lunes, julio 01, 2019

LECTURAS DEL JUEVES 11 DE JULIO DEL 2019

2 OPCIONES.

1ª OPCIÓN.


PRIMERA LECTURA. Génesis 44,18-21.23-29. 45,1-5

44 18Entonces Judá se acercó a él y le dijo:
-Permite, señor, a tu servidor dirigir unas palabras a su señor; no te enfades con tu servidor. Pues tú eres como el Faraón. 19Mi señor preguntó a sus servidores si teníamos padre o algún hermano. 20Nosotros respondimos a mi señor: "Tenemos un padre anciano con un chico pequeño nacido en su vejez. Un hermano suyo murió y sólo le queda éste de aquella mujer. Su padre lo adora". 21Tú dijiste a tus servidores que te lo trajéramos para conocerlo personalmente. 23Tú dijiste a tus servidores: "Si no baja vuestro hermano con vosotros no volveréis a verme". 24Cuando volvimos a casa de tu servidor, nuestro padre, y le comunicamos lo que decía mi señor, 25nuestro padre respondió: "Volved a comprarnos víveres". 26Le dijimos: "No podemos bajar si no viene con nosotros nuestro hermano menor; pues no podemos ver a aquel hombre si no nos acompaña nuestro hermano menor". 27Nos respondió tu servidor, nuestro padre: "Sabéis que mi mujer me dio dos hijos: 28uno se alejó de mí y pienso que lo descuartizó una fiera, pues no he vuelto a verlo. 29Si arrancáis también a éste de mi lado y le sucede una desgracia, daréis con mis canas, de pena, en la tumba". 45 1José no pudo contenerse en presencia de su corte y ordenó:
-Salid todos de mi presencia.
Y no quedó nadie con él cuando José se dio a conocer a sus hermanos. 2Rompió a llorar tan fuerte, que los egipcios lo oyeron y la noticia llegó a casa del Faraón. 3José dijo a sus hermanos:
-Yo soy José. ¿Vive todavía mi padre?
Sus hermanos, por la turbación, no supieron qué responder. 4José dijo a sus hermanos:
-Acercaos.
Se acercaron, y les dijo:
-Yo soy José, vuestro hermano, el que vendisteis a los egipcios. 5Pero ahora no os aflijáis ni os pese haberme vendido aquí; porque para salvar vidas me envió Dios por delante.

Explicación.

44,18-21.23-29  Se adelanta Judá y, en nombre de todos y suyo, pronuncia un gran discurso. Elimina de él toda referencia política para concentrarse en la esfera familiar. Elimina lo que podría sonar como insinuación contra el visir, para acumular lo que lo puede conmover como hombre; y deja el aspecto jurídico para el final.
              José escucha en silencio. Su misión no es simplemente repartir grano y dispensar compasión, sino recomponer una hermandad quebrada.
             El amor filial gravita sobre el amor fraternal y lo refuerza. Las palabras, el recuerdo, el nombre invocado del padre actúan y colaboran en la transformación espiritual. Al aceptar la esclavitud en lugar de Benjamín, Judá es realmente hermano. La hermandad ha sido recompuesta y es posible el reconocimiento.

45.1-2 José despeja la sala de toda presencia política, que estorba. El asunto es familiar, y hay que crearle un espacio acotado. Por tercera vez José llora (42,44; 43,30). Siguiendo el módulo narrativo de la duplicación, la identificación se da en dos tiempos: "yo soy José" y "yo soy José vuestro hermano". Este término se pronuncia doce veces en el capítulo. Al identificarse evoca en la sala la presencia espiritual de Jacob, como sombra protectora, como polo y fuerza de unificación.

45,3-4  Se explica el desconcierto: están ante la víctima de sus envidias y traición. Pero se tienen que acercar al lejano, al distante; el acercamiento material expresa el espiritual. Esta vez no hay postraciones.

45,5 José interpreta la historia en clave teológica. Es un texto formalmente muy elaborado, con repeticiones y rimas.

SALMO. 105,16-21

16LIamó al hambre sobre aquel país, 
cortando el sustento de pan, 

17por delante había enviado a su hombre, 
a José, vendido como esclavo.
18Le trabaron los pies en grillos,
le metieron el cuello en la argolla; 
19hasta que se cumplió su predicción. 
20EI rey lo mandó libertar,
el soberano le abrió la prisión.
21Lo nombró administrador de su casa 
y señor de todas sus posesiones, 
 Explicación.
 105,16-21 José desempeña un papel principal en la historia. Sin ser un cuarto patriarca, tiene un papel preponderante entre los hermanos (cfr. 1 Cr 5,1 s). El pluscuamperfecto (17) indica la previsión del proyecto divino. "Lo acreditó": a la letra "lo acrisoló", que a veces se predica de la palabra.
 Transposición cristiana.

El tema de la promesa, contrapuesta a la ley, es fundamental en la teología de Pablo. Para comenzar léanse Gal 3,16-18.26-29; Rom 4,16. La Iglesia debe incorporar a su alabanza la historia de Israel, como parte de su historia. Después puede añadir otras meditaciones de su historia.


EVANGELIO. Mateo 10,7-15

7 Por el camino proclamad que está cerca el reinado de Dios,
8 curad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, echad demonios. De balde lo recibisteis, dadlo de balde.
                  9 No os procuréis oro, plata ni calderilla para llevarlo en la faja;
10 ni tampoco alforja para el camino, ni dos túnicas, ni sandalias, ni bastón, que el bracero merece su sustento.
                  11 Cuando entréis en un pueblo o aldea, averiguad quién hay allí que se lo merezca y quedaos en su casa hasta que os vayáis.
                  12 Al entrar en una casa, saludad.
13 Si la casa se lo merece, que la paz que le deseáis se pose sobre ella; si no se lo merece, vuestra paz vuelva a vosotros.
                  14 Si alguno no os recibe o no os escucha, al salir de su casa o del pueblo sacudíos el polvo de los pies.
15 Os aseguro que el día del juicio les será más llevadero a Sodoma y Gomorra que a aquel pueblo.

EXPLICACIÓN.

  7- 15. Envío de "los Doce", es decir, del Israel mesiánico, que representa a todos los discípulos. Por el momento, misión limitada a Israel (26,13; 28,19; misión universal). Predicación igual a la de Jesús (4,17). Proclamación escueta de la buena noticia (4,17), acompañada de toda clase de señales (8,16; 9,35; 9,18-26; 8,2-4; 9,32s): liberar a los israelitas de las doctrinas que los tienen postrados y privados de vida. La idea de lucro ha de estar ausente (8): limpios de corazón (5,8). Mostrar la opción por la pobreza (9s, cf. 6,33). Mensajeros de paz (5,9). Los que rechazan el mensaje, peor que los paganos (15).


2ª OPCIÓN.

Primera Lectura. Proverbios 2,1-9

1Hijo mío, si aceptas mis palabras 
y conservas mis mandatos, 
2prestando oído a la sensatez
y prestando atención a la prudencia; 
3si invocas a la inteligencia
y llamas a la prudencia; 
4si la procuras como el dinero
y la buscas como un tesoro,
5entonces comprenderás el respeto del Señor 
y alcanzarás el conocimiento de Dios. 
6Porque es el Señor quien da la sensatez,
de su boca proceden saber e inteligencia; 
7Él atesora acierto para los hombres rectos, 
es escudo para el de conducta intachable, 
8guarda el camino del deber
y custodia la senda de sus fieles. 
9Entonces comprenderás la justicia y el derecho,
la rectitud y toda conducta buena, 

Explicación.

2,1-4 La primera estrofa está compuesta de prótasis condicionales. El padre o maestro habla y manda con autoridad. El discípulo debe prestar su colaboración. Primero escuchando dócilmente, después llamando, finalmente buscando. El orden de las condicionales no es cronológico; presentan aspectos diversos o complementarios. 

2,5-8 La segunda estrofa contiene una apódosis con su motivación. Introduce el tema religioso. Sensatez y prudencia no son resultado automático de un esfuerzo humano, sino don de Dios: Sab 8,21. Tenemos casi dos polos de religiosidad: respeto numinoso en un polo, conocimiento y trato en otro. Esta relación polar del hombre con Dios es la suprema sabiduría. "Fieles" o leales. 

2,9-11 La tercera estrofa añade una segunda apódosis de elementos éticos y sapienciales. La sensatez toma la iniciativa, como respondiendo a la llamada y búsqueda de los versos 3s. Después que la sensatez ha entrado en su nueva morada, dos personajes de su escolta montan afuera la guardia. 

Salmo. 34,2-11


2 Bendigo al Señor en todo momento,
su alabanza está siempre en mi boca.
3 Yo me glorío del Señor:
que lo escuchen los humildes y se alegren.
4 Engrandeced conmigo al Señor,
ensalcemos junto su nombre.

5 Consulté al Señor y me respondió
librándome de todas mis ansias.
6 Contempladlo y quedaréis radiantes,
vuestro rostro no se sonrojará.
7 Este pobre clamó y el Señor le escuchó,
lo salvó de todos sus peligros.
8 El ángel del Señor acampa
en torno a sus fieles protegiéndolos.
9 Gustad y apreciad que bueno es el Señor:
dichoso el varón que se acoge a él.
10 Respetad al Señor, sus consagrados,
que nada les falta a quienes lo respetan.
11 Los ricos empobrecen y pasan hambre,
los que buscan al Señor no carecen de bienes.


Explicación.


34,2 "En todo momento": varias veces insiste el orante en la totalidad: 5.7.18.20.21.

34,3 El hombre no debe gloriarse de méritos propios; su orgullo es el Señor su Dios: Jr 9,22s. Lo cual es otra forma de alabanza. Si los marginados pueden alegrarse de la experiencia del orante, es que él no es ajeno a la categoría.

34,4 "Engrandecer" es reconocer la grandeza, como enaltecer es reconocer la sublimidad. Dos dimensiones humanas o cósmicas se proyectan hacia Dios.

34,5 Consulta del hombre y oráculo de respuesta son práctica religiosa común: véase p.ej: el caso de Raquel en Gn 25. La respuesta divina serena, tranquiliza.

34,6 Éste es el verso más importante del salmo. Leo imperativo con versiones antiguas. "Radiante" como Is 60,5; "sonrojarse" o quedar sombrío, como Is 24,23; Jr 15,9 o Miq 3,7. Con vocabulario diverso, creo que la invitación apunta a tres momentos de la vida de Moisés: en la vocación (Éx 3,6), en los encuentros personales con el Señor (Éx 33,8 y 34,29-33), cuando volvía radiante. El privilegio de Moisés se ofrece hoy a cualquiera: quien "contemple" a Dios, en el templo o en la oración, saldrá "radiante", no estará "sombrío" por el fracaso. Se podría tomar este verso como lema de la oración contemplativa.

34,7 Simple secuencia personalizada: clamar - escuchar - salvar.

34,8 "Acampar protegiendo" puede pertenecer al lenguaje militar. Implica que el "ángel del Señor", como capitán, dispone un escuadrón que rodea. Resuenan relatos de Éx y Nm.

34,9-11 Creo encontrar cierta coherencia temática en estos tres versos: "gustar y pasar hambre", "carestía y bienes". Propongo una hipótesis de lectura: aun cuando "ricos y poderosos" (corregido) "pasen hambre", los "fieles consagrados" al Señor "no carecerán de nada"; más aún, participando en el banquete sagrado "gustarán la bondad del Señor". Los versos invierten el orden cronológico, y cabe una lectura más genérica.

34,9 Es un caso de "aplicación de sentidos". Los sentidos corporales se toman como símbolo de experiencia espiritual. Se selecciona la inmediatez no discursiva y la duración pausada. Una traducción corpórea sonaría: "saboread lo sabroso que es el Señor". El símbolo pasa al lenguaje espiritual.

34,10 "Respeto": o reverencia, sentido religioso. "Consagrados": compárese con Éx 18,6.

34,11 Véase el cántico de Ana 1 Sm 2,5.



TRANSPOSICIÓN CRISTIANA.

La primera carta de Pedro cita dos pasos del salmo; el gustar al Señor, vinculado al bautismo (2,2-3); y el bloque sapiencial en 3,10-12 exhortando a la concordia. Heb 6,2 recoge el símbolo del gusto espiritual. Y el tema del quedar radiantes domina el comentario de 2 Cor 3,7-18.


Evangelio. Mateo 19,27-29


  27 Intervino entonces Pedro:
                   - Pues mira, nosotros ya lo hemos dejado todo y te hemos seguido. En vista de eso, ¿qué nos va a tocar?
                   28 Jesús les dijo:
                   - Os aseguro que cuando llegue el mundo nuevo y el Hombre se siente en su trono de gloria, también vosotros, los que me habéis seguido, os sentaréis en doce tronos para juzgar a las doce tribus de Israel.
29 Y todo aquel que por causa mía ha dejado casa, o hermanos o hermanas, o padre o madre, o hijos o tierras, recibirá cien veces más y heredará vida definitiva.

EXPLICACIÓN.


Pedro pide seguridades concretas (27). El mundo nuevo comienza con la resurrección de Jesús; se siente en su trono de gloria (cf. 26,64). El Israel mesiánico (los Doce), con su seguimiento de Jesús, hará que, por contraste, el antiguo Israel, que rechaza el Mesías, quede juzgado y condenado. La renuncia a los bienes (29) no desembocará en la miseria, sino en una abundancia centuplicada (5,5).

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