PRIMERA LECTURA. Esther 4,12.14-16.
12Cuando Mardoqueo recibió la respuesta de Ester. 14Si ahora te niegas a hablar, la liberación y la ayuda les vendrán a los judíos de otra parte, pero tú y tu familia pereceréis. Quizá has subido al trono para esta ocasión.
15Entonces Ester envió esta respuesta a Mardoqueo:
16-Vete a reunir a todos los judíos que viven en Susa; ayunad por mí. no comáis ni bebáis durante tres días con sus noches. Yo y mis esclavas heramos lo mismo, y al acabar me presentaré ante el rey, incluso contra su orden. Si hay que morir, moriré.
Explicación.
4,11-14. La situación se agrava, y ello sirve para la tensión narrativa; pero sirve sobre todo para identificar a Ester con su pueblo en el peligro. Sería muy cómodo ayudar desde una posición segura, sin riesgos. Según la tradición bíblica (los hermanos de José, Moisés, David, el siervo del Señor), liberar es acto de solidaridad, que se realiza desde dentro, compartiendo el dolor y peligro de los demás israelitas. Y esto es lo que afirma, con vehemencia, con dureza, Mardoqueo. Sin estos versos faltaría mucho, algo esencial, a la dimensión humana del libro; y es justo que se diga en el diálogo de los dos personajes centrales.
Mardoqueo no niega el peligro indicado por Ester ni lo suaviza, lo extiende a la otra alternativa: si Ester se desentiende, caerá víctima de la común amenaza, su condición de reina no cancelará su condición de judia. Más aún, si Ester se distancia de su pueblo en el peligro, quedará distante y fuera en la liberación; porque la liberación vendrá -Mardoqueo lo sabe por su fe en el Señor-, y el hombre es sólo instrumento. Elección en Israel no es para el privilegio, sino para el servicio; si Ester ha sido elegida, lo ha sido precisamente para este momento decisivo. Es poco ser reina del imperio persa, es mucho ser liberadora del pueblo de Dios.
Como Asuero rechazó a Vasti desobediente y eligió "una mejor que ella", así Dios rechazará a Ester y escogerá a alguien mejor que ella en caso de no obedecer.
Mardoqueo es la conciencia lúcida de su pueblo, y su instrumento es la palabra.
4,15-16. No es que Ester se negase o se resistiese, simplemente informaba sobre la situación. El autor necesitaba una Ester plenamente consciente y responsable. Al pronunciar la última frase, Ester asume su verdadero papel.
El ayuno tiene obviamente carácter religioso -el autor evita en su libro explicitar el aspecto religioso-, y el autor griego aprovecha el momento para insertar dos plegaris que acompañen y expresen el sentido del ayuno.
SALMO. 138,1-3.7-8.
EVANGELIO. Mateo 7,7-12.
7 Pedid y se os dará, buscad y encontraréis, llamad y os abrirán; 8 porque todo el que pide recibe, el que busca encuentra y al que llama le abren.
9 O es que si uno de vosotros le pide su hijo pan, ¿le va a ofrecer una piedra? 10 O si le pide un pescado, ¿le va a ofrecer una serpiente? 11 Pues si vosotros, aun si sois malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más vuestro Padre del cielo se las dará a los que se las piden!
12 En resumen: Todo lo que querríais que hicieran los demás por vosotros, hacedlo vosotros por ellos, porque eso significan la Ley y los Profetas.
Explicación.
Confianza (7-11): ejemplos sobre el alimento: todo lo que contribuya a la vida de la comunidad será concedido por el Padre. La petición hace tomar conciencia de la propia necesidad y dispone a recibir los dones de Dios. De la Ley y los Profetas (12) deduce la norma de moralidad que ha de regir en la nueva sociedad humana. El amor requiere iniciativa más allá de la casuística.
12Cuando Mardoqueo recibió la respuesta de Ester. 14Si ahora te niegas a hablar, la liberación y la ayuda les vendrán a los judíos de otra parte, pero tú y tu familia pereceréis. Quizá has subido al trono para esta ocasión.
15Entonces Ester envió esta respuesta a Mardoqueo:
16-Vete a reunir a todos los judíos que viven en Susa; ayunad por mí. no comáis ni bebáis durante tres días con sus noches. Yo y mis esclavas heramos lo mismo, y al acabar me presentaré ante el rey, incluso contra su orden. Si hay que morir, moriré.
Explicación.
4,11-14. La situación se agrava, y ello sirve para la tensión narrativa; pero sirve sobre todo para identificar a Ester con su pueblo en el peligro. Sería muy cómodo ayudar desde una posición segura, sin riesgos. Según la tradición bíblica (los hermanos de José, Moisés, David, el siervo del Señor), liberar es acto de solidaridad, que se realiza desde dentro, compartiendo el dolor y peligro de los demás israelitas. Y esto es lo que afirma, con vehemencia, con dureza, Mardoqueo. Sin estos versos faltaría mucho, algo esencial, a la dimensión humana del libro; y es justo que se diga en el diálogo de los dos personajes centrales.
Mardoqueo no niega el peligro indicado por Ester ni lo suaviza, lo extiende a la otra alternativa: si Ester se desentiende, caerá víctima de la común amenaza, su condición de reina no cancelará su condición de judia. Más aún, si Ester se distancia de su pueblo en el peligro, quedará distante y fuera en la liberación; porque la liberación vendrá -Mardoqueo lo sabe por su fe en el Señor-, y el hombre es sólo instrumento. Elección en Israel no es para el privilegio, sino para el servicio; si Ester ha sido elegida, lo ha sido precisamente para este momento decisivo. Es poco ser reina del imperio persa, es mucho ser liberadora del pueblo de Dios.
Como Asuero rechazó a Vasti desobediente y eligió "una mejor que ella", así Dios rechazará a Ester y escogerá a alguien mejor que ella en caso de no obedecer.
Mardoqueo es la conciencia lúcida de su pueblo, y su instrumento es la palabra.
4,15-16. No es que Ester se negase o se resistiese, simplemente informaba sobre la situación. El autor necesitaba una Ester plenamente consciente y responsable. Al pronunciar la última frase, Ester asume su verdadero papel.
El ayuno tiene obviamente carácter religioso -el autor evita en su libro explicitar el aspecto religioso-, y el autor griego aprovecha el momento para insertar dos plegaris que acompañen y expresen el sentido del ayuno.
SALMO. 138,1-3.7-8.
1Te doy
gracias de todo corazón;
frente a los dioses tañeré para ti.
2Me postraré hacia tu santuario,
dando gracias a tu nombre,
frente a los dioses tañeré para ti.
2Me postraré hacia tu santuario,
dando gracias a tu nombre,
por tu
lealtad y tu fidelidad;
porque has
exaltado hasta el cielo tu promesa.
3Cuando te llamé me respondiste,
3Cuando te llamé me respondiste,
has
removido el vigor de mi aliento.
7Cuando
camino entre peligros, me das vida.
Contra la furia del enemigo extiendes la izquierda
y tu diestra me salva.
y tu diestra me salva.
8EI
Señor me completará sus favores.
Tu
lealtad, Señor, es eterna,
no
abandones la obra de tus manos.
Explicación.
138,1 "De
todo corazón": la frase convencional suena sincera en una situación de liberación
reciente. "Frente a los dioses": no la corte celeste, sino los extranjeros,
quizá los de Babilonia: véase Ex 20,3 con otra formulación.
138,2
La primera frase procede del Sal 5,8. El "templo" es centro de orientación
y define la posición del orante: 1 Re 8,31. 33.38.44.48. La última frase es
dudosa: corrijo como otros "nombre" en "cielos".
138,3
Manteniendo el texto hebreo, Dios incita al hombre internamente y le da fuerza:
compárese con Esd 1,5.
138,8
Este verso es lo mejor del salmo y una de las jaculatorias más bellas del salterio.
El primer verbo hebreo significa "completar', llevar a término, y su
sinónimo es "no abandonar', no dejar a medio hacer. Entre ambos sinónimos,
sustentándolos, se establece la "misericordia eterna" del Señor. Si
es eterna, no puede fallar, hará su tarea hasta el final. Lo ya hecho es
garantía de lo que falta.
Trasposición
cristiana.
El
último verso tiene una aplicación egregia a la vida cristiana: tensa entre una
salvación otorgada y una salvación por culminar. Muy semejante suena Flp 1,6. 7 Pedid y se os dará, buscad y encontraréis, llamad y os abrirán; 8 porque todo el que pide recibe, el que busca encuentra y al que llama le abren.
9 O es que si uno de vosotros le pide su hijo pan, ¿le va a ofrecer una piedra? 10 O si le pide un pescado, ¿le va a ofrecer una serpiente? 11 Pues si vosotros, aun si sois malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más vuestro Padre del cielo se las dará a los que se las piden!
12 En resumen: Todo lo que querríais que hicieran los demás por vosotros, hacedlo vosotros por ellos, porque eso significan la Ley y los Profetas.
Explicación.
Confianza (7-11): ejemplos sobre el alimento: todo lo que contribuya a la vida de la comunidad será concedido por el Padre. La petición hace tomar conciencia de la propia necesidad y dispone a recibir los dones de Dios. De la Ley y los Profetas (12) deduce la norma de moralidad que ha de regir en la nueva sociedad humana. El amor requiere iniciativa más allá de la casuística.
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