jueves, agosto 01, 2019

LECTURAS DEL LUNES 12 DE AGOSTO DEL 2019


PRIMERA LECTURA. Deuteronomio 10,12-22.

12"Ahora, Israel, ¿qué es lo que te exige el Señor, tu Dios? Que respetes al Señor, tu Dios; que sigas sus caminos y lo ames; que sirvas al Señor, tu Dios, con todo el corazón y con toda el alma; 13que guardes los preceptos del Señor, tu Dios, y los mandatos que yo te mando hoy, para tu bien.
14>>Cierto: del Señor son los cielos, hasta el último cielo; la tierra y todo cuanto la habita; 15con todo, sólo de vuestros padres se enamoró el Señor, los amó, y de su descendencia os escogió a vosotros entre todos los pueblos, como sucede hoy.
16>>Circuncidad vuestro corazón, no endurezcáis vuestra cerviz; 17que el Señor, vuestro Dios, es Dios de dioses y Señor de señores; Dios grande, fuerte y terrible, no es parcial ni acepta soborno, 18hace justicia al huérfano y a la viuda, ama al emigrante, dándole pan y vestido.
19>>Amaréis al emigrante, porque emigrantes fuisteis en Egipto.
20>>Al Señor, tu Dios, respetarás y a él sólo servirás, te pegarás a él, en su nombre jurarás. 21Él será tu alabanza, él será tu Dios, pues él hizo a tu favor las terribles hazañas que tus ojos han visto.
22>>Setenta eran tus padres cuando bajaron a Egipto, y ahora el Señor, tu Dios, te ha hecho numeroso como las estrellas del cielo.

Explicación.

10,12 La pregunta introduce un programa (cfr. Miq 6,8).

          Empieza la cuarta y última serie de exhortaciones sobre la alianza y los mandamientos, antes de pasar al código legal. La exhortación suena como un tema con variaciones o como desarrollo de unos cuantos motivos literarios correlativos. El estilo es retórico, el texto pide la declamación.

         Amar al Señor implica cumplir sus mandamientos: el amor se traduce en obediencia. Esto se puede leer en dos direcciones: si hay amor, se seguirá el cumplimiento, porque es un amor dinámico; o bien, se cumplen, no por ética humanista, sino por amor a Dios. El fundamento es lo que es el Señor en sí y para los israelitas: lo que ha hecho por ellos y lo que hará en forma de bendiciones condicionadas.

         El predicador desgrana una serie de sinónimos equivalentes, que se combinan sin tensión o se intercambian. Juntando sólo 12  con 20 registramos: respetar o temer, seguir sus caminos, amar, servir, respetar, servir, pegarse o adherirse. Nosotros diríamos: adhesión, entrega, amor, lealtad, respeto, servicio... Temor y amor no se consideran opuestos o inconciliables, sino intengrantes de una actitud amorosa y reverencial. El v.21 añade la alabanza como actividad cúltica. Para los mandatos usa guardar y hacer.

10,14-15 Un motivo: la elección como acto de amor afectuoso, como en el enamoramiento (cfr. Siquén y Dina Gn 34). Elige primero a los patriarcas; de sus descendientes, que son varios pueblos, elige a Israel. Elegir es estrechar, preferir.

10,16 Al otorgar la alianza a Abrahán, le pidió como señal la circuncisión. Un rito externo que significaba pertenencia, entrega. Si no es expresión de una actitud interna, de despojo y entrega, de nada vale (Jr 4,4; Rom 2,29; Col 2,11-13).

10,17-18 El Señor está descrito como soberano imperial, aunque sin usar el título explícito de rey. Está por encima de todos, con poder universal. Fuerte en la guerra, juez incorruptible, justo en la paz (cfr. Sal 45). Su justicia es primariamente defender al indefenso, hacer valer los derechos del desvalido. Huérfano, viuda y emigrante constituyen la clase social del proletariado.

10,19 Semejante justicia se impone como modelo que los israelitas han de imitar, ya que ellos experimentaron la condición de emigrantes explotados y el auxilio del Señor en su situación. El verso interrumpe la exposición, indicando lo importante que es para el autor. Los mandamientos son "para el bien", para establecer una sociedad justa.

10,20 Uno jura en nombre de la divinidad que venera (cfr. Gn 31,53). Por eso, este mandamiento se reduce al primero.

10,21 Objeto único de la alabanza litúrgica (cfr. Sal 22,4; 148).

10,22 Primera bendicón de Abrahán (Gn 15). Las estrellas del cielo son la población celeste, los ejércitos del Señor; a los que corresponde en la tierra el pueblo elegido (Éx 12,41). Sobre el número setenta, Gn 46,8-27.

SALMO. 147,12-15.19-20.


12Glorifica, Jerusalén, al Señor, 
alaba a tu Dios, Sión,
13que ha reforzado los cerrojos de tus puertas 
y bendice a tus hijos dentro de ti;
14que ha puesto paz en tus fronteras

y te sacia con flor de harina, 
15que envía su mensaje a la tierra, 
y su palabra corre velozmente; 


19Anuncia su mensaje a Jacob,
sus decretos y mandatos a Israel. 
20Con ninguna nación obró así

ni les dio a conocer sus mandatos. ¡Aleluya!

Explicación.


147,13 Supone la amenaza exterior: Neh 3. Bendice: con la fecundidad.
147,14 Paronomasia con el nombre de la capital: Sal 122.
147,15-18 Llega la estación invernal. En manos de Dios los meteoros hostiles resultan domésticos: lana blanca y protectora, ceniza, resto de un fuego de hogar, mendrugos, restos de pan. Más importante el dominio de Dios que, en su sazón, con un soplo, sacude el letargo invernal: compárese con Eclo 43,17-22. Del mismo modo controla los inviernos de la historia. 
147,19 La terna "mensaje, decretos y mandatos" remite al Dt e implícitamente a la alianza. 
147,20 La leyes privilegio de Israel: Dt 4,8; Bar 4,1-4.

Transposición cristiana.
Es tradicional que Jerusalén represente a la Iglesia terrestre y a la celeste, de donde la lectura del salmo en dos claves complementarias. La palabra que viene a la tierra y corre veloz es el Hijo de Dios en la encarnación; como palabra se prolonga en la predicación del evangelio.


EVANGELIO. Mateo 17,22-27.

22 Mientras caminaban juntos por Galilea les dijo Jesús: 
                 - Al Hombre lo van a entregar en manos de los hombres y
23 lo matarán, pero al tercer día resucitará.
                 Ellos quedaron consternados.
24 Cuando llegaron a Cafarnaún, los que cobraban el impuesto del templo se acercaron a Pedro y le preguntaron:
                 - ¿Vuestro maestro no paga el impuesto?
                 25 Contestó:
                 - Sí.
                Cuando llegó a casa se adelantó Jesús a preguntarle:
                - ¿Qué te parece, Simón? Los reyes de este mundo, ¿a quiénes les cobran tributos e impuestos, a los suyos o a los extraños?
                26 Contestó:
                - A los extraños.
                Jesús le dijo:
                - O sea, que los suyos están exentos.
27 Sin embargo, para no escandalizarlos, ve al mar y echa el anzuelo; coge el primer pez que saques, ábrele la boca y encontrarás una moneda; cógela y págales por mí y por ti.

EXPLICACIÓN.

22 - 23.    De nuevo en Galilea (cf. 16,13). "El Hombre", valor extensivo; este destino toca lo mismo a él que a sus seguidores. Al contrario que en 16,21 no menciona lugar ni personajes concretos. La vida vence a la muerte. Reacción: tristeza, no adhesión.

 24 - 27. Impuesto anual al templo, obligatorio para todo israelita mayor de 20 años (Éx 30,11-13; 38,26; Neh 10,33s). Algunos rabinos se eximían de pagar. Pregunta de los recaudadores (24). La respuesta de Pedro supone su concepción del Mesías que respeta y continúa las instituciones de Israel (16,23). Lección de Jesús, ampliando el caso: la comunidad cristiana ha de tener conciencia de su libertad, pero hay que respetar los sentimientos del pueblo (27). El Padre le procurará los medios (28).

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