PRIMERA LECTURA. Hebreos 5,1-10 O 1 Corintios 4,9-13
Hebreos 5,1-10
1Porque todo sumo sacerdote se escoge siempre entre los hombres y se le establece para que los represente ante Dios y ofrezca dones y sacrificios por los pecados. 2Es capaz de ser indulgente con los ignorantes y extraviados, porque a él también la debilidad lo cerca. 3Por ese motivo se ve obligado a ofrecer sacrificios por sus propios pecados como por los del pueblo. 4Ahora que nadie puede arrogarse esa dignidad; tiene que designarlo Dios, como en el caso de Aarón.
5De la misma manera, tampoco el Mesías se adjudicó los honores de sumo sacerdote; no, el que le habló diciendo: "Mi hijo eres tú, yo te he engendrado hoy" (Sal 95,11), 6le dijo también: "Tú eres sacerdote perpetuo en la línea de Melquisedec" (Sal 110,4). 7Él, en los días de su vida mortal, ofreció oraciones y súplicas, a gritos y con lágrimas, al que podía salvarlo de la muerte; y Dios lo escuchó, pero después de aquella angustia, 8Hijo y todo como era. Sufriendo aprendió a obedecer 9y, así consumado, se convritió en causa de salvación definitiva para todos los que le obedecen a él, 10pues Dios lo proclamó sumo sacerdote en la línea de Melquisedec.
EXPLICACIÓN.
Características del sumo sacerdote judío. Tenía que elegirse entre los miembros de ciertas familias (se escoge siempre entre los hombres) y ser desginado para su función (se le establece). Su misión era representar a los hombres y reconciliarlos con Dios (5,1). Siendo un mediador de origen humano, podía comprender la debilidad ajena por la propia (5,2). Él mismo era pecador como el pueblo que representaba (3). Sumo sacerdote no podía serlo cualquiera, la institución era divina (Aarón) (4).
El autor quiere mostrar que estas condiciones se dan en Jesús. Dios, que nombró a Aarón, ha nombrado ahora a Jesús (4-5). El mismo Dios que lo llamó Hijo suyo (Sal 2,7), designación mesiánica, lo proclamó también sacerdote, pero no en la línea de Aarón, sino en la de Melquisedec, con la perpetuidad como característica (Sal 110,4, interpretado del Mesías) (6). También la experiencia de su debilidad llegó hasta el límite (7), pero, a través de ella, Dios lo transformó, lo realizó, lo consagró (9: consumado), no con ritos, sino con la aceptación de su dolorosa muerte, haciéndolo sacerdote que puede salvar para siempre a los que toman su vida como norma (8-10). Después de aquella angustia (7), gr. apo tês eulabeias: la preposición marca un intervalo temporal; eulabeia,puede significar "reverencia, temor, angustia". Parece haber una alusión a la escena de Getsemaní; la oración de Jesús no evitó su muerte, pero obtuvo respuesta en la resurrección. Aprendió a obedecer (8), de hecho, a expresar en un amor sin límite su igualdad con el Padre; paralelamente, los que le obedecen a él (9). Los vv. 9-10 anuncian las tres secciones de la parte central de la carta.
1 Corintios 4,9-13
9Así podríamos asociarnos a vosotros, pues, por lo que veo, a nosotros los apóstoles nos asigna Dios el último puesto, como a condenados a muerte, dándonos en espectáculo al mundo entero, lo mismo a ángeles que a hombres.
10Nosotros, unos locos por Cristo; vosotros, ¡qué cristianos tan sensatos!; nosotros débiles, vosotros fuertes; vosotros célebres, nosotros despreciados; 11hasta el momento presente no hemos dejado de pasar hambre, sed, frío y malos tratos; no tenemos domicilio fijo, 12nos agotamos trabajando con nuestras propias manos; nos insultan y les deseamos el bien; nos persiguen y aguantamos; 12nos difaman y respondemos con buenos modos; se diría que somos basura del mundo, desecho de la humanidad, y eso hasta el día de hoy.
Explicación.
Ahora, en cambio, quieren ponerse a la cabeza, mientras los apóstoles exponen su vida. La comparación del espectáculo está tomada de los juegos, donde los condenados eran entregados a las fieras (8-9).
Establece Pablo una serie de vigorosas antítesis; en cada una, un miembro, referido a los apóstoles, expresa una realidad; el otro, referido a los corintios, una ilusión. Pablo aprovecha la ocasión para exponer la conducta del cristiano, que devuelve bien por mal (10-13).
SALMO. 110,1-4.
(Sal 2; 45; 89)
1Oráculo del Señor a mi señor;
«Siéntate a mi derecha
hasta que haga de tus enemigos
escabel de tus pies».
2EI Señor extenderá desde Sión
el poder de tu cetro.
Somete en la batalla a tus enemigos.
3Tu ejército es de voluntarios
el día de la movilización.
Una majestad sagrada
llevas desde el seno materno.
de la aurora, un rocío de juventud.
4EI Señor lo ha jurado
y no se arrepiente:
«Tú eres sacerdote eterno
según el rito de Melquisedec.
Explicación.
110,1 La "diestra" es el puesto de honor: véase Sal 80,18. El "escabel" donde el rey apoyaba los pies llevaba a veces pintadas o en relieve figuras de extranjeros sometidos: compárese con Jos 10,24; 1 Re 5,17.
110,2 En Sal 45,6 el cetro es recto, aquí es "poderoso". Sión es la capital del reino o del pequeño imperio.
110,3 Este verso enigmático ha suscitado interpretaciones variadas y divergentes. Las reduzco a dos grupos: militar y de entronización. a) 'am = ejército, nedabot = voluntarios (Jue 5,2.9), yom hel = día de (movilizar) la tropa, hadar qodesh = majestad sacra; como prenda de consagración y don de valentía militar, recibe el rey la bendición celeste en forma de rocío matutino, "auroral" (Ecl 11,12), como frescura de "adolescencia". b) 'mk ndbwt « tu familia (es) de nobles, ywm hllk(corregido) = cuando naciste, hdr (corregido) qdsh = atrio sagrado, yldtyk = te engendré, mshr = antes de la aurora. La primera explicación tiene carácter militar, la segunda evoca algo trascendente y misterioso. Doy la versión de la Vulgata, que depende de la griega (LXX): "Tecum principium in die virtutis tuae, in splendoribus sanctorum; ex utero ante luciferum genui te".
110,4 "No se arrepiente": es decir, irrevocable. El episodio de Gn 14 es enigmático en su intención, aunque claro en el relato.
Transposición cristiana.
Es curioso que un salmo tan militarista sea uno de los preferidos del NT. Ha sido necesaria una doble operación: seleccionar un par de versos, según la versión griega, y cambiar la identificación de los enemigos. V.1: Mt22,41-46par; Mt26,64; Mc 16,19; Hch 2,34s; 1 Cor 15,25s; Ef 1,20; 1 Pe 3,22. V. 4: comentario en Heb 5,6.10; 6,10; 7.
EVANGELIO. Marcos 2,18-22.
(Mt 9,14-17; Lc 5,33-39)
18Los discípulos de Juan y los fariseos estaban de ayuno. Fueron a preguntarle:
-Los discípulos de Juan y los fariseos discípulos ayunan; entonces, ¿por qué razón tus discípulos no ayunan?
19Les replicó Jesús:
-¿Es que pueden ayunar los amigos del novio mientras el novio está con ellos? En tanto tienen al novio con ellos no pueden ayunar. 20Pero llegará un día en que les arrebaten al novio; entonces, aquel día, ayunarán.
21Nadie le cose una pieza de paño sin estrenar a un manto pasado; si no, el remiendo tira del manto -lo nuevo de lo viejo- y deja un roto peor. 22Tampoco echa nadie vino nuevo en odres viejos; si no, el vino reventará los odres y se pierden el vino y los odres; no, a vino nuevo, odres nuevos.
EXPLICACIÓN.
18-22. Centro: Ayuno como expresión de arrepentimiento para obtener el perdón (mención en primer lugar de los discípulos del Bautista, los que no aceptado su papel de precursor ni, por tanto, el cambio de alianza anunciado por él; d. 1,7s). Reprochan a Jesús no imponer esa disciplina ascética a sus discípulos, no asimilarse a la tradición (18). Jesús niega valor religioso a la ascética tradicional y, en particular, al ayuno, que vale solamente como expresión individual de tristeza; los suyos, que han obtenido el perdón y el Espíritu por la fe (2,5.10), viven en ambiente de alegría (comparación con la boda). Jesús, el novio/esposo toma el puesto de Dios en la alianza (cf 1,8; 14,24: «la alianza mía»; cf. Jr 31,31). La nueva comunidad no se construye sobre una disciplina de normas, sino sobre la libertad en la amistad/adhesión a Jesús (los amigos del novio).Cuando llegue el momento de la tristeza (su muerte), ayunarán; aquel día (en el AT, «el día de Yahvé», el de su intervención decisiva en la historia), el de la muerte de Jesús (19-20). Más en general, las instituciones de la antigua alianza (manto, odres viejos) son incapaces de contener y expresar la nueva realidad del Reino. El vino, símbolo del amor nupcial (Cant 1,2; 7,10; 8,2). Todo intento de armonizar lo nuevo con lo viejo, el mensaje de Jesús con las categorías del pasado, está condenado al fracaso; se estropearía aún más lo antiguo y sería la ruina de lo nuevo (21-22).
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