sábado, noviembre 01, 2014

LECTURAS DEL DOMINGO 23 DE NOVIEMBRE DEL 2014.

Primera Lectura. Ezequiel 34,11-12.15-17.

11Así dice el Señor:
Yo mismo en persona buscaré mis ovejas
siguiendo su rastro.
12Como sigue el pastor el rastro de su rebaño
cuando las ovejas se le dispersan,
así seguiré yo el rastro de mis ovejas
y las libraré sacándolas
de todos los lugares
por donde se desperdigaron
un día de oscuridad y nubarrones.
15Yo mismo apacentaré mis ovejas,
yo mismo las haré sestear
-oráculo del Señor-.
16Buscaré las ovejas perdidas,
recogeré las descarriadas;
vendaré a las heridas,
curaré a las enfermas:
a las gordas y fuertes las guardaré
y las apacentaré como es debido.
17Y a vosotras, mis ovejas, esto dice el Señor:
Voy a juzgar el pleito de mis ovejas:
¡carneros y machos cabríos!

Explicación.

34,11-16 El Señor cumple personalmente las tareas de pastor en un momento crítico para el rebaño. En las etapas de esta acción se puede descubrir el esquema clásico del éxodo transportado ala vuelta del destierro: reunir -sacar - llevar; llegadas a la tierra, terminan los cuidados extraordinarios y comienzan las tareas ordinarias del pastor, supliendo lo que no hicieron los malos pastores. Aun en el destierro se siguen llamando "mis ovejas" (catorce veces).

34,17 Ya no se trata de los pastores, sino de individuos del gran rebaño: carneros y machos cabríos desempeñan el papel de malos. 

Salmo. 23,1-3.5-6.

Ez 34; Jn 10

1 El Señor es mi pastor: nada me falta.
2 En verdes praderas me hace recostar,
me conduce hacia fuentes tranquilas
3 y repara mis fuerzas;
me guía por senderos oportunos
como pide su título.
5 Me pones delante una mesa
frente a mis enemigos.
Me unges con perfume la cabeza,
mi cabeza rebosa.
6 Tu bondad y lealtad me escoltan
todos los días de mi vida;
y habitaré en la casa del Señor
por días sin término.

Explicación.


23. Este salmo es uno de los favoritos del salterio: por la tradición de David pastor y por la culminación en la imagen del Buen Pastor. También por su sencillez y riqueza: en dos imágenes o escenas de conjunto comprime un número inesperado de símbolos elementales. Las imágenes son dos: el pastor en 1-4, el anfitrión en 5-6. El verso central, 4b, se une a lo que precede por la imagen, a lo que sigue por la aparición de la segunda persona.

La imagen del pastor está desarrollada con realismo y concreción, por medio de rasgos breves que evocan la escena. Hay que dejarse conducir por la imaginación, sin espiritualizar: el césped verde con una fuente, para tumbarse, reposar y recobrar fuerzas; las roderas del camino, la cañada al oscurecer, la vara que encamina con un toque y el callado que golpea rítmica y sonoramente el suelo. La imagen suelda dos planos de significado en una arista común, desde la cual se dominan ambas vertientes en mirada simultánea. Lo dicho de las ovejas vale del hombre; lo personal se adelanta a primer plano en el "tú vas conmigo".

La imagen libera varios símbolos, arquetípicos o culturales. La imagen del pastoreo se inscribe en las relaciones del hombre con los animales, dominados y domésticos. El verde aplaca los ojos, revela a la tierra materna y acogedora. El agua quita la sed y suscita energía vital. El caminar es experiencia radical. La oscuridad evoca miedos infantiles y temores no aclarados; en ella se siente con más fuerza la presencia amiga. La potencia simbólica de estos rasgos no se agota en la primera lectura.

La imagen del huésped. En la cultura nomádica es fundamental la hospitalidad. Podemos imaginar un fugitivo de su clan que pide asilo. El jeque lo acoge en su tienda, le ofrece protección, comida y bebida, ungüentos aromáticos. Al observar la escena los enemigos perseguidores se detienen en la puerta o cortina: el jeque lo protege. Cuando ha terminado, el jeque le ofrece una escolta que lo acompañe en el camino hasta casa, que es la casa del Señor. Esta parte añade los símbolos de comer y beber.

Las tradiciones del éxodo nos dan una clave para comprender la unidad de las dos imágenes: el Señor guía a su pueblo por el desierto como a un rebaño, buscándole agua y comida y reposo. Cuando llegan a la tierra prometida, el Señor los recibe como anfitrión en su territorio: Éx 15,13; Sal 68,11; 77,21. Dos veces el poeta interrumpe el descanso con el camino, no lo contrario. ¿Toda la vida en camino o una morada final en el templo? El poema termina con una tensión no resuelta, como si una y otra vez se volviera a empezar.

23,1 Es frecuente la imagen de Dios pastor: Sal 78,52; 80,2; Is 40,10s; Jr 23,4.

23,3 El hebreo shem puede significar nombre, título, fama. Aquí encaja mejor lo segundo.

23,5 El uso de perfumes en los banquetes está atestiguado abundantemente.

23,6 "Bondad y lealtad" personificados como escolta.

TRANSPOSICIÓN CRISTIANA.

Jn 10,1-18 presenta a Jesús como el bueno o auténtico pastor (Ez 34). La primera carta de Pedro sintetiza en la imagen cristología con eclesiología: 2,25; 5,2-4. A partir de esos datos se puede conducir una reflexión sobre símbolos del salmo y sacramentos.

Segunda Lectura. 1 Corintios 15,20-26.28.

20Pero de hecho el Mesías ha resucitado de la muerte, como primer fruto de los que duermen, 21pues, si un hombre trajo la muerte, también un hombre trajo la resurrección de los muertos; 22es decir, lo mismo que por Adán todos mueren, así también por el Mesías todos recibirán la vida, 23aunque cada uno en su propio turno: como primer fruto, el Mesías; después, los del Mesías, el día de su venida; 24luego el fin, cuando entregue el reinado a Dios Padre, cuando haya aniquilado toda soberanía, auntoridad y poder. 25Porque su reinado tiene que durar hasta que ponga a todos sus enemigos bajo sus pies; 26como último enemigo aniquilará a la muerte:
28Y cuando el universo le quede sometido, entonces también el Hijo se sometará al que se lo sometió, y Dios lo será todo en todos.

Explicación.

Reafirma Pablo la resurrección del Mesías/Salvador, que así puede salvar también de la muerte (20). Desarrolla Pablo la visión teológica de la doble solidaridad del género humano (cf. Rom 5,12ss); solidaridad para la muerte con el primer Adán, el que fue hecho de la tierra (cf. 15,47), y solidaridad para la vida con el Mesías Jesús, el que procede del cielo por el Espíritu que recibió (20-22). Pablo parece muy dependiente de la escatología farisea, que colocaba la resurrección al fin de los tiempos (cf. Jn 11,23-27) (23). El fin (24) era término técnico para designar el reino mesiánico; Pablo lo traslada al reino definitivo. La obra del Mesías en la historia consistirá precisamente en ir venciendo a todos los enemigos del hombre (Sal 110,1; 8,7); el último será la muerte (25-27). Situación final: la unión íntima de Dios con la humanidad (28).

Evangelio. Mateo 25,31-46.

31Cuando el Hombre llegue en su gloria acompañado de todos sus ángeles, se sentará en su trono real y reunirán  ante él a todas las naciones. El separara a unos de otros, como un pastor separa las ovejas de las cabras, 33y pondrá a las ovejas a su derecha y a las cabras a su izquierda. 34Entonces dirá el rey a los de su derecha:
-Venid, benditos de mi Padre; heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. 35Porque, tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me recogisteis, 36estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, estuve en la cárcel y fuisteis a verme.
37Entonces los justos replicarán:
-Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te dimos de comer o con sed y te dimos de beber? 38 ¿Cuándo llegaste como forastero y te recogimos o desnudo y te vestimos? 39 ¿Cuándo estuviste enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?
40Y el rey les contestará: 
-Os lo aseguro: Cada vez que lo hicisteis con uno de esos hermanos míos tan insignificantes lo hicisteis conmigo.
41Después dirá a los de su izquierda:
-Apartaos de mí, malditos, id al fuego perenne preparado para el diablo y sus ángeles. 42Porque tuve hambre y no me disteis de comer, tuve sed y no me disteis de beber, 43fui forastero y no me recogisteis, estuve desnudo y no me vestisteis, enfermo y en la cárcel y no me visitasteis.
44Entonces también éstos replicarán:
-Señor, ¿cuándo te vimos con hambre o con sed, o forastero o desnudo, o enfermo o en la cárcel y no te asistimos?
45y él les contestará: 
-Os lo aseguro: Cada vez que dejasteis de hacerla con uno de ésos tan insignificantes dejasteis de hacerla conmigo. 
46Éstos irán al castigo definitivo y los justos a la vida definitiva. 

EXPLICACIÓN.

31-46. Escena complementaria de «la llegada» descrita en 24,30s. Allí, como salvación para los suyos; aquí se explica la suerte de los paganos (24,30: todas las tribus de la" tierra; 25,32: todas las naciones); en ambos casos, llegada del Hombre acompañado de sus ángeles. Época histórica después de la destrucción de Jerusalén (24,29). No juicio de los judíos- (19,28), sino únicamente de los paganos. El rey, época del reinado del Hombre (13,41), que se inaugura con la destrucción de Jerusalén (16,28) y dura hasta el fin de esta edad. La suerte de los paganos depende de cuál haya sido su actitud con los más desvalidos (34-36), con quienes se identifica Jesús (40). Se formulan así para los paganos las condiciones para obtener la vida definitiva, como antes para los judíos (19,16-19). El castigo definitivo es la muerte para siempre (46).

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