lunes, enero 01, 2018

LECTURAS DEL LUNES 22 DE ENERO DEL 2018.


Primera Lectura: 2 Samuel 5,1-7.10.

David, rey de Israel (1 Cr 11,1-3; Sal 78,70-72).

1Todas las tribus de Israel fueron a Hebrón a decirle a David:
2-Aquí nos tienes. Somos de la misma sangre. Ya antes, cuando todavía era Saúl nuestro rey, tú eras el verdadero general de Israel. El Señor te dijo: "Tú pastorearás a mi pueblo, Israel; tú serás jefe de Israel".
3Fueron, pues, a Hebrón todos los concejales de Israel para visitar al rey. El rey David hizo un pacto con ellos, en Hebrón, ante el Señor, y ellos ungieron a David rey de Israel. 4Tenía treinta años cuando empezó a reinar, y reinó cuarenta años; 5en Hebrón reinó sobre Judá siete años y medio, y en Jerusalén reinó treinta y tres años sobre Israel y Judá.

Conquista de Jerusalén (1 Cr 11,4-8; 14,1-7).

6El rey y sus hombres marcharon sobre Jerusalén, contra los jebuseos que habitaban el país.
Los jebuseos dijeron a David:
-No entrarás aquí. Te rechazarán los ciegos y los cojos. (Era una manera de decir que David no entraría).
7Pero David conquistó el alcázar de Sión, o sea, la llamada Ciudad de David.
10David iba creciendo en poderío y el Señor de los ejércitos estaba con él.

Explicación.

5,1-5 Eliminados Abner e Isbaal, David atrae todas las esperanzas. La oposición de Israel a Judá queda cubierta por un sentimiento más fuerte de hermandad. Lo que Abimelec decía a los de Siquén, para apoyar su candidatura real (Jue 9) lo confiesan a David las tribus. David no es un extrajnero impuesto, y podrá librar a los suyos del poder extranjero.

Un oráculo del Señor confirma la experiencia de años mejores. Este oráculo emplea  la tradicional imagen del jefe-pastor, que en el caso de David adquiere resonancias particulares (véase Sal 78,70-72).

El pacto entre rey y pueblo tiene algo de constitución: implica un juramento de lealtad mutua y contiene normalmente una serie de cláusulas. Los ancianos, como responsables de todo el pueblo, hacen de intermediarios en la unción.

Como vemos, David ha comenzado señalándose por sus cualidades en una serie de circunstancias militares, hacia fuera y hacia dentro; los acontecimientos muestran un día que David es el hombre que se necesita. Este modo de descubrir, reconocer, designar, es una elección de Dios. Los oráculos no son operaciones milagrosas. Es curioso que estos oráculos se recuerden más tarde, a la luz de los acontecimientos: 3,10 (Abner), 3,18 (Abner), 5,2.

5,7 La conquista de Jerusalén y su establecimiento como capital del reino sucedió ciertamente después de la victoria definitiva sobre los filisteos; probablemente después de otras campañas exteriores. El autor tiene mucho interés teológico en juntar la elección de David rey y la de Jerusalén capital. En adelante van a formar una fuerte unidad, como nueva elección del Señor y aranque de una nueva etapa histórica. En este sentido es justo poner los dos hechos juntos en el arranque de la narración. La intención teológica impera sobre la cronológica.

Salmo. 89,20-22.25-26.


20Un día hablaste en visión
declarando a tus leales:
«He ceñido la diadema a un valiente,
he exaltado a un soldado de la tropa». 
21Encontré en David un siervo
y lo he ungido con óleo sagrado. 
22Mi mano estará firme con él
y mi brazo lo hará esforzado. 
25Mi fidelidad y lealtad lo acompañarán, 
en mi nombre se alzará su cuerno. 
26Extenderé su izquierda hasta el Mar 
y su derecha hasta Los Ríos.


 Explicación.



89,20a Tanto 2 Sm 7,17 como la variante de 1 Cr 17,15 hablan de una visión que se comunica a David. "Leales": varios manuscritos leen en singular "leal": ¿Natán o David?
89,20b El primer complemento es de dudosa interpretación. a) Como "auxilio", referido a la pelea de David con Goliat. b) Como "mozo", referido a la preferencia de David sobre Saúl. e) Corregido en "diadema".
89,21 De la unción sagrada se sigue el título de Ungido.
89,22 "Esforzado": con frecuencia usado para jefes: Is 41,10; Sal 80,18. 
89,25 Dios le ofrece su propia escolta. El singular "cuerno" responde al plural del v. 18.
89,26 Límites del dominio de un soberano sobre reinos vasallos: 1 Re 5,1; Zac 9,10; Miq 7,11. 
Transposición cristiana.
 Ya durante la economía antigua se leyó el salmo en clave mesiánica, y así lo han leído los cristianos. Parte del v. 21 se cita en Hch 13,22; 28b se cita en Ap 1,5. Más importantes son las relaciones temáticas: el título de Mesías, la unción, la relación Hijo / Padre, el título de primogénito (Rom 8,29; Col 1,15.18 Ap 1,5; Heb 1,6). Y para meditar el tema de la fidelidad, tenemos Rom 1,5.8; 2 Tim 2,11-13.  

Evangelio. Marcos 3,22-30.

Reacción oficial. Los letrados de Jerusalén. Respuesta de Jesús (Mt 12,22-32; Lc 11,14-23; 12,10)


22Los letrados que habían bajado de Jerusalén iban diciendo:
-Tiene dentro a Belcebú. 
Y también:
-Expulsa los demonios con poder del jefe de los demonios.
23Él los convocó y, usando comparaciones, les dljo:
¿ Cómo puede Satanás expulsar a Satanás? 24Si un reino se divide internamente, ese reino no puede seguir en pie; 25 y si una familia se divide internamente, no podrá esa familia seguir en pie. 26Entonces, si Satanás se ha levantado contra sí mismo y se ha dividido, no puede tenerse en pie, le ha llegado su fin.
27Pero no, nadie puede meterse en la casa del fuerte y saquear sus bienes si primero no ata al fuerte; entonces podrá saquear su casa.
28Os aseguro que todo se perdonará a los hombres, las ofensas y, en particular, los insultos, por muchos que sean; 29pero quien insulte al Espíritu Santo no tiene perdón jamás; no, es reo de una ofensa definitiva.
30Es que iban diciendo:

-Tiene dentro un espíritu inmundo. 

Explicación.

(3,22-30): También las autoridades centrales quieren neutralizar el peligro que representa Jesús para la institución. Unos letrados (maestros de la ideología oficial), llegados de Jerusalén, lo difaman, acusándolo de magia (ser agente del jefe de los demonios); afirman, por tanto, que liberar de la sumisión a la doctrina oficial (expulsar demonios), como hace Jesús, es un mal, y que Jesús es un enemigo de Dios (agente del diablo) (22). Aunque eludían el encuentro, Jesús los convoca, mostrando así su autoridad sobre los enemigos del reino de Dios (23). Les demuestra lo absurdo de su acusación: Satanás (figura del poder y de la ambición de poder) no dará nunca verdadera libertad al hombre, sería destruirse a sí mismo (24-26). Al rebatirles la acusación, muestra Jesús que son ellos los que están de parte de Satanás (el poder) y contra la libertad del hombre. El fuerte (27), figura satánica de poder, representa la institución judía; su casa, el ámbito de su dominio; Jesús pretende sacar al pueblo (sus bienes) del dominio de la institución, anulando el influjo de ésta (atar/o), ejercido mediante la doctrina. Afirmación solemne y grave: todo puede ser perdonado (28) excepto el insulto al Espíritu Santo (29), la mala fe, mostrada aquí al atribuir al espíritu inmundo (30) la liberación que efectúa el Espíritu de Dios (los letrados conocían bien la historia de Israel, que tuvo principio con la liberación de Egipto, y los escritos proféticos, d. Is 1,17; 58,6s; 61,1; J r 21,11 s; 22, 15s; Ez 34,2-4; Sal 72,4.12-14).  

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