PRIMERA LECTURA. Sabiduría 11,22 - 12,2.
2Por eso corriges poco a poco a los que caen,
les recuerdas su pecado y los reprendes,
Explicación.
12,2 El verso funciona como enlace. El caso de los cananeos es como una objeción preocupante al amor y la justicia de Dios. Pase que fueran castigados los egipcios opresores; pero ¿qué culpa tenían los cananeos para ser invadidos sin haber provocado?
SALMO. 145,1-2.8-11.13-14.
SEGUNDA LECTURA. 2 Tesalonicenses 1,11 - 2,2.
11Teniendo esto presente pedimos continuamente a nuestro Dios que os ponga a la altura de vuestra vocación y con su poder dé plena realidad a todo buen propósito y actividad de la fe; 12así glorificaréis a nuestro Señor Jesús y él a vosotros, con la generosidad de nuestro Dios y del Señor, Jesús Mesías.
2 1A propósito de la venida de nuestro Señor, Jesús Mesías, y de nuestra reunión con él, os rogamos, hermanos, 2que no perdáis fácilmente la cabeza ni os excitéis por supuestas revelaciones, dichos o cartas nuestras, como si afirmásemos que el día del Señor está encima.
EXPLICACIÓN.
Sigue la oración que va unida ordinariamente al exordio. El autor pide que la fe/adhesión a Jesús se traduzca realmente en obras (11); a nuestro Señor Jesús, el gr. ónoma, "nombre", está por la persona misma (12).
Opiniones exageradas sobre la inminencia del Día del Señor. El autor niega haber dado pie a tal creencia (1-2).
EVANGELIO. Lucas 19,1-10.
1 Entró en Jericó y empezó a atravesar la ciudad.
2 En esto, un hombre llamado Zaqueo, que era jefe de recaudadores y además rico,
3 trataba de distinguir quién era Jesús, pero la gente se lo impedía, porque era bajo de estatura.
4 Entonces se adelantó corriendo y, para verlo, se subió a una higuera, porque iba a pasar por allí.
5 Al llegar a aquel sitio, levantó Jesús la vista y le dijo:
- Zaqueo, baja en seguida, que hoy tengo que alojarme en tu casa.
6 Él bajó enseguida y lo recibió muy contento.
7 Al ver aquello, se pusieron todos a criticarlo diciendo:
-¡Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador!
8 Zaqueo se puso en pie y dirigiéndose al Señor le dijo:
- La mitad de mis bienes, Señor, se la doy a los pobres, y si a alguien he extorsionado dinero, se lo restituiré cuatro veces.
9 Jesús le contestó:
- Hoy ha llegado la salvación a esta casa, pues también él es hijo de Abrahán.
10 Porque el Hombre ha venido a buscar lo que estaba perdido y a salvarlo.
EXPLICACIÓN.
1-10. Jericó. Zaqueo, rico, al margen de la Ley (jefe de recaudadores, cf. 5,29-32), contrasta con el rico observante (18,18-23). Crítica a Jesús (7), ambiente de tendencia farisea (cf. 15,2).
El episodio ejemplifica cómo Jesús llama a los pecadores a la enmienda (5,32). La decisión de Zaqueo (8) sobrepasa con mucho lo prescrito en Lv 5,20-26 para resarcir el fraude. Es un ejemplo de enmienda, y ésta le obtiene la salvación (9). Cumple con creces lo exigido por Juan Bautista a los recaudadores (3,12s) y a los soldados paganos (3,14).
Jesús no le propone la renuncia a sus bienes ni lo invita a seguirlo (cf. 18,22). Relación con la parábola de la oveja perdida (10).
22Porque el mundo
entero es ante ti
como grano de arena
en la balanza,
como gota de rocío
mañanero que cae sobre la tierra.
23Pero te compadeces de todos, porque todo lo puedes,
23Pero te compadeces de todos, porque todo lo puedes,
cierras los ojos a
los pecados de los hombres para que se arrepientan.
24Amas a todos los seres y no aborreces nada de lo que has hecho;
si hubieras odiado alguna cosa, no la habrías creado.
24Amas a todos los seres y no aborreces nada de lo que has hecho;
si hubieras odiado alguna cosa, no la habrías creado.
25Y ¿cómo
subsistirían las cosas si tú no lo hubieses querido?
¿Cómo conservarían su existencia si tú no las hubieses llamado?
26Pero a todos perdonas, porque son tuyos, Señor, amigo de la vida.
12 1Todos
llevan tu soplo incorruptible. ¿Cómo conservarían su existencia si tú no las hubieses llamado?
26Pero a todos perdonas, porque son tuyos, Señor, amigo de la vida.
2Por eso corriges poco a poco a los que caen,
les recuerdas su pecado y los reprendes,
para que se
conviertan y crean en ti, Señor.
Explicación.
11,22 Is 40,15; Os 13,3
..
11,23 Extraordinaria afirmación: la omnipotencia causa o
razón de la compasión. Un poderoso es injusto porque ambiciona más poder,
porque teme perderlo, por codicia, por temor; es riguroso porque no ama al
imputado, porque teme que se le escape, porque debe rendir cuentas, porque ha
de atenerse a plazos, y aunque tenga buena voluntad, quizá no acierte. En cambio, Dios
tiene el poder supremo (vv. 17.23), no teme a nadie (12,,11), no ha de rendir
cuentas (12,12-13), ama a los imputados (11,24), tiene tiempo (11,21; 12,18), siempre
acierta (11,20). Quiere la conversión y da tiempo para ella. Véase la profesión litúrgica: Sal 86,15; 103,8; Nm 14,18.
11,26 Ez 33,11.
11,24-12,1 El amor
creador. La omnipotencia sola no explica adecuadamente la creación, entra
también la voluntad libre de Dios Sal 115,3. Nuestro autor habla de ese amor
inicial y previo, última razón de la existencia de los seres (como puede ser el
amor y deseo del hijo, aún no concebido, la razón de su existir), la omnipotencia viene a ser el ejecutor del deseo amoroso.
“Son de Dios” porque
“llevan su soplo”. Véanse 1,13-14 y 2,23-24. Gn 2,7; 6,3; Sal 104,29; Job
34,14-15; Ecl 12,7.12,2 El verso funciona como enlace. El caso de los cananeos es como una objeción preocupante al amor y la justicia de Dios. Pase que fueran castigados los egipcios opresores; pero ¿qué culpa tenían los cananeos para ser invadidos sin haber provocado?
SALMO. 145,1-2.8-11.13-14.
1Te ensalzaré,
Dios mío, mi Rey,
bendeciré tu nombre por siempre jamás.
2Todos los días te bendeciré
alabaré
tu nombre por siempre jamás. bendeciré tu nombre por siempre jamás.
2Todos los días te bendeciré
8EI Señor
es clemente y compasivo,
paciente y misericordioso.
paciente y misericordioso.
9EI Señor
es bueno con todos,
se compadece
de todas sus creaturas.
10Que
te alaben, Señor, todas tus creaturas,
que tus leales te bendigan,
que tus leales te bendigan,
11que proclamen
la gloria de tu reinado,
que cuenten tus hazañas,
que cuenten tus hazañas,
13Tu reinado
es un reinado eterno,
Explicación.
tu gobierno,
de generación en generación.
14EI Señor
sostiene a los que van a caer
y endereza a los que ya se doblan.
y endereza a los que ya se doblan.
145,1 "Ensalzar"
significa reconocer lo que es, no significa dar lo que falta; y se basa en el
simbolismo espacial de la altura: cfr. Sal 113. El título "mi rey" puede
polarizar gran parte del salmo.
145,2 "Siempre":
en el horizonte mundano del autor: cfr. Sal 30,13.
145,8 Gon
leve variante repite la fórmula litúrgica tradicional, cuyo lugar clásico es Ex
34,6.
145,9 Todo
cuanto Dios ha creado es objeto de su bondad y digno de su compasión o cariño: léase
Sab 11,24.
145,10 La
alabanza de todas las criaturas es el tema del salmo 148. De ellas se destaca
el grupo de los "leales" o vasallos.
145,11-13
Los versos centrales recogen el título inicial, "Rey mío" e insisten
en él. El salmo no piensa en un rey terreno ni en un territorio nacional con su
capital: acepta la situación que precede y sigue a la monarquía. En
compensación, se coloca en un reino más glorioso: divino, universal y perpetuo.
En este puesto falta el verso de la letra N. Las versiones antiguas suponen un
texto semejante al v. 17: "El Señor es de fiar en todas sus palabras, es leal
en todas sus acciones".
145,14 Comienzan
los participios, que fijan una acción o una serie transformándolas en atributo,
casi en título. Sobre el fondo del salmo 72, leamos esta serie como actividad propia
del rey. Los complementos rimados representan todo lo débil que necesita del apoyo
ajeno. Podemos extenderlo hasta la contingencia de las criaturas.
Trasposición
cristiana.
Puesto
en boca de Cristo y de la Iglesia, enriquece el sentido de los predicados que
el Hijo tributa al Padre y la Iglesia dedica a su rey, Jesucristo. SEGUNDA LECTURA. 2 Tesalonicenses 1,11 - 2,2.
11Teniendo esto presente pedimos continuamente a nuestro Dios que os ponga a la altura de vuestra vocación y con su poder dé plena realidad a todo buen propósito y actividad de la fe; 12así glorificaréis a nuestro Señor Jesús y él a vosotros, con la generosidad de nuestro Dios y del Señor, Jesús Mesías.
2 1A propósito de la venida de nuestro Señor, Jesús Mesías, y de nuestra reunión con él, os rogamos, hermanos, 2que no perdáis fácilmente la cabeza ni os excitéis por supuestas revelaciones, dichos o cartas nuestras, como si afirmásemos que el día del Señor está encima.
EXPLICACIÓN.
Sigue la oración que va unida ordinariamente al exordio. El autor pide que la fe/adhesión a Jesús se traduzca realmente en obras (11); a nuestro Señor Jesús, el gr. ónoma, "nombre", está por la persona misma (12).
Opiniones exageradas sobre la inminencia del Día del Señor. El autor niega haber dado pie a tal creencia (1-2).
EVANGELIO. Lucas 19,1-10.
1 Entró en Jericó y empezó a atravesar la ciudad.
2 En esto, un hombre llamado Zaqueo, que era jefe de recaudadores y además rico,
3 trataba de distinguir quién era Jesús, pero la gente se lo impedía, porque era bajo de estatura.
4 Entonces se adelantó corriendo y, para verlo, se subió a una higuera, porque iba a pasar por allí.
5 Al llegar a aquel sitio, levantó Jesús la vista y le dijo:
- Zaqueo, baja en seguida, que hoy tengo que alojarme en tu casa.
6 Él bajó enseguida y lo recibió muy contento.
7 Al ver aquello, se pusieron todos a criticarlo diciendo:
-¡Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador!
8 Zaqueo se puso en pie y dirigiéndose al Señor le dijo:
- La mitad de mis bienes, Señor, se la doy a los pobres, y si a alguien he extorsionado dinero, se lo restituiré cuatro veces.
9 Jesús le contestó:
- Hoy ha llegado la salvación a esta casa, pues también él es hijo de Abrahán.
10 Porque el Hombre ha venido a buscar lo que estaba perdido y a salvarlo.
EXPLICACIÓN.
1-10. Jericó. Zaqueo, rico, al margen de la Ley (jefe de recaudadores, cf. 5,29-32), contrasta con el rico observante (18,18-23). Crítica a Jesús (7), ambiente de tendencia farisea (cf. 15,2).
El episodio ejemplifica cómo Jesús llama a los pecadores a la enmienda (5,32). La decisión de Zaqueo (8) sobrepasa con mucho lo prescrito en Lv 5,20-26 para resarcir el fraude. Es un ejemplo de enmienda, y ésta le obtiene la salvación (9). Cumple con creces lo exigido por Juan Bautista a los recaudadores (3,12s) y a los soldados paganos (3,14).
Jesús no le propone la renuncia a sus bienes ni lo invita a seguirlo (cf. 18,22). Relación con la parábola de la oveja perdida (10).
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