viernes, noviembre 01, 2019

LECTURAS DEL DOMINGO 24 DE NOVIEMBRE DEL 2019


PRIMERA LECTURA. 2 Samuel 5,1-3.


1Todas las tribus de Israel fueron a Hebrón a decirle a David:
2-Aquí nos tienes. Somos de la misma sangre. Ya antes, cuando todavía era Saúl nuestro rey, tú eras el verdadero general de Israel. El Señor te dijo: "Tú pastorearás a mi pueblo, Israel; tú serás jefe de Israel".
3Fueron, pues, a Hebrón todos los concejales de Israel para visitar al rey. El rey David hizo un pacto con ellos, en Hebrón, ante el Señor, y ellos ungieron a David rey de Israel.

Explicación.

Eliminados Abner e Isabaal, David atrae todas las esperanzas. La oposición de Israel a Judá queda cubierta por un sentimiento fuerte de hermandad. Lo que Abimelec decía a los de Siquén, para apoyar su candidatura real (Jue 9) lo confiesan a David las tribus. David no es un extranjero impuesto, y podrá librar a los suyos del poder extranjero.

Un oráculo del Señor confirma la experiencia de años mejores. Este oráculo emplea la tradicional imagen del jefe-pastor, que en el caso de David adquiere resonancias particulares (véase Sal 78,70-72).

El pacto entre rey y pueblo tiene algo de constitución: implica un juramento de lealtad mutua y contiene normalmente una serie de cláusulas. Los ancianos, como responsables de todo el pueblo, hacen de intermediarios en la unción.

Como vemos, David ha comenzado señalándose por sus cualidades en una serie de circunstancias militares, hacia fuera y hacia dentro; los acontecimientos muestran un día que David es el hombre que se necesita. Este modo de descubrir, reconocer, designar, es una elección de Dios. 

SALMO. 122,1-5.


1iQué alegría cuando me dijeron 

«Vamos a la casa del Señor». 
2Ya están pisando nuestros pies 
tus umbrales, Jerusalén.
3¡Jerusalén!, construida como ciudad 

bien unida y compacta,
4adonde suben las tribus, 

las tribus del Señor;
según la costumbre de Israel,
a dar gracias al nombre del Señor. 

5Allí reside el tribunal de justicia,

el tribunal del palacio de David. 


Explicación.


122 Género y situación. Canto a Jerusalén, extraído por etimología popular del material sonoro del nombre. Incluye una loa a la ciudad y una petición por ella. Forma grupo con 46, 48 Y 87. Unos peregrinos llegan a la ciudad, meta de su viaje físico y espiritual.
La paronomasia es un recurso de estilo que del sonido de los nombres propios saca significados; recurso querido y practicado por autores bíblicos, poetas y prosistas. El poeta toma el primer componente con el valor de "ciudad" yeru - 'iru. Es la Ciudad por excelencia: cfr. Ez 7,23; Sal 87,3. La segunda parte toma el valor obvio de paz: shalem - shalom. Otro recurso de estilo, que forma inclusión mayor y menor es la repetición: tres veces Jerusalén, casa, paz, Yhwh + Yh. 
122,1-2 Concentra los dos momentos extremos de la romería: el anuncio de la partida y la llegada, saltándose el viaje con su fatiga: cfr. Sal 84.
122,3-5 Predicados de la ciudad. Su trazado, con casas unidas formando calles; el templo donde se unen las tribus para alabar al Señor: cfr. Sal 65,2; la administración central de la justicia en un tribunal supremo. La imagen supone una nación unificada, con un centro religioso y político: ¿refleja una realidad. un recuerdo, una aspiración? Mucho depende de la datación del salmo. 
Transposición cristiana.

Creo que se han de leer sobre el fondo de este canto de peregrinación las palabras de Jesús al avistar la ciudad: Lc 18,41-44. El destino de Jerusalén lo recoge la Iglesia celestial según Ap: tronos 20,4.11-15; belleza 21,11-21; doce (puertas) 21,12-14; no templo 21 ,22s.  



SEGUNDA LECTURA. Colosenses 1,12-20.

12y dando gracias con alegría al Padre, que os ha capacitado para tener parte en la herencia de los consagrados, en la luz.
13Porque él nos libró del poder de las tinieblas,
                      trasladándonos al Reino de su Hijo querido,
                  14por quien obtenemos la redención,
                      el perdón de los pecados.
                  15Éste es imagen de Dios invisible,
                      nacido antes que toda criatura,
                  16pues por su medio se creó
                      el universo celeste y terrestre,
                      lo invisible y lo invisible,
                      ya sean majestades, señoríos,
                      soberanías o autoridades.
                   17Él es modelo y fin del universo creado,
                       él es antes que todo
                       y el universo tiene en él su consistencia.
                   18Él es también la cabeza del cuerpo,
                       que es la Iglesia.
                       Él es el principio,
                       el primero en nacer de la muerte,
                       para tener en todo la primacía,
                   19pues Dios, la Plenitud total,
                       quiso habitar en él.
                   20para por su medio reconciliar consigo el universo,
                       lo terrestre y lo celeste,
                       después de hacer la paz con su sangre
                       derramada en la cruz.

EXPLICACIÓN.

Esa salvación gratuita (herencia) está ya concedida por Dios; en la luz, en el reino de la luz (2 Cor 11,14). Gratitud (12). 

La salvación es un hecho. Empieza el himno de alabanza. La humanidad, dominada por las tinieblas (en oposición a "la luz", v. 12); el reino de su hijo querido, lit. "hijo de su amor" (cf. Ef 1,6), es la comunidad cristiana, donde se ejerce principalmente la acción del Mesías exaltado (13); él libera al hombre de su pasado pecador (Ef 1,7) y lo reconcilia con Dios (14).

                   Preeminencia de Jesús Mesías: él es el punto de referencia para conocer a Dios (imagen de Dios invisible) (15); nacido antes, "primogénito", que expresa la predilección divina; Israel era llamado "primogénito de Dios" (Éx 4,22; Jr 31,9) y de ahí el término se aplicó al Mesías, representante ideal del pueblo (cf. Heb 1,6). Como la figura de la Sabiduría en la literatura judía (cf. Prov 8,22-24.27; Sab 9,1), él está al principio de las obras de Dios, como modelo de su creación; él, además, marca la meta, la plenitud del hombre (modelo y fin). Pablo combate la creencia en mediadores cósmicos, (majestades, señoríos, etc.), propuesta a los colosenses por las doctrinas sincretistas (16). La consistencia del universo no está en su ser físico, sino en la cohesión que recibe de Cristo (17).

                 Relación particular de Cristo con la Iglesia, que depende de él de modo más inmediato y a la que comunica especialmente su influjo vital. Como cabeza de la iglesia, él es el principio, que será seguido de la nueva humanidad; el primero en levantarse de la muerte: toda obra del amor de Dios tiene como iniciador a Jesús (18). La Plenitud total (19): esta denominación divina (se explicita "Dios", según 2,9), pretende sin duda combatir la falsa plenitud que los adversarios pretendían alcanzar con la veneración de los seres supramundanos (cf. 2,9s). La presencia de Jesús Mesías es la de Dios mismo (v.15: "imagen"). La reconciliación con Dios presupone la paz entre los hombres (cf. Ef 2,13-16) (20).

EVANGELIO. Lucas 23,35-43.

35 El pueblo se había quedado observando. Los jefes, a su vez, comentaban con sorna: 
- A otros ha salvado; que se salve él si es el Mesías de Dios, el Elegido. 
36 También los soldados se burlaban de él; se acercaban y le ofrecían vinagre 
37 diciendo: 
- Si tu eres el rey de los judíos, sálvate. 
38 Además, tenía puesto un letrero: 

ESTE ES EL REY DE LOS JUDÍOS 

39 Uno de los malhechores crucificados lo insultaba: 
- ¿No eres tú el Mesías? Sálvate a ti y a nosotros. 
40 Pero el otro se lo reprochó: 
- Y tú, sufriendo la misma pena, ¿no tienes siquiera temor de Dios? 
41 Además, para nosotros es justa, nos dan nuestro merecido; éste, en cambio, no ha hecho nada malo. 
42 Y añadió: 
- Jesús, acuérdate de mí cuando vengas como rey. 
43 Jesús le respondió: 
- Te lo aseguro: Hoy estarás conmigo en el paraíso.  

Explicación.

Tres reacciones negativas: a) el pueblo (diverso de la "muchedumbre" del pueblo" de v.27), Israel, curiosidad burlona, como los mirones de 14,29. b) Los jefes, a su vez, ironizan (cf. 4,23: "Médico, cúrate tú"); no pueden concebir a un Mesías que muera ni a un Elegido (Is (42,1) al que Dios abandones (35): mantienen la idea del mesianismo triunfal. c) También los soldados se burlan (36): los ejecutores de la violencia del poder romano no pueden comprender a un rey que no hace nada por defenderse (37); el vinagre, símbolo del odio (Sal 69,22). También el letrero indica la irrisión (38: éste,colocado en el texto griego al final de la frase, despectivo). 

Reacción de los malhechores: Uno sigue el ejemplo de los dirigentes y los soldados: la impotencia de Jesús para salvarlos de la muerte muestra la falsedad de su pretensión mesiánica (39); en todas las burlas, la idea de salvación es la de escapar de la muerte física (cf. 9,24). El otro increpa a su compañero: aunque el suplicio sea el mismo, no va a serlo la sentencia definitiva que se aproxima (40). Se confiesa culpable y reconoce a Jesús inocente (41). La respuesta de Jesús sobrepasa toda su esperanza (42s): no un día indeterminado, sino hoy (cf. 2,11; 4,21; 5,26; 19,5.9); no sólo se acordará de él, sino que participará de su reino. El paraíso: el mundo futuro no está relegado al final de la historia; se inaugura con la muerte de Jesús.

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