viernes, marzo 01, 2019

LECTURAS DEL DOMINGO 10 DE MARZO DEL 2019

Primera Lectura. Deuteronomio 26,4-10

4El sacerdote agarrará de tu mano la cesta, la pondrá ante el altar del Señr, tu Dios, 5y tú recitarás ante el Señor, tu Dios: "mi padre era un arameo errante: bajó a Egipto y residió allí con unos pocos hombres; allí se hizo un pueblo grande, fuerte y numeroso. 6Los egipcios nos maltrataron y nos humillaron, y nos impusieron dura esclavitud. 7Gritamos al Señor, Dios de nuestros padres, y el Señor escuchó nuestra voz; vio nuestra miseria, nuestros trabajos, nuestra opresión. 8El Señor nos sacó de Egipto con mano fuerte, con brazo extendido, con terribles portentos, con signos y prodigios, 9y nos trajo a este lugar y nos dio esta tierra, una tierra que mana leche y miel. 10Por eso traigo aquí con las primicias de los frutos del suelo que me diste, Señor". Y lo depositarás ante el Señor, tu Dios; te postrarás ante el Señor, tu Dios,

Explicación.

26,5-10 En otras culturas la ofrenda de las primicias, como fiesta agraria, incluiría la recitación de un mito de fecundidad, p. ej. la bajada del dios a lo profundo de la tierra y su retorno. Israel no recita un mito, sino una historia. El "credo" está desarrollado en un movimiento alterno de aflicción y salvación: errante - gran pueblo - oprimido - liberado.

26,5 Se refiere a Jacob, según los relatos del Gn. Errante significa una condición de desamparo y riesgo.

Pueblo grande es fórmula de la promesa hecha a Abrán (Gn 12,2).

26,7 Dios de nuestros padres: el mismo que eligió a los patriarcas; no es un dios nuevo (Ex 3,16).

26,8-9 Los verbos salir y entrar, sacar e introducir, articulan la liberación en sus dos momentos fundamentales. Otros esquemas interponen el desierto.

Salmo. 91,1-2.10-15

1Tú, que habitas al amparo del Altísimo
y te hospedas a la sombra del Omnipotente, 
2di al Señor: «Refugio mío, alcázar mío,
Dios mío, confío en ti».
10No se te acercará la desgracia
ni la plaga llegará hasta tu tienda;
11 porque a sus ángeles ha dado órdenes 
para que te guarden en tus caminos. 
12Te llevarán en sus palmas
para que tu pie no tropiece en la piedra. 
13Caminarás sobre leones y víboras, 
pisotearás cachorros y dragones.
14Porque me quiere, lo pondré a salvo,
lo pondré en alto porque conoce mi nombre. 
15Cuando me llame le responderé,
estaré con él en el peligro,
lo defenderé y lo honraré.
Explicación.
91,1-2 La sintaxis hebrea es extraña. Una alternativa al vocativo es leer el participio como figura típica: "Quien habita". Cuatro nombres divinos se aprietan en dos versos: Altísimo (Gn 14; en el salterio 21 veces), Todopoderoso, traducción acostumbrada (favorito de Job), Yhwh (9a), Dios mío, que coloca a Yhwh en la categoría de los dioses personales. La cuaterna del Único contrasta las cuaternas hostiles que van a sobrevenir.
91,10 La ''tienda'' es correlativa de la "morada"; figura en expresiones de tipo proverbial: Prov 14,11; en contraste, Job 18,6.14s.
91,11 "Ángeles": en singular Ex 23,20; 32,34; 33,2; Sal 34,8.
91,12 Lo que se dice "llevar en palmitas".
91,13 También en el Enuma Elis encontramos la presencia de animales semejantes, reales y fantásticos. 
91,14-16 El oráculo enuncia las relaciones mutuas de Dios con el orante. Para Dios siete verbos, para el hombre tres. En el centro de la serie y sin verbo, la fórmula escueta "Yo con él". El hombre: "quiere" con amor afectuoso; "conoce" y reconoce el nombre y con él lo invoca. Dios: acciones específicas son: "honrar", caso raro que Dios honre al hombre (1 Sm 2,30; Is 60,13); "hacer disfrutar". La última palabra del salmo es "mi salvación".
Transposición cristiana.
 El tentador cita 11-12 para apoyar su propuesta: Mt 4,5s; Lc 4,9-11; lo demoníaco se hace insinuante, se despoja de lo terrorífico. Pedro escoge una de las máscaras y la identifica: 1 Pe 5,8-10.

Segunda Lectura. Romanos 10,8-13

8¿Qué dice entonces? Esto: "A tu alcance está la palabra, en tus labios y en tu corazón" (Dt 30,14); la palabra, es decir, la fe que proclamamos. 9Porque si tus labios profesan que Jesús es Señor y crees de corazón que Dios lo resucitó de la muerte, te salvarás. 10La fe interior obtiene la rehabilitación y la profesión pública obtiene la salvación, 11pues dice la Escritura: "Ninguno que crea en él quedará defraudado" (Is 28,16). 12Y ya no hay distinción entre judío y griego, porque uno mismo es el Señor de todos, generoso con todos lo que lo invocan; 13porque "todo el que invoca el nombre del Señor se salvará" (Jl 3,5).

Explicación.

La nueva palabra es la profesión de fe, que nace del corazón (Dt 30,12-14). La fe, que es entrega a Dios en la adhesión a Jesús Mesías, obtiene la rehabilitación. La profesión pública, que es una ruptura con el pasado y un compromiso de acción, obtiene vida (Espíritu) y salvación (Is 28,16; Jl 3,5) (10-13). 

Evangelio. Lucas 4,1-13


4 1 Jesús, lleno de Espíritu Santo, regresó del Jordán, y el Espíritu lo fue llevando por el desierto
2 durante cuarenta días, mientras el diablo lo tentaba. Todo aquel tiempo estuvo sin comer y al final sintió hambre.
3 El diablo le dijo:
-Si eres Hijo de Dios, dile a esta piedra que se convierta en pan.
4 Jesús le contestó:
-Está escrito que "no sólo de pan vivirá el hombre".
5 Después, llevándolo a lo alto, el diablo le mostró en un instante todos los reinos del mundo
6 y le dijo:
-Te daré toda esta autoridad y su gloria, porque me la han dado a mí y yo la doy a quien quiero;
7 si tú me rindes homenaje, será toda tuya.
8 Jesús le contestó:
-Está escrito: "Al Señor tu Dios rendirás homenaje y a él solo prestarás servicio".
9 Entonces le condujo a Jerusalén, lo puso en el alero del templo y le dijo:
-Si eres Hijo de Dios, tírate de aquí abajo,
10 porque está escrito: "Dará órdenes a sus ángeles para que te guarden",
11 y también: "Te llevarán en volandas, para que tu pie no tropiece con piedras".
12 Le contestó Jesús:
-Está mandado: "No tentarás al Señor tu Dios".
13 Acabadas todas sus tentaciones, el diablo se alejó de él por un tiempo.

EXPLICACIÓN.

La mención del Espíritu y la del Jordán ponen a las tentaciones en estrecha conexión con el bautismo. Las tentaciones descubren por contraste las opciones incluidas en el compromiso de Jesús, quien muestra su fidelidad a ellas. El Enemigo, el diablo, personifica la oposición implacable al plan salvador, que intenta desviar a Jesús de su programa mesiánico, (1s). Cuarenta días, se reducen a escala individual los 40 años del camino de Israel hacia la tierra prometida; representan el tiempo de la actividad de Jesús; éste comienza el nuevo éxodo (el Espíritu lo fue llevando), que culminará con su muerte (9,31); en el relato evangélico, "el diablo", estará representado por actores humanos (cf. 4,34.41). Lc no utiliza el término religioso "ayuno", sino la frase neutra estuvo sin comer; hambre,deseo de manifestar su absoluta fidelidad a los hombres y al Padre; su alimento es la entrega total (cf. 22,8.15).

Primera tentación. Hijo de Dios (3), alusión a la voz del cielo (3,22); tentación: que el Mesías utilice su poder para calmar su hambre, es decir, para renunciar a su entrega, evitando la muerte. Respuesta (4), Dt 8,3 (más breve que en Mt 4,4): no es el pan que se obtiene el único que da vida al hombre (vida física), es sobre todo el pan que se entrega (alusión a la eucaristía, 22,19), el don de la propia persona (vida definitiva).

Segunda tentación (tercera en Mt), presentada como visión. El mundo (5), el ámbito del reino de Dios (Sal 2,8s). No es Dios, sino el diablo, quien confiere el dominio y el poder (contra Dn 4,14; Jr 27,5; Sab 6,3; Job 36,7). Tentación: ofrece el imperio universal; quiere que Jesús se erija en Mesías político y dominador (6). Condición: reconocer por dios al enemigo del hombre, renegando del verdadero Dios (7). Respuesta (8), Dt 6,13: la ambición de dominio y gloria equivale a la idolatría. La salvación se efectuará por el servicio, no por el dominio (cf. 9,25).

Tercera tentación (segunda en Mt), en Jerusalén, en el templo (9, cf. 2,41-46, último episodio de la infancia; 9,31, punto de partida de su éxodo/muerte). Con la Escritura (Sal 91,11 y 12), el diablo incita a Jesús a cumplir una acción irresponsable, poniendo a prueba la fidelidad de Dios. Respuesta (12), Dt 6,16 (cf. Is 7,12): no se puede dudar de esa fidelidad (cf. Lc 23,46).

Las tres tentaciones las compendian todas (13), y Jesús las supera. La tentación culminará en el Monte de los Olivos. También los discípulos habrán de sufrirla (22,40.46). Por un tiempo: el diablo volverá a la carga (cf. 22,3.31).

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