Primera Lectura: Efesios 1:15-23
15Por eso, por lo que a mí toca, enterado de vuesetra adhesión al Señor Jesús y de vuestro amor a todos los consagrados, 16no ceso de dar gracias a Dios por vosotros cuando os encomiendo en mis oraciones.
17Que el Dios de nuestro Señor Jesús Mesías, el Padre que posee la gloria, os dé un saber y una revelación interior con profundo conocimiento de él; 18que tenga iluminados los ojos de vuestra alma, para que comprendáis qué esperanza abre su llamamiento, qué tesoro es la gloriosa herencia destinada a sus consagrados 19y qué extraordinaria su potencia en favor de los que creemos, conforme a la eficacia de su poderosa fuerza.
20Desplegó esa eficacia con el Mesías, resucitándolo y sentándolo a su derecha en el cielo, 21por encima de toda soberanía y autoridad y poder y dominio, y de todo título reconocido no sólo en esta edad, sino también en la futura. 22Sí, todo lo sometió bajo sus pies (Sal 8,7), y a él lo hizo, por encima de todo, cabeza de la Iglesia, 23que es su cuerpo, el complemento del que llena totalmente el universo.
EXPLICACIÓN.
Da gracias a Dios por los destinatarios (15-16) (en otras cartas, la acción de gracias constituye el exordio). Motivo: las dos características que definen a un grupo cristiano: la relación con Jesús (fe/adhesión) y la relación entre sus miembros (amor).
Añade una petición o bendición (17-19): El Dios de Jesús es el Padre, es decir, el que por amor comunica su propia vida (el Espíritu); gloria, riqueza que puede conceder toda clase de dones; saber/sabiduría que nace de la revelación interior; ésta se identifica con la experiencia viva del Espíritu, que pone en comunión con el Padre. La experiencia de su amor y su fuerza hará comprender su proyecto sobre el hombre y dará la seguridad de su realización. Tenga iluminados los ojos de vuestra alma, lit. "de vuestro corazón" (cf. Sal 13,4; 19,19), término que, en la antropología semítica, designa la interioridad del hombre (alma).
La potencia de Dios se ha manifestado en la exaltación de Jesús Mesías. Alude el autor a Sal 110,1: "Dice el Señor a mi Señor: Siéntate a mi derecha, mientras hago de tus enemigos estrado de tus pies", y a Sal 8,7: "Todo lo sometiste bajo sus pies". Los términos soberanía, autoridad, etc. designaban potencias supramundanas; pero en los escritos del NT, también a los poderes de este mundo, concreción de las potencias que dominan al hombre; ésos son los enemigos que dieron muerte al Mesías y que Dios somete debajo de sus pies. La exaltación del Mesías no lo separa de la humanidad; al contrario, está conectado a ella por medio de la iglesia/comunidad, que es su cuerpo (1,20-23). Complemento, gr. plêrôma, "plenitud", interpretada en sentido activo: "lo que llena/completa".
(Eclo 17,1-14; Heb 2,5-8)
2 ¡Señor dueño nuestro, qué ilustre es tu nombre en toda la tierra!
Quiero servir a tu majestad celeste
3 con la boca de chiquillos y criaturas.
Has cimentado un baluarte frente a tus adversarios
para reprimir al enemigo vengativo.
4 Cuando contemplo tu cielo, obra de tus dedos,
la luna y las estrellas que has dispuesto,
5 ¿qué es el hombre para que te acuerdes de él,
el hijo de Adán para que te ocupes de él?
6 Lo has hecho poco menos que un dios,
de gloria y honor lo has coronado,
7 le has dado el mando sobre las obras de tus manos;
todo lo has sometido bajo sus pies:
EXPLICACIÓN.
8. Himno a Dios por la creación y por el hombre.
Composición. Un verso repetido produce la inclusión mayor; pero la frase resuena cargada del sentido de lo que precede.
Triple ma: en los extremos admirativo, en el centro es pregunta mezclada de estupor. Pregunta central, clave del sentido peculiar del salmo.
“¿Qué es el hombre?” Es esa gran pregunta que se yergue sobre el horizonte plano de la tierra, esa curva que se vuelve sobre sí preguntando. El hombre es el ser que se sabe y no se sabe. Es la pregunta y el que pregunta. Pero la pregunta ha sido provocada por una contemplación trascendente, religiosa de la creación. El hombre es un ser terrestre, un señor vasallo, capaz de contemplar una obra de Dios y de domeñar otras.
Personajes. Yhwh es el protagonista de casi todas las acciones. Elohim son divinidades o seres celestes sometidos a Dios supremo; cf. Sal 86,8; 9,7; 136,2. El hombre: cualquier hombre, en su condición presente, sin limitación. Está más cerca de las divinidades que de los animales; se define por sustracción “poco menos”. Curiosamente a rebeldes contrapone un niño, como ejemplo de humanidad. Algunos identifican a los rebeldes con seres mitológicos, alegando Sal 74,14; 89,11.
8,2 Combina un título restringido, “dueño nuestro” con un horizonte ilimitado, “toda la tierra”.
8,2b El texto consonántico es muy dudoso y ha originado interpretaciones diversas: de los verbos dar, repetir, cantar etc.
8,3 Si la actitud infantil, no pueril, es de descubrimiento gozoso y afirmativo, su boca es inadecuada para expresarlo: véase Sab 10,21. Haría falta un niño adulto o un adulto niño. El “baluarte” podría ser el firmamento inaccesible e impenetrable.
8,4 “Obra de los dedos” es fórmula inusitada, que parece subrayar un modelado mìnucioso. Se refiere al cielo nocturno: compárese con la visión diurna del Sal 19.
8,5 Empieza la serie de seis verbos cuyo sujeto es Dios y complemento el hombre. Los dos primeros afirman la relación personal, maravillosa.
8,6-7 Los cuatro verbos son como un ceremonial de investidura: le asignan un puesto o rango, coronación, mando, un escabel bajo los pies. Véase Sab 9,2 y compárese con el “mando” de las lumbreras en Gn 1,16.
Transposición cristiana:
Mt 21,16 cita el v.3 justificando el júbilo infantil. Heb 2,5-8 aplica el salmo a Jesucristo, el solo en quien se cumple plenamente. Sölo que consigue la corona a través del sufrimiento, de modo no previsto por el salmo. Pablo en 1 Cor 15,26 aplica el v.7 a Cristo glorificado.
Evangelio: Lucas 12:8-12
8 Y os digo que si uno, quienquiera que sea, se pronuncia por mí ante los hombres, también el Hombre se pronunciará por él ante los ángeles de Dios.
9 Pero si uno me niega ante los hombres, será negado él ante los ángeles de Dios.
10 A todo el que diga algo contra el Hombre, se le podrá perdonar; pero el que insulte al Espíritu Santo no tendrá perdón.
11 Y cuando os hagan comparecer en las sinagogas y ante los magistrados y las autoridades, no os preocupéis de cómo o de qué os vais a defender o de lo que vais a decir;
12 porque lo que tenéis que decir os lo enseñará el Espíritu Santo en aquel mismo momento.
EXPLICACIÓN.
Desarrollo positivo: Exhorta a pronunciarse por él públicamente, exponiendo las consecuencias definitivas de la actitud valiente o cobarde. Los ángeles de Dios, perífrasis para designar a Dios mismo (8s). La opinión de cada uno sobre la realidad humana de Jesús (el Hombre) puede ser desfavorable, pero puede cambiar; pero la mala fe, que atribuye al Enemigo la liberación que lleva a cabo Jesús, llamando "Belcebú" al Espíritu Santo, se cierra a todo perdón (10). Confianza en medio de la persecución. Ayuda del Espíritu (11s). No defenderse: no reconocer legitimidad al tribunal; decir: la denuncia profética.
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