miércoles, enero 01, 2014

LECTURAS DEL LUNES 6 y MARTES 7 DE ENERO DEL 2014.

LUNES 6.

Primera Lectura. 1 Juan 3,22--4,6.

3 22y obtenemos cualquier cosa que le pidamos, porque cumplimos sus mandamientos y hacemos lo que le agrada. 23y éste es su mandamiento: que creamos en la condición de su Hijo, Jesús Mesías, y nos amemos unos a otros como él nos dejó mandado. 24Quien cumple sus mandamientos habita
en Dios y Dios en él; y ésta es la señal de que habita en nosotros, el Espíritu que nos ha dado. 

4 1 Amigos míos, no deis fe a cualquier inspiración; sometedlas a prueba para ver si vienen de Dios, pues ya han salido en el mundo muchos falsos profetas. 2Esta es la señal de la inspiración de Dios: toda inspiración que confiesa que Jesús es el Mesías venido ya en carne mortal, procede de Dios; 3y toda inspiración que no confiesa a ese Jesús no procede de Dios; eso es lo propio del anticristo. Oísteis que iba a venir, y ahora ya está en el mundo.
4Hijos, vosotros sois de Dios y ya los habéis vencido, porque el que está entre vosotros es más fuerte que el que está en el mundo. 5Ellos pertenecen al mundo, por eso hablan el lenguaje del mundo y el mundo los escucha. 6Nosotros, en cambio, somos de Dios; quien conoce a Dios nos escucha a nosotros; quien no es de Dios no nos escucha.
Con esto podemos distinguir el espíritu de la verdad del espíritu del engaño. 

EXPLICACIÓN.


Actitud confiada ante Dios y seguridad de que escucha (21-22); lo que le agrada, cf. Jn 8,29. Los mandamientos de Dios se reducen a uno: creer que Jesús es su Hijo y el Mesías salvador y, en consecuencia, cumplir el mandamiento que él dio (Jn 13,34) (21-23). El amor de obra mantiene unido a Dios y esta unión queda confirmada por la experiencia interior del Espíritu (24).

1-6. El Espíritu es el maestro de la comunidad (2,27), pero puede haber mensajes que se presentan como inspirados y que proceden de un espíritu falso, como en los falsos profetas (1); inspiración: el gr. pneuma puede designar un espíritu, su acción (la inspiración) o el mensaje inspirado. El Espíritu de Dios lleva a identificar a Jesús-hombre con el Mesías salvador y, en consecuencia, a continuar su actividad por el bien de la humanidad; quien niega que Jesús-hombre sea el Mesías (antimesías, anticristo) rehúsa todo compromiso (2-3; cf. 2,22).

Los destinatarios de la carta tienen la experiencia de Dios (sois de Dios) por el nuevo nacimiento y el don del Espíritu, y no se dejan engañar (los habéis vencido, cf. 2,13a) (5); los otros pertenecen al mundo, pues su religiosidad sin compromiso apoya el orden social injusto (cf. 2,15-17); como su cristianismo no se traduce en seguir a Jesús trabajando por la justicia y el bien del hombre, el mundo los acepta y los entiende (6).

Salmo 2,7-8.10-12.

7. Voy a recitar el decreto del Señor:
Me ha dicho: “Tú eres mi hijo,
yo te he engendrado hoy”.
8. Pídemelo y de daré las naciones en herencia
en propiedad los confines del mundo.

10. Pues ahora, reyes, sed sensatos,
escarmentad los que regís el mundo:
11. servid al Señor con temor,
12. temblando rendidle homenaje *,
no sea que perdáis el camino.


Explicación.

2.8 El soberano ofrece cumplir una petición del nuevo rey: 1 Re 3,1-15; Sal 21,5; Is 7,11.

2.11 Texto dudoso y discutido. Según una corrección aceptada, “besadle los pies”, en gesto de homenaje. Someterse en sensatez.

2.12b Probablemente añadido para enganchar el Sal 1.

Transposición cristiana.

Toda la tradición ha leído este como mesiánico. Lo citan Hch 4,25s; 13,33; Heb 2,7; 5,5; Ap 12,5; 19,15; véase también 1 Cor 15,24-28. 

Mateo 4,12-17.23-25.

12 Al enterarse de que habían detenido a Juan, Jesús se retiró a Galilea.
13 Dejó Nazaret y se estableció en Cafarnaún, junto al mar, en territorio de Zabulón y Neftalí.
14 Así se cumplió lo que había dicho el profeta Isaías:


                  15 ¡País de Zabulón y país de Neftalí,
                       camino del mar, al otro lado del Jordán
                       Galilea de los paganos!
                  16 El pueblo que habitaba en tinieblas
                       vio una luz grande;
                       a los que habitaban en tierra y sombra de muerte
                       una luz les brilló (Is 8,2-9,1).


                 17 Desde entonces empezó Jesús a proclamar:
                 - Enmendaos, que está cerca el reinado de Dios.


23 Jesús fue recorriendo Galilea entera, enseñando en las sinagogas de ellos, proclamando la buena noticia del Reino y curando todo achaque y enfermedad del pueblo.
24 Se hablaba de él en toda Siria: le traían enfermos con toda clase de enfermedades y dolores, endemoniados, epilépticos y paralíticos, y él los curaba.
25 Lo siguieron grandes multitudes procedentes de Galilea, Decápolis, Jerusalén, Judea y Transjordania.

EXPLICACIÓN.

12 - 17.        Oposición a Juan y fin de su actividad. La misma proclama de Juan, pero ahora en boca de Jesús, resuena, no desde el desierto, sino en medio de la sociedad. Cafarnaún, capital judía de Galilea (Tiberíades, la residencia real, de costumbres paganas), puesta en relación con el antiguo reparto de la tierra (13: Zabulón y Neftalí). El texto profético habla de liberación; tinieblas, símbolo del caos e imagen de la muerte; luz, vida. Jesús es el liberador que se prepara a la acción. Su proclamación (17) recoge la del Bautista, pero no asocia a ella el bautismo o algún rito religioso, ni anuncia un juicio contra los que no la acepten. Este pregón inaugura su actividad con el pueblo. 

23- 24.          Comienzo de la doble actividad, de palabra y de obra, de Jesús: presenta una alternativa a la situación (el Reino). La variedad de enfermedades y la procedencia de los enfermos señalan el ofrecimiento de una salvación total y universal. Realidad de la salvación.

 Multitudes judías y paganas. La actividad de Jesús rompe las fronteras entre los pueblos (4,25).

MARTES 7.

Primera Lectura. 1 Jn 4,7-10.

7 Amigos míos, amémonos unos a otros, porque el amor viene de Dios y todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios. 8El que no ama no tiene idea de Dios, porque Dios es amor.
9De este modo se manifestó entre nosotros el amor de Dios: enviando al mundo a su Hijo único para que tuviésemos vida por su medio.
10Esto define a ese amor: no el haber nosotros amado antes a Dios, sino el habernos él demostrado su amor enviando a su Hijo para que expiase nuestros pecados. 
Explicación.
Dios es la fuente del amor; no se puede comprender la verdadera naturaleza del amor, a menos de reconocer que su origen está más allá del hombre mismo. El amor mutuo prueba que se es hijo de Dios, porque el que ama se comporta como Dios mismo; y sólo el que tiene experiencia del amor puede conocer a Dios, que es amor (8). La afirmación Dios es amor significa que éste no es sólo un aspecto de la actitud o actividad de Dios para con el hombre, sino que en Dios el amor lo es todo, y que todo lo que hace es expresión del amor que constituye su ser. La metáfora inicial de la carta, «Dios es luz» (1,5), se corresponde con la afirmación «Dios es amor»: la luz es el amor/vida (cf. Jn 1,4) en cuanto se manifiesta («brilla»), puede ser conocido y transforma («ilumina») al hombre.

Cada uno ha podido percibir el amor de Dios, por la vida que ha recibido de Jesús (9). El amor es desinteresado y no es una mera respuesta, sino el don de sí mismo; así lo ha demostrado Dios enviando a su Hijo. No es mera respuesta, porque de hecho el hombre no había ofrecido nada a Dios, incapacitado para hacerlo por su conducta injusta, contraria y cerrada al amor, que creaba un obstáculo insuperable para recibir el amor de Dios. Éste, por propia iniciativa, envió a su Hijo para quitar el obstáculo (cf. 2,2) (10).

Salmo. 72,1-4.7-8.

1Oh Dios, confía tu juicio al rey,
tu justicia a un hijo de rey.
2Que rija a tu pueblo con justicia, a tus afligidos con rectitud.

3Que montes y colinas traigan al pueblo
paz por la justicia.

4Que defienda a la gente oprimida,
que salve a las familias pobres
y quebrante al opresor. 

7Que en sus días florezca el honrado
y haya prosperidad hasta que falte la luna.

8Que domine de mar a mar,
del Gran Río al confín de la tierra.
Explicación.

72,1-3 La primera sección presenta a los personajes: Dios, el rey y un escenario de montañas. Dios es la primera palabra del poema. Posee una justicia suya, que ejerce en el gobierno del mundo y que delega para que su pueblo conviva en la justicia: cfr. 2 Cr 19,6. El reyes "hijo de rey", es decir, de estirpe real, davídica, no usurpador; está en función de "tu pueblo", que es de Dios y no suyo, y es hoy un pueblo "afligido": ¿por un dominio extranjero despótico?, ¿por abusos de gobernantes anteriores? "Montes y colinas" pueden representar el paisaje, la configuración de Judá: Ex 15,17; 1 Re 20,23; Is 14,25 etc.

72,4 El juicio / gobierno será "salvación" para un proletariado de pobretones; pero exige enfrentarse con el opresor.  

72,7 A la lluvia responde la tierra germinando y floreciendo; sólo que aquí lo que florece es "un honrado"; a no ser que leamos "justicia", en buen paralelismo con "prosperidad".

72,8 Fronteras de un soberano que impone su autoridad sobre reinos vasallos. "De mar a mar" en sentido realista sería del Mar Muerto al Mediterráneo; en sentido cosmológico, las fronteras del gran océano que rodea los continentes. "El Río" suele designar el Éufrates: Zac 9,10.
 

Marcos 6,34-44. 

34Al desembarcar ·0 una gran multitud; se conmovió, porque estaban como ovejas sin pastor, y se puso a enseñarles muchas cosas. 


Incomprensión de los discípulos. (Mt 14,15-17; Lc 9,12-13; Jn 6,5-9)

35 Avanzada ya la tarde se le acercaron sus discípulos y le dijeron:
-El lugar es un despoblado y es ya tarde; 36despídelos que vayan a los cortijos y aldeas de alrededor y se compren de comer.
37El les contestó:
-Dadles vosotros de comer.
Le dijeron:
-¿Vamos a comprar panes por doscientos denarios de plata para darles de comer? 

El pan del éxodo para Israel (Mt 14,18-23a; Lc 9,14-17; Jn 6,1-15) 


38Él les dijo:
-¿Cuántos panes tenéis? Id a ver.
Cuando lo averiguaron, le dijeron:
-Cinco, y dos peces.
39Les ordenó que los hicieran recostarse a todos en la hierba verde formando corros, 40pero se echaron formando cuadros de ciento y de cincuenta.
41Tomando él los cinco panes y los dos peces, alzó la mirada al cielo, pronunció una bendición, partió los panes y los fue dando a los discípulos para que los sirvieran; también los dos peces los dividió para todos. 42Comieron todos hasta saciarse, 43y recogieron de trozos doce cestos llenos, también de los peces. 44 Los que comieron los panes eran cinco mil hombres adultos.
Explicación.

a) (6,34-34): Conmovido, cf. 1,41; Jesús renuncia a la instrucción particular a sus discípulos para ocuparse de la multitud. Como ovejas sin pastor, d. Ez 34,8.31, abandonados por los dirigentes, sin un sentido para su vida. La situación de este pueblo equivale a la de muerte de la hija de Jairo. La enseñanza, ahora sin parábolas, propone la posibilidad de una alternativa (34).


b) (6,35-37): Los discípulos interrumpen la enseñanza. No sienten solidaridad alguna con la multitud (despídelos), Piensan en las categorías de la sociedad: cada uno debe proveer para sí mismo, por medio del dinero (se compren) (35-36).Jesús opone «dar» (dadles vosotros de comer) a «comprar». Ellos insisten en «comprar» y quieren mostrar a Jesús la imposibilidad de su propuesta (doscientos denarios de plata).

c) (6,38-44). Centro: Reparto del pan. Como en el primer éxodo Dios alimentó a Israel en el desierto (Éx 16), en el éxodo definitivo Jesús va a alimentar a la multitud judía en el lugar desierto (despoblado). Cinco más dos, siete: totalidad del alimento disponible (38); «cinco» está en relación con los «cinco mil hombres adultos» (44). Comer recostados (39) era propio de hombres libres (cf. 2,15); la hierba verde, promesa de abundancia (d. Sal 72,16). La gente no forma corros, como ha dicho Jesús, sino cuadros que recuerdan la organización establecida por Moisés para administrar justicia (Éx 18,21-25); esperan ser gobernados por los discípulos (cf 6,33, donde van detrás del grupo, no de Jesús), sin comprender la libertad a que Jesús los llama (40). Pronunci6 una bendición, alabanza y acción de gracias: lo que antes pertenecía a los discípulos se reconoce ahora como don de Dios (alzó la mirada al cielo). Los bienes creados, desvinculados de la propiedad que los acapara (contra «comprar», vv. 36.37), bastarían sobradamente para alimentar a Israel (doce cestos) (41-43). Cinco mil hombres adultos, cf. 1 Re 18,4.13; 2 Re 2,7.16: grupos proféticos de «cincuenta hombres adultos»; «cincuenta», número del Espíritu (cf. Nm 11,29) (44).

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