PRIMERA LECTURA. Amós 9,11-15.
Día de restuaración (Jr 31; Ez 36,16-38; Hch 15,16-18).
11Aquel día levantaré la choza caída de David,
tapiaré sus brechas, levantaré sus ruinas
hasta reconstruirla como era antaño;
12para que conquisten el resto de Edom
y todos los pueblos que llevaron mi nombre
-oráculo del Señor, que lo cumplirá-.
13Mirad que llegan días -oráculo del Señor-
cuando el que ara seguirá de cerca al segador
y el que pisa uvas al sembrador;
fluirá licor por los montes
y ondearán los collados.
14Cambiaré la suerte de mi pueblo, Israel:
reconstruirán ciudades arruinadas
y las habitarán,
plantarán viñedos y beberán su vino,
cultivarán huertos y comerán sus frutos.
15Los plantaré en su tierra y ya no los arrancarán
de la tierra que les di, dice el Señor, tu Dios.
Explicación.
9,11-15 La restauración comprende: restauración del reino davídico, en imagen de construir, con sus dominios y bendiciones de la tierra; restauración del pueblo, en imagen de plantar, y bendición de sus tareas.
9,11 El oráculo supone la decadencia y supresión de la dinastía davídica; hechos posteriores a Amós. Supone también una firme esperanza histórica o mesiánica, fundada en la promesa de 2 Sm 7. Solo Dios podrá reconstruir la monarquía, no las fuerzas humanas.
9,12 La casa de David volverá a dominar a sus vasallos, empezando por el enemigo clásico que fue Edom, y siguiendo por otros que, como vasallos, llevaron inmediatamente el nombre del Señor. Esto no se cumple después del destierro, cuando todos esos pueblos fueron dominio persa.
9,13-14 La visión agraria fantástica se asemeja a la de Is 30,24s. "Ondearán": suponemos que las mieses o plantas medianas (cfr. Sal 72,16). Las maldiciones de 5,11 quedan anuladas y transformadas en las bendiciones opuestas.
9,15 Es la tierra que prometió a los patriarcas y entregó a los padres.
SALMO. 85,9-14.
Justicia y Paz se besan;
12Fidelidad brota de la tierra,
Justicia se asoma desde el cielo.
13Pues el Señor dará la prosperidad
y nuestra tierra dará su cosecha.
14Justicia caminará delante de él
encaminando sus pasos.
Explicación.
EVANGELIO. Mateo 9,14-17.
14 Se acercaron entonces los discípulos de Juan a preguntarle:
- Nosotros y los fariseos ayunamos a menudo, ¿por qué razón tus discípulos no ayunan?
15 Jesús les contestó:
- ¿Pueden estar de luto los amigos del novio mientras el novio está con ellos? Llegará el día en que les arrebaten al novio y entonces ayunarán.
16 Nadie echa una pieza de paño sin estrenar a un manto pasado, porque el remiendo tira del manto y deja un roto peor.
17 Tampoco se echa vino nuevo en odres viejos, porque, si no, revientan los odres: el vino se derrama y los odres se echan a perder; no, el vino nuevo se echa en odres nuevos, y así las dos cosas se conservan.
EXPLICACIÓN.
14 - 17. La práctica religiosa de los discípulos de Juan se ha asimilado a la de los fariseos (cf. 3,7). Reproche: Jesús no se atiene a la tradición ascética ni impone disciplina a sus discípulos. Jesús compara su convivencia con los discípulos a un banquete de bodas, donde él representa al novio/esposo (cf. 3,11) en el simbolismo de la alianza (Os 2), cambio de alianza (Jr 31,31-34): amistad, alegría, libertad. El ayuno, expresión de tristeza, incompatible con la presencia de Jesús. Las antiguas instituciones son inconciliables con el nuevo Espíritu (16s); todo compromiso lleva a la ruina de ambos. Novedad radical.
Día de restuaración (Jr 31; Ez 36,16-38; Hch 15,16-18).
11Aquel día levantaré la choza caída de David,
tapiaré sus brechas, levantaré sus ruinas
hasta reconstruirla como era antaño;
12para que conquisten el resto de Edom
y todos los pueblos que llevaron mi nombre
-oráculo del Señor, que lo cumplirá-.
13Mirad que llegan días -oráculo del Señor-
cuando el que ara seguirá de cerca al segador
y el que pisa uvas al sembrador;
fluirá licor por los montes
y ondearán los collados.
14Cambiaré la suerte de mi pueblo, Israel:
reconstruirán ciudades arruinadas
y las habitarán,
plantarán viñedos y beberán su vino,
cultivarán huertos y comerán sus frutos.
15Los plantaré en su tierra y ya no los arrancarán
de la tierra que les di, dice el Señor, tu Dios.
Explicación.
9,11-15 La restauración comprende: restauración del reino davídico, en imagen de construir, con sus dominios y bendiciones de la tierra; restauración del pueblo, en imagen de plantar, y bendición de sus tareas.
9,11 El oráculo supone la decadencia y supresión de la dinastía davídica; hechos posteriores a Amós. Supone también una firme esperanza histórica o mesiánica, fundada en la promesa de 2 Sm 7. Solo Dios podrá reconstruir la monarquía, no las fuerzas humanas.
9,12 La casa de David volverá a dominar a sus vasallos, empezando por el enemigo clásico que fue Edom, y siguiendo por otros que, como vasallos, llevaron inmediatamente el nombre del Señor. Esto no se cumple después del destierro, cuando todos esos pueblos fueron dominio persa.
9,13-14 La visión agraria fantástica se asemeja a la de Is 30,24s. "Ondearán": suponemos que las mieses o plantas medianas (cfr. Sal 72,16). Las maldiciones de 5,11 quedan anuladas y transformadas en las bendiciones opuestas.
9,15 Es la tierra que prometió a los patriarcas y entregó a los padres.
SALMO. 85,9-14.
9Voy a escuchar lo que dice Dios:
el Señor propone* la paz
a su pueblo, a sus leales,
a los que recobran la esperanza.
10Ya se acerca su Salvación a sus fieles,
para que la Gloria habite en nuestra tierra.
11 Lealtad y Fidelidad se encuentran, Justicia y Paz se besan;
12Fidelidad brota de la tierra,
Justicia se asoma desde el cielo.
13Pues el Señor dará la prosperidad
y nuestra tierra dará su cosecha.
14Justicia caminará delante de él
encaminando sus pasos.
Explicación.
85,9
Alguien en la asamblea escucha y comunica el oráculo de respuesta (Sal
81.6c); sólo que Dios no toma la palabra en primera persona. Por eso,
los versos 10-14 podrían ser comentario litúrgico. Es un mensaje "de
paz": Dios los ha reconciliado. Se dirige a un pueblo que responde con
su "lealtad" a la lealtad divina y con su "esperanza" a las promesas.
"Recobran" o se convierten a la esperanza. * O: anuncia.
85,10-14
Es una escena de transfiguración poética. Definen el horizonte "cielo y
tierra"; los personajes apenas se mueven; Justicia aparece tres veces.
Compárese esta escena con la de Is 32,16s. ¿Son cualidades divinas o
virtudes humanas? Divina es Gloria, y acción suya Salvación; las otras
las posee ejemplarmente y se las comunica al hombre para su bienestar
íntegro.
85,10 "Está cerca": véase Is 56,1. La Gloria vuelve a habitar en el templo: se ha de entender sobre el fondo de Ez 10 Y 43.
85,11 Por la ley del paralelismo, los dos verbos se predican de todos los sujetos.
85,12
Señala la dimensión vertical y cósmica de la escena. "Brotar" es imagen
de ascendencia ilustre: léanse Is 45,8; 61,11, una cosecha de virtudes
humanas.
85,13
La prosperidad abarca también el campo material: Sal 72,16. Dios, el
dador, da "el bien", que en el caso presente es la lluvia; véase Is
55,10.
85,14
Ahí pudo terminar la escena, cuando sobreviene algo inesperado: el
Señor se pone en camino, y por delante, abriéndole paso, avanza
Justicia. El final es sorprendente: el Señor cuya Gloria reside en el
templo sigue caminando por la historia. Otros corrigen y leen en el
segundo hemistiquio paz o rectitud.
Trasposición cristiana.
No
encuentro en el NT una escena tan sugestiva, pero encuentro dispersas
todas las cualidades mencionadas. Véanse entre otros muchos Rom 14,17;
Heb 5,9; Lc 2,30. Algunos Padres aplican el v. 13 al nacimiento del
Mesías. EVANGELIO. Mateo 9,14-17.
14 Se acercaron entonces los discípulos de Juan a preguntarle:
- Nosotros y los fariseos ayunamos a menudo, ¿por qué razón tus discípulos no ayunan?
15 Jesús les contestó:
- ¿Pueden estar de luto los amigos del novio mientras el novio está con ellos? Llegará el día en que les arrebaten al novio y entonces ayunarán.
16 Nadie echa una pieza de paño sin estrenar a un manto pasado, porque el remiendo tira del manto y deja un roto peor.
17 Tampoco se echa vino nuevo en odres viejos, porque, si no, revientan los odres: el vino se derrama y los odres se echan a perder; no, el vino nuevo se echa en odres nuevos, y así las dos cosas se conservan.
EXPLICACIÓN.
14 - 17. La práctica religiosa de los discípulos de Juan se ha asimilado a la de los fariseos (cf. 3,7). Reproche: Jesús no se atiene a la tradición ascética ni impone disciplina a sus discípulos. Jesús compara su convivencia con los discípulos a un banquete de bodas, donde él representa al novio/esposo (cf. 3,11) en el simbolismo de la alianza (Os 2), cambio de alianza (Jr 31,31-34): amistad, alegría, libertad. El ayuno, expresión de tristeza, incompatible con la presencia de Jesús. Las antiguas instituciones son inconciliables con el nuevo Espíritu (16s); todo compromiso lleva a la ruina de ambos. Novedad radical.
No hay comentarios:
Publicar un comentario