Este verso pesa mucho en la reconstrucción del comienzo.
16,8 También excepcional por el verbo tan escogido y por ser el orante sujeto: la presencia de Dios se hace constante en la conciencia. Véase en contraste Ez 14,3. "Vacilar": en el supuesto, sacerdotal, o en la posición, vital.
16,9 kabod puede sustituir a un pronombre enfático de primera persona. Se sospecha que el original decía kabed=hígado, o sea, un gozo visceral. También es expresión única "mi carne habita", pienso que inducida por el tema del reparto de la tierra. Mi carne, tan débil y caduca, se establece con seguridad, por lo que sigue.
16,10 Siendo Dios "mi dueño", a él pertenezco, no al polvo, y nadie me podrá arrebatar, ni el poder supremo de la muerte. La experiencia de la intimidad con Dios hace vislumbrar la inmortalidad, como en el Sal 73 y quizá en Sal 49,16.
16,11 Aunque bien establecido, se encuentra en camino: vivir es progresar hacia un término positivo: gozo, saciedad, delicias sin fin. Moisés pidió al Señor que le mostrara el camino, y el Señor accedió (Éx 33,13); pidió ver su gloria, y el Señor le enseño su bondad, no su rostro (Éx 33,18-20). El orante del salmo comienza con la "bondad"; al final Dios le enseña el camino y muestra su rostro. Más allá no queda nada.
TRANSPOSICIÓN CRISTIANA.
Aplican el salmo a Cristo resucitado. Hch 2,24 y 13,34. Pronunciado por Cristo, con variedad de aplicaciones, puede ser pronunciado por el cristiano con la esperanza segura de su resurrección.
3 Éxodo 14,15--15,1.
15El Señor dijo a Moisés:
16-¿Por qué me gritas? Di a los israelitas que avancen. Tú alza el bastón y extiende la mano sobre el mar, y se abrirá en dos, de modo que los israelitas puedan atraversalo a pie enjuto. 17Yo haré que el Faraón se empeñe en entrar detrás de vosotros y mostraré mi gloria derrotando al Faraón con su ejército, sus carros y jinetes; 18para que sepa Egipto que yo soy el Señor, cuando muestre mi gloria derrotando al Faraón con sus carros y jinetes.
19El ángel de Dios, que caminaba delante del campamento israelita, se levantó y pasó a su retaguardia; la columna de nubes que estaba delante de ellos se pasó detrás de ellos, 20metiéndose entre el campamento egipcio y el campamento israelita; la nube se oscureció y la noche quedó oscura, de modo que no pudieron acercarse unos a otros en toda la noche.
21Moisés extendió la mano sobre el mar, el Señor hizo retirarse el mar con un fuerte viento de levante que sopló toda la noche; el mar quedó seco y las aguas se dividieron en dos. 22Los israelitas entraron por el mar a pie enjuto, y las aguas les hacían de muralla a derecha e izquierda. 23Los egipcios, persiguiéndolos, entraron detrás de ellos por el mar, con los caballos del Faraón, sus carros y sus jinetes.
24De madrugada, miró el Señor desde la columna de fuego y de nubes y desbarató al ejército egipcio. Trabó las ruedas de los carros, haciéndolos avanzar pesadamente. Los egipcios dijeron:
-Huyamos de los israelitas, porque el Señor combate por ellos.
26Pero Dios dijo a Moisés:
-Tiende tu mano sobre el mar, y las aguas se volverán contra los egipcios, sus carros y sus jinetes.
27Moisés tendió su mano sobre el mar: al despuntar el día el mar recobró su estado ordinario, los egipcios en fuga dieron en él, y el Señor arrojó a los egipcios en medio del mar. 28Las aguas, al reunirse, cubrieron carros, jinetes y todo el ejército del Faraón que habían entrado en el mar en seguimiento de Israel, y no escapó uno solo. 29Pero los israelitas pasaron a pie enjuto por el mar, mientras las aguas les hacían de muralla a derecha e izquierda.
30Aquel día libró el Señor a los israelitas de los egipcios, y los israelitas vieron los cadáveres de los egipcios a la orilla del mar. 31Los israelitas vieron la mano de Dios magnífica y lo que hizo a los egipcios, temieron al Señor y se fiaron del Señor y de Moisés, su siervo.
15 1Entonces Moisés y los isralitas cantaron este canto al Señor:
"Cantaré al Señor,
sublime en su victoria,
caballos y jinetes
ha arrojado en el mar.
Explicación.
14,15-18. La pregunta de Dios supone una pieza que falta: una oración de Moisés como en 5,22-23. Se repite el esquema de mandato y anuncio. La acción avanzará para afrontar el límite extremo del peligro. Allí se mostrará la gloria del Señor.
14,16. Sal 106,9; Is 11,15s.
14,19-20. Estos dos versos interrumpen el curso narrativo normal, que sería ejecución del mandato y cumplimiento del anuncio. La función narrativa es diferir la solución y hacer sitio para una descripción de gran densidad simbólica. La nube conductora desempeña una función nueva: adensar la oscuridad e inmovilizar a los actores hasta el momento oportuno.
14,20. Sal 34,8.
14,21-22. En la oscuridad y silencio de la noche pelean dos elementos cósmicos: el mar hostil, devorador y el viento al servicio de Dios (Sal 104,4). Como en un nuevo Génesis, como al final del diluvio, el aguarece en medio de ella. El agua hostil se transforma en muralla protectora, en pasillo seguro hacia la luz de la mañana. Derecha e izquierda significan también sur y norte, y se prestan a una reflexión simbólica.
14,23. Sab 10,18s.
14,24. Se menciona un elemento que faltaba, el fuego. El momento es la tercera vela en que se divide de ordinario la noche. La salvación llega por la mañana (Sal 17,15; 57).
14,26. Nuevo mandato, sin anuncio, y ejecución inmediata. Como las aguas, el desenlace se precipita.
14,30-31. Muerte y vida con libertad es el final del juicio de separación. Los israelitas son testigos y por ello cambian de actitud interna. El mieddo de antes se transforma en "respeto" reverencial (la misma palabra hebrea) y la desconfianza se cambia den fe. Es casi un nacimiento del pueblo.
14,30. Is 37,36.
15,1-2. "Jinetes" o aurigas. Los antiguos egipcios usaban carros ligeros, no cabalgaban; pero el autor del poema quizá no conociera ese dato. "Poder": por coherencia de una probable hendíadis, o música. El Señor: en la forma apocapada Yah. "Mi padre": sería Jacob, padre de las doce tribus.
(Ps) Éxodo 15,1-6.17-18.
1Entonces Moisés y los israelitas cantaron este canto al Señor:
"Cantaré al Señor,
sublime en su victoria,
caballos y jinetes
ha arrojado en el mar.
2Mi fuerza y mi poder
es el Señor,
él fue mi salvación.
Él es mi Dios: yo lo alabaré;
el Dios de mi padre:
yo lo ensalzaré.
3El Señor es un guerrero,
su nombre es el Señor.
4Los carros y la tropa del Faraón
los lanzó al mar,
ahogó en el Mar Rojo
a la flor de los capitanes.
5Las olas los cubrieron,
bajaron hasta el fondo
como piedras.
6Tu diestra, Señor, es fuerte
y magnífica;
tu diestra, Señor,
tritura al enemigo;
17Lo introduces y lo plantas
en el monte de tu heredad,
lugar del que hiciste
tu trono, Señor;
santuario, Señor,
que fundaron tus manos.
18El Señor reina
por siempre jamás".
Explicación.
15,1-2. "Jinetes" o aurigas. Los antiguos egipcios usaban carros ligeros, no cabalgaban; pero el autor del poema quizá no conociera ese dato. "Poder": por coherencia de una probable hendíadis, o música. El Señor: en la forma apocapada Yah. "Mi padre": sería Jacob, padre de las doce tribus.
15,3. Al principio del canto Yhwh lleva un título militar; al final lleva el titulo de Rey: (Sal 24,8; 96,1; 99,1; etc.)
15,4. El canto menciona mar, aguas, olas o corrientes, profundidades: un mar que en el poema tiene algo de oceánico. El Señor lo controla: Is 51,15; Jr 31,35.
4 Isaías 54,5-14.
5Pues el que te hizo te toma por esposa:
su nombre es Señor de los ejércitos.
Tu redentor es el Santo de Israel,
se llama Dios de toda la tierra.
6Como a mujer abandonada y abatida
te vuelve a llamar el Señor;
como a esposa de juventud, repudiada
-dice tu Dios-.
7Por un instante te abandoné,
pero con gran cariño te reuniré.
8En un arrebato de ira
te escondí un instante mi rostro,
pero con lealtad eterna te quiero
-dice el Señor, tu redentor-.
9Me sucede como en tiempo de Noé:
juré que las aguas del diluvio
no volverían a cubrir la tierra;
asú juro no airarme contra ti
ni reprocharte.
10Aunque se retiren los montes
y vacilen las colinas,
no te retiraré mi lealtad
ni mi alianza de paz vacilará
-dice el Señor, qu te quiere-.
11¡Oh afligida, zarandeada, desconsolada!
Mira, yo mismo te coloco
piedras de azabache, te cimento con zafiros,
12te pongo almenas de rubí,
y puertas de esmeralda,
y muralla de piedras preciosas.
13Tus hijos serán discípulos del Señor,
tendrán gran paz tus hijos.
14Tendrás firme asiento en la justicia;
quedará lejos la opresión,
y no tendrás que temer,
y el terror, que no se te acercará.
Explicación.
54,5. El marido da nombre a la mujer (Is 4,1); el Señor tiene un nombre ilustre y único. El "Dios de toda la tierra" escoge una ciudad, como escogió un pueblo en propiedad (Éx 19,5). El Señor es santo y santa será la ciudad (52,1), como debía serlo el pueblo (Éx 19,6).
54,6. Véase Jr 2,2; 3,1-13.
54,7-8. Puede más el amor incondicional; Os 2.
54,10. Véanse Sal 46,3; Hab 3,6; Job 14,18.
54,11-17. En esa segunda parte domina la imagen física de la ciudad, que ha de ser reconstruida. La ciudad está amenazada por un peligro interno y otro externo. Interno sería faltar a su destino de justicia (Sal 122; Is 1,21-26). El externo, provocado por el interno, sería el ataque justificado del enemigo. Justificado en el fuero del enemigo y el de Dios (es la teología de Jeremías). Así sucedió. Pero ahora la nueva era vence ambos peligros: la ciudad será reconstruida con riqueza y belleza fantásticas; volverá a ser morada de justicia; el enemigo no podrá acusarla ni condenarla ni atacarla con éxito.
54,11. Véase Os 1,5.8; 2,3.25.
54,12. Véanse Tob 13,16s; Ap 21,10-21.
54,13. "Hijos": con cambio de vocal diría que los "constructores" son aprendices del Señor.
Salmo 30,2.4-6.11-13.
2 Te ensalzaré, Señor, porque has tirado de mí
y no has dado la victoria a mis enemigos.
4 Señor, alzaste mi vida del Abismo,
me hiciste revivir cuando bajaba a la fosa.
5 Tañed para el Señor, sus adictos,
dad gracias a su nombre santo:
6 Un instante dura su cóloera,
toda la vida su favor;
al atardecer se hospeda el llanto,
al amanecer el júbilo.
11 Escucha, Señor, ten piedad,
Señor, socórreme.
12 Cambiaste mi luto en danza,
me desataste el sayal
y me ceñiste de fiesta.
13 Así te canta mi alma sin callarme,
Señor Dios mío, te daré gracias siempre.
Explicación.
30,2 El verbo significa tirar de, jalar. El enemigo triunfante podría ser la Muerte personificada, como en Jr 9,20; Sal 49,15; Job 28,22.
30,4 "Bajar a la fosa" es expresión descriptiva corriente: Sal 28,1; 88,5; 143,7.
30,6 Alternativa: "su cólera inspirada ansiedad, su favor da vida". Compárese con Is 54,7.
30,12 Del luto ritual pasa a la danza festiva: Éx 15,20; Jue 11,34; 21,21.
30,13 "Por siempre": ¿qué significa esta frase en el horizonte mental del autor? Lo ha dicho en el v.7 y fue presunción. Esta vez la muerte no ha lanzado la carcajada del triunfo, pero al final cantará victoria (Sal 49,9). Si esta vez no ha sucedido, pronto bajará el orante a la fosa y ya no alabará a su Dios. Para él "por siempre" significa mientras viva: Ex 21,6; Lv 25,46.
TRANSPOSICIÓN CRISTIANA.
En el horizonte cristiano la última frase consigue la plenitud de sentido. Primero en Cristo (Jn 17), después en los cristianos. Pablo llama a la muerte "el último enemigo" (1 Cor 15,26) y anuncia su derrota final (1 Cor 15,56).
5 Isaías 55,1-11.
1Alianza del Señor (2 Sm 7; Sal 89)
1¡Atención, sedientos!, acudid por agua,
también los que no tenéis dinero:
venid, comprad trigo, comed sin pagar,
vino y leche de balde.
2¿Por qué gastáis dinero en lo que no alimenta?,
¿y el salario en lo que nod a hartura?
Escuchadme atentos, y comeréis bien,
saborearéis platos sustanciosos.
3Prestad oído, venid a mí, escuchadme y viviréis.
Sellaré con vosotros alianza perpetua,
la promesa que aseguré a David:
4a él le hice mi testigo para los pueblos,
caudillo y soberano de naciones;
5tú llamarás a un pueblo desconocido,
un pueblo queno te conocía correrá hacia ti:
por el Señor, tu Dios;
por el Santo de Israel, que te honra.
La palabra del Señor (Is 40,6-8).
6Buscad al Señor mientras se deje encontrar,
invocadlo mientras esté cerca;
7que el malvado abandone su camino
y el criminal sus planes;
que regrese al Señor, y él tendrá piedad;
a nuestro Dios, que es rico en perdón.
8Mis planes no son vuestros planes,
vuestros caminos no son mis caminos
-oráculo del Señor-.
9Como el cielo está por encima de la tierra,
mis caminos están por encima de los vuestros
y mis planes de vuestros planes.
10Como bajan la lluvia y la nieve del cielo,
y no vuelven allá, sino que empapan la tierra,
la fecundan y la hacen germinar,
para que dé semilla al sembrador
y pan para comer,
11así será mi palabra, que sale de mi boca:
no volverá a mí vacía,
sino que hará mi voluntad
y cumplirá mi encargo.
Explicación.
55,1-3a. El heraldo adopta el estilo de un pregonero ambulante (cfr. Prov 1,20; 8,1), que ofrece de balde una mercancía abundante y excelente: agua y pan del primer éxodo, leche de la tierra prometida, vino del banquete, enjundia del sacrificio de comunión (Sal 63,6; 65,12). Y la vida prometida en Dt.
55,3b-5. Coincide con varios temas y expresiones del Salmo 89: alianza, perpetua, lealtad y fidelidad, testigo. Es como si en el texto presente el Señor respondiese al problema planteado en dicho salmo. En cambio, 5a procede de otro salmo davídico: 18,44.
55,6-11. Palabra y camino. El heraldo ha pronunciado muchas palabras: tan magníficas que resultan increíbles; además algunas eran tan extrañas. ¿Serán verdad? Sí, porque el Señor que las pronunció las cumplirá. Lo que pasa es que Dios tiene otro estilo o modo de planear y actuar (40,14s).
El hombre tiene que superar su perspectiva a ras de tierra para remontarse a la perspectiva celeste y comprender el acierto del "camino" de Dios.
En trasposición ética: el pueblo emprenderá pronto el camino de vuelta; pero ese camino pasa por la vuelta al Señor (Éx 19,4). Por el pecado desterrados, por la conversión repatriados.
55,7. "Rico en perdón": Éx 34,9; 1 Re 8, 30.34.36.39.50.
55,10-11. Entre la cercanía (6) y la lejanía (9) de Dios media su palabra, que baja del cielo para realizar y revelar la salvación. Es como la lluvia: bendición primaria, don activo que desata actividad, riego que fecunda y hace engendrar. Su ritmo no es el de la eficiencia sino el de la fecundidad. La lluvida pone en movimiento un ciclo: alimento hoy, semilla para la cosecha de mañana.
(Ps) Isaías 12,2-6.
Himno (Sal 98).
2Siendo Dios mi salvador, confío y no temo
porque mi fuerza y poder es el Señor,
él fue mi salvación.
3Sacarás agua con gozo
del manantial de la salvación.
4Aquel día, recitareis: Dad gracias al Señor,
invocad su nombre,
contad a los pueblos sus hazañas,
proclamad que su nombre es excelso.
5Tañed para el Señor, que hizo proezas,
que las conozca toda la tierra;
6grita jubilosa, Sión, la princesa,
que es grande en medio de ti el Santo de Israel.
Explicación.
12,2. Confiar y no temer: 7,1-9; 8,12. Con una cita de Éx 15,2.
12,3. La salvación es como una fuente inagotable. Puede evocar las fuentes milagrosas del desierto (Éx 17,6), enlaza con la fuente de Siloé (8,6), y es en último término Dios como fuente siempre manante (Jr 2,13).
12,4-5. Nombre y renombre: nombre revelado para la invocación (Éx 3,15), renombre ganado con sus proezas y que el pueblo escogido debe difundir a todo el mundo.
12,6. Sión representa tradicionalmente a la comunidad, como capital del reino. El título Santo: 6,3; 8,13.
6 Baruc 3,9-15.32--4,4
9Escucha, Israel, mandatos de vida;
presta oído para aprender prudencia.
10¿A qué se debe, Israel,
que estés aún en país enemigo,
que envejezcas en tierra extranjera,
11que estés contaminado
entre los muertos y te cuenten
con los habitantes del Abismo?
12-Es que abandonaste la fuente de la sabiduría.
13Si hubieras seguido el camino de Dios,
habitarías en paz para siempre.
14Aprende dónde se encuentra la prudencia,
dónde el valor y dónde la inteligencia;
así aprenderás dónde se encuentra la vida larga,
y dónde la luz de los ojos y la paz.
15-¿Quién encontró su puesto
o entró en sus almacenes?
32El que todo lo sabe lo concoe,
y la examina, y la penetra.
El que creó la tierra para siempre
y la llenó de animales cuadrúpedos;
33envía el rayo y él va,
lo llama y le obedece temblando;
34a los astros, que brillan gozosos
en sus puestos de guardia,
35los llama y responden "¡Presentes!",
y brillan gozosos para su Creador.
24¡Qué grande es, Israel, el templo de Dios;
qué vastos son sus dominios!
25Él es grande y sin límites,
es sublime y sin medida.
36Él es nuestro Dios
y no hay otro frente a él:
37investigó el camino de la inteligencia
y se lo enseño a su hijo Jacob;
a su amado, Israel.
38Después apareció en el mundo
y vivió entre los hombres.
4 1Es el libro de los mandatos de Dios, la ley de validez eterna:
los que la guarden vivirán,
los que la abandonen morirán.
2Vuélvete, Jacob, a recibirla,
camina a la claridad
de su resplandor;
3no entregues a otros tu gloria
ni tu dignidad
a un pueblo extranjero.
4¡Dichosos nosotros, Israel,
que conocemos lo que agrada al Señor!
Explicación.
3,9. El comienzo es eco de Dt 4,1.6; 6,4 y de Is 1,2.10.
3,10-11. "Envejezcas": da a entender que ya pasó una buena etapa en el destierro. Los "muertos" contaminan con su contacto, aun mediato (Lv 16,29; 23,27; Nm 19,11-13; Eclo 35,25). También puede contaminar el país extranjero (Am 7,17); vivir en tierra extranjera es como estar muerto (Ez 37,11).
3,12. La "fuente de la sabiduría" es Dios.
3,13. Como el camino que Dios señala por el desierto conduce al reposo de la tierra, así el camino que trazan los mandamientos conducen a la paz (compárese Is 48,18 con 59,8).
3,14. Correspondencia global de tres virtudes y tres dones.
3,15. Comienza a describir la gran búsqueda fracasada: se busca una sabiduría que garantice la vida y le dé sentido; la vana tarea ha movilizado a toda clase de hombres. Se imagina la sabiduría en términos espaciales: como un tesoro oculto, en un paraje ignorado, al término de un camino desconocido. Trasladando 24-25, obtenemos una serie coherente definida por inclusión menor de 15 y 31.
3,32-35. Dios demuestra que posee la sabiduría con su actividad creadora y su dominio sobre la creación. Su soberanía se concentra en tres zonas o esferas: los animales en la tierra, los astros en el cielo, la luz o el rayo comunicado a ambos.
3,24. Es dudosa la interpretación. Se puede leer los dos miembros como complementarios: templo = cielo, dominios = tierra (Sal 24,1). O bien como sinónimos: casa y dominios son el universo.
3,25. También es dudoso, porque el griego no cambia de sujeto. Si se refiere a los dominios, el verso pondera las dimensiones ilimitadas del universo. Puede muy bien referirse a Dios, inmenso y eterno ( 1 Re 8,27; Sal 139; Eclo 43,28).
3,36. Ese Dios es el Dios de Israel (Jr 10,1-16).
3,37. Lo que el hombre no puede adquirir ni comprar, Dios se lo regala; lo que no puede encontrar, Dios se lo enseña. La verdadera sabiduría es revelación, que recibe y aprende el pueblo escogido (Dt 4,6).
3,38. Una vez comunicada, la sabiduría comienza a vivir en la tierra: es la idea de Prov 8,31 y Eclo 24,12. No es extraño que muchos Padres de la Iglesia hayan leído este verso en clave cristológica, apoyados en 1 Cor 1,24.
4,1-2. Pero el autor sigue la identificación de Dt 6,4 y Eclo 24,23: sabiduría = ley. Ley de vida según el Dt. Ley como luz: Is 2,2-5; Sal 19,9 y Sab 18,4.
4,4. El autor sigue mirando con optimismo a la ley. En lo cual no supera la teología del Deuteronomio: a Dios toca revelarla, al hombre cumplirla.
Salmo 19,8-11.
8 La ley del Señor es perfecta:
devuelve el respiro;
el precepto del Señor es fiable:
instruye al ignorante;
9 los mandatos del Señor son rectos:
alegran el corazón;
la norma del Señor es límpida:
da luz a los ojos;
10 el respeto del Señor es puro:
dura para siempre;
los mandamientos del Señor son genuinos;
justos sin excepción;
11 son más valiosos que el oro,
que el metal más fino;
son más dulces que la miel
que destila un panal.
Explicación.
19,8-11 Tercera sección. Sin transición ni introducción entre un tema nuevo. Entra la ley abriendo paso a seis sentencias de una regularidad exasperante, como materializando en lenguaje el orden que intenta establecer. Sólo sies: falta una para la perfección.
Los predicados son en gran parte corpóreos: respiración, corazón, ojos; es límpida y pura, es estable y ofrece apoyo. Es razonable, no teme dar razones y así educa al inexperto sin dejarlo en su ignorancia. Es lúcida, no exige obediencia ciega, sino que ilumina los ojos. Da alegría interna, no es carga insoportable.
El último verso propone dos coparaciones: oro, símbolo y medida de valor; miel, manjar el más sabroso (Prov 16,24). El autor piensa en el contenido más que en la formalidad de la ley.
7 Ezequiel 36,16-28.
Castigo y reconciliación.
16Me dirigió la palabra el Señor:
17-Hijo de Adán, cuando la casa de Israel habitaba en su tierra la contaminó con su conducta y con sus malas obras; para mí su proceder fue como sangre inmunda. 18Entonces derramé mi cólera sobre ellos por la sangre que habían derramado en el país y por haberlo contaminado con sus ídolos. 19Los esparcí por las naciones y anduvieron dispersos por los países; según su proceder y sus malas obras los juzgué. 20Al llegar a las diversas naciones profanaron mi santo nombre, pues decían de ellos: "Éstos son el pueblo del 21Señor, han tenido que salir de su tierra". Entonces sentí lástima de mi nombre santo, profanado por la casa de Israel en las naciones adonde fue. 22Por eso, di a la casa de Israel:
Esto dice el Señor: No lo hago por vosotros, casa de Israel, sino por mi santo nombre, profanado por vosotros en las naciones adonde fuisteis. 23Mostraré la santidad de mi nombre ilustre profanado entre los paganos, que vosotros profanasteis en medio de ellos, y sabrán los paganos que yo soy el Señor -oráculo del Señor- cuando les muestre mi santidad en vosotros. 24Os rociaré con un agua pura que os purificará: de todas vuestras inmundicias e idolatrías os he de purificar. 26Os infundiré mi espíritu y haré que caminéis según mis preceptos y que cumpláis mis mandatos poniéndolos por obra. 28Hatibaréis en la tierra que di a vuestros padres; vosotros seréis mi pueblo y yo seré vuestro Dios.
Explicación.
36,17. La terminología es cúltica: Lv 15, 19-24; 18,27s; Dt 21,22s.
36,25-27. En forma de promesa suena la respeusta a la petición del Salmo 51: el lavar interior (Cfr Nm 19, el corazón nuevo, el espíritu santo. El cambio interior hará posible y real el cumplimiento de los mandamientos. Compárese con Jr 31,31-34 y Rom 8,3. No basta curar un corazón enfermo (Is 1,5), hace falta un trasplante espiritual.
36,28. La fórmula de la alianza, tantas veces desmentida por el pueblo, sonará con verdad plena.
Salmo 42,3-5; Salmo 43,3-4 (Cuando se celebra al Bautismo).
42 3 Mi alma está sedienta de Dios,
del Dios vivo.
¿Cuándo entraré a ver
el rostro de Dios?
4 Lágrimas son mi pan noche y día,
mientras me repiten todo el día:
¿Dónde esetá tu Dios?
5 Recordándolo me desahogo conmigo:
cómo pasaba al recinto
y avanzaba hasta la casa de Dios,
entre gritos de júbilo y acción de gracias,
en el bullicio festivo.
Explicación.
42,3 "Alma": nepesh es la garganta como órgano que experimenta la sed y como sede de la respiración / vida; es también símbolo del espíritu.
42,4 "¿Dónde está tu Dios?": aunque la frase podría ser pregunta curiosa de politeístas en país extranjero, el orante la escucha como burla o desafío, como un restregar la herida de ausencia.
42,5 Se desahoga hacia dentro: la soledad ilumina la interioridad. Del culto recuerda los aspectos sonoro y festivo.
43 3 Envía tu luz y tu verdad
que ellas me guíen
y me conduzcan hasta tu monte santo,
hasta tu morada,
4 y me acercaré al altar de Dios,
al Dios de mi gozo y alegría.
Te daré gracias al son de la cítara,
Dios, Dios mío.
Explicación.
42,3 "Alma": nepesh es la garganta como órgano que experimenta la sed y como sede de la respiración / vida; es también símbolo del espíritu.
42,4 "¿Dónde está tu Dios?": aunque la frase podría ser pregunta curiosa de politeístas en país extranjero, el orante la escucha como burla o desafío, como un restregar la herida de ausencia.
TRANSPOSICIÓN CRISTIANA.
Para el cristiano la presencia de Dios está en Jesucristo, verdadero y definitivo templo. Con todo, no puede decir que Dios esté siempre a su disposición. Hay en la vida cristiana tiempos de ausencia sentida, de noche oscura y escondimiento. Y en esta vida, nunca la presencia será total; tendremos que contar con la polaridad de ausencia y presencia. Eso enseñan los maestros espirituales y los místicos.
(Ps) Isaías 12,2-6 o Salmo 51,12-15.18-19 (Cuando no se celebra el Bautismo).
2Siendo Dios mi salvador, confío y no temo
porque mi fuerza y poder es el Señor,
él fue mi salvación.
3Sacarás agua con gozo
del manantial de la salvación.
4Aquel día, recitaréis: Dad gracias al Señor,
invocad su nombre,
contad a los pueblos sus hazañas,
proclamad que su nombre es excelso.
5Tañed para el Señor, que hizo proezas,
que las conozca toda la tierra;
6grita jubilosa, Sión, la princesa,
que es grande en medio de ti el Santo de Israel.
Explicación.
12,2. Confiar y no temer: 7,1-9; 8,12. Con una cita de Éx 15,2.
12,3. La salvación es como una fuente inagotable. Puede evocar las fuentes milagrosas del desierto (Éx 17,6), enlaza con la fuente de Siloé (8,6), y es en último término Dios como fuentes siempre manante (Jr 2,13).
12,4-5. Nombre y renombre: nombre revelado para la invocación (Éx 3,15), renombre ganado con sus proezas y que el pueblo escogido debe difundir a todo el mundo.
12,6. Sión representa tradicionalmente a la comunidad, como capital del reino. El título Santo: 6,3; 8,13.
Salmo 51,12-15.18-19