Véanse is 44,24; 51,13; Jr 10,12; 51,15; Zac 12,1.

9,9. Véanse 38,31; Am 5,8. Quizá se trate de las cámaras del viento sur, según 37,9 y Sal 78,26.

9,10. Termina su primera parte citando otro verso de Elifaz, 5,9.

9,11-12. De lo cósmico pasamos a lo humano, de la grandeza a la sutileza. Extraña cercanía de Dios, palpable e imperceptible, próximo e invisible. Se puede recordar 1 Re 19. Sobre el v. 12b puede verse 2 Sm 16,10 y Ecl 8,4.

9,12-13. Estas imágenes completan la visión cósmica con un aspecto desconcertante, o quizá la canalizan hacia esta aplicación irracional. Dios enojado, victorioso, prepotente. Como si Dios se burlase de la pobre teodicea humana, y el hombre tuviera que echar mano de imágenes inhumanas.

9,15-19. Al tropezar con esta irracionalidad oprimente, Job se refugia en una serie de oraciones irreales, como posibilidades que va ofreciendo la fantasía y que la lucidez del sufrimiento va descartando.


10y los ojos se me nublan de pesar.
Te llamo, Señor, todo el día
tendiendo las palmas hacia ti.
11 ¿Harás tú maravillas por los muertos?, 
¿se alzarán las sombras para darte gracias?
12¿Se anunciará en el sepulcro tu lealtad
o tu fidelidad en el reino de la muerte*?
13¿Se conocen tus maravillas en la tiniebla
o tu justicia en el país del olvido?
14Yo a ti, Señor, te pido auxilio:
de mañana irá a tu encuentro mi súplica.
15¿Por qué, Señor, rechazas mi aliento
y me escondes tu rostro?

Explicación.

88,11-13 Tema clásico (Sal 30,10; Is 38, 18s; Eclo 17,27s) expuesto aquí con especial vigor. Revelar es revelar a alguien: los muertos no son alguien a quien Dios pueda revelar sus cualidades. Los repa'im son las sombras o manes o ánimas de las creencias populares. "Anunciar" o contar: verbo frecuente en el salterio. "La tiniebla": léase el desarrollo en Job 10. "Tierra del olvido": expresión única; compárese con Sal 31,13; Ecl 9,5.

88,11 * O: milagros.

88,14 La mañana es el tiempo clásico de ser escuchados y recibir favores divinos. El orante todavía subsiste en el ritmo de día y noche (2), pero tiene prisa porque el tiempo se acaba.

88,15 Pero en vez de favor, recibe rechazo, y al amanecer ve cubierto el rostro de Dios: en contraste Sal 17,15.

Transposición cristiana.

Los comentaristas antiguos ponen este salmo en boca de Jesús en Getsemaní y en la cruz. La certeza de la resurrección no le ahorró la amargura de la copa que el Padre le alargaba: Mc 14,33; Lc 22,44. Al morir él, toda la tierra quedó en tinieblas. Hay que dejar al salmo que, sin paliativos, desarrolle todo su patetismo y nos ayude a contemplar la trágica grandeza de la muerte de Jesús. Sólo así mostrará toda su fuerza la resurrección. Ahora por los muertos "hace prodigios".


Evangelio: Lucas 9:57-62 

57 Mientras iban por el camino, le dijo uno: - Te seguiré adondequiera que vayas.58 Jesús le respondió: - Las zorras tienen madrigueras y los pájaros nidos, pero el Hombre no tiene donde reclinar la cabeza. 59 A otro le dijo: - Sígueme. Él respondió: - Señor, permíteme que vaya primero a enterrar a mi padre. 60 Jesús le replicó: - Deja que los muertos entierren a sus propios muertos; tú vete a anunciar por ahí el reinado de Dios. 61 Otro le dijo: - Te seguiré, Señor, pero permíteme despedirme primero de mi familia. 62 Jesús le contestó: - El que echa mano al arado y sigue mirando atrás, no vale para el reino de Dios.

EXPLICACIÓN.

Los setenta. 57-62. Llamada. Cuando los mensajeros, discípulos procedentes del judaísmo, han fracasado en su misión precursora, se abre un nuevo horizonte de discipulado. Nuevos discípulos, en número de tres, como los primeros mencionados (5,8-11); estos anónimos tipifican el nuevo grupo, de procedencia samaritana.

El primero se ofrece espontáneamente y sin condiciones, mira al futuro (37); el Hombre,labor infatigable, desarraigo de todo (58). El segundo es invitado (59); el padre, figura de la tradición (vínculo con el pasado), muerta como los que se atienen a ella (cf. Mt 8,21) (69). El tercero se ofrece, pero se siente ligado a su ambiente (61: mi casa/familia, figura de Samaría): la opción por el Reino universal rompe con todo particularismo (62).


2ª OPCIÓN.


Primera Lectura. 2 Timoteo 3,14-17

14Tú mantén lo que aprendiste y te convenció; recuerda quiénes te lo enseñaron 15y también que desde niñó conoces la Sagrada Escritura. Ella puede instruirse acerca de la salvación por la fe en el Mesías Jesús.
             16Todo escrito inspirado por Dios sirve además para enseñar, reprender, corregir, educar en la rectitud; 17así el hombre de Dios será competente, perfectamente equipado para cualquier tarea buena.

Expliccación.

Pablo se propone como ejemplo a Timoteo. Su insistencia muestra que siente cierto temor por la inseguridad de éste. Conocimiento de la Escritura, es decir, del AT, al que atribuye una validez total sin distinciones. El hombre de Dios, cf. 1 Tim 6,11 (10-17).


Salmo. 119,9-14

9¿Cómo limpiará un joven su senda?
-Observando tu consigna.
10Te busco de todo corazón:
no me desvíes de tus mandatos.
11Guardo en el corazón tu promesa
para no pecar contra ti.
12iBendito eres, Señor!,
enséñame tus normas.
13Mis labios recitarán
todo lo que manda tu boca.
14En el camino de tus preceptos disfruto
más que con cualquier fortuna.
Explicación.
119,9-16 Juntando los versos 1 0.11.13. 14, obtenemos la serie "corazón, labios, camino = conducta", como nuestro de pensamiento, palabra y obra. Los versos 14 y 16 expresan el gozo: el orante no siente la ley como traba o peso.

Evangelio. Mateo 13,47-52

 47 Se parece también el reino de Dios a la red que echan en el mar y recoge toda clase de peces:
48 cuando está llena, la arrastran a la orilla, se sientan, reúnen los buenos en cestos y tiran los malos.
49 Lo mismo sucederá al fin de esta edad: saldrán los ángeles, separarán a los malos de los buenos
50 y los arrojarán al horno encendido. Allí será el llanto y el rechinar de dientes.
              51 - ¿Habéis entendido todo esto?
              Contestaron ellos:
              - Sí.
              52 Él les dijo:
              - De modo que todo letrado instruido en el reino de Dios se parece al dueño de casa que saca de su arcón cosas nuevas y antiguas.

EXPLICACIÓN.

La última parábola (47,50), como la de la cizaña, lleva su explicación, y su sentido es similar. Termina la instrucción privada. Entender, tema del capítulo (13,13.14.15.19.23.51). Deben transmitir el conocimiento recibido. El nuevo letrado no depende de su antigua tradición, lo nuevo tiene precedencia sobre lo antiguo; el mensaje de Jesús, clave de lectura del AT.

LECTURAS DEL MARTES 29 DE SEPTIEMBRE DEL 2020

PRIMERA LECTURA. Daniel 7,9-10.13-14 o Apocalipsis 12,7-12.

DANIEL.

9Durante la visión vi que colocaban unos tronos, y un anciano se sentó: Su vestido era blanco como nieve, su cabellera como lana limpísima; su trono, llamas de fuego; sus ruedas, llamaradas. 10Un río impetuoso de fuego brotaba delante de él. Miles y miles le servían, millones estaban a sus órdenes. Comenzó la sesión y se abrieron los libros. 

13Seguí mirando, y en la visión nocturna vi venir en las nubes del cielo una figura humana, que se acercó al anciano y fue presentada ante él. 14Le dieron poder real y dominio: todos los pueblos, naciones y lenguas lo respetarán. Su dominio es eterno y no pasa, su reino no tendrá fin. 

Explicación.

7,9 Ya en las escatologías proféticas se celebra un juicio universal, antes de que Dios instaure su reinado (JI 4,12-1; Is 24,21-23; 66,5s). 

Los "tronos" son los asientos del tribunal, formado por Dios con su corte. El anciano es Dios mismo: anterior a todo (Isaías 11), que "reina desde siempre" (Sal 55,20) Se sienta tranquilamente, por encima de la tempestad terrestre de los imperios (cfr. Sal 65,8). Venerable por su cabellera, vestido en el blanco de la majestad celeste. El fuego que lo rodea lo hace inaccesible y radiante. 

7,10 Con el fuego que brota delante de él ejecuta la sentencia (Is 30,27-33). Fuego con flexibilidad de río de lava para llegar adonde lo manden. Los servidores son innumerables (Dt 33,2; Sal 68,18). Se abren los libros en que están registradas las acciones de los hombres (Is 65,6; Mal 3,16; Sal 56,9). No olvidemos que para nuestro autor se trata e una visión. 

7,13 En la visión todo era figura, "como"; también en este punto aparece una "figura humana" o ''figura de un hombre". Sustituir la expresión aramea por "hijo de hombre" es calcar, no traducir. Compárese con el hebreo de Sal 8,5; Is 56,2; Jr 49,18.33; 50,40; 51,43; Job 35, con el arameo de Dn 4,22 equivalente de 5, 21 y 7,8.13. Es una figura humana, contrapuesta a las cuatro fieras; no es un ser misterioso y celeste. No desciende, asciende; aunque, desde el punto de vista del vidente, "viene". 

7,14 El personaje recibe el poder antes concedido a Nabucodonosor (4,33; 5,18), sólo que eterno (como la piedra de 2,44).

APOCALIPSIS 

7 En el cielo se trabó una batalla. Miguel y sus ángeles declararon la guerra al dragón. Lucharon el dragón y sus ángeles declararon guerra al dragón. Lucharon el dragón y sus ángeles, pero no vencieron.
8 y desaparecieron del cielo definitivamente;
9 al gran dragón, a la serpiente primordial que se llama diablo y Satanás y extravía a la tierra entera, lo precipitaron a la tierra y precipitaron a sus ángeles con él.
10 Oí en el cielo una aclamación:
-¡Ha sonado la hora de la victoria de nuestro Dios,
de su poderío y de su reinado,
y de la potestad de su Mesías!
Porque han derribado al acusador de nuestros hermanos,
al que los acusaba día y noche ante nuestro Dios;
11 ellos lo vencieron con la sangre del Cordero
y con el testimonio que pronunciaron
y no amando la vida hasta temer la muerte.
12 Regocijaos por eso, cielos
y los que en ellos habitáis.
¡Ay de la tierra y del mar!
El diablo bajó contra vosotros rebosando furor,
pues sabe que le queda poco tiempo.

EXPLICACIÓN.

Paréntesis. Miguel (cf. Dn 10,13,21; 12,1) representa la fuerza divina en favor del pueblo de Dios, la comunidad cristiana. La batalla: transposición a nivel trascendente de un antagonismo existente a nivel histórico: Dios (el mensaje de Jesús) niega el carácter divino del poder; éste pretende conservar la usurpada condición divina (Lucharon, etc. ) (7). Mientras el Hombre ha sido elevado a la esfera divina (12,5), su antagonista, el dragón/poder, es expulsado definitivamente de ella. Desacralización del poder político y de sus agentes (sus ángeles), con alusión a la divinización del Estado fomentada por el culto al emperador (8). Se identifica al dragón/poder con la serpiente que provocó el pecado y la muerte del género humano. No es sólo violento, sino también insidioso (9: extravía, como a los primeros padres). Ruina de sus pretensiones: el dragón/poder es sólo una realidad terrestre.

Aclamación: El reinado de Dios y del Mesías en lugar de la tiranía del dragón (10a). El poder y sus agentes acusaban de impiedad a los cristianos por negarse a practicar el culto imperial (cf. Job 1-2; Zac 3,1s); según ellos, acatar el poder equivalía a acatar a Dios (10b). La batalla mítica entre Miguel y el dragón se expone en términos históricos: son los cristianos quienes han vencido al dragón. La muerte de Jesús a manos de los poderes del mundo (la sangre del Cordero) les ha dado fuerza para desafiarlos, sin arredrarse por la pérdida de la vida (11). Alegría por la liberación (12a). El poder, consciente de su fracaso y de su precariedad, va a actuar con mayor saña (12b).

SALMO. 138,1-5.

1Te doy gracias de todo corazón;
frente a los dioses tañeré para ti.
2Me postraré hacia tu santuario,
dando gracias a tu nombre,
por tu lealtad y tu fidelidad;
porque has exaltado hasta el cielo tu promesa.
3Cuando te llamé me respondiste,
has removido el vigor de mi aliento.  
4Que te den gracias, Señor, los reyes del mundo
cuando escuchen tus discursos.
5Que canten los caminos del Señor:
¡qué grande es la gloria del Señor! 
Explicación.
138,1 "De todo corazón": la frase convencional suena sincera en una situación de liberación reciente. "Frente a los dioses": no la corte celeste, sino los extranjeros, quizá los de Babilonia: véase Ex 20,3 con otra formulación.
138,2 La primera frase procede del Sal 5,8. El "templo" es centro de orientación y define la posición del orante: 1 Re 8,31. 33.38.44.48. La última frase es dudosa: corrijo como otros "nombre" en "cielos".
138,3 Manteniendo el texto hebreo, Dios incita al hombre internamente y le da fuerza: compárese con Esd 1,5.
138,4 Supone el orante que los oráculos del Señor se escuchan en todo el mundo.
138,5 Correlativa de la palabra es la acción, en la cual se manifiesta la gloria del Señor. 
Transposición cristiana.
El último verso tiene una aplicación egregia a la vida cristiana: tensa entre una salvación otorgada y una salvación por culminar. Muy semejante suena Flp 1,6.
EVANGELIO. Juan 1,47-51.

47. Jesús vio a Natanael, que se le acercaba, y comentó:
- Mirad un israelita de veras, en quien no hay falsedad.
48. Natanael le preguntó:
-¿De qué me conoces?
Jesús le contestó:
-Antes que te llamara Felipe, estando tú bajo la higuera, me fijé en ti.
49. Natanael le respondió:
- Maestro, tú eres el Hijo de Dios, tú eres rey de Israel.
50. Jesús le contestó:
-¿Es porque te he dicho que me fijé en ti debajo de la higuera por lo que crees? Pues cosas más grandes verás.

Explicación.

Jesús describe a Natanael como a modelo de israelita. La mención de la higuera alude a Os 9,10 (LXX): “Como racimo en el desierto encontré a Israel, como en breva en la higuera me fijé en sus padres”. El profeta describía la elección del pueblo; Natanael representa precisamente al Israel elegido que ha conservado la fidelidad a Dios; Jesús renueva la elección (47-48). Reacción entusiasta de Natanael: Rabbí: maestro fiel a la tradición (cf. V.45: Moisés en la Ley); Hijo de Dios: Mesías, el rey mesiánico (v.45: los profetas), interpretando como rey de Israel, el prometido sucesor de David (Sal 2,2.6s; 2 Sm 7.14; Sal 89,4s.27), que restauraría la grandeza del pueblo, no como en boca de Juan Bautista (1,33-34; el Hijo de Dios_ el portador del Espíritu).

La obra del Mesías no se limita a la elección de Israel (higuera). Primera declaración de Jesús sobre sí mismo. Alude a la visión de Jacob en Betel (Gn 28,11-27).

LECTURAS DEL LUNES 28 DE SEPTIEMBRE DEL 2020

 Primera Lectura: Job 1,6-22

Prólogo en el cielo (1 Re 22).

6Un día fueron los ángeles y se presentaron al Señor; entre ellos llegó también Satán. 7El Señor le preguntó:
-¿De dónde vienes?
El respondió:
-De dar vueltas por la tierra.
El Señor le dijo:
-¿Te has fijado en mi siervo Job? En la tierra no hay otro como él: es un hombre justo y honrado, religioso y apartado del mal.
9Satán le respondió:
10-¿Y crees tú que su religión es desinteresada? ¡Si tú mismo lo has cercado y protegido, a él, a su hogar y todo lo suyo! Has bendecido sus trabajos, y sus rebaños se ensanchan por el país. 11Pero tócalo, daña sus posesiones, y te apuesto que te maldice en tu cara.
12El Señor le dijo:
-Haz lo que quieras con sus cosas, pero a él no lo toques.
Y Satán se marchó.

Las pruebas de Job.

13Un día que sus hijos e hijas comían y bebían en casa del hermano mayor, 14llegó un mensajero a casa de Job y le dijo:
-Estaban los bueyes arando y las burras pastando a su lado, cuando cayeron sobre ellos unos sabeos, apuñalaron a los mozos y se llevaron el ganado. Sólo yo pude escapar para contártelo.
16No había acabado de hablar, cuando llegó otro y dijo:
-Ha caído un rayo del cielo que ha quemado y consumido tus ovejas y pastores. Sólo yo pude escapar para contártelo.
17No había acabado de hablar, cuando llegó otro y dijo:
-Una banda de caldeos, dividiéndose en tres grupos, se echó sobre los camellos y se los llevó y apuñaló a los mozos. Sólo yo pude escapar para contártelo.
18No había acabado de hablar, cuando llegó otro y dijo:
-Estaban tus hijos y tus hijas comiendo y bebiendo en casa del hermano mayor, 19cuando un huracán cruzó el desierto y embistió por los cuatro costados la casa, que se derrumbó y los mató. Sólo yo pude escapar para contártelo.
20Entonces Job se levantó, se rasgó el manto, se rapó la cabeza, se echó por tierra 21y dijo:
-Desnudo salí del vientre de mi madre y desnudo volveré a él-
El Señor me lo dio, el Señor me lo quitó: -bendito sea el nombre del Señor!
22A pesar de todo, Job no pecó ni acusó a Dios de destino.

EXPLICACIÓN.

1,6-12. Dios tiene su asamblea celeste, de dioses inferiores o ángeles, 37,7; Sal 29,1; 82,1; 89,7, con los que celebra reuniones periódicas, quizá para decidir la suerte de los mortales. Entres estos cortesanos, mensajeros o ministros, hay uno que representa una especie de oposición, que goza criticando y aun procura que los sucesos justifiquen su crítica; como un policía, da vueltas inspeccionando, para poder informar de los desmanes cometidos allá abajo en la tierra. Ese personaje es “el Satán” (con artículo); da vueltas (verbo shuf) y se opone (sustantivo saatan). Estas ideas, extendidas en las religiones del antiguo Oriente, han sido parcialmente recogidas en la Escritura, y el autor las incorpora libre y audazmente a su ficción narrativa. Puede haber encontrado inspiración próxima en el episodio del profeta Mica ben Yimla, 1 Re 22; ello no disminuye la genialidad de este comienzo.

No confundamos el Satán de esta narración con nuestra imagen o concepción del demonio, del ángel caído que odia a Dios y sus obras. Aunque algunos puntos de contacto nos empujen a la confusión, debemos defendernos para contemplar rigurosamente la función del personaje. Hasta ahora Dios está satisfecho de su siervo Job, y no pasa nada; hace falta un antagonista que ponga en movimiento la acción criticando, incitando. El Satán no es una afirmación teológica, sino un personaje funcional en el relato. Y si seguimos preguntando a qué corresponde en la realidad, el autor del libro no nos contesta, nos abandona a nuestras suposiciones.

Nuestras suposiciones no pasan de preguntas dirigidas al libro o a nosotros mismos. ¿Es el Satán una especie de desdoblamiento de Dios, que desarrolla en términos de dialéctica su dirección del hombre? ¿O es más bien el Satán un principio humano opuesto a Dios? No podemos responder a estas preguntas ni confirmar estas suposiciones. Quizá la ambigüedad inexplicada del Satán sea parte integrante de la obra, fuente de sugestión y al mismo tiempo confesión implícita de que una doctrina teórica no puede con la realidad vida del hombre frente a Dios y a sí mismo.

1,7. Sobre esta actividad, recuérdese el texto de 1 Pe 5,8 y también de los vigilantes celestes de Dn 4,13.17.23; uno de los verbos hebreos se aplica en Prov 24,34 a la pobreza que ronda y se echa encima del holgazán, como para arrestarlo.

1,9-10. La intervención crítica de Satán hará emerger la dimensión que falta. Esa descripción de un hombre bueno, rico y feliz es demasiado ingenua e irreal; una religiosidad que produce semejantes criaturas es sospechosa. Por la prueba, la vida humana es drama, y el drama es el ser auténtico del hombre en el tiempo. Hasta ahora todo es bueno, de una bondad falsa que no es bondad; hasta ahora la religión es un diálogo monótono de un hombre que bendice al Dios que le bendice; véase Dt 2,7; 14,29; 15,10; 16,15.

1,11-12. Suceda la tentación y se verá. Y el Señor acepta. Notemos la diferencia: Satán introduce la tentación desconfiando del hombre, seguro de su deslealtad, gozando por adelantado en la caída (escuchamos su risa burlona reprimida). Dios permite la tentación como prueba del hombre, confiando en él, esperando preocupado el desenlace. Satán tienta a Dios en el hombre, su mejor criatura, en el hombre mejor y más dichoso; Dios tienta al hombre dejándolo a su libertad: pruebas de amor. Así se plantea la gran apuesta entre Satán y Dios, entre lo divino y lo antidivino: ¿es el hombre vícitima inocente e ignorante de tal apuesta, prenda que Dios se juega en un juego peligroso? No, porque la apuesta del hombre es su libertad.

El Dios de este prólogo es más manejable que el Dios con el que Job habrá de luchar a oscuras.

Las pruebas de Job. En la primera serie están contadas de modo muy estilizado. Son cuatro desgracias, número clásico de la totalidad de los desastres; p- ej. Ez 14; la repetición de fórmulas crea un ritmo regular, irresistible. La caía libre de Job responde con humildad y aceptación a las desgracias que le han caído encima.

1,15. La fórmula original “fuego de Dios” indica el carácter numinoso o teofánico del rayo; véase p. ej. La historia de Elías en 2 Re 1,12; de modo paralelo, el trueno es la “voz de Dios”, p. ej. Sal 29.

1,16. También el huracán del desierto puede tener carácter numinoso, como en Jr 18,17, sobre todo si embiste simultáneamente por los cuatro costados.

1,21. El vientre materno y el vientre de la tierra están en claro paralelismo, según creencias comunes, que encuentran eco en Sal 139,13 y en Is 26,19; véase también Gn 3,19; Ecl 5,14; 12,7; Eclo 40,1. Sobre la pobreza total de la muerte Sal 49,18. El tema de la apuesta era que Job maldeciría al Señor: sus palabras concluyen con una bendición formal, en fórmula litúrgica. Dios gana la apuesta.

Salmo: 17,1-3.6-7

1 Escucha, Señor, mi causa,
atiende a mi clamor,
presta oído a mi súplica;
que en mis labios no hay engaño.
2 Emane de ti la sentencia,
miren tus ojos la rectitud.
3 Aunque sondees mi corazón
y la inspecciones de noche
y lo pruebes a fuego,
no me hallarás malicia.
Mi boca no ha faltado.
6 Yo te llamo porque me respondes,
inclina tu oído y escucha mi palabra.
7 Haz prodigios de lealtad,
tú que salvas de los levantiscos
a quienes se refugian a tu diestra.

EXPLICACIÓN.

17,1 "No hay engaño": aunque defensor y testigo de sí, merece fe.

17,2 El juez debe corresponder con la "rectitud" de miras. Para la "sentencia" véanse Os 5,1; Hab 1,4.7; Is 42,1.3.

17,3 Dios se acerca a la intimidad del hombre en el silencio de la noche, porque el hombre se abre o porque Dios lo abre: cfr. Sal 4,5; 16,7.

17,3b-5 Cabe otra distribución de las sentencias con el consiguiente cambio de sentido: haciendo complemento "las palabras" o "las sendas tiránicas". En conjunto menciona labios y pisadas, lenguaje y conducta.

17,6 Es clásica la correlación "llamar - responder"

17,7 "Levantiscos"; la forma hebrea es única, formada de la raiz qwm = levantarse; ¿contra Dios o contra la autoridad humana? Más bien lo segundo, porque Dios es invocado como instancia superior.

TRANSPOSICIÓN CRISTIANA.

Los comentaristas antiguos dicen: voz de Jesucristo en la pasión, de la Iglesia en la persecución. Y el verso final lo aplican a la resurrección.

Evangelio: Lucas 9,46-50

46 Pero les entró la idea de cuál de ellos sería el más grande.
47 Jesús, adivinando sus intenciones, cogió a un criadito, lo puso a su lado
48 y les dijo:
- El que acoge a este chiquillo como si fuera a mí mismo, me acoge a mí, y el que me acoge a mí, acoge al que me ha enviado; es decir, el que es de hecho más pequeño entre vosotros, éste es grande.
49 Intervino Juan y dijo:
- Jefe, hemos visto a uno que echaba demonios en tu nombre y hemos intentado impedírselo, porque no te sigue junto con nosotros.
50 Jesús le repuso:
- Nada de impedir, pues el que no está contra vosotros está a favor vuestro.

EXPLICACIÓN.

46-48. Ambición en el grupo, que subraya la incomprensión anterior (46). Para el criadito(47), vse. Mc 9,35-37. En la misión, sólo los que se presentan con el espíritu de servicio humilde propio de un "chiquillo/ criadito" (figura de los discípulos que realmente siguen a Jesús y manifiestan esa actitud, que es la suya: como si fuera a mí mismo) llevan consigo la presencia de Jesús y la del Padre. Verdadera grandeza: ausencia de ambición y dedicación al servicio (cf. 9,23: "que se niegue a sí mismo") (48).

49s. Juan, uno de los Doce, representa al grupo/Israel mesiánico (49: Jefe, cf. 8,24; 9,33;hemos visto, etc.). No tolera la actividad de quienes no aceptan las categorías del judaísmo, de hecho contrarias al mensaje de Jesús (9,20.33.45.46). Contrasta la eficacia de la misión de este discípulo (en tu nombre) anónimo con el fracaso de los que proceden del judaísmo (9,40). Jesús intenta abrir su mentalidad: hay una empresa común, liberar a los hombres del fanatismo de las ideologías destructoras (demonios): todo el que colabora con ello, es un aliado (50). Este episodio y el anterior reflejan tensiones existentes en tiempo de Lucas entre varias tendencias dentro de la comunidad primitiva.

LECTURAS DEL DOMINGO 27 DE SEPTIEMBRE DEL 2020

 PRIMERA LECTURA. Ezequiel 18,25-28.

25Objetáis: No es justo el proceder del Señor.
Escuchad, casa de Israel:
¿Es injusto mi proceder?
¿No es vuestro proceder el que es injusto?
26Cuando el justo se aparta de su justicia,
comete la maldad y muere,
muere por la maldad que cometió.
27Y cuando el malvado se convierte
de la maldad que hizo
y practica el derecho y la justicia,
él mismo salva su vida.
28Si recapacita y se convierte 
de los delitos cometidos,
ciertamente vivirá y no morirá.

Explicación.

18,25 La objeción puede ser de los resignados al fatalismo o de quienes temen la exigencia de conversión. Objeción y respuesta componen una especie de pleito o debate con Dios. En el proceder injusto de los desterrados se incluye su manera de juzgar la justicia de Dios. Todo desemboca en una exhortación final, palabra de Dios que, al invitar, hace posible el nuevo comienzo. Cuatro veces interpela Dios a la "Casa de Israel": ya no la llama Casa Rebelde.

SALMO. 25,4-9.

4 Indícame, Señor, tus caminos,
enséñame tus sendas;
5 encamíname con tu fidelidad, enséñame,
pues tú eres mi Dios salvador.
5b En ti espero todo el día
7b por tu bondad, Señor.
6 Acuérdate, Señor, que tu compasión
y tu lealtad son eternas:
7 de mis pecados juveniles, de mis culpas
no te acuerdes; según tu lealtad,
tú acuérdate de mí.
8 Bueno y recto es el Señor; por eso
señala a los pecadores el camino;
9 encamina con el mandato a los humildes,
enseña a los humildes su camino.

Explicación.

25,4 Dios traza el camino de antemano, como en un mapa; por eso se llaman "tus caminos".

25,5 La guía de Dios no es acto de poder, sino gesto de favor y acto de salvación.

25,5b.7b Con una simple transposición completo el verso de la letra W.

25,6 En la visión de Moisés (Éx 33,19+34,6) se acumulan: bondad, compasión, piedad, misericordia y fidelidad. El autor puede haberlos tomado de fórmulas litúrgicas para repartirlos por el salmo.

25,7 Bajo el arco inmenso, "eterno" de la bondad compasiva de Dios discurre el arco breve de la vida humana y el segmento de la juventud, con sus pasiones y caídas. "No acordarse" puede tener valor judicial, es sinónimo de perdón: Jr 31,34.

25,8 Bondad y rectitud se temperan mutuamente. Por ellas Dios está dispuesto a guiar incluso a los pecadores, precisamente a los pecadores.

25,9 "Humildes": es un tiempo concepto sociológico, son los marginados; después se hace concepto teológico y llega a identificarse con los judíos oprimidos y fieles.

SEGUNDA LECTURA. Filipenses 2,1-11 o 2,1-5.

1Entonces, si hay un estímulo en el Mesías y un aliento en el amor mutuo, si existe una solidaridad de espíritu y un cariño entrañable, 2hacedme feliz del todo y andad de acuerdo, teniendo un amor recíproco y un interés unánime por la unidad. 3En vez de obrar por egoísmo o presunción, cada cual considere humildemente que los otros son superiores 4y nadie mire únicamente por los uyo, sino también cada uno por lo de los demás.
5Entre vosotros tened la misma actitud del Mesías Jesús:
6Él, a pesar de su condición divina,
no se aferró a su categoría de Dios;
7al contrario, se despojó de su rango
y tomó la condición de esclavo,
haciéndose uno de tantos.
Así, presentándose como simple hombre,
8se abajó, obedeciendo hasta la muerte
y muerte en cruz.
9Por eso Dios lo encumbró sobre todo
y le concedió el título que sobrepasa todo título;
10de modo que a ese título de Jesús
toda rodilla se doble
-en el cielo, en la tierra, en el abismo-
11y toda boca proclame (Is 45,23)
que Jesús, el Mesías, es Señor,
para gloria de Dios Padre.

Explicación.

Indicios de división en la comunidad. Para evitarla, apela a la experiencia cristiana de los filipenses (estímulo, aliento, solidaridad, cariño) (1). Hacedme feliz del todo, lit. "colmad mi alegría". La comunidad cristiana se realiza por el amor mutuo, es decir, por la aceptación recíproca, la disposición a ayudar y la identidad de objetivos, aunque no necesariamente de ideas. Los sentimientos de superioridad y las miras egoístas la destruyen (2-4).

Modelo, la actitud de Jesús, el Mesías/Salvador (5): Él poseía la condición divina por la plena comunicación del Espíritu de Dios, pero no quiso actuar en la historia desde el nivel de su superioridad, sino como un hombre cualquiera. Renunció al honor que le correspondía y llegó a entregar su propia vida. No se aferró (6), lit. "no consideró una presa" de la que alardear; se despojó de su ranto, lit. "se vació". Presentándose como simple hombre (7), lit. "en su aspecto/en su exterior fue hallado como hombre"; la traducción "presentarse" es el correlativo de "ser hallado"; la frase del original "en su exterior como hombre", implica la carencia de notas distintivas, lo que corresponde a "como simple hombre". Título (9): el griego onoma inidca una designación de la persona, por su nombre, calidad, dignidad o función; aquí se refiere a Señor (11) que es título de dignidad (cf. Ef 1,23).

La obediencia o respuesta de Jesús es total: acepta incluso la muerte en cruz (8). Exaltación como consecuencia de su abajamiento. Señor (11) título divino. La divinidad del Hombre Jesús, oculta en un principio, ha de ser reconocida universalmente; para gloria de Dios Padre, (10-11). La calidad poética y la simetría de este pasaje (2,6-11), su estilo y contenido, tan diferentes de lo que precede y sigue, sugieren que se trata de un poema o himno cristiano ya existente, que Pablo inserta en la carta, quizá adaptándolo.
 
EVANGELIO. Mateo 21,28-32.

   28 - A ver, ¿qué os parece? Un hombre tenía dos hijos. Se acercó al primero diciéndole: "Hijo, ve hoy a trabajar en la viña". 
29 Le contestó: "No quiero"; pero después sintió remordimiento y fue.
                  30 Se acercó al segundo y le dijo lo mismo. Éste contestó: "Por supuesto, señor", pero no fue. 
31 ¿Cuál de los dos cumplió la voluntad del padre?
                  Contestaron ellos:
                  - El primero.
                  Jesús les dijo:
                  - Os aseguro que los recaudadores y las prostitutas os llevan la delantera para entrar en el reino de Dios.
32 Porque Juan os enseñó el camino para ser justos y no le creísteis; en cambio, los recaudadores y las prostitutas le creyeron. Pero vosotros, ni aun después de ver aquello habéis sentido remordimiento ni le habéis creído.

EXPLICACIÓN.

28 - 32. Los mismos interlocutores. Éstos responden (31) según el claro contenido de la parábola. La aplicación que hace Jesús a los jefes religiosos y civiles los pone por debajo de las dos categorías más despreciadas. Continúan en la misma actitud. Bajo la apariencia de fidelidad, se esconde una absoluta infidelidad de los dirigentes a Dios.

LECTURAS DEL SÁBADO 26 DE SEPTIEMBRE DEL 2020

 PRIMERA LECTURA. Eclesiastés 11,9-12,8.

119Disfruta mientras eres muchacho y pásalo bien en la juventud; déjate llevar del corazón y de lo que atrae a los ojos; y sabe que Dios te llevará a juicio para dar cuenta de todo. 10Rechaza las penas del corazón y rehúye los dolores del cuerpo: niñez y juventud son efímeras.

12 1Acuérdate de tu Hacedor durante tu juventud, antes de que lleguen los días aciagos y alcances los años en que dirás: «No les saco gusto». 2Antes de que se oscurezca la luz del sol, la luna y las estrellas, y a la lluvia siga el nublado. 3Ese día temblarán los guardianes de casa y los robustos se encorvarán, las que muelen serán pocas y se pararán, las que miran por las ventanas se ofuscarán, 4las puertas de la calle se cerrarán y el ruido del molino se apagará, se debilitará el canto de los pájaros, las canciones se irán callando, 5darán miedo las alturas y rondarán los terrores. Cuando florezca el almendro y se arrastre la langosta y no dé gusto la alcaparra, porque el hombre marcha a la morada eterna y el cortejo fúnebre recorre las calles. 6Antes de que se rompa el hilo de plata, y se destroce la copa de 
oro, y se quiebre el cántaro en la fuente, y se raje la polea del pozo, 7y el polvo vuelva a la tierra que fue, y el espíritu vuelva a Dios, que lo dio.

8Vanidad de vanidades -dice el Predicador-, todo es vanidad. 

Explicación.

11 Luz y sol son motivos simbólicos. Que el recuerdo de la noche que se aproxima haga más intenso el disfrute de lo que queda. La muerte, la noche, se anticipa en vida, en un crepúsculo que es vida mezclada de muerte, por eso hay que gozar de la juventud, que es el mediodía, el sol en cenit, antes de que sea demasiado tarde.

El primer consejo no es muy convencional (véase Nm 15,39). El juicio de Dios no significa castigo por haber gozado, sino más bien lo contrario: quien no aproveche el plazo dará cuentas de su negligencia. El juicio de Dios invita a gozar de la juventud; cada cosa tiene su sazón (3,1). La fugacidad de niñez y juventud es su "vanidad".

12,1-8 Frente a la valoración de la vejez en Israel, Qohelet la contempla con tristeza y melancolía. El sentido es claro en conjunto, dudoso en varios detalles. Después de una introducción explícita (1) viene una serie cósmica de meteoros (2) con valor simbólico; sigue la visión de una morada o una granja (3-4) con sus variados personajes; alusiones oscuras entre dos franjas realistas (5), dos imágenes domésticas preparan el enunciado final explícito (6-7), y cierra un colofón (8).

12,1 Es la única vez que el autor usa el término Creador: su recuerdo servirá para aceptar y aprovechar la suerte asignada y los tiempos establecidos. No son malos los tiempos, sino el anciano que no puede disfrutar de ellos.

12,2 La vejez, una noche sin estrellas, un invierno sin sol.

12,3 En el cuadro doméstico, los guardianes pueden ser los brazos y los robustos o valientes pueden ser las piernas o los hombros. Es claro que muelen los molares y dientes y que miran por las ventanas los ojos. Es una casa en que va faltando la vida.

12,4 Las puertas son los oídos, ¿o los labios? (cfr. Eclo 22,27) La acción de moler es masticar; o se para el molino: cfr. Jr 25,10

12,5 Verso dudoso. El almendro florido parece referirse a las canas del anciano; la langosta arrastrándose sería la agilidad juvenil perdida, aunque bastantes comentaristas piensan que se refiere a los órganos sexuales; la alcaparra excitaba el apetito (¿de comer o sexual?).

12,6 Hilo y copa, cántaro y polea son objetos domésticos que asumen valor simbólico. El cántaro que saca el agua del pozo de la vida y la polea que asegura el retorno del agua del manantial no son difíciles de entender. El hilo, ¿es de vestir o de colgar?; la copa, ¿es de beber o de alumbrar? Los griegos hablaban del hilo de la vida que hilan y cortan las parcas.

12,7 Esto no implica supervivencia ni inmortalidad del alma, es simplemente la imagen de Sal 104,30. Véanse 3,21 y Sal 90,3.

12,8 El colofón repite el comienzo (1,2) enmarcando todos los giros de la reflexión. Ahora suena con mayor fuerza y convicción, casi como testamento del pensador.

SALMO. 90,3-6.12-14.17.

3Tú devuelves el hombre al polvo, diciendo:
¡Volved, hijos de Adán!

4Para ti mil años son un ayer que pasó,
una vela nocturna. 

5Los arrastras, son un sueño al amanecer;
se renuevan como la hierba:
6por la mañana se renueva y florece,
por la tarde se seca y la siegan. 
 
12Enséñanos a llevar buena cuenta
de nuestros días
para que adquiramos un corazón sensato.
13¡Vuélvete, Señor! ¿hasta cuándo?,
ten compasión de tus siervos.
14Sácianos por la mañana de tu misericordia,
y todos nuestros días serán alegría y júbilo. 
17Venga a nosotros la bondad del Señor
nuestro Dios,
consolida la obra de nuestras manos.
¡Consolídala, la obra de nuestras manos!
 
 
Explicación.
90,3 La historia del Génesis es evocada en un verso. El que modeló al hombre, dando le consistencia, lo hizo deleznable; el que integró sus partes lo deja desintegrarse: Job 10,9.
90,4 Las medidas humanas del tiempo no sirven, de ninguna manera, para medir a Dios (2 Pe 3,8). Tal inmensidad refuerza la melancolía del orante.
90,5 El texto es algo dudoso. "Arrastras": el verbo hebreo sugiere una lluvia torrencial. 
90,6-11 Sección definida por la inclusión con "ira". Si la primera parte veía el tiempo humano a la luz de la duración divina, ésta lo ve a la luz de la cólera divina. De la melancolía pasamos al sentimiento trágico, cuando dos realidades estrechamente ligadas, pecado y cólera, se yerguen en la conciencia del hombre.
90,6 Cuatro verbos en este verso, excelente por su concentración; cuánta actividad para pasar más aprisa. 
90,12-17 Una vez tocado el punto más bajo, el orante busca salir a flote rezando a Dios. Y lo hace en tres momentos imbricados. El primero: la aceptación resignada, sin ilusiones: es sensatez. El segundo es unos bienes que compensen las desgracias. El tercero es la fecundidad de la acción.
90,12 A medida que pasan los años, instruido por Dios, el hombre madura en sensatez.
90,13 El verdadero cambio ha de suceder por una acción divina, que el hombre puede sólo suplicar.
90,14-15 La petición es modesta: equilibrar en la balanza de la vida penas y gozos. Pero Dios puede alumbrar una mañana realmente nueva, puede desequilibrar la balanza.
90,16-17 En un modelo doméstico, los siervos piden al amo que comience actuando y que dé eficacia a la tarea encomendada; algo semejante en un modelo político. De ahí se sube a la visión teológica: el hombre será lo que haya hecho: él y Dios en él.
90,17 Is 26,12.
Transposición cristiana.
La "vuelta" de Dios de la ira a la misericordia sucede en Jesucristo: Ef 2,4-7. Las obras del cristiano, vitalizadas por la fuerza de la resurrección (Flp 3,10), cobran consistencia y fecundidad (Flp 2,13), Y al final lo acompañarán (Ap 14,13).
 EVANGELIO. Lucas 9,43-45.
43a Todos quedaron impresionados de la grandeza de Dios.
43b Entre la admiración general por todo lo que hacía, dijo Jesús a sus discípulos:
44 - Vosotros meteos bien esto en la cabeza: el Hombre va a ser entregado en manos de ciertos hombres.
45 Pero ellos no entendían este lenguaje; les resultaba tan oscuro que no cogían el sentido, y tenían miedo de preguntarle sobre el asunto.


EXPLICACIÓN.
Jesús libera al pueblo de ese espíritu que lo destroza inútilmente. 
43b-45. Admiración general por la actividad de Jesús con el pueblo. Para evitar el deseo de triunfo de los discípulos, Jesús les recuerda el destino que espera al que, llevado del Espíritu de Dios (el Hombre), se dedica a liberar a los oprimidos (43b-44). Incomprensión, absoluta cerrazón y miedo a pedir explicaciones (45).