PRIMERA LECTURA. Romanos 6,19-23.
19(hablo en términos humanos, por lo flojos que estáis). Me explico: igual que antes cedisteis vuestro cuerpo como esclavo a la inmoralidad y al desorden para el desorden total, cedelo ahora a la honradez, para vuestra consagración.
20Es un hecho que, cuando erais esclavos del pecado, la honradez no os gobernaba. 21Y ¿qué salíais ganando entonces de aquello, que ahora reconocéis funesto? Porque eso lleva a la muerte. 22Ahora, en cambio, emancipados del pecado y entrados al servIcio de Dios, os vais ganando una consagración que lleva a vida eterna. 23Porque el pecado paga con muerte, mientras Dios regala vida eterna por medio del Mesías Jesús Señor nuestro.
EXPLICACIÓN.
Desarrolla exhortando, pero con una metáfora extremadamente impropia para la nueva realidad, pues ésta no es una nueva esclavitud, sino una liberació (17-19). Compara la vida anterior con la presente (20-22). Resumen: pecado-muerte, relación de causa a efecto. Dios no conoce determinismos: vida y libertad (22).
SALMO. 1,1-4.6.
(Jr 17,5-8; Prov 4,10-19)
1. Dichoso el hombre que no camina aconsejado por los malvados
y en el camino de pecadores no se detiene
y en la sesión de los cínicos no toma asiento;
2. sino que su tarea es la ley del Señor
y medita su ley día y noche.
3. Será como un árbol plantado junto a acequias,
que da fruto en su sazón
y su follaje no se marchita.
Cuanto hace prospera.
4. No así los malvados
serán como tamo que arrebata el viento.
6. Porque el Señor se ocupa
del camino de los justos,
pero el camino de los malvados se extravía.
Explicación.
1. Es como un pórtico colocado cuando se completan las colecciones de salmos. Comienza con la primera letra del alfabeto hebreo , y recibe al orante anunciando una “bienaventuranza”, ofrecida a quien se aparta del mal, de los malos, y… “practica el bien”; el autor contrapone otra actividad. Por medio de la “meditación” asimilar la tôrâ, o ley, o voluntad divina hecha palabra y ya codificada. Del mundo sapiencial salta el autor tardío a la Ley. Ésta es como un caudal perenne de aguas, que se comunica por la meditación y confiere al hombre una vitalidad vegetal inmarcesible (Sal 92,13s), éxito en sus empresas. Mientras que los malos son sequedad, esterilidad, presa del viento. La elección y conducta libre y responsable del hombre revelará su valor en el desenlace definitivo, en un juicio escatológico. Hay que notar las dos asimetrías: malvados / meditador, el Señor se ocupa / el camino se extravía. Paralelos en Jos; Sal 37,31;40; Jr 17, 5-8.
1,1 Hay veintiséis bienaventuranzas o felicitaciones en el salterio, ocho en Proverbios. Apunta un proceso en tres tiempos: caminar, detenerse, sentarse. Los “cínicos” se burlan de los buenos y de sus valores: Prov 3,34; 21,24; 24,9…
1,2 Sobre la meditación en el salterio: 35,28; 37,30; 49,4; 63,7; 71,24; desborda la simple recitación.
1,4 La comparación del tamo es tópica: p. ej. Is 17,13; 29,5; 41,15s; Job 21,18.
Para una transposición cristiana hay que partir de la declaración de Jesús: “Yo soy el camino”. A la meditación de la ley sucede la de los misterios de la vida.
EVANGELIO. Lucas 12,49-53.
49 Fuego he venido a lanzar a la tierra, y ¡qué más quiero si ya ha prendido!
50 Pero tengo que ser sumergido por las aguas y no veo la hora de que eso se cumpla.
51 ¿Pensáis que he venido a traer paz a la tierra? Os digo que paz no, sino división.
52 Porque, de ahora en adelante, una familia de cinco estará dividida: tres contra dos y dos contra tres;
53 se dividirá padre contra hijo e hijo contra padre, madre contra hija, e hija contra madre, la suegra contra su nuera y la nuera contra la suegra.
EXPLICACIÓN.
Colofón de la primera secuencia. Jesús trae fuego a la tierra, pero no un fuego destructor ni de juicio (contra la expectación de Juan Bautista, cf. 3,9.16.17); fuego es el mismo Espíritu (cf. Hch 2,3), fuerza de vida que él infunde en la historia y que causa división entre los hombres (49). Reacción de la sociedad; darle muerte (ser sumergido por las aguas); él desea llevar a término su obra con la plena efusión del Espíritu, que será fruto de su muerte (23,46) (50). El juicio lo hace la actividad misma que la persona adopte ante el mensaje. Se rompe así la falsa paz del orden establecido (cf. Miq 7,6). Los vínculos que crea la adhesión a Jesús son más fuertes que los de sangre (cf. 8,19-21) (51-53).
19(hablo en términos humanos, por lo flojos que estáis). Me explico: igual que antes cedisteis vuestro cuerpo como esclavo a la inmoralidad y al desorden para el desorden total, cedelo ahora a la honradez, para vuestra consagración.
20Es un hecho que, cuando erais esclavos del pecado, la honradez no os gobernaba. 21Y ¿qué salíais ganando entonces de aquello, que ahora reconocéis funesto? Porque eso lleva a la muerte. 22Ahora, en cambio, emancipados del pecado y entrados al servIcio de Dios, os vais ganando una consagración que lleva a vida eterna. 23Porque el pecado paga con muerte, mientras Dios regala vida eterna por medio del Mesías Jesús Señor nuestro.
EXPLICACIÓN.
Desarrolla exhortando, pero con una metáfora extremadamente impropia para la nueva realidad, pues ésta no es una nueva esclavitud, sino una liberació (17-19). Compara la vida anterior con la presente (20-22). Resumen: pecado-muerte, relación de causa a efecto. Dios no conoce determinismos: vida y libertad (22).
SALMO. 1,1-4.6.
(Jr 17,5-8; Prov 4,10-19)
1. Dichoso el hombre que no camina aconsejado por los malvados
y en el camino de pecadores no se detiene
y en la sesión de los cínicos no toma asiento;
2. sino que su tarea es la ley del Señor
y medita su ley día y noche.
3. Será como un árbol plantado junto a acequias,
que da fruto en su sazón
y su follaje no se marchita.
Cuanto hace prospera.
4. No así los malvados
serán como tamo que arrebata el viento.
6. Porque el Señor se ocupa
del camino de los justos,
pero el camino de los malvados se extravía.
Explicación.
1. Es como un pórtico colocado cuando se completan las colecciones de salmos. Comienza con la primera letra del alfabeto hebreo , y recibe al orante anunciando una “bienaventuranza”, ofrecida a quien se aparta del mal, de los malos, y… “practica el bien”; el autor contrapone otra actividad. Por medio de la “meditación” asimilar la tôrâ, o ley, o voluntad divina hecha palabra y ya codificada. Del mundo sapiencial salta el autor tardío a la Ley. Ésta es como un caudal perenne de aguas, que se comunica por la meditación y confiere al hombre una vitalidad vegetal inmarcesible (Sal 92,13s), éxito en sus empresas. Mientras que los malos son sequedad, esterilidad, presa del viento. La elección y conducta libre y responsable del hombre revelará su valor en el desenlace definitivo, en un juicio escatológico. Hay que notar las dos asimetrías: malvados / meditador, el Señor se ocupa / el camino se extravía. Paralelos en Jos; Sal 37,31;40; Jr 17, 5-8.
1,1 Hay veintiséis bienaventuranzas o felicitaciones en el salterio, ocho en Proverbios. Apunta un proceso en tres tiempos: caminar, detenerse, sentarse. Los “cínicos” se burlan de los buenos y de sus valores: Prov 3,34; 21,24; 24,9…
1,2 Sobre la meditación en el salterio: 35,28; 37,30; 49,4; 63,7; 71,24; desborda la simple recitación.
1,4 La comparación del tamo es tópica: p. ej. Is 17,13; 29,5; 41,15s; Job 21,18.
Para una transposición cristiana hay que partir de la declaración de Jesús: “Yo soy el camino”. A la meditación de la ley sucede la de los misterios de la vida.
EVANGELIO. Lucas 12,49-53.
49 Fuego he venido a lanzar a la tierra, y ¡qué más quiero si ya ha prendido!
50 Pero tengo que ser sumergido por las aguas y no veo la hora de que eso se cumpla.
51 ¿Pensáis que he venido a traer paz a la tierra? Os digo que paz no, sino división.
52 Porque, de ahora en adelante, una familia de cinco estará dividida: tres contra dos y dos contra tres;
53 se dividirá padre contra hijo e hijo contra padre, madre contra hija, e hija contra madre, la suegra contra su nuera y la nuera contra la suegra.
EXPLICACIÓN.
Colofón de la primera secuencia. Jesús trae fuego a la tierra, pero no un fuego destructor ni de juicio (contra la expectación de Juan Bautista, cf. 3,9.16.17); fuego es el mismo Espíritu (cf. Hch 2,3), fuerza de vida que él infunde en la historia y que causa división entre los hombres (49). Reacción de la sociedad; darle muerte (ser sumergido por las aguas); él desea llevar a término su obra con la plena efusión del Espíritu, que será fruto de su muerte (23,46) (50). El juicio lo hace la actividad misma que la persona adopte ante el mensaje. Se rompe así la falsa paz del orden establecido (cf. Miq 7,6). Los vínculos que crea la adhesión a Jesús son más fuertes que los de sangre (cf. 8,19-21) (51-53).
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